Cuaderno Nº 211

Índice Temático


GUALEGUAYCHÚ, Domingo 1 de julio de 2001CVADERNOS DE GUALEGUAYCHÚ Nº 211
La Escuela Pública de Gualeguaychú- Ubicación de la Escuela- Antonia Linares de Méndez Rodríguez  (Carmen Both y una tarea inconclusa)Viajeros y visitantes que llegaron a Gualeguaychú: Dr. Julio Vicente UriburuEn la muerte de la Señorita Isabel Frutos (Olegario V. Andrade)
CVADERNOS en EGB (Por Silvia Razzetto de Broggi)32 - UN MÉDICO PARA LA VILLA

La Escuela Pública de Gualeguaychú

Grabado donde se observan la iglesia y el primer cementerio en 1848. Respecto al lugar primitivo de emplazamiento de la escuela, creemos que pudo ser un rancho precario con vista a la Plaza Mayor en la manzana en que se alzaba el pequeño templo.

Si buscamos su origen lo hallaremos en el Acuerdo del Cabildo del 8 de setiembre de 1787, que designa al primer maestro, D. Francisco Parrado, "para instruir a los niños en los rudimentos de las letras y en la enseñanza de la doctrina cristiana", pagándole 4 reales en plata o en efectos que produjera el país.

Pocos nombres rescatamos sucediendo a Parrado que, en 1802 vivía aún en la Villa, sin ejercer como maestro. A veces en algún documento, que nada tiene que ver con el tema se asoma alguna referencia, por ejemplo, a Vicente Aleman en 1793* el Cabildo lo designa Maestro de primeras letras; o en un testamento de 1829** se cita al maestro Gerónimo Ferreyra como deudor del acarreo de duraznos a C. del Uruguay. 

En 1827, siendo Gobernador de Entre Ríos Mateo García de Zúñiga y Alcalde de Gualeguaychú José María Lacunza nos encontramos en el Archivo Histórico de la Provincia, dos documentos que hablan, sin dejar lugar a dudas de la situación de promiscuidad en que se halla la escuela pública, en cuanto dice con fecha 15-5-1827: 

"Recibí el empleo de Alcalde Mayor de esta Villa y su Departamento. El mes de Mayo presente (...) y ansioso de cimentar el orden, extinguir los abusos y vicios que se observan en lo gral. de los habitantes he resuelto publicar el siguiente bando de buen gobierno (...) abuso a mandarlo a V. E. a bien (...) Recauda algunos ramos para la escuela, ocurro a la justificación de la pequeña cantidad de diez y ocho p. que es lo que pide el maestro para dar la puerta puesta en su lugar. También es de suma necesidad un armario o estante con puertas para el depósito del Archivo pues no hay ninguno y éste anda todo dislocado. He visto al maestro carpintero y pide treinta p. darlo todo por concluido..." A dos meses de esta nota, el Alcalde Lacunza eleva otra en la que ofrece detalles demás interesantes que justifican los motivos de su preocupación e insistencia:

Gualeguaychú, Julio 18 de 1827. Exmo. Sr.

El Alcalde Mayor ordinario de esta Villa participa a V. E: como la casa escuela de ella se halla sin puerta, estando por consiguiente a todas horas abierta, de cuyas resultas hay de noche algunas reuniones perjudiciales: los niños del Pueblo se juntan del mismo modo en número crecido a sus diversiones, sin poder sus padres muchas veces tenerlos en casa; a más de esto en reñidero de gallos de los aficionados a este juego, de todo esto resulta que meten caballos dentro, con detrimento de su fábrica, todos estos males se ocasionan de la dicha falta..."

El informe de Fernando Raffo dice que la Villa al irse Rocamora, no tiene edificio apropiado para escuela, cárcel y sala capitular. El 27-4-1793 vemos que la escuela dejó de funcionar por no tener con qué sostener la y que el 3-1-1800 el Cabildo hace reunión para calcular el material que se necesita para construirlos.

Las gestiones e intenciones de dar a los niños la posibilidad de aprender a leer, escribir y sacar cuentas no pueden aparecer más pesadas e infructuosas. En 1827 las cartas del Alcalde Lacunza (ver facsimil) presentan sin cumplir las disposiciones de Ramírez de 1820, para la República de Entre Ríos, en cuanto a la obligatoriedad y local habilitado.

