Cuaderno Nº 185

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GUALEGUAYCHÚ, Domingo 4 de junio de 2000CVADERNOS DE GUALEGUAYCHÚ Nº 185
ANDRADE; Y EL ROSTRO DE JUAN MOREIRA- LOS RASGOS DE ANDRADE- ANDRADE VISTO POR MARTINIANO LEGUIZAMÓN
CVADERNOS en EGB (Por Silvia Razzetto de Broggi)7 - UNA CAPILLA LOS REÚNE...

ANDRADE; Y EL ROSTRO DE JUAN MOREIRA

La novela  "Juan Moreira " () de Eduardo Gutiérrez, difundida por folletines en "La Patria Argentina" (noviembre 1879 a enero 1880), pasó al circo-teatro de Buenos Aires, donde se representó como pantomima, con gran éxito (1884). 

Después, ya en gira la compañía de Pepe Podestá (Pepino el 88) conocido actor uruguayo, es llevada a Arrecifes, siempre con buena acogida. Y en 1886, pasa a Chivilcoy lugar donde se integra la compañía Podestá-Scotti. Es en ese tiempo en que, actor y autor, ponen guión a la obra, dándole voz y letra al Juan Moreira.

Desde que la pieza se levantara del folletín, en el que las imágenes quedaban libradas a la elaboración de cada lector, hasta cuando sube a escena, muda primero y hablada dos años más tarde, el personaje de la aventura requiere un rostro, sus rasgos y los gestos; un físico, sus movimientos y habilidades.

 Obra basada en las aventuras de una persona real, muerta por la policía bonaerense en 1874, en Lobos, después de tenaz persecución, interesa al público, tanto al criollo como al inmigrante; al obrero, al peón, en forma masiva tal, que sorprende al mismo autor y a los actores, que lo viven, la constante cantidad de espectadores que los acompaña en todas las representaciones.

Olegario V. Andrade.
Imagen de Juan Moreira, según Jacobo A. de Diego, forjada sobre largos rasgos de Olegario V. Andrade.

LOS RASGOS DE ANDRADE

En una nota de Jacobo Alberto de Diego (revista Todo es Historia, N° 86 "El padre de Juan Moreira"); al pie de una serie de tres retratos, dice: "En estas fotografías pueden apreciarse mejor los rasgos de Olegario V. Andrade que han servido como modelo para confeccionar los retratos de Moreira".

No extraña que, en momentos de consagración como poeta y político que ha merecido una banca de legislador nacional, y cuya muerte en plenitud sorprende y apena vivamente, acudiera al pensamiento Andrade en cuanto se tratara de dar un rostro para el personaje quien, sobrándole hazañas, carecía de rostro porque la historia y su suerte le habían negado la posibilidad de perpetuarlo.

Recurriendo a nuestro archivo, encontramos el retrato de Andrade a la edad de dieciocho años y, al compararlo con la imagen lograda y acordada a Juan Moreira, no dudamos que debió ser éste el que sirvió de modelo.

Pudo también considerarse el del poeta-periodista cuando tenía 20 años, como completarse con el aporte de datos de quienes llegaron a conocer al hombre real que motivó a Gutiérrez a escribir la novela, persona desaparecida una década antes de subir a la escena teatral. 

Atendemos y participamos la mención de de Diego en su artículo que tomamos con interés en conocimiento de su autoridad de periodista-historiador del Teatro argentino, y especialmente por la relación de nuestro Olegario V. Andrade.

Poco tiempo hace, Juan Moreira reapareció en escenarios porteños como pantomima, y a más de cien años de su estreno, cautivó con su plasticidad y movimiento trayéndonos sus aventuras, verdaderas o imaginadas, las que lo convirtieron en un tipo de "héroe" que satisfacía, desahogando los resentimientos y alzando los sueños de trascendencia de una masa de lectores y espectadores que, dejando de lado un análisis moralista de conductas, se encontraba en él, criollo o inmigrante, como reflejo de su situación de desplaza miento y resistencia dentro de la sociedad.

