LA GUITARRA DE DOLORES COSTA DE URQUIZA
Para el cumpleaños de Don Manuel Cepeda, hacendado del Departamento Gualeguaychú, en 1918 se realizó un festejo familiar que llegó a compartirse como un acontecimiento de la gente de la zona. Don Manuel exhibió la guitarra que era uno de sus más preciados bienes. Había sido adquirida en Cádiz por encargo del General Justo José de Urquiza para obsequiar a su novia Dolores Costa, de Gualeguaychú (en 1850).
Al ausentarse de nuestra ciudad la dueña del instrumento, su madre, Micaela Zamudio de Costa la cedió a Don Gaspar Tiscornia, quien se la vendió a Cepeda por dos onzas de oro y la entrega de otra guitarra valuada en 25 pesos.
La guitarra que pasó a Cepeda en 1857, tenia en su interior marca de origen y poseía estuche de madera. Fue fabricada en Cádiz por Mateo de Benedit.
Los concurrentes a la fiesta de cumpleaños de Don Manuel ponderaban el perfecto estado de conservación de la guitarra gaditana.
Muchos años después, cubierta de iguales referencias, apareció a la venta en Gualeguaychú, como antigüedad pero sin documentación que certificara su procedencia, una guitarra pequeña, descordada, deslucida en su lustre y acusando falta de clavijas la que pudimos tener en nuestras manos.
Como tantas cosas, cumpliendo el injusto destino de los recuerdos que emigran por hallar mejores postores en los compradores "que llegan de afuera", la pieza pasó a manos extrañas ¿Sería aquélla la misma que pulsara Dolores, la mujer que Urquiza desposara-la madre de Dolores, Justa, Justo, José Cayetano, Flora del Carmen, Juan José, Dominga Micaela, Flora Teresa, Cipriano José, José del Monte Carmelo y Cándida Amelia- la que acompañó su muerte en el Palacio de San José en 1870?
Consultados: Beatriz Bosch. "Urquiza y su tiempo". Eudeba. 1980
Caras y Caretas, 26 de diciembre de 1918.