Ubicación de la Escuela

Respecto al lugar primitivo de emplazamiento de la escuela, creemos que pudo ser un rancho precario con vista a la Plaza Mayor en la manzana en que se alzaba el pequeño templo. (San José entre Palma y Urquiza. Ver grabado). El sitio donde ahora se levanta la N° 1, "Guillermo Rawson" estuvo ocupado por la casa habitación del Cura.

Por mucho tiempo mereció la escuela una pobre y frágil construcción, sin vigilancia. Careció de mobiliario y hasta de puertas. Mediando el Siglo XIX, el gobierno provincial levanta, en esquina N. O. de San José y Urquiza, un importante edificio para Escuela Pública que se concluye a fines de 1852. 

Este será aplicado a la función de Templo. Parroquial, a solicitud del Párroco, ya que el existente y único, es pequeño y está deteriorado.

Hasta estos tiempos al referir a escuela pública decimos de la dedicada a los varones, en la que se destacaron maestros como el Pbro. José María Delgado, autor de un plan de enseñanza aplicado en toda la Provincia y Pedro R. Murúa quien ejerció por muchos años.

La instrucción de las niñas demoró en oficializarse en una sociedad que veía el fin de la acción de la mujer dedicado a la casa o, en el mejor de los casos, a cultivar la música, la pintura etc. como medio de embellecerlas.

Se levantará, más tarde la escuela Graduada Mixta que, tapial por medio y puertas distintas, dará cabida a los alumnos de ambos sexos. Esta será demolida en la primera década del siglo XX para construir el edificio de la N° 1 del Departamento Gualeguaychú, la que lleva el nombre del médico y político argentino "Guillermo Rawson"

Antonia Linares de Méndez Rodríguez  (Carmen Both y una tarea inconclusa)

Casada con José María Méndez Rodríguez (CVADERNOS N° 169) llega por 1841 desde Buenos Aires, ya nacido Asisclo Nicasio, el primogénito. En Gualeguaychú se arraiga y nacen cinco hijos más. Abre una escuela para enseñar a las niñas, a leer, coser, bordar, urbanidad y doctrina cristiana. 

Tiene título de Preceptora y ama su profesión. Su marido trabaja en su especialidad y aunque sus rentas no son abundantes, colaboran en la comunidad con reconocida capacidad...

La Escuela del Estado, para Niñas: Separada de la de Varones, en 1849 funciona ya, con sueldos para Preceptora y Ayudante, a cargo de las hermanas Carmen y Josefa Both, quienes, de resultas de un juicio difamatorio a su capacidad y conducta, son re tiradas de la Escuela oficial.

El 1 de marzo de 1850 asume como Directora y Preceptora Antonia Linares, con su ayudante Petrona Villagra. Gozan de 80 y 32 pesos de sueldo. Doña Antonia ejerce hasta 1859. Su muerte (el 11 de setiembre) quiebra una marcha regular y positiva en la enseñanza de las Niñas. En 1860 la escuela no abre sus puertas, aún no se ha designado reemplazante.

Por la década del 50, Josefa de María de Artigas, hermana de Isidoro, periodista y fundador del primer periódico de Gualeguaychú, atiende en Colombo y Rosario, una escuela de niñas, en el ala extendida sobre calle Rosario. Otras escuelas particulares ejercían acción educativa en la ciudad y campaña.

Digamos para concluir, que Carmen Both fue autorizada para enseñar aunque en forma particular y que lo hizo hasta el 5 de febrero de 1868 en que falleció víctima de la epidemia del cólera morbus. Tenía 45 años.

Se levantará, más tarde la escuela Graduada Mixta que, tapial por medio y puertas distintas, dará cabida a los alumnos de ambos sexos. Esta será demolida en la primera década del siglo XX para construir el edificio de la N° 1 del Departamento Gualeguaychú, la que desde 90 años atrás lleva el nombre del médico y político argentino "Guillermo Rawson" (1821-1890).

Referencias

Dato de Acta capitular.- No se dan otros detalles.- En Documento testamentario se enuncia que el maestro G. F. es deudor del testador. Registro de la Propiedad Inmueble de Gchú.- Fernando Raffo, Almanaque El Censor", 1903 sobre proyecto de construcción de escuela de primeras letras, en 1800 con salón y un aposento; en paredes de palo a pique y el techo de paja con sus corredores, todo cercado con palo a pique..- Los datos biográficos de Antonia Linares, extraídos de la conferencia "Maestras particulares de Maria de las Mercedes Chaparro de Sameghini, en el Instituto Magnasco. Copia Archivo CVADERNOS de Gualeguaychú.- Archivo Histórico de Entre Ríos. Notas del Alcalde José María Lacunza al Gobernador de E. R. Mateo Garcia de Zuniga. Sección Gobierno Paraná. Año 1827.

