Cuaderno Nº 124

Índice Temático


GUALEGUAYCHÚ, Domingo 16 de Noviembre de 1997CVADERNOS DE GUALEGUAYCHÚ Nº 124
CORONEL MATEO GARCÍA DE ZÚÑIGA. PRIMER GUALEGUAYCHUENSE GOBERNADOR DE ENTRE RÍOS (Nati Sarrot)- Mateo García de Zúñiga- García de Zúñiga y los intereses de Entre Ríos- García de Zúñiga gobernador- Drama familiar
CUADERNOS PREGUNTA… EL PROFESOR ALMEIDA RESPONDE - José Hernández y el Martín Fierro - Parte III- 
LOS HABITANTES DE LA MANSIÓN IV (Edición Impresa)- Entre Letras y Pinturas (Carlos María Castiglione)- Vivencias de antiguos detalles - Soportes- (Aurelio Gómez Hernández)  

CORONEL MATEO GARCÍA DE ZÚÑIGA

Primer gualeguaychuense Gobernador de Entre Ríos

Nati Sarrot

Justo José de Urquiza y Mateo García de Zúñiga transitaron con ideas políticas absolutamente opuestas.  En su correspondencia, se trataron recíprocamente de "amigo y pariente". 

Siete meses antes de Caseros, necesitando el carruaje de paseo de Zúñiga, importado de Francia, Urquiza se lo pidió;  al devolvérselo,  le escribió:

 "(…) Mis huesos han descansado en el paseo al Uruguay, vigorizándome para la campaña que debemos abrir contra su querido  compadre" (Juan Manuel de Rosas). 

Retrato de Dn. Mateo García de Zuñiga  (óleo de Juan Manuel Blanes)

Mateo García de Zúñiga 

Nació en Gualeguaychú en 1795. Fue el primer gualeguaychuense que ejerció la gobernación de la Provincia de Entre Ríos. 

Figura conocida y respetada en el ámbito provincial, con prestigio armado en su carácter de hombre fuerte, dueño de grandes extensiones de campos, con sólida posición económica, relacionado con potentes firmas comerciales de Buenos Aires, Santa Fe y Montevideo.

Fue Comandante Militar de Gualeguaychú en 1822 encabezando un buen cuerpo de milicias. Luego, Comandante General del 2° Departamento Principal, (división política de Entre Ríos 1822, CVADERNOS Nº 46). 

Mateo fue el cuarto hijo, único varón, de don Justo Esteban García de Zúñiga, poblador de Campo Florido, extenso territorio situado entre el  arroyo Gualeyán por el sur, el Gená por el norte, el río Gualeguay por el oeste y el río Gualeguaychú por el este. Nieto de don Alonso, el primero de la familia que se estableció en el Río de la Plata y cimentó una de las fortunas más grandes de Buenos Aires. Y sobrino del presbítero Pedro García de Zúñiga, poblador de estancia entre el río Gualeguaychú y el río Uruguay. 

Las hermanas, se casaron con sus primos, Victorio y Tomás García de Zúñiga, comerciantes e influyentes políticos. 

Las estancias "Campos Floridos" o "Campo Florido" pobladas desde 1760, llegaron a Mateo  enriquecidas por el trabajo de su padre, con gran número de peones y negros esclavos, con explotación ganadera y comercio de productos  que por los puertos de Buenos Aires y de Montevideo salían a los mercados de ultramar.

Para atender su delicada salud, don Justo Esteban pasó a Buenos Aires en 1805. Ese año falleció. Mateo estudiaba allí, en el Real Colegio Convictorio Carolino. Cuando los ingleses invadieron y tomaron Buenos Aires en 1806, intervino ayudando a arrastrar los cañones para la defensa.  Su cuñado, Victorio García de Zúñiga quedó a cargo de los bienes de su madre, Agustina Mónica Morlius y Crespo.

