A Gualeguay, Concepción del Uruguay y Gualeguaychú son fundadas en tiempos de cambio. Un clima de ideas nuevas envuelve el ambiente rioplatense a fines del siglo XVIII.
La Corona española encara reformas administrativas y genera iniciativas modernizadoras: desarrollo económico derivado de la agricultura, la ganadería y fundamentalmente el comercio; crecimiento de la población y concentración urbana; divulgación de conocimientos científicos y técnicos a través de la educación formal, la circulación de libros y de periódicos.
Entonces, América se estremece con Túpac Amaru y las insurrecciones indígenas.
Es la época de Carlos III de Borbón. Cuando el rey proyecta en sus súbditos una imagen paternal, protectora, optimista.
■ Fundar ciudades es bueno. Fundar ciudades en las nuevas áreas que se abren a la colonización, es prometedor. Esto advierte el segundo Virrey del Río de la Plata, don José de Vértiz y Salcedo y el titular de la diócesis de Buenos Aires, Monseñor Sebastián Malvar y Pinto.
■ Don Thomás de Rocamora participa de uno de los procesos más interesantes de la historia del urbanismo: la plantificación de ciudades. Hombre práctico y enérgico, repite tres veces, la traza en forma de damero; da nombre y santos patronos a las nuevas villas; manifiesta su devoción a la Virgen Maria; labra con sus propias manos la cruz y señala lugar para Iglesia; reparte solares; formaliza el nombramiento de cabildantes; abre caminos y diseña obras públicas. Los lugares que elige para emplazarlas son acertados. Es el año 1783. Con el tiempo, cada una alcanzará su propia expresión arquitectónica espacial.
■ Rocamora interpreta los proyectos del Virrey. Manifiesta los suyos en nutrida correspondencia. Destaca las posibilidades de las tierras que él denomina "Provincia de Entre Ríos". En sus cartas utiliza un lenguaje sencillo, directo, reflexivo. Con letra clara y firme expresa ideas claras y firmes. Sabe muy bien que sus actitudes atentas a los humildes, molestan a los terratenientes y a los acaparadores de tierras.
Ellos evitan que se señale el ejido de las nuevas poblaciones. No se marcan chacras, ni se entregan semillas. Calumnias y pleitos opacan iniciativas progresistas.
■ Nucleados alrededor de capillas, los vecinos de Nogoyá y la Bajada del Paraná esperan la plantificación de sus pueblos. Don Thomás los convoca para formalizarlos. Ha advertido la necesidad de fundar una sexta Villa, Feliciano, en el camino a Corrientes. El cambio de Virrey altera estos planes.
■ Entre Ríos tiene ciudades criollas. Porque criollos son los pobladores. Criollas sus viviendas. Sus hábitos cotidianos. Su lenguaje. Nacen bajo el signo de la ilustración. Alentadas por la idea de progreso mercantil y movilidad social. En la Banda Oriental del Uruguay, se está operando el mismo proceso plantificador.