El censo de 1.869 nos informa de la presencia en Gualeguaychú de dos actores: Alejandro Maño, español, soltero de 26 años y Rodolfo Cerdá, chileno, casado y de 27 años.
Sin embargo, una actriz dramática silencia su profesión al censista: se trata de MARÍA CRISTINA CASACUBERTA, esposa de don José María Reynaldo Villar-Aguiar. El matrimonio vive en una casa sobre calle San Martín y Chalup, esquina sur- oeste, lindando con la propiedad de Cornelia Seguí de Méndez Casariego. Entonces, la señora Villar es una joven de 32 años y madre de seis niños.
María Cristina, hija del recordado actor Juan Casacuberta y de la actriz Manuela del Pino, había nacido en Buenos Aires en 1.837. De pequeña vivió los avatares propios de una familia de artistas: viajes, estrechez económica, persecución. Su padre, un estudioso del arte dramático, de buena figura y voz armoniosa, disgustado con la política de Rosas, debió buscar temporalmente otros medios para subsistir, dedicándose al oficio del bordador, heredado de su progenitor. Y cuando esto también le fue negado, emigró a Montevideo, después tomó las armas participando en las guerras civiles y posteriormente se marchó a Chile.
La noche del 8 de septiembre de 1.849, después de representar "Seis escalones del crimen", drama de Víctor Ducange, en una sala de la capital chilena Juan Casacuberta falleció. Dejaba dos niños huérfanos: Juan Aurelio, entonces un adolescente de 13 años y María Cristina de 12.
Sarmiento, su amigo de tantos años, elogiaba la profesionalidad del actor expresando: Es "el más notable artista dramático que haya producido la América del Sur" y razones tenía para ello. Posteriormente, los hermanos Casacuberta continuaron desarrollando la profesión.
María Cristina actuó en el Teatro de la Victoria con su amiga la actriz Emilia González y en el escenario que viera brillar a Trinidad Ladrón de Guevara.
En 1.855 con Josefa Funes y sus hijos Telémaco y Emilia González, María Cristina y Juan Aurelio integran una compañía. Procedentes de Buenos Aires llegan a Rosario en vapor. Allí, en el Teatro de la Esperanza, dirigidos por José Quirce (constructor de la sala 1º de Mayo de Gchú.), estrenan "Borrascas del corazón" de Tomás Rodríguez Rubí. Meses más tardes presentaban "El eco del torrente" de José Zorrilla y trasladándose a Paraná, entonces capital de la Confederación, estrenan en el "Tres de Febrero", "Los amantes de Teruel".
El 7 de febrero de 1.863, en la Iglesia de San José de Gualeguaychú, contraen enlace María Cristina y Reynaldo. Son testigos principales, don Juan Aurelio Casacuberta, inseparable hermano de la novia y doña Dominga Aguiar de Villar, madre del novio. La actriz se llamó a silencio y el sonido de los aplausos se reemplazó con el de las voces de los niños que tuvo el matrimonio. Atrás quedaron: el polvo de los caminos, las salas, los repertorios dramáticos, la inseguridad.
Años después, fijaron su residencia en Buenos Aires, en una hermosa mansión, el Palacio Villar, situado en Santa Fe 690.
En esa ciudad y en esa casa falleció María Cristina, el 4 de octubre de 1.905, rodeada de los suyos: su esposo, Reynaldo; sus hijos, Reynaldo L., María V. de Casacuberta, Cornelia V. de Guerrero, José María, Numa, Cristina V. de del Viso y Leopoldo Villar; sus hijos políticos Enrique Guerrero, Felipe R. del Viso, Francisco Ghiraldo, Amalia Spangemberg de Villar, Juan Antonio Casacuberta y sus nietos. Tenía 68 años.
"El Noticiero", de nuestra ciudad, informa el 6 de octubre el fallecimiento de la esposa del jefe del Batallón "15 de Abril, expresando que "enluta a conocidas familias de Gualeguaychú".
La noche de ese 6 de octubre de 1905, la gran actriz francesa Sarah Bernhardt se despedía en el escenario del Opera del público porteño que noche a noche la ovacionó. Era su última tournée en América del Sur.