En 1815, sin completar los estudios superiores y dueño de una cultura singular, Mateo García de Zúñiga regresó a Entre Ríos. 

En carta al doctor Vélez Sársfield le informó que, en  1818 su madre reclamó intereses por los campos embargados por su oposición a Ramírez y que además, fueron obligados a aportar armas. Con su presencia en la estancia  evitó saqueos y atropellos a los bienes familiares. También expuso que en 1819, a pesar de haber oblado 2.000 pesos, fue encarcelado y "puesto en capilla". Gracias a los esfuerzos de Ricardo López Jordán, medio hermano del "terrible y violento" Francisco Ramírez, fue salvado. Aquella amistad con Ricardo López Jordán ("el Viejo") permitió verlos juntos en muchas causas. 

Quinta Las Duranas en Montevideo de Garcia de Zuñiga

García de Zúñiga y los intereses de Entre Ríos

En 1824 Entre Ríos fue asolada por la sequía, la langosta y el polvillo. El gobierno provincial vendió  grandes extensiones de tierras a colonos ingleses como Brittain, que adquirió  las de Ibicuy y Watson las de Ñancay. Se realizó campaña por la mensura de los campos; se enajenaron aquellas cuyos titulares no las tenían en producción. 

El contrato celebrado con la SOCIEDAD ENTRERRIANA fue considerado desfavorable y espurio por los bajos precios en que se tasaron las tierras: 150 $ la legua con frente a vías navegables en medidas de 3 leguas por 3. A mayor distancia de esas vías y hasta 4 leguas de ellas, 90 $ y 70 $ si superaban esa cercanía a ríos y arroyos con viabilidad. El desconocimiento del territorio y la prisa produjeron en varias ocasiones, la invasión de tierras con dueños. 

García de Zúñiga encabezó una Manifestación de Protesta en la Plaza Mayor de Gualeguaychú el 24 de mayo de 1825 que hizo suspender las mensuras cuando se habían sometido a esa operación 44 leguas. 

El mandato del gobernador Sola concluía a fines de 1825. La Legislatura eligió como sucesor a Ricardo López Jordán. Sin embargo, apoyado por el gobierno de Santa Fe, Sola logró la anulación de esa elección para prolongar sus funciones desde el 1º de enero de 1826. 

Mientras López Jordán, apoyado por Mateo García de Zúñiga concentraba sus tropas y  se dirigía al Presidente del Honorable Congreso, Pbro. Dionisio Álvarez, para que condenara esa actitud, Sola preparaba su defensa acantonándose en Nogoyá. El Imperio del Brasil ya había declarado la guerra a las Provincias Unidas por la reincorporación de la Provincia Oriental; por el convulso territorio entrerriano cruzaba el ejército republicano a las órdenes del general Martín Rodríguez. Fue él quien comunicó sobre la situación al Presidente Bernardino Rivadavia. Para mediar entre las partes en pugna llegó el coronel Manuel de Escalada.  

Por su gestión, el coronel León  Sola renunció y Ricardo López Jordán depuso las armas.

El Honorable Congreso provincial designó gobernador provisorio al Teniente Coronel Vicente Zapata. Una de sus primeras medidas fue nombrar Comandante General del Departamento 1º Principal a López Jordán. 

El 14 de febrero de 1826, trescientos cincuenta vecinos reunidos en el templo parroquial de Gualeguaychú resolvieron dar mandato a Mateo García de Zúñiga para que vigilara el cumplimiento de las leyes y los derechos de los entrerrianos. Mostraron así, la confianza depositada en su Comandante General. 

En ese tiempo, se dio circulación al papel moneda, en reemplazo de la metálica que era escasa; esto produjo inquietud e inseguridad y las operaciones de negocios, cayeron. El metálico volvió a imponerse y  Vicente Zapata renunció a la gobernación el 27 de enero de 1827.

