Cuaderno Nº 112

Índice Temático


GUALEGUAYCHÚ, Domingo 18 de Mayo de 1997CVADERNOS DE GUALEGUAYCHÚ Nº 112
HISTORIA DEL ARROYO MUNILLA  (Nati Sarrot)- Origen del nombreEL PRIMER BARCO A VAPOR EN EL RÍO URUGUAY  (Nati Sarrot)CADA PUERTA, SU NÚMERO (Nati Sarrot)
CUADERNOS PREGUNTA… EL PROFESOR ALMEIDA, RESPONDE…- De nuestros abuelos indios   (VI Parte)
LOS HABITANTES DE LA MANSIÓN IV (Edición Impresa)- Entre Letras y Pinturas (Carlos María Castiglione)- Vivencias de antiguos detalles - Pináculos- (Aurelio Gómez Hernández)

HISTORIA DEL ARROYO MUNILLA 

Nati Sarrot

Es de esos cursos de agua que, más es lo que se los nombra que lo que se los ve.

Arroyo con características comunes a una zona de tierras blandas de humus y arena: tiende a desaparecer en diversas partes de su recorrido de superficie; se altera su caudal y su curso según la cantidad de lluvias.

Es difícil localizarlo en la cartografía. Exige limpieza, dragado e investigación de su curso "misterioso" pues cruza la ciudad de Gualeguaychú de N.O. a S.E. como un duende, ganando las zonas de nivel más bajo.

Cuando en la década de 1890 se dispuso extender la línea del ferrocarril desde la Estación al muelle del Puerto, se construyeron alcantarillas para el cruce de los trenes;  los peatones las aprovecharon como senda segura y limpia para transitar.

Arroyo Munilla (Fotografía de Gonzalo Elgue)

ORIGEN DEL NOMBRE 

En los documentos más antiguos que conocemos lo hallamos como Arroyo Las Cañas; nombre que debió merecer por los cañaverales que crecían ferazmente en sus costas. 

Si ponemos atención, aún hallamos ejemplares de aquellas varas huecas tan codiciosas para la construcción, ya que cortadas a lo largo por la mitad y unidas éstas con tientos, se embarraban armando paneles casi invulnerables con los que formaban las paredes de las casas, los cercos, etc. Además, en su tendido a una o dos aguas sostenían la paja que constituía el techo del rancho o de la casa.

En tiempos de la colonia, de esta zona sur entrerriana y de la otra banda del Uruguay  se obtenían las cañas que se enviaban a Buenos Aires en jangadas con remeros indígenas; material necesario para la construcción de  los edificios principales de la pequeña Aldea. 

El nombre Las Cañas se esfumó, como la abundancia de los cañaverales; distinta suerte tuvo en la otra orilla, donde el nombre permaneció. 

En 1828 Doña Rufina Aguilar de González de Cossio "cercó y pobló con casa de estante de cuatro piezas" el rincón norte del arroyo y el Gualeguaychú. 

Esta mujer, dedicada al comercio y activa financista, vendió el terreno en 1847 a Felipe Láinez. La parcela comprendía el Puerto de los Vascos, como se nombraba al actual puerto de Gualeguaychú  y la franja hasta calle Pellegrini, conocida como  el Médano.

De Felipe Láinez pasó a su hermano José y más tarde, a su sobrina María Láinez de Moldes. En la época y por muchos años, el arroyo se llamó  de Láinez, como otros que tomaron el nombre del dueño de las tierras que regaban (1).

En 1867 el terreno pasó a posesión de María Echazarreta de Munilla. Es de ahí que, la referencia del nuevo dueño rebautizó con el nombre que perdura todavía: Arroyo Munilla. 

Al iniciar el tránsito por la Costanera Sur, actual Costanera del Tiempo, se cruza un puentecito desde el que vemos aguas quietas de un color sucio, reteniendo cosas que se tiran desaprensivamente y llegan con el oleaje. Es la zona del vuelco del Las cañas, de Láinez o Munilla en el Río Gualeguaychú después de recorrer como duende, en diagonal, nuestra planta urbana.

Arroyo Munilla (Fotografía de Gonzalo Elgue)

Referencias:

(1) Arroyo Venerato, por cruzar campos de Venerato González. Arroyo de Landa, por atravesar tierras de  Agustín de Landa; Arroyo del Cura, por cruzar terrenos que fueron del primer párroco de San José de Gualeguaychú, Mateo Fortunato Gordillo.

EL PRIMER BARCO A VAPOR EN EL RÍO URUGUAY 

Nati Sarrot

El día 12 de junio de 1851 llegó al puerto de Concepción del Uruguay el primer barco a vapor, impulsado por ruedas laterales, fabricado en Estados Unidos en 1848. Fue bautizado con el nombre Uruguay y ostentaba la bandera uruguaya.  

