Cuaderno Nº 204

Índice Temático


GUALEGUAYCHÚ, Domingo 18 de marzo de 2001CVADERNOS DE GUALEGUAYCHÚ Nº 204
LA HOTELERÍA EN GUALEGUAYCHÚ- EI Hotel del Vapor- EL VASCO URTAZUM Y SU BARBERÍA- HOMBRE COMUNITARIO- VIENE LESCÁ- EL HOTEL COMERCIO- ÚLTIMOS TIEMPOS
CVADERNOS en EGB (Por Silvia Razzetto de Broggi)25 - DON JOSEF, AGENTE COMERCIAL

LA HOTELERÍA EN GUALEGUAYCHÚ

EI Hotel del Vapor

Nati Sarrot

Frente a calle Mitre: Parapeto, veleta y farol en hierro. Contigua, la casa habitación de Pedro Urtazum (Dibujo Caras y Caretas, 1906)

Pasadas las primeras décadas del 1800, Gualeguaychú se fue transformando en un centro urbano y rural con motivos de interés para viajeros relacionados o no familiarmente con la zona. Surgió entonces, la necesidad de hallar casas con disposición de alojamiento, para personas solas o con familia, que ofrecieran además, pesebre para los animales y reparo para sus coches.

A estos establecimientos de muchas habitaciones y patios amplios, con austera disponibilidad de comodidad o lujo, en los que se servían las comidas diarias y hasta se podía encender un fogón para tomar el mate cotidiano, se las llamó fondas.

Ya para 1850 podemos ubicar varias en el casco de la Villa, cercanas a la Plaza Mayor, Comandancia, Iglesia, como La Fonda de la Figurita (en Bolívar y 3 de febrero, esquina S.O.); la de Don Pedro Pomar, en 25 de Mayo y Mitre (S.E.) de donde se busca un mozo para repartir portaviandas" y otros servicios; y la Fonda del Vapor, conocida después como Hotel del Vapor, la que comenzó en esa actividad por 1852 o 53, a cargo de D. Pedro Urtazúm, frente a la de Pomar (esquina N.E. de 25 y Mitre (24 de Enero e Independencia). 

Sin poder precisar por lo vago de los datos el sitio de otras, sabemos que las había en esa zona y también en los alrededores del casco urbano, en las que se albergaban por unos días, gente de la campaña del Departamento que llegaba al pueblo por diligencias oficiales, compra de provisiones, etc. a la que no alcanzaba el día solar para cumplirlas, máxime si consideramos las distancias y la lentitud de los medios de transporte.

En la vida de los pueblos, pequeños o populosos, la activa presencia de un determinado hotel, resulta ser algo así como el raro concilio de una rica y hasta extravagante diversidad. 

Sucedieron muchas cosas, aconteceres sociales, políticos, científicos, asistenciales, en el Gualeguaychú del siglo XIX y principio del XX, en el albergue escogido, sin mediar el azar, de los ámbitos del Hotel del Vapor. La edición de los periódicos nos permite, desde "El Progreso de Entre Ríos" (1849) seguir, por sus notas y avisos, parte de la actividad de este hospedaje que se iniciara como tal, en una sencilla construcción levantada por Don Pedro Urtazúm, en 24 de Enero e Independencia (cuarta manzana sobre el N.E., de 25 de Mayo y Mitre)

EL VASCO URTAZUM Y SU BARBERÍA

D. Pedro, vasco-español, soltero de 40 años que arribó a Gualeguaychú por 1845, adquirió el sitio, una cuadra al sur de la Comandancia. Instaló, en esquina, su barbería y su casita contigua sobre Mitre. Contaba con un buen capital que, en 1857, declara de $ 4.000.

Corte de pelo, rasurado y moldeado de la barba... servicio que enriqueció con la aplicación de sanguijuelas a los clientes con presión arterial, cefaleas, fiebre, congestión, etc…

Exhibe Urtazúm, como es de uso, en una vidrierita, el cultivo de esos anélidos importados que, "sabiamente" prendidos detrás de las orejas, succionan la sangre con sus ventosas, hasta quedar rechonchos, soltándose entonces para caer hinchados y rojos. (Cvadernos Nº 68).

La eficiencia como profesional, la solvencia en las relaciones públicas de Don Pedro, respaldaron su decisión de ampliar el local con habitaciones para alojar huéspedes, brindando además, servicio de comedor.

ASÍ NACE LA FONDA Y LUEGO HOTEL DEL VAPOR, PARA CUMPLIR SU VIDA DE MÁS DE SEIS DÉCADAS, COMO ESCENARIO DE MÚLTIPLES HECHOS DE LA HISTORIA DE NUESTRA GUALEGUAYCHÚ.