García de Zúñiga Gobernador

El Congreso provincial eligió gobernador de Entre Ríos  a Mateo García de Zúñiga. Asumió el 1º de marzo de 1827. Confirmó en el cargo de Comandante General del Departamento 1º Principal a Ricardo López Jordán y se reservó el uso de las Facultades Extraordinarias. 

Poco tiempo antes, tras el combate naval de Juncal librado el 9 de febrero de 1827, capitularon cinco naves del  Brasil en el puerto de Gualeguaychú. 

 Panteón de la Flia. de García de Zúñiga, en el Cementerio local: declarado monumento histórico. Abajo. Placa alusiva.

El 14 de febrero, frente a la mirada del Almirante Brown, se hizo inventario de barcos y pertrechos; se detuvo a 352 personas "equipaje y guarnición". Sin atender los reclamos de los vecinos, Brown retiró los barcos "para el mejor servicio de la Nación". (CVADERNOS N° 46).

En marzo de 1827 García de Zúñiga inició el reclamo por los derechos de la Provincia de Entre Ríos por los barcos capturados, trámite propuesto por el Congreso. Mediante Ley  se rechazó la Constitución Nacional de 1826 que establecía el régimen unitario de gobierno y se canceló el poder de los diputados provinciales  Se apoyó la posición de guerra contra el Brasil y se afirmó la cooperación y solidaridad con las demás provincias. 

Sin embargo, la actitud de García de Zúñiga se veía comprometida por sus relaciones con altos jefes brasileños, por ser remiso en enviar armas a los patriotas orientales y por proteger a la escuadrilla brasileña. (Cf BOSCH, Beatriz (1978) Historia de Entre Ríos. Ed Plus Ultra p 108)

Mateo García de Zúñiga gobernó la provincia por espacio de siete meses; expresó voluntad por el orden, por la justicia, por elevar el nivel de la instrucción pública. Se crearon Juzgados del Crimen de 1º Instancia en Paraná y en Uruguay y se establecieron Jueces Comisionados en los departamentos. La rebelión interna no cesaba y se tomaron drásticas medidas de represión: en septiembre de 1827 se produjeron dos levantamientos armados,  el de Tomás Cóceres en Montiel y el de Blas Martínez en Paraná. Esto determinó la renuncia de Zúñiga  y su refugio en Santa Fe. Vicente Zapata fue electo gobernador provisorio hasta el mes de diciembre, cuando asumió León Sola. 

En su breve paso por el gobierno provincial, Zúñiga demostró rectitud, severidad, preocupación por la instrucción pública y desinterés económico al no aceptar remuneración alguna. 

Al retirarse de Paraná fue acompañado hasta el embarcadero por simpatizantes que esperaban que declinara su actitud. Este aliento no alteró su determinación. 

De Santa Fe pasó a Buenos Aires, en un exilio que duró desde 1827 a 1848. En 1833 contrajo enlace con Rosalía de Elía y Alzaga. El matrimonio tuvo cuatro hijos, solo Clara llegó a edad adulta. Agustín y Justo fallecieron en Montevideo por fiebre amarilla, en 1863. Sus restos descansan en el Cementerio de Gualeguaychú, en el Panteón familiar junto a sus padres. 

DRAMA FAMILIAR 

Muy corto fue el tiempo en que Mateo García de Zúñiga vivió en Entre Ríos, menos aún los que gozó de la belleza y la paz que podrían haberle brindado sus campos en el departamento Gualeguaychú. Las vivencias de la  infancia prendieron con fuerza las ligaduras al lugar de origen. Solo diez años de su niñez, parte de su juventud, 1815-1827 y de su madurez, 1848-1852.

Doña Rosalía de Elía de García de Zúñiga determinó que los restos de don Mateo y los de sus hijos muertos en Montevideo, descansaran en Gualeguaychú. No fue en el templo parroquial, porque en 1872 aún su construcción era una ilusión forjada sobre la piedra fundamental colocada en 1863. 