Se inauguró la carrera de viajes por el río Uruguay con el ingreso de una delegación del gobierno oriental cuyo objetivo era acordar las operaciones que, comandadas por Justo José de Urquiza, derrocarían al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Brigadier Juan Manuel de Rosas. 

El día 12 de Junio de 1851 a las 4 PM arribó al Puerto de CONCEPCIÓN DEL URUGUAY (ER) el Vapor de bandera uruguaya "RÍO URUGUAY", que en la jerga ribereña se lo conocía también por "URUGUAY", siendo el "primer buque a Vapor que surcara las aguas del Río Uruguay y que llegara a éste puerto.

El 23 de junio zarpó la nave de regreso a  Montevideo. A los viajeros, Dr. Luis de la Peña, Coroneles Venancio Flores y José María Pirán; Sargentos Mayores, Manuel Herrera, D. N. Saldaña y Agustín Silveira; Caballero Manuel Muñoz y Agentes de Urquiza ante el gobierno oriental, Antonio Cuyás y Sampere e Hilario Azcasubi, se incorporaron  el General Justo José de Urquiza y el General Eugenio Garzón, quienes los acompañaron hasta el puerto de Gualeguaychú. Aquí, desembarcaron.

El Uruguay era un vapor de 175 pies de eslora en la quilla y 185 en cubierta. De manga 23 pies y galerías laterales de 13. Desplegaba la velocidad de 10 millas de crucero. Habilitado para 150 pasajeros de 1° y 2° clase, con una capacidad de carga de 250 toneladas sobre cubierta.

Este vapor marcó un hito histórico: es el primer navío a vapor que navegó el río Uruguay; es el primero de ese tipo que ingresó  al  puerto de Gualeguaychú.

De ahí en adelante se establecieron líneas más o menos regulares. 

Se dictaron las leyes correspondientes:

- Ley de Aduanas, del  28-8-1852 

- Reglamento de Navegación del Paraná y del Uruguay y Aduanas Nacionales, del 3-10-1852, que estableció como puertos habilitados sobre el Uruguay a los de Concepción del Uruguay, Concordia, Federación y Gualeguaychú; norma que abrió los ríos a la libre navegación y al comercio. 

- Por Ley de la Confederación del 17-12-1853 se dictó el Estatuto para la organización de Hacienda y Crédito Público; establecía como Aduanas Nacionales las de Paraná, Victoria, Gualeguay, Gualeguaychú, Concepción del Uruguay, Concordia y Federación, y desde el 8 de febrero siguiente, los empleados de Aduanas y Resguardos (Capitanes de Puerto, Cabos de Rentas y de Resguardos) de Entre Ríos y Santa Fe dependerían del Gobierno de la Confederación y de su presupuesto. 

El 22 de junio se extendió a Corrientes. (Los Capitanes de Puerto eran a la vez Comandantes de los Resguardos). Por Ley del 2-12-1854 se ratificaron los Tratados de Libre Navegación de los Ríos firmados por Justo José de Urquiza como Director Provisorio de la Confederación  con los gobiernos de S. M. la reina de Gran Bretaña e Irlanda, el Emperador de Francia y el Presidente de los Estados Unidos (1-7-1853). 

Continuaron dictándose normas para reglar la navegabilidad; es interesante transcribir que, por Ley del 31-10-1858, se aprobó el contrato de "abalizamiento" del río Uruguay para seguridad, especialmente en la noche.

CADA PUERTA, SU NÚMERO

Nati Sarrot 

Resulta difícil ahora por el número de la puerta o de las puertas de una casa, la ubicación dentro de la calle donde estaba plantada. 

Es para el año 1875 que se aplican tablillas por parte de la Municipalidad, la que hace un explícito detalle. El distintivo no seguía una correlación por cuadra.

Así, la calle Independencia (Hoy Sáenz Peña) comenzaba dando a la Comandancia (1); situada en la vereda Este, siete tablillas, una para cada puerta con números impares (del 1 al 13). Continuaba con el 15 y el 17 en la cuadra siguiente cuyo propietario, Félix Ramallo tenía también su casa frente a la Plaza Independencia (entre Palma y Rivadavia). 

Pasada la altura de la Plaza sólo una puerta, la de Irineo Quesada con el 21, también con salida, la casa, a calle Rivadavia. 

En la vereda de enfrente, la de la viuda de Correa, no le corresponde tablilla. También con posesión a Rivadavia (debió ser tapiada). 

Si seguimos Sáenz Peña después de Colombo, hallamos la de Amaro de la Cruz con una tablilla Número 10 y al llegar a Ituzaingó sobre vereda Este la de Francisco Telechea con el 49.

Con 12 tablillas, en la hoy Sáenz Peña, se situaban las casas de calle hoy tan poblada. Así nos obra documentación del 1875, la que después de exhaustivo análisis puede darnos dónde vivía cada morador o tenía propiedad en la ciudad de Gualeguaychú. Otras veces no resiste la búsqueda de una verdad y nos debemos conformar con: "más o menos por estos lados".

