Padre

(Mari Lauquen, enero 1999)

Don Manuel de Mari Lauquen,

“El Quijote de las Pampas”,

nuestro Cid sanmartiniano,

un gaucho de estirpe hispana.

¡Qué hermoso brote de Cielo

en las tierras de mi Patria!

Cuando la Patria llamó

gritó: “¡Presente y en marcha!”.

Su boina de requeté

su divisa roja y gualda,”

“Por Dios, la Patria y el Rey”.

¡Todo, todo por España!:

la del Pilar y Toledo,

de Torreciudad y Dávila,

la de Pemán y Escribá,

la de la nueva cruzada;

la de José Antonio y Maetzu:

la España crucificada

del Valle de los Caídos,

la que siempre se levanta

porque se abraza a la Cruz

y reza a la Inmaculada.

Don Manuel: estás aquí

y brotas en cada rama.

Tus cedros te están nombrando.

Yo vi tu vida historiada

en la corteza rugosa

de tus pinos; y me hablaban

tus cipreces tan enhiestos

que son mástil y plegaria

para izar nuevas banderas

para levantar más almas.

Necesitamos tu fuerza

para reanudar la marcha.

Danos rectitud de mástiles

para alzar la Azul y Blanca;

para jugarnos por ella

como tú por nuestra España.

Danos tu fe y tu coraje,

infúndenos esa sabia

que hace crecer a los pueblos

como crecieron tus plantas,

este vergel que formaste

entre lagunas y chacras.

El esclavo de María,

el Quijote de las Pampas:

bajo la piedra tan sola

junto a la Cruz que te abraza:

¡Cuánta vida en nuestros muertos,

cuánto silencio que habla!

Porque estás entre nosotros

tus cipreces montan guardia.

Rumbo al Cielo te seguimos,

otra vez “Presente y marcha”.

Por todo lo que nos diste,

¡Don Manuel, te doy las gracias!

Pbro. Luis Jeannot Sueyro

"Los versos del Cura Gaucho"