■ Buenos Aires y Montevideo son centros de arrastre y de redistribución mercantil. Grandes comerciantes, agentes de casas españolas, vinculan regiones productoras como Tucumán, Cuyo, Paraguay, Litoral fluvial con importantes puertos en la Península: Cádiz, Barcelona, La Coruña. Crece la demanda europea de materias primas coloniales. Así, la ganadería litoral tiene por principal rubro exportador a los cueros y a las carnes saladas que produce la Banda Oriental del Uruguay.
■ En el verano de 1791, Manuel Ventura de Haedo, radicado en Buenos Aires, escribe a su sobrino alentándolo a viajar a esta ciudad. Necesita que pase a ayudarlo en su comercio. El joven acepta. Solicita la Licencia Real: para ello, debe presentar su Fe de Bautismo y el permiso de sus padres. Ya con el documento en la mano, puede embarcar en cualquier puerto del Reyno.
Josef Antonio de Haedo, nace en 1780 en el Concejo de Zalla, Encarnaciones del Señorío de Vizcaya, zona de astilleros navales y yacimientos de hierro. Es el segundo de cinco hermanos. ¿Qué deja al partir?. Una familia, de antiguo linaje*, residente de Zalla; una España conmovida por la Revolución en Francia y la amenaza de una guerra continental. Llega a Buenos Aires y comienza a trabajar. Son tiempos de bonanza, esos años del 90 al 96, cuando a ritmo vertiginoso se sacrifican animales y se preparan cueros para la exportación.
Don Manuel goza de prestigio; en su momento, autorizó gestiones ante el Rey para establecer el Tribunal del Consulado*. Por eso, en julio de 1801 el Cabildo de Gualeguaychú lo nombra representante en Buenos Aires. Le otorga poder para actuar en todo lo que pueda beneficiar a la población.
Así, debe representar y defender al Cabildo en pleitos, causas civiles y criminales. Ya sean eclesiásticas o seculares. Poco después, a fines de 1802 viaja a España. Entonces, confía a tres personas- entre ellos, su esposa doña María Rosa de Alvarado- la administración comercial.
Al regresar, en enero de 1805, explica lo que ha visto: España está enredada en una alianza peligrosa con la Francia napoleónica y obligada a suministrar su armada, sus infantes, sus caballos y dinero. El príncipe Fernando, simpatiza con Inglaterra y enfrenta al débil Carlos IV, dividiendo profundamente a la sociedad.
Atendiendo los asuntos de su tío, Josef Antonio de Haedo se vincula con familias de Gualeguaychú. Establecido en la villa, despacha a Buenos Aires los productos de la zona e ingresa artículos necesarios que distribuye en pulperías. Preocupado por la situación en la Metrópoli, manifiesta una y otra vez su lealtad a la corona borbónica. Elegido Cabildante en 1809, desempeña el cargo de Cuarto Regidor- Defensor de Pobres y Menores-.
Todavía soltero, remite dinero a sus padres y tal vez ya alienta a su hermano a migrar: Francisco Mariano, el tercero, llega en 1823.