Viajeros y visitantes que llegaron a Gualeguaychú

Dr. Julio V. Uriburu

Julio Vicente Uriburu

El Presidente Honorario de la Academia Nacional de Medicina Dr. Julio Vicente Uriburu, electo por unanimidad del cuerpo, el 30 de noviembre de 2000, asumió tan digno cargo el 9 de mayo del corriente año en un acto de Sesión Pública Extraordinaria, realizado en la sede de Capital Federal. Ocupaba el sitial Nº 23 de la institución desde 1970.

Egresado de la Universidad de Buenos Aires con Diploma de Honor en 1933, el notable cirujano de la Escuela de los hermanos Enrique y Ricardo Finochietto, será el precursor de la Mastologia* en Latinoamérica.

Desde 1943 desarrolló intensa actividad docente, iniciada como adscripto en la Cátedra de Clínica Quirúrgica de la UBA y concluída en 1982 al distinguirlo como Profesor Titular Emérito de la citada universidad, a la que en 1968, representara estudiando los métodos de estudio para la enseñanza de la Cirugía aplica dos en Estados Unidos de Norte América; misión que cumplió haciéndose cargo de su costo.

Decir que su carrera docente concluyó en 1982, no concreta una verdad absoluta ya que en ese año precisamente el Doctor Uriburu, en nuestra ciudad dio cabal muestra de su actividad generosa de maestro, con la transmisión de sus conocimientos en prácticas quirúrgicas realizadas en nuestro Hospital Centenario, charlas y conferencias, allí y en otros ámbitos locales, como el Colegio Nacional o el Instituto Magnasco.

Su cultura general lo faculta para abordar temas sobre arte, filosofia, etc. en exposiciones con las que ha abierto o salpicado, los congresos de Medicina en distintos lugares.

Hoy, con 89 años de edad, condensa el visitante y amigo de Gualeguaychú, una vida de excelencia personal y profesional que lo hace holgadamente merecedor de ser el séptimo en la lista de Presidentes de Honor de la Academia Nacional de Medicina** de aquella sucesión que, en 1822 abriera D. Bernardino Rivadavia, y sin ser médico la encabezara por mentor y fundador de la institución científica, bajo el gobierno de Martín Rodríguez.

En el Club Social Recreo, en compañía, a su izquierda, el Dr. Angel Bracco; a su derecha, los Dres. Héctor Marino y Roberto Grané

Gualeguaychú ganó su afecto. A nuestra ciudad ha llegado muchas veces, siempre en compañía de su esposa María Teresa Nougués Herrera Vegas.

Es justicia, entonces, incorporarlo a la serie de los "Viajeros y visitantes ilustres" de la San José de Gualeguaychú, que CVADERNOS inaugurara en su Nº 3, con la visita del Obispo Sebastián Malvar y Pinto, visita pastoral que derivaría en su creación como Parroquia, por decreto del Virrey Vértiz del 3 de julio de 1780.

Invitado por el Colegio Médico de Gualeguaychú, el 15 de setiembre de 1982, vino y estuvo en la ciudad, cuyo pueblo iniciaba la su cesión de actos con que se celebraría el Bicentenario de su fundación, producida el 18 de octubre de 1783. Entonces lo hizo en compañía de dos médicos, eximios y académicos como él; el Dr. especialista en Cirugía Torácica Héctor Marino (hoy fallecido) y el pionero de la Cirugía Plástica en Argentina Dr. Ángel Bracco. 

Ahora, conscientes de no poder enumerar los enormes e incontables méritos del Dr. Julio Vicente Uriburu, que su vida de profesional de la Medicina y su condición humana le permitieron atesorar, destacamos su personalidad e incluimos su nombre en esta serie que deseamos enriquecer en el tiempo para memoria y orgullo del lugar en que vivimos.

Referencias

*Mastología; estudio de la mama, sus funciones y sus enfermedades.- ** Academia Nacional de Medicina; cuerpo creado en 1822 cumpliendo una visión de avanzada de B. Rivadavia, por lo que mereció el titulo de Presidente Honorario hasta 1824. Lo sucedieron: Juan José Montes de Oca (1874-76): Elises Cantón (1930-31); Marcelino Herrera Vegas (1956-58); Mariano Castex (1959-68); Manuel L. Quiroga (1978-93), Julio V. Uriburu (2.000 en adelante) La Academia, compuesta por médicos de distintas especialidades, en la actualidad cuenta con más de 40 miembros.- Tiene su sede en Avenida Las Heras 3.082 de Bs. As.

