La Geodinámica comprende los procesos evolutivos que afectan a la tierra y analiza las fuerzas y efectos que se derivan de ellos y toda índole climática y tectónica que continuamente castigan al hombre. Ellos son:
TORNADO: Borrasca de carácter ciclónico, en giros violentos.
TROMBA: Columna de agua o tierra en giros violentos.
TIFÓN: Huracán en el mar.
HURACÁN: Vendaval que sopla en giros, a modo de torbellinos.
MAREMOTO Sacudida violenta del mar, viniendo del fondo.
CICLÓN: Huracán que igualmente sopla en giros, con alta velocidad, a través del océano.
TERREMOTO: Temblor o sacudimiento de la tierra.
SISMO: Sacudida de la tierra en profundidad.
ALUDES: De agua, lodo o nieve que cae de las montanas.
Como preguntando, digo: ¿Estas "cositas" las tenemos nosotros?
Claro, ocurren en cualquier parte del mundo y con mucha frecuencia. En Asia Oriental, Océano Pacifico, Océano Atlántico (hemisferio norte). Triangulo de las Bermudas, Las Antillas, Mar Caribe, Islas del Sudeste Asiático, Indochina, Indonesia y Japón. En julio próximo pasado, en el sudeste asiático un maremoto provoco 20.000 muertos y otro fenómeno igual en China, 30.000.
En todo el mundo este fenómeno climático provoca siempre decenas, centenas y hasta miles de victimas, como queda dicho. Los aludes de lodo ocasionan la sepultura de pueblos enteros. No hace mucho desapareció un pueblito con todos sus habitantes en Córdoba, provincia de España, a consecuencias de un alud de lodo.
¿Ocurrió eso, alguna vez, en nuestra zona? En la década del sesenta cruzó un cono de un tornado que paso al Este de nuestra ciudad. Sólo le causó destrozos al techo de la Gendarmería.
Gualeguaychú, prácticamente, nunca fue azotada por uno de estos accidentes. En la provincia, otras comunidades los han sufrido. Hemos tenido, si, tormentas fuertes, pero no han pasado de voladuras de techos débiles, arrancadas de árboles u otros destrozos no muy considerables.
Como si fueran "muestras gratis", las tormentas aqui pasan muy altas; sentimos el zumbido o el silbar del viento bravo, pero de ahí no pasan.
Con respecto a las crecientes, sentimos la del 59, con inundación de la zona baja de la ciudad. Si hubo ahogados, ellos fueron los arriesgados hombres de la histórica draga, en el río Uruguay. Agua, humedad, contratiempos, pérdidas, pero no de carácter desastroso. La inundación del 78 fue solo la "descarga" de agua por nuestro río de una lluvia torrencial en toda su cuenca. Mojaduras, molestias, pero no daños de consideración, en un sentido general.
La Mesopotamia soportó otras crecientes como la del 82 y la del 98 (actual) que realmente a nosotros no nos molestaron como habitantes; aparte, el contratiempo turístico, desde ya. En este año la creciente en Entre Ríos desalojó a 18.000 personas; en nuestra ciudad, solo se desalojaron 33 personas del barrio del Munilla.
En la próxima entrega informare sobre "el porqué" de esta nota.