Cuaderno Nº 199

Índice Temático


GUALEGUAYCHÚ, Domingo 7 de enero de 2001CVADERNOS DE GUALEGUAYCHÚ Nº 199
JOSÉ MARÍA DOMÍNGUEZ- Los restos de Liniers- La moharra de RamírezEn la historia de la chacra del Cura
CVADERNOS en EGB (Por Silvia Razzetto de Broggi)20 - EL SACRIFICIO DE NEÁ

JOSÉ MARÍA DOMÍNGUEZ

PROTAGONISTA DE DOS HECHOS TRASCENDENTES

Nati Sarrot

Gobernador José María Domínguez

Por ley del 29 de setiembre de 1858, se desferaliza a Entre Ríos, quedando Paraná y su ejido como capital provisoria de la Confederación Argentina.

Por la misma ley, se convoca a elección de Convencionales Constituyentes provinciales, para los días 15, 16 y 17 de noviembre de 1859 y se establece como se de de la Convención, a C. del Uruguay. Por Gualeguaychú, concurren Don Benito Méndez Casariego y Don Julián Irazusta.

El 15 de febrero de 1860 el cuerpo sanciona la Constitución de nuestra Provincia, que es aprobada por el Congreso Federal el día 29 siguiente la que deroga el Estatuto que regía desde 1822. La Carta crea el Poder Legislativo con la Cámara de Diputados departamentales en número proporcional al de sus habitantes (uno por cada 5.000 o fracción). El Ejecutivo a cargo del Gobernador votado por la Cámara de electores, y el Judicial. La Capital provincial será C. del Uruguay (art. 9).

El 25 de abril de 1860 se elige Gobernador de Entre Ríos a Justo José de Urquiza, quien asume el 1 de mayo de 1860 y designa como Ministro General de Gobierno, al Cnel. Ricardo López Jordán. En el período de cuatro años, se suceden varios en este cargo, a los que corresponde ser auxiliares y representantes del Gobernador en sus obligadas y frecuentes ausencias. 

Entre ellos contamos a D. José María Domínguez, hijo de Gualeguaychú, compenetrado y fiel seguidor de los designios políticos del General Gobernador.

José María Domínguez

Nacido y muerto en Gualeguaychú (1815-1871), es Domínguez quien sucederá al primer Gobernador Constitucional, apoyado en la influencia de su poder político, y oponiendo a la candidatura de Ricardo López Jordán, triunfa y asume el cargo el 1 de mayo de 1864 como Gobernador de Entre Ríos para el período 1864-1868.

Continuador de la acción de Urquiza en pos de la unidad nacional que lo mantiene en "desconcertante" posición neutral ante los graves acontecimientos que conmueven a los habitantes de la región; López Jordán se contrapone representando el sentimiento de una entrerrianía que se estima con derecho suficiente para levantar su ideal localista.

Será el desempeño del primer Gobernador constitucional gualeguaychuense, objeto de un estudio más extenso. Deseamos ahora, destacar el protagonismo de José María Domínguez en dos hechos de significación histórica para Entre Ríos, relacionados con otras provincias y aún con España.

Santiago de Liniers

Los restos de Liniers

Los restos de Santiago de Liniers, héroe de la Reconquista de Buenos Aires ocupada por los ingleses en 1806, descansaban en Cruz Alta, provincia de Córdoba, donde, por resolución de la Junta de Gobierno fuera fusilado el 26-8-1810, junto al Gobernador Juan Gutiérrez de la Concha, el oidor fiscal Victoriano Rodríguez y otros tres dirigentes realistas, descubiertos en intento de dificultar el avance del Ejército Patriota al mando de F. Ortiz de Ocampo.

En 1861, y a solicitud del gobierno español que aspira regresar a España y otorgar los honores a D. Santiago de Liniers y Bremond, (1753-1810), francés de origen, fiel a la Corona hasta el supremo sacrificio, y a sus compañeros; el gobierno de la Confederación Argentina comisiona al Mayor Felipe Salas para que, luego de la investigación y, ubicados los restos, fueran exhumados y conducidos a Paraná.

