Los estudios acuerdan a los Yaros y Bohanes el reconocimiento de ser los indios de nuestra zona de Gualeguaychú.
El CHARRUA ingresa desde la Banda Oriental del Uruguay (hoy Rca. Oriental del Uruguay). Nómade como era, desgasta los recursos de su hábitat y se desplaza a otra zona buscando sustento. En su apetencia corre a otras parcialidades. Con el tiempo llega a convertirse en socio de los traficantes de esclavos indios (especialmente con portugueses).
También los charrúas son exterminados por expediciones punitivas para mediados del siglo XVIII. En grupo de una centena los últimos fueron llevados a Cayastá (Santa Fe) para emplearlos como servidores. Así se diluye la fiereza de esta parcialidad indígena que con sus condiciones de guerreros y su extrema habilidad de jinetes, pregona su derecho de pertenencia en estas tierras.
Con la desaparición del charrúa fuertes terratenientes adquieren el dominio de esta parte sur de la mesopotamia; y se ubican en los contornos de ríos y riachos otros moradores que se ganan el título de colonizadores.
Tentados por la subsistencia que puede asegurarle el corte de la madera de las riberas, se afincarán para fundar las familias que darán origen a Gualeguaychú.
Habitarán entre ellos, en condición de humildes servidores, los antiguos dueños de la zona de los que perduran rasgos físicos, tan fuertes, tan definidos como para aparecer aún en el rostro y en la estatura de los habitantes de hoy.
Mañana es el día del Indio
Aceptando a nuestro indio como de menor vuelo cultural en relación a otros de América, deberíamos introducirnos en lo escrito sobre ellos, acercar los ojos a las piezas documentales existentes (una parte en el Museo Prof. Manuel Almeida, Parque Unzué, Gchú.), leer "De Gualeguaychú y su historia" Éd. El Día Gchú. 1986; Fascículos de Almeida, cinco publicaciones de. EL ARGENTINO, con textos de Fabián Magnotta y fotos de Carlos Michel del 14/21/28 de octubre; 4-11 de noviembre de 1992. Nos servirá para obtener una síntesis conceptual sobre nuestros antepasados provincianos, elemento constitutivo de la historia lugareña.