El Hotel es punto de salida y arribo de las diligencias de Luis Carnero, a C. del Uruguay. El coche, transporte de pasajeros, encomiendas y "fletes de metálico", según lo anuncia "El Eco de Entre Ríos", pasa por la casa de Urtazúm con nueve frecuencias en enero de 1860. Allí se ajustan los precios. Lo hará, con iguales servicios, la diligencia de la cochería de Lorenzo Batto, para y desde Gualeguay.

Por tal actividad, el lugar se convierte en acogedor sitio de reunión para los que se van o llegan, y en centro obligado de atracción y concentración de la curiosidad ciudadana.

Haciendo cruz con lo de Urtazúm, abre antes de 1870, el Hotel de Londres

Preferido por la colonia inglesa e irlandesa, atendido por sus dueños, la nueva casa brinda atención más acorde con usos y costumbres de la colectividad. Debió, sin embargo no tener espacios para reuniones de número, pues cada vez que se producían, en especial por actividades hípicas, se daba cita en el Hotel del Vapor.

HOMBRE COMUNITARIO

En 1868, en el trágico azote del cólera morbus, Don Pedro Urtazúm brinda su apoyo total, asistiendo directamente a los enfermos, donando dinero y elementos, por lo que se le confiere Mención Especial de la Comisión Central de Salud de Gualeguaychú. Tiene 62 años y una salud y voluntad a toda prueba. Se ha casado y continúa viviendo contiguo al Hotel.

En 1869, a su costa arma uno de los arcos triunfales que adornan el paso del Gral. J. J. Urquiza, desde el Puerto hasta su casa de 25 de Mayo y España.

Cuando se integran grupos para cuidado y control de las calles de la ciudad, en apoyo de la acción de la Guardia Nacional contra las fuerzas de López Jordán, Don Pedro es nombrado Teniente Alcalde del Segundo Cuartel, que encabeza el Alcalde Máximo Galeano. Es el tiempo en que instala en su hotel, la iluminación a gas, mucho antes de que la usina suministrara al pueblo ese servicio con fluido a carbón de piedra.

Para 1872, deja a la firma Butta y Testoni, el servicio de cocina y comedor. 

Elogios de "El Republicano" ponen al Hotel del Vapor a la altura de los mejores de Buenos Aires. Excelente trato y artículos de primera calidad, además de "la bondad de Nicolasa" la cocinera, hacen sentir bien servido al pasajero y llenar "los deseos de los apetitos más desordenados. Todo de "primo cartello" por eso lo recomienda a las personas de buen gusto. 

Máxime que para octubre, se agrega la magnífica cerveza alemana que acaban de recibir D. Luis Butta se emplea en la Municipalidad. Y, el buen hotel afloja los hilos de su atención.

Hotel del Vapor y la ciudad

VIENE LESCÁ

En enero de 1878, D. Francisco Lescá se hace cargo de él, introduciendo reformas de importancia (La Fraternidad, mes 1 y 2 del 78). Los periódicos no ahorran calificativos para ponderar el comedor, la carta de comidas, los vinos, el aseo y la comodidad "de la única casa que está iluminada a gas" para hacer "ver con más claridad y esplendor, la alegre y festiva fisonomía de sus clientes". 

El honrado e inteligente dueño y su señora asisten a sus huéspedes en actitud paternal (La Situación, 6-8-1879) tanto, que es tema para la prensa, cómo han cuidado de la salud del malogrado Doctor Ballesteros, tanto "que no podría pedirse más de un padre o una madre". 

Pero en 1884 el dueño se ausenta del país y pone el negocio en venta. Empezando el siglo XX se lo ve a D. Francisco Lescá como propietario del "Deux Mondes" en calle San Martín 391 y 393 de Buenos Aires "gran casa para pasajeros", con habitaciones y departamentos bien amueblados, cuartos de baño, teléfono, ascensor eléctrico en todos los pisos...

EL HOTEL COMERCIO

Por 1878, abre en la esquina de 25 de mayo y 3 de Febrero, el Hotel Argentino, que más tarde, D. Agustín Galazzi vende a Juan José Batmalle, quien lo rebautizó, Sudamericano. Es en su sitio que, los hermanos Della Chiesa en 1900, fundan el que se llamará Hotel del, o simplemente Hotel Comercio, en un alarde de avance de nuestra industria hotelera tanto en lo edilicio como en el amoblamiento, cuartos de baño y atención de alojamiento y comedor. Y también en este tiempo Hotel "Nuevo Siglo" de Esteban Madariaga ofrece "confort de primera clase, cuartos para baños de lluvia, dar de comer a cualquier hora del día o noche y viandas a domicilio, en 25 y Chalup.