Versos inéditos de Olegario Víctor Andrade.

En la muerte de la Señorita Isabel Frutos


Gualeguaychú.- "EL NOTICIERO" 24/5/1910

Cual luz fugitiva que cruza la esfera, 

cual rosa marchita del viento, al nacer, 

así se concluye tu triste carrera, 

mi joven amiga, mi tierna Isabel.


Ayer, de la vida la imagen dorada 

-cediendo al impulso de cândido amor 

miraste brillante, y al mundo lanzada 

tu cáliz abriste, simbólica flor.


Mas pronto el destino, borrando inclemente 

los sueños sublimes de mágico edén 

dejó que bañase con llanto ferviente, 

mi joven amiga, tu pálida sien.


Y miro tu frente marchita y sombría, 

tus ojos no lanzan celeste fulgor. 

que has muerto, me dicen y al verte este día 

me arrastra doquiera terrible dolor.


II

Flor que brotas solitaria, 

tierna, pura, perfumada, 

con esencia regalada 

conmoviendo el corazón


y al impulso de la brisa 

te levantas orgullosa, 

¡Ven y adorna pudorosa, 

de mi amiga la mansión!


¡Ven en tanto que el poeta 

con los trémulos acentos 

que le arrancan sus tormentos 

por la muerte de Isabel;


pulsa el arpa misteriosa 

con fatidica armonía 

divisando en este dia, 

deshojado su laurel!


¡Cuántas veces a su lado 

sin recuerdos ni pesares 

levantaba sus cantares 

a la gloria y la virtud!


Y hoy la miro en el sepulcro, 

blanca, mustia, sin colores, 

demostrando los dolores 

de su tierna juventud.


Cuántas veces la tormenta 

con silencio sacrosanto 

desplegó su negro manto 

como fúnebre crespón


y al mirarla, recordaba 

dulces días de ventura 

pero pronto, de amargura 

desbordó mi corazón.

Isabel Frutos por Amadeo Gras

En muchas oportunidades aparecieron fragmentos de esta poesía que escribió Andrade, a los 17 años, sacudido por la muerte de su amiga y pariente, ISABEL FRUTOS, ocurrida en la Azotea de La palma, el 26-2-1846. 

Contrariada por la oposición de sus padres, -Benito Frutos y Petrona Carmona-, a su relación amorosa con un joven llegado a Gualeguaychú, se dejó morir de tristeza; por eso se la nombró también como "la que murió de amor".

Isabel fue retratada por Amadeo Gras, obra que guarda la pinacoteca del Instituto Osvaldo Magnasco.

CVADERNOS

en 

EGB

32

Por Silvia Razzetto

de Broggi

UN MÉDICO PARA LA VILLA

Ciento tres vecinos dan respuesta a un problema vital. Para que atienda la salud de los pobladores, deciden contratar a un profesional de la medicina. El doctor Juan de La Palma es el primero.

Dibujo de Aurelio

 La muerte es un hecho frecuente en la sociedad colonial. Se calcula que para 1810, la expectativa de vida llega a los 45 años. Enfermedades infecciosas y parasitarias, la sífilis, la rabia, la tuberculosis son bastante comunes en el espacio rioplatense. Periódicamente, ciudades y campañas sufren el azote de epidemias: anginas gangrenosas, viruela, sarampión, disentería. Aunque existen pozos para obtener agua, la mayoría de la población utiliza agua del río que proveen los aguateros: de ahí las fiebres intestinales, las hepatitis, causadas por el consumo indebido de este líquido. 

Es alta la mortalidad infantil. Es también alta la mortalidad de parturientas. La villa es foco de concentración y propagación de enfermedades. Al escaso control sanitario en los puertos, se suma la presencia de basurales, mataderos que atraen moscas, insectos, roedores. Y la cantidad de médicos, cirujanos y boticarios es insuficiente. Los Cabildos toman algunas medidas al respecto y demandan a las autoridades virreynales que localicen profesionales, para atender sus comunidades.

