Por Andrea Sameghini
PRIMERA PARTE
Ubicada frente a la Plaza San Martin, en el ángulo N. O. de las calles Rivadavia y Belgrano, pareciera que aún hoy se desprendiera de su añosa presencia, esa intelectualidad que la identificara por muchos años. Fue la residencia del Doctor Cándido Irazusta (1830-1892) y de su señora Felipa Echazarreta y Echazarreta (1844-1919), de ambos poseyó ese distinguido matiz de español y criollo, que ha conservado a través del tiempo, y que la destaca en este Gualeguaychú del presente.
El Doctor Cándido Irazusta era natural de Motrico, Villa de la Provincia de Guipúzcoa, España: y el primogénito del matrimonio formado por Don Domingo Irazusta, general carlista y la limeña Dolores Arpide. Nació en el año 1830 y vino a América al igual que dos de sus hermanos sacerdotes en 1851. Por causas no aclaradas, no continuó viaje al Perú, a donde se dirigía en demanda de una herencia materna.
Traía el joven Irazusta desde su España natal, muy adelantados los estudios de medicina, las cuales decidió continuar en la Facultad de Buenos Aires. Por inconvenientes en las equivalencias y con certificado de quinto año de la Universidad porteña, se traslada a la de Montevideo, donde obtiene su título de médico.
Los primeros años de su profesión los ejerce en el pueblito de San José (R. O. del Uruguay), lugar que abandona por causas políticas, para radicarse en Gualeguaychú en 1858. (1).
En 1860 contrae enlace con Felipa Echazarreta y Echazarreta, hija de Julián Echazarreta, nacido en Buenos Aires en 1816 y radicado posteriormente en Gualeguaychú, donde ejerció los cargos de juez de Paz y de Convencional en representación del Departamento cuando se sancionó la primera Constitución Provincial, al mismo tiempo que administraba sus intereses, Casó Julián con su prima hermana María Echazarreta, descendiente de vascos, establecidos en Entre Ríos desde la época de la colonia. (2).
De la unión de Cándido Irazusta con Felipa Echazarreta y Echazarreta nacieron cinco hijos, a saber: María nació en el año 1861 y murió soltera. Dolores en 1863, que contrajo enlace con Gustavo De Deken; Felipa en 1864, casada luego con Pedro Borrajo; Cándido en 1866, casado con Emilia Fudickar y Julián en 1870, casado con Joaquina Olaechea, fue de los fundadores del Frigorífico Gualeguaychú, estanciero, político y por sobre todo un hombre bueno y sencillo; con su fortuna supo mitigar muchos dolores de los necesitados que llegaban a él.
El Doctor Irazusta fue nombrado miembro del Consejo de Higiene de Entre Rios en 1861. A mediados de la década del sesenta compró un campo que había pertenecido al Cura Gordillo, y cuyo límite norte era un arroyo, conocido por "Del Cura", que tomaba su nombre del antiguo propietario; que a su vez las compró al cerrajero real Don Agustín José de León, de los primitivos pobladores de la Villa de San José de Gualeguaychú.
El Doctor Irazusta cumplió una activa participación en la vida política, cultural y económica de la naciente ciudad entrerriana, que el adoptó como propia. Fundó e integró la redacción de varios periódicos, junto a Olegario Andrade, el Doctor Belisario Ruiz y el oriental Ernesto Richelieu. (3).
El 7 de enero de 1873 fue elegido primer presidente de la primera Municipalidad de Gualeguaychú, cargo que volvió a desempeñar nuevamente en el año 1878. (4).
En 1884, los acontecimientos políticos lo llevan a oponerse al Gobernador Basavilbaso; y como consecuencia de un atentado cometido contra su persona se ve obligado a emigrar al Uruguay. Se radica en Montevideo junto a su esposa e hijos varones. (5).
En Gualeguaychú, su yerno, el belga Gustavo De Deken, casado en 1880 con Dolores Irazusta, dejado a cargo de los campos de Rincón del Cura, se lo puede considerar un verdadero pionero y se halla entre los primeros colonizadores del Departamento.
El Doctor Irazusta murió en Montevideo en 1892 a la edad de 62 años.
Viuda Doña Felipa Echazarreta de Irazusta regresa a la antigua casona de Gualeguaychú. Según testimonio de su nieto Julio Irazusta era "un amplio caserón que ocupaba la mitad de un solar de media manzana. El frente de la casa que daba a la calle Rivadavia empedrada toscamente y la transversal Belgrano con piso de tierra, presentaba el aspecto típico de la antigua edificación española.
