Para 1753 "se pueblan", con frente de dos leguas y media al río Uruguay e igual distancia hacia el Oeste, hasta lindar con tierras realengas, entre los arroyos Tala y Perdices, don José Acosta, su socio José Vázquez y la hija del primero, Josefa.
Los accidentes geográficos sirven de límites al establecimiento de Estancia.
Doña Josefa Acosta casó con Vázquez y viuda de éste con don Agustín de Landa: desde allí la zona pasa a nombrarse RINCÓN de LANDA.
Un siglo antes, el Rincón fue sitio donde como decíamos, España y Portugal, sin clara definición de la línea de sus posesiones en América, plantan fuertes, fijando sus derechos de límite. Estos sólo serán árboles pretendiendo asentar dunas que luego mueven los acuerdos firmados entre los reinados.
España concentra, a mediados del siglo XVII indios nómades que deambulan por el territorio entrerriano, escapando de la viruela que asola a Baradero.
En 1662 (oficialmente en 1666) el fraile dominico Antonio Suárez o Juárez, funda en la desembocadura del Arroyo Malo, sobre el Uruguay, la reducción de Santo Domingo Soriano.
Lo asiste el Corregidor Juan de Brito y Alderete con cincuenta soldados.
La zona es única como para establecer puerto de aguas propias al calado de las naves, en el sur entrerriano. Esto se completa con la navegabilidad que tenía en ese entonces el Arroyo Malo (Yaguarí Miní), el que con su curso dejaba entrar en tierra firme, facilitando y protegiendo las operaciones de embarque y desembarque.
Portugal, independizada del eje ibero lusitano, en 1640 aguza su mirada hacia ese sitio privilegiado para la actividad del contrabando ya que abre la llave de acceso a los caminos comerciales de América del Sur.
El fundador Juárez recibió para la obra de la reducción doce palas, doce hachas, doce asadas y doscientos cincuenta pesos, material con el que sembró chacras (chacara); protegió y aumentó la cría de animales y fabricó iglesia y casas para los indios.
Aunque la historia no le ha ya dedicado investigación y seguimiento, es seguro que la reducción y luego doctrina Santo Domingo Soriano, por medio siglo tuvo actividad productiva eficaz hasta que es trasladada en 1702 a la ribera uruguaya.
UN EJÉRCITO SE PREPARA EN LANDA
A mediados de 1680, el Comandante de Río, Manuel Lobo, instala una fortaleza portuguesa con 300 soldados y 2 piezas de artillería, en la margen izquierda del río de la Plata, frente al puerto de Buenos Aires, la que se llamará Colonia del Sacramento.
José de Garro, gobernador de Buenos Aires, obrando en consecuencia, solicitó de los Jesuitas tres mil indios armados, los que, cruzando Entre Ríos de norte a sur, llegan a Santo Domingo de Soriano (Landa) con 5000 caballos y 1000 mulas.
Se le suman allí soldados de Santa Fe, Corrientes, Córdoba del Tucumán y Buenos Aires y permanecen en la zona de Landa por más de tres meses para cruzar después el río Uruguay y por la costa uruguaya llegar en condiciones de presentar batalla de triunfo contra los portugueses en su mismo fuerte, a fines del año.
Landa brindó sustento y mantención para hombres y animales, con su producción y sus reservas genuinas, lo que nos habla de la riqueza del lugar y de cómo había sido trabajando.