Desde 1909 la numeración de 50 por cuadra, con pares o impares según la vereda, permite la ubicación más precisa de viviendas, comercios, fábricas, escuelas. Es que jamás habrán pensado aquellos que hasta en los periódicos daban el dato de: a una cuadra de la Fonda de la Figurita para abajo, o una y media del Baratillo... que la ciudad cambiaría tanto, que los puntos de referencia y los hombres desaparecerían con el tiempo como para dejarnos perdidos en una ciudad tan pequeña como Gualeguaychú de hace ciento y tantos años.


Nota: (1) Hoy Jefatura de Policía de Gualeguaychú, frente a la Plaza San Martín; en 1875 de una sola planta con siete puertas a calle Saénz Peña.

CVADERNOS


le pregunta y

el Profesor

ALMEIDA

responde

NUESTROS ABUELOS INDIOS

PARTE VI

Los portugueses, en sus propósitos de expansión territorial hacia el Río de la Plata, cerrado el paso por la frontera nor-este que estaba controlada por las milicias jesuítico-guaraníes y sabiendo que la defensa de Buenos Aires sólo contaba con los 100 soldados del presidio, intentaron avances por el sur. 

Bordeando la Banda Oriental,  se situaron frente a la ciudad-puerto al promediar 1680. Instalaron una base fortificada con piezas de artillería y 500 soldados: Colonia del Sacramento 

Buenos Aires, huérfana de apoyo militar por la conflictividad que atravesaba la corona española, corría el peligro de una ocupación inmediata. El gobernador José de Garro, intimó la retirada a los portugueses. La intimación fue rechazada aduciendo que ocupaban sus legítimos dominios. El gobernador obró en consecuencia: convocó, entre otras, a las milicias  guaraníes. 

La respuesta fue rápida: 3.000 indígenas, 5.000 caballos, 1.000 mulas cargadas con los pertrechos bélicos atravesaron el actual Entre Ríos y llegaron a Puerto Landa, Costa Uruguay Sur. 

Aquí, prepararon el asalto; cruzaron el río Uruguay, el río Negro y el San Salvador,  sorpresivamente en la madrugada del 7 de agosto de 1680, cayeron sobre Colonia del Sacramento causando más de 100 bajas enemigas y perdiendo 20 soldados indígenas. Portugal ordenó la invasión de la frontera de Castilla. La corona española, al firmar el Tratado Provisional de Lisboa en 1681, objetó las acciones de Garro y ordenó la devolución de la plaza tomada sin su autorización. Así andaban las cosas en el Río de la Plata.

Nuevamente en 1704, ante la confrontación bélica por la Sucesión al trono español, el gobernador de Buenos Aires convocó a las milicias guaraníes con el objetivo de recuperar Colonia.  Con fuerzas integradas por 4.000 indígenas se repitieron las acciones: asedio, asalto y toma de la fortaleza. 

Con el ascenso de Felipe V de Borbón y la firma del Tratado de Utrech, España debió hacer ventajosas concesiones a Portugal y a Inglaterra: libertad de comercio y navegación en el río de la Plata; devolución de la Colonia del Sacramento. 

En 1735 se volvió a sitiar Colonia del Sacramento con 5.000 guaraníes.. Después de las experiencias anteriores, se evitó mayor confrontación: deposición de armas y ocupación. Pero hubo que devolver la fortaleza por tercera vez.

1750. España y Portugal firmaron el  Tratado de Madrid o de Permuta: propuesta portuguesa, cambio de la Colonia del Sacramento por el territorio misionero ocupado por Portugal.  

Los pueblos de las Misiones se opusieron y resistieron con 30.000 hombres armados. La guerra guaranítica fue sangrienta. España y Portugal se unieron y atacaron juntos a los pueblos misioneros en rebeldía.  La lucha fue desigual y cruenta.  

Cuando el Rey se dió cuenta del gran error en que había incurrido, ya estaba hecho el daño. 

Se volvió atrás pero los pueblos de las Misiones perdieron la mitad de sus hombres. Lograron reponerse del golpe sufrido en pocos años, reorganizaron sus fuerzas.

INVESTIGACIÓN Y TEXTOS. Nati SarrotCarpetas de Andrea SAMEGHINIJEFE DE REDACCIÓN: Marco Aurelio RODRIGUEZ OTEROREDACTOR INVITADO: Fabián MAGNOTTACOLUMNISTAS: Prof. Manuel ALMEIDA - Carlos M. CASTIGLIONEAurelio GOMEZ HERNANDEZ
Digitalización: Museo "Casa de Haedo" :  Natalia Derudi - Danilo Praderio - Pilar Piana - Marianela Muñoz.Edición y OCR del texto: Patricio Alvarez DaneriTRANSCRIPCIÓN Y ACTUALIZACIÓN Silvia RAZZETTO DE BROGGI – DISEÑO Y DESARROLLO WEB: PATRICIO ALVAREZ DANERI
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