E-153 Barranco Sauzos

• Excursión 153. 14 Mayo de 2014. Miércoles.

Barranco Sauzos/Hondo. Tosca de Ana María.

Municipio: Santa Úrsula.

De 18 a 19.30h. De 460 a 430 a 470 a 430 a 54 a 460m

Distancia: 2,3km. Duración: 1h 30m.

Recorrido por un sendero dentro de un barranco y de un saliente rocoso por encima del barranco

Vuelvo a la Tosca de Ana María. Y sigo subiendo después del pequeño cruce donde hablé con tres hombres (excursión 151, cruce calle Tosca Ana María con calle Viquita).

La calle Tosca de Ana María es tan empinada que me asusta. Tengo la sensación de que el coche se va a voltear. Pero dentro de la pendiente no puedo pensar en parar o dar la vuelta, lo mejor es seguir, sin dejarme influenciar por el desnivel. Encuentro un lugar (500m) donde aparcar, por encima de las últimas casas, un lugar por donde empieza una pista de cemento. Bajo caminando por la calle hacia la entrada al sendero que se mete por el barranco de Los Sauzos/Hondo (excursión 151). Es la primera vez que me enfrento con una bajada así. Es una cosa paradójica. Voy erguido, claro, cómo no, pero mis pies van completamente inclinados hacia abajo, como si tratase de ponerme sobre las puntas de los dedos. Bajo a cámara lenta. No me acabo de creer que haya podido subir por aquí con el coche. Es absolutamente impresionante. Y hay un tramo largo de calle hasta llegar al sendero por donde se va al roque donde hacen rappel, sendero, a la izquierda de la calle, por donde me meto

Después sigo por el sendero más allá de los roques, en un día con una luz ligeramente mejor para hacer fotos que otros días. Después del roque el camino es malo, pero logro llegar hasta el final. Los agricultores lo deben mantener abierto. Llego a una ladera aterrazada con viñedos y millo alto en los bordes. El sendero, ladera adelante, está cerrado. A lo lejos veo una escalera de cemento que sube a la carretera, veo mi coche un poco más abajo. Intento subir viñedo a través, pero los alambres y los desniveles pueden conmigo, después de varios intentos desisto (después me daré cuenta de que he hecho bien porque al final de la escalera hay una puerta cerrada). De vuelta aprecio más el bonito sendero por la ladera del barranco. Vuelvo a la calle Tosca Ana María y subo/escalo la inverosímil cuesta. Me gusta una casa antigua y abandonada, medio enterrada en el terreno con vistas al Teide. Paso al lado de mi coche, más arriba descubro que hay un hermosísimo aparca­miento con mirador y su pequeño murito de piedra.

Caminando poco después llego a un cruce de caminos. Exploro un bonito saliente rocoso (a la derecha) con muchas plantas. El saliente es ancho y largo con vegetación baja y en el borde tiene buenas vistas hacia el barranco de Sauzos. Enfrente veo una pared rocosa con partes marrones expuestas y dos barrancos, el de la derecha muy salvaje y vertical, por encima tiene un gran penacho de árboles. (En casa y con calma veo que ese promontorio es el final de una loma por dónde va el Camino Las Rosas y que está entre los barrancos del Callejón/Bensa y el de los Sauzos/Hondo). En la entrada del saliente me encuentro con un agricultor que tiene una huerta aquí. Me enseña orgulloso una cueva bien acondicionada para pasar buenos ratos con los amigos. Muchas fotos de fiestas pasadas en un mural. Me pide que le haga una foto a la cueva. Desafortunadamente no consigo ninguna buena foto de la cueva. Me habla de una fuente y un lavadero que hay más arriba, y me explica dónde están. Me dice que pase cuando quiera si vengo otro día.

Llego al cruce. Una pista sigue loma arriba (Camino La Paredilla). A derecha e izquierda una pista asfaltada (Camino Los Lavaderos) que es tentadora por lo llana que es, rodeada de tanto desnivel. De hecho, es utilizada por la gente del lugar para caminar. Encuentro un hombre muy amistoso, un punto confianzudo. Se llama José Luis. Al poco de empezar a hablar ya me está diciendo que soy peninsular, que no soy de Tenerife. Él vive enfrente en Pedro Hernández (La Victoria) y me dice que viene a caminar todos los días porque tiene azúcar. Recorro un rato la pista hacia la izquierda. Después de una curva ya tengo una vista estupenda de la tira de casas (algunas de varios niveles) que se alinean sobre el barranco. Es la misma tira que he estado viendo en las excur­siones anteriores, pero ahora la parte superior. Por debajo de mi hay una gran extensión de viñedos que llegan hasta el cauce.

Me resulta fascinante este frente que forman las casas que se agarran a las paredes del barranco. De bloque sin revestir forman una superficie caótica donde se mezclan corrales de cabras, con cobertizos y secaderos. Da la impresión de que han ido creciendo hacia abajo, hacia el interior del barranco. Regreso calle abajo hasta dónde dejé el coche.

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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla

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