El 25 de marzo del 61, gracias a datos de un lugareño, se excava en el paraje llamado Cabeza de Tigre (Alta Gracia, Pcia. de Córdoba), y hallan despojos de cinco cuerpos, superpuestos en cruz los que, coincidiendo con el relato, eran los de los cinco fusilados, hecho que "había presenciado siendo un niño" en 1810. Se exhuman, y juntos, en una urna son conducidos a Rosario y de allí a Paraná donde se la albergó en el sepulcro de Esteban Rams y Rubert (1)

Luego de un tiempo, el Cónsul español en Rosario, Joaquín Fillol, reclama, en nombre de Isabel II, reina de España, la repatriación de los restos mortales para tributarle honores y darles lugar definitivo en el panteón de los marinos ilustres de San Carlos, cerca de Cádiz.

Como Ministro Gral. corresponde a J. M. Domínguez dirigir los trámites complejos y presidir las solemnes ceremonias que culminan, entregando la urna funeraria que se embarcó en el vapor "Dolorcitas" hacia Montevideo el 31-7-1862, para, trasbordarla en el puerto uruguayo, al "Graviñas" que la condujo a España conteniendo los restos de los súbditos a los que: (nota de Fillol) "según voluntad de mi augusta soberana... se rendirían los honores debidos a su rango, recibiendo por premio a su virtud y patriotismo como buenos leales, un monumento que perpetúe su memoria".

La moharra de Ramírez

El 19 de setiembre de 1866, el Gobernador de Santa Fe, Dr. Nicasio Oroño, envía por intermedio del Dr. Martín Ruiz Moreno, para entregar a la provincia de Entre Ríos, en la persona de su Gobernador D. José María Domínguez, "la moharra de la lanza del Supremo Entrerriano, que se conservaba como trofeo en el cabildo de Santa Fe, por que- decía Oroño en nota adjunta- la lanza que el general Ramírez perdiera en las lo mas de Coronda pertenece hoy exclusiva mente a la provincia de su nacimiento..." (Hist. de Entre Ríos, Leoncio Gianello, pp. 433 y 434)

Según estudios del teniente Leandro Ruiz Moreno, La moharra... pertenecía a un asta de bandera, de caballería posiblemente, va le decir, más corta en la parte del astil que una lanza común..."

Como refiere Aníbal Vásquez: "Es sensible consignar que no ha sido posible determinar su ubicación no obstante su indudable valor histórico". La pieza, cuya remisión agradeciera el Gobernador Domínguez el 17 de octubre de 1866 al Dr Nicasio Oroño, ha desaparecido como cumpliendo un fatal y misterioso destino que coloca a Pancho Ramírez como el personaje de una historia fugaz en lo palpable y concreto, y sin embargo de permanente presencia en la memoria colectiva de los entrerrianos. Como lo dice la cuarteta de Ernesto Bourband T. al concluir su libro Ramírez y el Pacto Federal "Ningún signo de la cruz/ se apiada de su descanso/ pero su nombre es remanso/ de una inextinguible luz".

Referencias y consultados

1) Rams y Rubert, banquero español que vive y muere en Paraná en 1859.Cumplió importantes dligencias en representación de Urquiza.- Moharra: punta de la lanza que comprende la cuchilla y el cabo, hueco para ajustar el asta.Hist. de Entre Ríos, Leoncio Gianello, Paraná, 1951.- La Parroquia de Paraná, 1730-1930, César Blas Pérez Colman, Paraná, 1951- Dos siglos de vida entrerriana, Aníbal Vásquez, pp.361 al 363, Paraná, 1950.-Itinerario Paranaense, Facundo A. Ar ce, p.31, Paraná, 1971 - Ramírez y el Pacto Federal, Ernesto Bourband T.- Cuadernos Entrerrianos Centro Editor Río de los Pájaros, 1971

CINCO AÑOS MÁS

En la historia de la chacra del Cura

Mariano Mazaeda con la pava y el mate

A raíz de la publicación en CVADERNOS N° 196, se han comunicado con nuestro equipo, descendientes de Mariano Mazaeda, hacendado, hijo de españoles, que se dedicó a la cría de animales, arrendando campos de Goyri, Aguilar y Gras, en el Departamento Gualeguaychú.