Llegaron el domingo 28 de enero de 1877.  Rosalía cumplía una de sus últimas misiones, ya que en el mes de julio falleció en Buenos Aires.  

Con la vida de Mateo García de Zúñiga y de Rosalía de Elía, cuyos bienes heredó Clara, casada con José María Zuviría, se desvaneció en 1877 la fuerza de una estirpe medieval, de luchas sin cuartel, de opulencia, con  lógicos e interminables pleitos por aumentar y asegurar la fortuna; pleitos que sólo representan una corriente de riquezas que se movía hacia límites opuestos, que no pudo asegurar la felicidad y la tranquilidad del hogar, la permanencia de los hijos a su lado, la suerte de verlos gozar de sus beneficios.

Rosalía de Elía recibió en herencia familiar la estancia El Potrero de San Lorenzo. Luego vendió  estos campos a Justo José de Urquiza. Un sector de tierras debía reservarse para doña Rosalía, "cláusula que no se ha cumplido" y se abrió un pleito interminable que rompió las endebles relaciones con el general. 

La situación que ocasionó este juicio aconsejó el traslado de la familia García de Zúñiga a Montevideo. Allí se estableció en la quinta “Las Duranas”, residencia principal de estilo renacentista que la Municipalidad de la capital uruguaya destinó en 1930 para sede del Museo Juan Manuel Blanes, uno de los grandes pintores orientales, con rica trayectoria en Entre Ríos. Hay líneas de estos destinos que parecen llevarnos a espacios imposibles de abarcar.

Es en Montevideo, donde se acordó el casamiento de Clara García de Zúñiga, entonces de 10 años, con don José María Zuviría. 

Cuando la joven cumplió los 14 años se celebró el matrimonio en la Iglesia Matriz. 

La difusión que se daba en ese tiempo a las acciones de las partes en los juicios, nos introduce en otros; la mensura de campos de Tudury sobre los adquiridos por Spangenberg; la venta y cobro de arrendamientos de parcelas de los "Campos Floridos"…  el más doloroso por el escándalo que agitó a la sociedad  rioplatense fue el que tocó y desnudó en detalles la vida de la familia García de Zúñiga, la de Mateo, Rosalía, Clara, José María y los nietos del ex gobernador de Entre Ríos;  la desgracia, la maledicencia, la enfermedad, se entronizaron como rectores de un drama desgarrante, rico  para una novela de tortuoso desarrollo y trágico final.

EL NOTICIERO de Gualeguaychú, del 19 de junio de 1885, reprodujo una carta publicada en  EL FERROCARRIL de Montevideo, firmada por Alfredo Zuviría, el hijo de Clara. 

(...) Tengo 19 años, Sr. Director y no he conocido el hogar de mis padres. He pasado ocho años en un colegio (...) y hoy, que entro a la vida hallo a mi alrededor el frío intenso de una familia desgraciada. Mis padres divididos por hondas disensiones, mis hermanas en hogar ajeno y lo que es más doloroso aún, mi madre arrastrando una vida irresponsable que hace más amarga nuestra existencia (...) 

Y esta es nuestra historia. La sabe Montevideo y Buenos Aires, la saben todos, todos (...) 

Estas voces sordas que se pierden en los corrillos de la calle acusando a la familia de interesada, son las esparcidas por la canalla que ha explotado miserablemente esa fortuna a la sombra de la irresponsabilidad (...)

Lo anotamos para escuchar a un protagonista de una tormenta social que se abatió en las capitales y resonó en nuestro ambiente local. (Ver CVADERNOS N° 8).