Una planta baja con una hilera de ventanas con rejas, en medio de las cuales había un zaguán con puerta de entrada en madera y una cancela con cristales que llevaba grabada las iniciales de mi abuelo Irazusta. Por dentro, la casa estaba formada por un cuadro de habitaciones, en torno de un patio interior descubierto, rodeado de una galería techada con una palmera en el medio, y un aljibe en uno de los ángulos; patio que comunicaba por un pasillo (en línea recta con el zaguán) con un segundo patio exterior, dando acceso desde una galería cubierta por una parra en toda su extensión, a un jardín en primer plano y más atrás a una quinta de árboles frondosos y a una cochera con su correspondiente caballeriza".
"A ambos lados del zaguán estaban la sala, la antesala y hacia el fondo el cuarto de estar, así como el dormitorio de mi abuela que comunicaba con el del ama de llaves de la familia; por otro, el escritorio, el dormitorio de mis padres en la habitación ....
SEGUNDA PARTE
De una infancia sin ternura, la muerte del padre, cuando apenas habían dejado la adolescencia; la vida se les presentó como un desafío a estos dos jóvenes que recién comenzaban a vivir.
Desde la juventud Julio y Rodolfo Irazusta conformaron una amistad y comunidad de ideas que se prolongó más allá de la muerte de Rodolfo, acaecida en 1967.
El 3 de febrero de 1919 fallece Doña Felipa Echazarreta de Irazusta, se cierra así un ciclo en la vida de la casa. Su muerte ocurrida a los 74 años fue un sentimiento colectivo de dolor. Fundadora y Presidenta de la Sociedad de Beneficencia, la existencia de esa noble dama transcurrió en una ejemplar dedicación al socorro de los necesitados (8); como lo declara su testamento, abierto ante el Juez en lo Civil Doctor Daniel Elías y testigos, el 7 de abril de 1919 (9). Los importantes legados, entre ellos la suma de $ 70.000 m/n para construir un pabellón en el Hospital "Centenario". Un busto de la benemérita señora, levantado en la galería de acceso, recuercia hoy el valioso donativo. A la Iglesia Parroquial San José para mejoras en ella $ 10.000 m/n. A la Sociedad Vicentina para sostenimiento de la capilla 2.000 m/n., así como inapreciables legados a parientes y amigos. La casa solitaria, sólo conoce ahora una época de ausencias; Julio y Rodolfo Irazusta se radican por varios años en Europa.
Al regreso de ese tiempo europeo, Julio se instala casi permanente en el viejo caserón, que no tiene timbre ni llamador, pero que le permitirá realizar intensos estudios sobre política e historia. Entre los poquísimos que lo visitan hacia el medio día, se encuentran dos viejos amigos de su padre. Sixto Vela y Martín Bergara, y el querido maestro Luis Doello Jurado, los cuales se anunciaban golpeando la ventana del estudio sobre la calle Belgrano (10).
Rodolfo en cambio "con menos cultura libresca que su hermano, había sido formado por su padre para la acción"; tomando parte activa en la vida política argentina a través de la dirección del periodico "La Nueva República", órgano del movimiento nacionalista. Rodolfo "fue la columna vertebral de aquel primer grupo nacionalista" (11)
Julio y Rodolfo Irazusta fueron los más notorios representantes del pensamiento nacionalista y del revisionismo Histórico.
De esa pasión nacionalista saldría a luz uno de los libros más esclarecedores de los Hermanos Irazusta, "La Argentina y el Imperialismo Británico" En esa obra "denunciaban minuciosa e implacablemente al Régimen de factoría que las internacionales del dinero establecieron en nuestro país" (12).
En la labor de Julio y Rodolfo Irazusta la preocupación política es una constante. Cierta vez diría Julio "es la cenicienta del espíritu", la más desprestigiada y sin embargo la única actividad que puede resolver los grandes problemas humanos (13).
Nos dejó Julio Irazusta el 5 de mayo de 1982, murió pobre y olvidado de las generaciones actuales, sólo junto a sus íntimos y a ese grupo dilecto de intelectuales, con quienes compartió la causa nacionalista.
La casa de Irazusta fue adquirida en el año 1942 por la Municipalidad de Gualeguaychú, siendo Intendente don Claudio Méndez Casariego a los señores Julio y Rodolfo Irazusta en la suma de $ 10.000 m/n con destino a la Asistencia Pública (14).
En la actualidad la casa es ocupada por oficinas municipales y el Instituto de Perfeccionamiento y Especialización Docente I.S.P.E.D., a la que Julio Irazusta prestara un inigualable apoyo.
Terminamos con las palabras que pronunciara Julio Irazusta el día de su incorporación a la Academia Nacional de la Historia: "Pido a Dios Todo-poderoso que haga por mi país más aún de lo que hizo al dárnoslo tan hermoso y rico, para que reparemos el daño que le hicimos al manejarlo tan mal como ocurre en el presente" (15).
Artículo publicado en el Diario "El Día" en el año 1987
Serie "Casa y Caserones" por Andrea Sameghini
La Casa de Irazusta