Cimentó su solidez económica y, en 1937, quebrantada su salud, decidió acercarse a la ciudad. Entonces "compró en remate" una chacra que comprendía el casco con aljibe y construcciones anexas, con un portal para coches abierto al sur, que coronaba un arco de hierro con la inscripción Justo José de Urquiza. Con una cámara fotográfica familiar se fijaron imágenes del solar que hallaron invadido por yuyales, el que se dieron a poner en condiciones para habitar con su familia. (Chacra del Cura, al oeste de Gualeguaychú).

Compartimos el testimonio con los lectores, como los datos con que cubrimos cinco años del tiempo de este histórico lugar. 

Mariana Mazaeda a los 23 años

Unas y otros fueron aportados por Mariana Mazaeda de Maio (83 años en el 2000), única hija viva del matrimonio de Don Mariano y María Felipa Rodríguez, quien recuerda un período hermoso de su juventud, habitándolo con sus padres y hermanos (1938 a 1942). Refiere que, el año 1937 fue para la limpieza de la casa y algunas mejoras, el desagote y lavado del aljibe, arreglo de patios y parquización.

Nos cuenta Doña Mariana que su padre era "parroquiano" del Café Argentino (25 de Mayo y Rocamora, esquina N.E.). Allí se encontraba con amigos y allí conoció a un Coronel de apellido Rubio que le pidió permiso para usar la chacra como pista de aviones. Le proponía también la venta de sus tierras al Ejército, que necesitaba sus cuarteles, luego de ocupar por mucho tiempo las instalaciones de la Sociedad Rural Gualeguaychú en calle Rocamora entre Tala y Goldaracena.

Don Mariano Mazaeda consultó con su abogado, Dr. Eliseo Correa que le aconsejó vendiera su chacra, con lo que facilitaría el progreso para el pueblo... y que, de otra forma, podrían expropiársela, por ser ella de interés público. Se agregaron a la compra, otros lotes linderos, ampliando la posesión.

Aún en construcción de los cuarteles, la familia Mazaeda habitó la casa por espacio de diez meses y estableció amistad con el Ingeniero José Manuel Suárez uno de los encargados de la obra.

Añade el informe de la señora Mazaeda de Maio: En 1940, una tormenta de viento volteó el murallón y el portón de entrada.- En 1942, un rayo quemó e hizo secar la alta palmera que se erguía al oeste de la casona.

Uno de los aviones del Ejercito en el predio

CVADERNOS

en 

EGB

20

Por Silvia Razzetto

de Broggi

EL SACRIFICIO DE NEÁ

Familias indígenas integran la trama poblacional de San José de Gualeguaychú.

Algunas provienen de las Misiones del Paraná, otras de las Misiones del Uruguay, varias del Paraguay. Se establecen cerca de otras familias, cuyas raíces paternas se encuentran en Galicia, Andalucía, Cádiz... y las maternas en Buenos Aires, Corrientes, Santa Fe... Paisajes diversos iluminan los recuerdos de estos pobladores.

Las abuelas guaraníes, suelen contar a los nietos curiosos, el origen de la naturaleza. Son bellos relatos, de sociedades sacralizadas. Se transmiten oralmente, para satisfacer interrogantes vitales: ¿Cómo surge el maíz en estas tierras?