Fuentes

Jacobo Alberto de Diego-El padre de Juan Moreira- Revista Todo es Historia, N° 86-julio 1974, págs. 43 al 54-Bs. As.- Del mismo autor, Entre Ríos en la dramática argentina- Dirección de Cultura de Entre Ríos Cons. Gral. de Educación- 1970.-Luis Ordaz- El teatro argentino desde Caseros hasta el zarzuelismo criollo- Rev. Capítulo- Centro Editor de América Latina, Nº 30- Bs. As. enero de 1980.- Martiniano Leguizamón- Semblanza. A la figura de Olegario V. Andrade- El Censor, Gchu. 20 de marzo de 1936.

ANDRADE VISTO POR MARTINIANO LEGUIZAMÓN

Martiniano Leguizamón (1858-1935)- (Cuadernos N° 76, 85 y 103) nació en R. del Tala, Entre Ríos. Estudió en el Colegio del Uruguay. Pasó luego a Buenos Aires conociendo y admirando la obra de Andrade, casi veinte años mayor que él.

Lo pinta para una nota de la que transcribimos: "Mi admiración lo imaginaba un hombre bizarro, de mirar alvo y de frente erguida, digna de llevar una corona de laureles. Y cuando vine a Buenos Aires para continuar los estudios universitarios y le conocí en mis andanzas de noticiero, tuve no poca sorpresa al enfrentarme al pronto, con un hombre pálido y modesto, que hablaba lentamente, con voz apagada; de ojos sin brillo, pues las pupilas, grandes y tranquilas, no daban expresión al rostro en que lucia una pera larga y rala de color castaño, con el largo cabello peinado hacia atrás para dejar descubierta la frente prominente....

La hopalanda de Guido (Spano); las guedejas, la barba y el chambergo de Don Bartolo (Mitre): la capa de Juan Carlos Gómez, la pera larga y fina a lo Mefistófeles, de Ricardo Gutiérrez eran populares. Andrade no usaba melena, ni chambergo; llevaba la pera sedosa con desaliño, el cabello corto y vestía un sencillo traje negro sin ninguna pretensión de destacarse. 

El que no lo conocía le hubiera tomado por un transeúnte cualquiera. Modesto y huraño, parecía huir de la popularidad, con la cabeza baja para pasar desapercibido.

Martiniano Leguizamón
Olegario Víctor Andrade

Ya famoso, maduro, celebrado por sus combates periodísticos y admirado por sus poemas de éxito continental, se le veía silencioso y humilde, concurrir a la Librería de Mayo, del librero Carlos Casavalle. Y allí, donde Juan Maria Gutiérrez, Vicente Fidel López, Mitre. Lamas, Trelles, Guido Spano, Avellaneda y aún el mismo Sarmiento, concurrían para discutir, él permanecía siempre silencioso y humilde como en el Parlamento, porque este orador de la pluma, es taba totalmente negado a serlo de la palabra.

Yo quiero ver en esta incapacidad una causa del más cruel sufrimiento intimo. Si las rutilantes metáforas y los coloreados y anchos periodos que de su pluma brotaban en el silencio de su escritorio, hubiesen surgido de su verbo frente a la multitud o en el recinto de la cámara de diputados, ¿cuál habría sido su eco?..."

(Tomado de "El Censor" de Gchú. 20/3/1939).

El retrato que pinta Leguizamón en la semblanza, es el de un Andrade que lleva sobre si una vida; casi toda su pesa da vida que concluyó no mucho tiempo después. Nos pareció imperdible porque pudo pintarlo bellamente este escritor, periodista, historiador entrerriano, autor de "Calandria drama sobre un ser real, como el héroe de Eduardo Gutiérrez, que estrena el 21 de mayo de 1896 la "Gran Compañía Dramática Criolla" Podestá-Scotti, la que hiciera "Juan Moreira" hacía diez años... tal vez ya con el rostro que inspirara el de Olegario Víctor Andrade.

Y agregamos que Calandria se llamaba Servando Cardoso, que vivió por los pagos de Gualeguaychú y lo apodaron así, porque como el pájaro, sólo podía vivir en libertad.