A calles 25 de Mayo y Bolívar, en cruce con Montevideo, abren las puertas Confiterías, bares y cafeterías.

Desde el 1 de octubre de 1886 el conocido Hotel del Vapor queda a cargo de la firma José Marssó y Cassaux, como José Marssó y Cía- (Lo anuncian El Noticiero y El Voto Libre, en setiembre y octubre). Otras reformas y puesta a punto como para anunciar, en enero del 87 que han agregado, sala de billar y contiguos, dos "cuartos cómodos para café".

El 9 de agosto de 1887 muere D. Pedro Urtazúm, primitivo dueño de la Fonda u Hotel del Vapor de 25 y Mitre. Sin sucesores directos, Marcelina F. de Errázquin casada con Olegario, reclama por sus derechos a la herencia. 

En estas diligencias vence el contrato con Marssó. El Hotel del Vapor es criticado por su deterioro y falta de aseo.

ÚLTIMOS TIEMPOS 

En mayo del 89, revive con gran limpieza, manos de pintura y empapelado. 

Está otra vez en marcha, en manos de D. José Marssó. Para 1896, en El Noticiero, avisa Olegario Errázquin, propietario de la finca, que ha hecho tres divisiones y las pone en alquiler o en venta. A calle Comercio (Mitre) tiene once piezas, 20 varas de frente y 35 de fondo; En el sector de la esquina, diez piezas en terreno de 20 v. por Comercio y 20 por 25 de Mayo; y por 25 de Mayo, 7 piezas en 20 v. cuadradas, además de una franja en martillo. Todas las secciones tienen aljibe, pozo "y las oficinas indispensables". Esto ha conformado el antiguo Hotel del Vapor que continuará activo, hasta febrero de 1901, en que El Noticiero avisa que cierra su restaurant. No muere sin embargo totalmente y, algunos destellos temporarios lo muestran parcialmente activo, pero ya serán éstos sus últimos tiempos. 

Hotel París

Dejamos para próxima entrega, la otra historia, la que nos muestra alojados en el Hotel del Vapor, a personas que tramaron la acción de sus días con la actividad del pueblo; y hasta la de instituciones que idearon y celebraron sus propósitos en su acogedor ambiente.

El 17 de junio de 1905 inaugurará otro establecimiento con servicio de hospedaje y comedor en la esquina S.O. de Bolívar y Pellegrini. 

Será el Hotel París de los señores Antony y Ferreyra. 

Seguro, el de vida más prolongada en la historia hotelera de la ciudad de Gualeguaychú, hasta el presente.

Consultados

Periódicos de Gualeguaychú, desde El Progreso de Entre Ríos (1849) en adelante, Carpeta de Hotel del Vapor, Archivo Sarrot-Chaparro de Sameghini. Almanaque de El Censor, 1903-1904 y 1905- Caras y Caretas, Notas de viaje, de José S Alvarez, 1906, con dibujos que se reproducen.

CVADERNOS

en 

EGB

25

Por Silvia Razzetto

de Broggi

DON JOSEF, AGENTE COMERCIAL

Dibujo de Aurelio

A fines del siglo XVIII, el sector mercantil crece considerablemente en el Río de la Plata. Son alentadores los signos de reactivación económica que sugiere el Libre comercio. Mercaderes españoles se radican en las ciudades-puerto e instalan agentes de confianza en zonas productoras.

El comercio es la ocupación privilegiada por los varones que buscan ascenso social. Provenientes de los sectores medios españoles, ingresan a América a mediados del siglo XVIII. Son jóvenes, solteros y con importante formación intelectual. Poseedores de una visión profesional de la actividad, llegan desde regiones de larga experiencia mercantil: Cataluña y las tierras cantábricas. Para hacer carrera, desarrollan un modelo común: aprendiz, empleado, patrón. De minorista a mayorista. De mayorista a gran comerciante. Suelen llamar a un hermano o a un sobrino para relacionarlo a su empresa. La riqueza da prestigio y poder político.

El matrimonio es muy importante. La mayoría se casa con hijas de comerciantes: muchachas nativas que aportan dote, la promesa de una familia numerosa y nuevos contactos sociales. Muchas son capaces de colaborar y de reemplazar al marido en los negocios, por ausencia temporaria o definitiva. Es escasa la participación de los criollos en la actividad, por la exclusiva presencia de los peninsulares.

