La primera visita pastoral, pero del segundo Obispo que nos visita

Recordemos que la visita pastoral del Obispo siempre fue un medio eficaz y concreto de conocer al Pueblo de Dios a él encomendado. Esta visita tenía un carácter pastoral que, según la época y las circunstancias, se convertía en la única vez en que una parroquia recibía a su Obispo.

Con esta intención llegaba a Gualeguaychú el Obispo Benito Lué y Riega acompañado de su secretario José Francisco de la Riestra. Es la segunda vez que un Obispo visitaba Gualeguaychú, y fue el primero que lo hizo formalmente dejando un informe en el libro Iº de Bautismos de la parroquia[1].

Así, el 5 de abril de 1805, el sucesor de los apóstoles, dejaba consignado que el Padre Gordillo corrigiera y completara los libros de bautismos de españoles y naturales, así como el libro de velados y difuntos, ya que había muchos sin firmas, sin apellidos o sin datos de los padres.

También consignaba la importancia de la predicación y la catequesis pidiendo al cura que aproveche los domingos, y días festivos del año después del Evangelio, así como:

La Doctrina Christiana catechisticamente en sus tarde, y especialemte en las de Adviento y Quaresma juntando a este fin todos sus Feligreses á toque de campana, preguntandola delante de ellos á los Jóvenes, explicandola después con toda pureza, y claridad, sobre lo qual se le encarga gravemente la conciencia.

El Obispo determinaba que esta obligación se extendiera para todos los oratorios y capillas de la zona, así como para los sacerdotes diocesanos o religiosos, siempre que concurran a estas celebraciones más de doce personas.

Eran tiempos en donde los sacerdotes y religiosos se trasladaban por extensos territorios. Los jesuitas habían sido expulsados y en la zona colaboraban con la tarea pastoral los mercedarios, agustinos, franciscanos y dominicos. Por esta razón dejaba fijado que

No se permita celebrar á Secular ni Regular alguno sin las qualidades, y licencias , qe. aquí se expresan... ya que algunos…viven errantes, y vagan sin adscripción y residencia fixa, desamparando aquellos la qe. deben tener por sus Beneficios, ó títulos de orden, y éstos la clausura, y recogimiento, qe. han profesado, separándose unos, de otros con pretextos frívolos, y especiosos  del cumplimiento de sus primeras obligaciones encargada, por eso ordena a Gordillo que no consienta celebrar, ni ejercer oficio alguno Eclesiástico en la parroquia, y Capillas de su distrito á ningún Sacerdote Secular, ó Regular, qe sea sin exhibirle los primeros las licencias, qe hubieren de S.S.Y. de su Provisor, el pasaporte, ó documento, qe justifique su viage, y la ausencia de su principal destino; y los Regulares deberán presentarle un Atestado en debida forma de su respectivo Superior, por el qual se califique su Persona, se expone su carácter, y oficio, y se determine el tiempo de su comisión.

Recordaba el Obispo la importancia de la Oración mental y recomendaba que:

 Diariamente con los tiempos de Adviento y Quaresma, tan venerables, convoque esta Cura sus Feligreses al toque del Ave María, y después de rezado el Rosario tenga con ellos una quarto de hora de lección espiritual.

No eran tiempos en donde habitualmente se reuniera la gente de noche, y menos aún para las celebraciones litúrgicas, por eso Lué recordaba que:

 La concurrencia delos Fieles por la noche a la Yglesia comúnmente consigo mas inconvenientes, qe. utilidad, y es no pocas veces ocasión de algunas irreverencias, y escándalos, y de qe. los Divinos Oficios no se celebren con el decoro, y magestad debida; por lo…que en lo sucesivo e concluyan todas las funciones, y procesiones Eclesiásticas al toque de Oraciones, asistiendo en estas los Clerigos con sobrepelliz, y bonete; y qe. asimismo no se permita por el Cura extraer dela Yglesia las Ymágenes, ó Epigies delos Santos, con ningún pretexto, y qe. las Personas, qe. tengan la devoción de vestirlas, ó adornarlas para las funciones concurran á hacerlo en día y hora competente á la Sacristía.

Para entender aún más el sentido de estas visitas, muchas de las decisiones y recomendaciones del Obispo respondían a una mentalidad que valoraba los archivos y cada documento, así como la administración económica. No era extraño que en nuestros pagos anduvieran falsos documentos que permitían hacer colectas y solicitar ayudas económicas, pero sin autorización, estafando así la buena fe de la gente.

La visita recordaba la importancia de confeccionar un padrón de los feligreses de la parroquia, en la que se consignaba los que asistían a misa, comulgaban y confesaban, detallando nombre del vecino cabeza de familia, así como su mujer, hijos, criados y esclavos. Este informe se elevaría al Obispado de Buenos Aires certificando al pie no tener mas Feligreses, qe. los contenidos en ella, y expresando con toda claridad las Personas, qe. ha cumplido con el precepto annual, y las qe. no, amonestando á estas fraternalmente pa. qe. lo verifiquen, y apremiandolas, si fueren tenaces en su resistencia, con todo rigor de derecho. Evidentemente hoy sería una especie de “veraz religioso”, del cual algunos saltaríamos como “morosos espirituales”.

En esta primera y única visita pastoral del Obispo Lué, la recomendación que más resonó en el corazón de los fieles fue cuando pidió que se construyera una nueva iglesia:

 …manda, qe. á la mayor brevedad se forme plan dela obra, se colecten las limosnas con qe. contribuyan los Fieles pa. tan loable objeto, depositandolas en poder del Mayordomo de Fabricaé igualmente los mil pesos, qe. se á llanó el Cura Parroco Dn. Mateo Fortunato Gordillo entregar de pronto…para la debida constancia: cuyas cantidades con la de otros mil pesos beneficiada qe. sea la referida estancia dentro del termino pactado en la expresada obligación, y las demás, qe. annualmente resulten del Petitorio pa. el Santísimo Sacramento, delos derechos de sepultura, y delos dos pesos de cada matrimonio de Español, y quatro reales por los Naturales; se anotarán en un Libro formado á efecto, llevando cuenta y razon delas entradas, y su inversion, con cargo y data enla forma ordinaria, qe. se acostumbra, formalizandola en cada un año, y firmandolas el Cura juntamente con el Mayordomo de Fabrica.

Así el Obispo autorizaba a realizar colectas en el pueblo y los distintos distritos rurales de la parroquia. Más adelante comprobaremos que este templo no se construiría a la brevedad y Gualeguaychú, seguiría con su iglesia de adobe y paja hasta mediados de 1850.

Finalmente el Obispo Lué, conforme a las modernas normas higiénicas que ya en el viejo continente se aplicaban, prohíbe:

Que se entierre en la Yglesia Persona alguna, aunque sea dela mayor calidad, y distinción; y manda se entierren en el Campo Santo, por ahora, y mientras se verifica la erección del Cementerio fuera del Poblado en el sitio, qe. llaman dela Loma, señalado de acuerdo con el Alcalde, y Procurador Syndico.

Veremos más adelante como el cementerio tampoco se construiría hasta la mitad del siglo.

[1] El 30 de abril de 1803, el Obispo enviaba una carta a las parroquias previa a la visita, en la que determinaba, entre otras actividades, que aprovecharía para confirmar a niños y adultos. Cf. Borques, J. C., Eclesiásticas I. 88, 613, en Archivo Instituto Magnasco.

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Pastores según el corazón de DiosEl ministerio sacerdotal en la Parroquia San José de Gualeguaychú (1766 - 1905)

Pbro. Mauricio Landra

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