Dibujo de Carlos Castiglione

 Hace mucho tiempo, la tribu del cacique Natiú estableció su toldería en la costa del Paraná. Como aumentaba la población, los alimentos comenzaron a faltar. Los jóvenes Itá-Guazú y Ñeá, decidieron abandonar la tribu. 

Buscarían nuevos espacios para acomodar sus propias familias. Caminaron mucho tiempo y al notar el cansancio de los niños, decidieron acampar. Itá-Guazú señaló la sombra de un gran ceibo florecido. Allí, se repartieron charqui, miel de lechiguanas y frutos silvestres. Reparadas las fuerzas, continuaron la marcha. Al cabo de cuatro días, Neá ordenó detenerse para construir unas canoas. 

Con ellas navegarían el gran río, en dirección al norte. Cuando todo estuvo listo, iniciaron la travesía final. Y llegaron a un lugar donde crecían árboles muy altos, con plantas trepadoras de flores multicolores y frutos apetitosos. El bosque proporcionaba animales para la caza y el río, peces.

 El tiempo pasó, mientras se ocupaban en labrar la tierra, cultivando zapallos y mandioca. Pero un día, buscaron alimento y no lo encontraron: la caza parecía huir del bosque, el río no daba peces, los algarrobos no tenían frutos.

Desesperados, invocaron a Ñandeyará y le ofrecieron un sacrificio. Entonces, un guerrero envuelto en llamas, apareció y les dijo: "Si queréis salvar vuestras familias, uno de vosotros debe sacrificar su vida. Debéis luchar y el que muera será enterrado. En el mismo lugar crecerá una planta, cuyo fruto servirá de alimento. De vuestro sacrificio depende la felicidad de la tribu."

 A la noche siguiente, cuando todos dormían, los dos amigos se encontraron en el bosque para cumplir la promesa. Se prepararon y lucharon como dos enemigos. El más fuerte, Itá Guazú venció y mató a Ñeá. Profundamente dolorido, cavó una fosa y lo enterró. Regresó con los parientes y contó lo ocurrido. La familia de Ñeá, comprendió, visitó la tumba y la limpió de malezas con cariño.

 Cuando llegó la primavera, los árboles reverdecieron, las flores embellecieron los caminos y en la tumba de Ñeá nació una planta desconocida, de hojas alargadas y puntiagudas, que se envolvían en un tallo cilíndrico. La planta creció hasta superar la altura de un hombre. Y dio flores, que se transformaron en mazorcas de gruesos y apetitosos granos amarillos.

¡El fruto tenía la forma de la nariz de Ñeá! Al verlo, exclamaron ¡Abatí! ¡Abati! El mensajero envuelto en llamas, regresó y dijo: ¡Ahí la tenéis. Su fruto será vuestro alimento!

Y así, el pueblo guaraní se salvó de morir.

Ñandeyará- divinidad guaraní.

Abatí- maíz de indio.

Ñeá- corazón.

Itá-Guazú- peñasco.

Ñatiú- mosquito.

Fuente consultada:

- Margarita Grimaux de Gil. "Toponimia de Entre Ríos".

Rosario del Tala. 1970

INVESTIGACIÓN Y TEXTOS. Nati SarrotJEFE DE REDACCIÓN: Marco Aurelio RODRIGUEZ OTEROREDACTOR INVITADO: Fabián MAGNOTTACOLUMNISTAS: Silvia RAZZETTO de BROGGI - Carlos M. CASTIGLIONEAurelio GOMEZ HERNANDEZ
Digitalización: Museo "Casa de Haedo" :  Natalia Derudi - Danilo Praderio - Pilar Piana - Marianela Muñoz.Edición y OCR del texto: Patricio Alvarez DaneriTRANSCRIPCIÓN Y ACTUALIZACIÓN Silvia RAZZETTO DE BROGGI - DISEÑO Y DESARROLLO WEB: PATRICIO ALVAREZ DANERI
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