Buenos Aires y Montevideo son centros de arrastre y de redistribución mercantil. Grandes comerciantes, agentes de casas españolas, vinculan regiones productoras como Tucumán, Cuyo, Paraguay, Litoral fluvial con importantes puertos en la Península: Cádiz, Barcelona, La Coruña. Crece la demanda europea de materias primas coloniales. Así, la ganadería litoral tiene por principal rubro exportador a los cueros y a las carnes saladas que produce la Banda Oriental del Uruguay.

En el verano de 1791, Manuel Ventura de Haedo, radicado en Buenos Aires, escribe a su sobrino alentándolo a viajar a esta ciudad. Necesita que pase a ayudarlo en su comercio. El joven acepta. Solicita la Licencia Real: para ello, debe presentar su Fe de Bautismo y el permiso de sus padres. Ya con el documento en la mano, puede embarcar en cualquier puerto del Reyno.

Josef Antonio de Haedo, nace en 1780 en el Concejo de Zalla, Encarnaciones del Señorío de Vizcaya, zona de astilleros navales y yacimientos de hierro. Es el segundo de cinco hermanos. ¿Qué deja al partir?. Una familia, de antiguo linaje*, residente de Zalla; una España conmovida por la Revolución en Francia y la amenaza de una guerra continental. Llega a Buenos Aires y comienza a trabajar. Son tiempos de bonanza, esos años del 90 al 96, cuando a ritmo vertiginoso se sacrifican animales y se preparan cueros para la exportación.

Don Manuel goza de prestigio; en su momento, autorizó gestiones ante el Rey para establecer el Tribunal del Consulado*. Por eso, en julio de 1801 el Cabildo de Gualeguaychú lo nombra representante en Buenos Aires. Le otorga poder para actuar en todo lo que pueda beneficiar a la población. 

Así, debe representar y defender al Cabildo en pleitos, causas civiles y criminales. Ya sean eclesiásticas o seculares. Poco después, a fines de 1802 viaja a España. Entonces, confía a tres personas- entre ellos, su esposa doña María Rosa de Alvarado- la administración comercial.

Al regresar, en enero de 1805, explica lo que ha visto: España está enredada en una alianza peligrosa con la Francia napoleónica y obligada a suministrar su armada, sus infantes, sus caballos y dinero. El príncipe Fernando, simpatiza con Inglaterra y enfrenta al débil Carlos IV, dividiendo profundamente a la sociedad.

Atendiendo los asuntos de su tío, Josef Antonio de Haedo se vincula con familias de Gualeguaychú. Establecido en la villa, despacha a Buenos Aires los productos de la zona e ingresa artículos necesarios que distribuye en pulperías. Preocupado por la situación en la Metrópoli, manifiesta una y otra vez su lealtad a la corona borbónica. Elegido Cabildante en 1809, desempeña el cargo de Cuarto Regidor- Defensor de Pobres y Menores-. 

Todavía soltero, remite dinero a sus padres y tal vez ya alienta a su hermano a migrar: Francisco Mariano, el tercero, llega en 1823.

** Antiguo linaje: descendientes del Duque de Cantabria Don Heduo, que fundó solar en el valle de Carranza. Ese solar se llamó palacio de Heduo, vocablo que con el tiempo se convirtió en Aedo, Ahedo y Haedo. Caballeros de esa familia acompaña ron a los reyes Alfonso VIII, Don Sancho II y a don Alfonso X.

** Tribunal del Consulado: Institución creada por Real Cédula de 1794, para fomentar el comercio. Interviene en pleitos suscitados entre comerciantes o por asuntos mercantiles.

FUENTES CONSULTADAS:

Documentos de la Familia Haedo. Copia Archivo Cvadernos.- Arturo Bentancur. Vida-privada de los comerciantes en el Montevideo colonial. En Historia de la vida privada en el Uruguay. Tomo I. Montevideo 1998.- Carlos Ibarguren (h). Genealogía de los Hombres de Mayo. Revista del Inst. Arg. De Ciencias Genealógicas. Bs. As. 1961. Pág. 177 178.
INVESTIGACIÓN Y TEXTOS. Nati SarrotJEFE DE REDACCIÓN: Marco Aurelio RODRIGUEZ OTEROREDACTOR INVITADO: Fabián MAGNOTTACOLUMNISTAS: Silvia RAZZETTO de BROGGI - Carlos M. CASTIGLIONEAurelio GOMEZ HERNANDEZ
Digitalización: Museo "Casa de Haedo" :  Natalia Derudi - Danilo Praderio - Pilar Piana - Marianela Muñoz.Edición y OCR del texto: Patricio Alvarez DaneriTRANSCRIPCIÓN Y ACTUALIZACIÓN Silvia RAZZETTO DE BROGGI - DISEÑO Y DESARROLLO WEB: PATRICIO ALVAREZ DANERI
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