Leguizamón otorgó al protagonista una suerte más alentadora que la de Moreira, porque sostuvo: "No me importa que el final parezca flojo desde el punto de vista dramático, si queda bien claro que al gaucho no se le debe perseguir ni destrozar".

CVADERNOS

en 

EGB

7

Por Silvia Razzetto

de Broggi

UNA CAPILLA LOS REÚNE...

Varios pueblos entrerrianos tienen origen en una capilla. Paraná, Gualeguaychú, Gualeguay, Concepción del Uruguay, Nogoyá y Victoria construyen las propias en la época colonial. Desarrollan un papel muy importante en las relaciones de vecindad.

Como ambiente de reunión semanal, es el espacio privilegiado para la oración comunitaria. Y además, para plantear problemas de los habitantes e informarse de las decisiones del gobierno.

 Desde 1760 y por iniciativa propia, humildes familias migrantes se radican en el sur de la actual Entre Ríos. Cerca de los ríos, en tierras libres de propietarios construyen sus ranchos y los corrales de palo a pique para aves y otros animales. Las más numerosas vienen de Santa Fe; bajan de Yapeyú las guaraníes buscando espacios propicios después de la expulsión de los jesuitas.

Desde Buenos Aires llegan personas influyentes: Wright, Ormaechea, Arburúa, Vázquez, Landa, Gómez, García de Zúñiga, que ocupan extensos campos fértiles del sur entrerriano. Explotan montes y caleras convocando numeroso personal.

Los migrantes traen elementos de trabajo, objetos de uso cotidiano, baúles con ropa, instrumentos musicales, estampas e imágenes cristianas. Estas familias guardan los recuerdos, las tradiciones, las costumbres de las sociedades que abandonan. Las transmiten a sus hijos. Cultivan devociones religiosas católicas. Una imagen de bulto o de vestir de la Virgen María es un signo de identidad de las nuevas comunidades.

 Cerca de la desembocadura del Gualeguaychú, pobladores afincados en la zona han levantado una capilla pública, bajo la protección de la Virgen del Rosario San José.

Es una sencilla construcción de adobe y paja. Ya en 1764 frailes dominicos cruzan desde Santo Domingo Soriano para atender, por algún tiempo, a los vecinos de la región. Oportunamente el Obispo de Buenos Aires envía franciscanos como fray Francisco de San Bernardino y dominicos como fray Antonio Pastor y fray Mariano Amaro. 

Desde campos del Sauce, el Venerato, el Sarandí, el Cura, el Gualeyán o el Gato llegan los habitantes a participar de la misa dominical. Tiempo de oración y lectura de textos sagrados. Bautismos, Comuniones, Casamientos, fiestas religiosas vinculan alegre mente a vecinos y sacerdotes. Además, suelen realizarse misas de cuerpo presente y novenario de misas de honra para pobladores fallecidos. Cerca de la capilla está el cementerio.

FUENTES CONSULTADAS

- Villa de Gualeguaychú. Investigación sobre su primitivo emplazamiento. Comisión al efecto nombrada por la Municipalidad de Gchú. Talleres Gráf. El Censor. Gchú.- Cvadernos de Gualeguaychú N° 2 "El Argentino" 1992.- Juan José Antonio Segura. Historia Eclesiástica de Entre Ríos. Nogoyá 1964.- César B. Pérez Colman Historia de Entre Ríos. Tomo II.
INVESTIGACIÓN Y TEXTOS. Nati SarrotJEFE DE REDACCIÓN: Marco Aurelio RODRIGUEZ OTEROREDACTOR INVITADO: Fabián MAGNOTTACOLUMNISTAS: Silvia RAZZETTO de BROGGI - Carlos M. CASTIGLIONEAurelio GOMEZ HERNANDEZ
Digitalización: Museo "Casa de Haedo" :  Natalia Derudi - Danilo Praderio - Pilar Piana - Marianela Muñoz.Edición y OCR del texto: Patricio Alvarez DaneriTRANSCRIPCIÓN Y ACTUALIZACIÓN Silvia RAZZETTO DE BROGGI - DISEÑO Y DESARROLLO WEB: PATRICIO ALVAREZ DANERI
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