Consultados


ARCHIVO GARCÍA DE ZÚÑIGA, Instituto Osvaldo Magnasco, Gualeguaychú.   ZINNY, Antonio (1941) Historia de los Gobernadores de las Provincias Argentinas T II Biblioteca de la Cultura. Ed Huemul. Buenos Aires.BOSCH, Beatriz (1978) Historia de Entre Ríos Ed. Plus Ultra. Buenos Aires EL NOTICIERO, Gualeguaychú, 19-6-1885 / 1-4- 1886/ 13-4-1886. Hemeroteca del Instituto Osvaldo Magnasco de Gchu. GOLDARACENA, Ricardo (1976)  Libro de los linajes. Ed. Arca. Uruguay.LOS PRINCIPIOS, Gualeguaychú,  19-6-1889. Hemeroteca Instituto Osvaldo Magnasco.MONGRUELL ZUVIRÍA, Hugo.  Coronel Mateo García de Zúñiga, Valencia. PEREZ COLMAN, (1936) Historia de Entre Ríos. Época colonial 1520-1810  T III p 269 ss. Imprenta de la Provincia. Paraná.REULA, Filiberto (1963) Historia de Entre Ríos T I Castelví SA. Santa Fe.

CVADERNOS


le pregunta y

el Profesor

ALMEIDA

responde

José Hernández y el "Martín Fierro"

Don Julio Argentino Roca derrotó a López Jordán en Nambé y tronchó sus sueños revolucionarios. Hernández, que se había unido a López Jordán en una aventura montonera, opta por exilio, cruza a Rivera (República O. del Uruguay) y a través de la frontera Norte, entra en Santa Ana de Livramento, Brasil.

Ingresó al primer hotel que halló a su paso. Frente a la mesa de su cuarto y llenando carillas volcó sus ansias de escribir. No memorias sino la descripción de un infortunio, de una cadena de penas.

Fue una denuncia y también una protesta. Su protesta: el lamento de la tierra con sentido telúrico que se corporiza en el hombre. En el desvalido, el marginado, el despojado. Es el paisano rudo y simple que ha perdido su familia, su casa, su tierra, hasta su identidad; que ha sido arrastrado a la leva para luchar en la frontera, donde se señala el límite entre la civilización y la barbarie de los salvajes.

Esto que no es una leyenda sino el panorama, el fondo, el tema que animará al protagonista. Que será el gaucho. Así va a nacer el Martín Fierro

Pocas carillas quedarán de aquel impulso. Semanas después, en Montevideo y a su regreso en Bs. Aires, en la chacra de San Martín o en la quinta de Belgrano, las estrofas cobrarán formas definitivas. Antes de concluir 1872 se volcarán a la tipo grafía para multiplicarse en ediciones. Primero serán pan intelectual de los sencillos y terminarán por impresionar a los eruditos.

José Hernández, mucho antes de cumplir los 40 años, será célebre, no faltará quien lo denomine el Cervantes argentino por haber escrito la obra representativa de su lenguaje. 

En 1879, publicó "La Vuelta de Martín Fierro". Muy pocos acaso sabrán que no menores méritos le enriquecieron para escribir la "Instrucción del Estanciero"; para integrar por autoridad docente el Consejo Nacional de Educación; para polemizar con Leandro Alem sobre la capitalización de Buenos Aires y para mostrar sus dotes de legislador desde la banca de Senador, que ocupó hasta su muerte en 1886.

Para todos, José Hernández será siempre, por encima de todo, el autor de "Martín Fierro".

INVESTIGACIÓN Y TEXTOS. Nati SarrotJEFE DE REDACCIÓN: Marco Aurelio RODRIGUEZ OTEROREDACTOR INVITADO: Fabián MAGNOTTACOLUMNISTAS: Prof. Manuel ALMEIDA - Carlos M. CASTIGLIONEAurelio GOMEZ HERNANDEZ
Digitalización: Museo "Casa de Haedo" :  Natalia Derudi - Danilo Praderio - Pilar Piana - Marianela Muñoz.Edición y OCR del texto: Patricio Alvarez DaneriTRANSCRIPCIÓN Y ACTUALIZACIÓN Silvia RAZZETTO DE BROGGI - DISEÑO Y DESARROLLO WEB: PATRICIO ALVAREZ DANERI
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