 En sesión del 2 de agosto de 1802 el Cabildo de Gualeguaychú dispone contratar un médico, por un lapso de seis años. Se le pagarían 400 pesos anuales. Ciento tres vecinos acuerdan con tribuir con dinero. En una lista, se detallan sus nombres y sus aportes personales, que van desde los 2 a los 10 o 12 pesos. Ellos y su familia serán atendidos por el profesional todas las veces que sea necesario; accederán a los medicamentos sin costo alguno. Si el enfermo está alejado de la villa, el facultativo debe pedir autorización a la sala Capitular para ausentarse. Si el caso requiere varios días de atención, será trasladado al pueblo.

Quedan excluidos de estos servicios, los peones y agregados. Aquellos pobladores que no integran la lista, pagarán al Cabildo por sus consultas y por las medicinas. De esa manera se reunirán fondos para proveer la Botica: hilas, vendas, laxantes suaves, coca, quina, vainilla, zarzaparrilla, tabaco, ratania, guayavo, opio...

En ese tiempo, se nombra boticario a don Miguel González Vayo*. Anualmente debe dar cuenta de su administración. Sólo provee con receta médica, escrita en latín para evitar la injerencia de profanos. Los remedios se aplican en bebidas, tisanas, ventosas, purgas, sangrías, dietas, jarabes, baños de asientos, edemas, pomadas...

 El doctor don Juan de La Palma y su esposa, María Silveira Dutra llegan a Gualeguaychú. Ambos han nacido en Lamego, Portugal Fijan su residencia en una casa-rancho ubicada en ángulo noroeste de las actuales calles San Martín y Mitre. Tienen ya tres hijos y aquí nacerán dos más. Este matrimonio migrante ha recorrido diversos espacios. Para ingresar al Río de la Plata, Don Juan ha presenta do las acreditaciones requeridas: fe de bautismo, limpieza de sangre, documentos de estudios. El Protomedicato** controla su tarea: médico, cirujano y sangrador. Contratan sus servicios profesionales en Santa Fe y en tiempos del Virrey Ceballos, el Cabildo de esa ciudad solicita su regreso. Después, se radica en Porto Alegre donde nacen sus dos hijos mayores; de allí pasa a Concepción del Uruguay donde nace en 1801, Juan Francisco Melchor**. Al año siguiente está en nuestro pueblo. Firma contrato con el Cabildo y los vecinos. Y aquí arraiga. Seguramente, como los médicos de la época, utiliza trépano para amputación, sierras grandes, sierras chicas, escalpelos, bisturies, torniquetes, catéteres, ventosas, jeringas de marfil, grandes y chicas, correas para sujetar locos... y como otros colegas de su tiempo, debe imponer hábitos de aseo personal- lavarse las manos, bañarse, lavar la ropa- y sugerir medidas de higiene pública.

* Miguel González Vayo: Boticario, pulpero y maestro. (Cvadernos, E.G.B. N° 18)

** Protomedicato: institución creada por el Virrey Vértiz en 1780, para controlar el ejercicio de la medicina. En 1805 prueba la vacuna antivariólica.

***Juan Francisco Melchor de La Palma. Casado con Martina Carmona, es propietario de la Azotea -actual Museo de la Ciudad-. En ese solar pasa sus últimos años el doctor Juan de La Palma.

FUENTES CONSULTADAS:

-Libro de Acuerdos del Cabildo de Gualeguaychú. A.O.G. Actas del 2 de agosto, 19 de octubre y 13 de diciembre de 1802.- Andrea Sameghini. Azotea de Lapalma. Dirección de Cultura, Municipalidad de Gchú. 1991.- Andrés Carretero. Vida Cotidiana en Buenos Aires. Tomo 1 (1810-1864). Ed. Planeta. Bs. As. 2000.
INVESTIGACIÓN Y TEXTOS. Nati SarrotJEFE DE REDACCIÓN: Marco Aurelio RODRIGUEZ OTEROREDACTOR INVITADO: Fabián MAGNOTTACOLUMNISTAS: Silvia RAZZETTO de BROGGI - Carlos M. CASTIGLIONEAurelio GOMEZ HERNANDEZ
Digitalización: Museo "Casa de Haedo" :  Natalia Derudi - Danilo Praderio - Pilar Piana - Marianela Muñoz.Edición y OCR del texto: Patricio Alvarez DaneriTRANSCRIPCIÓN Y ACTUALIZACIÓN Silvia RAZZETTO DE BROGGI - DISEÑO Y DESARROLLO WEB: PATRICIO ALVAREZ DANERI
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