• Excursión 1566. 28 Marzo de 2024. Jueves
Lomo La Barca. Adeje.
Municipio: Adeje
ENP: Reserva Natural Especial Barranco del Infierno
De 10.08 a 17.19h. De 260 a 940 a 880 a 930 a 900 a 930 a 330 a 360 a 220m.
Distancia: 15,3k. Duración: 7h 11m.
Desde Adeje atravieso algunos barrancos caminando al lado de un canal. Subo por una loma (La Barca) hasta el mirador de la Boca del Paso. En el camino hacia La Quinta exploro viejos terrenos con cuevas. Desde La Quinta bajo por la carretera y también por un viejo camino tradicional que logro seguir casi por entero. De vuelta a la carretera localizo una era antigua y apartada
Otra semana más en Adeje. Le estoy tomando el gusto. La guagua, la línea 110, es muy cómoda para ir a Costa Adeje, tarda unos 50 minutos, sin paradas. Hoy, además, al ser jueves santo el tráfico es muy bueno. Desde casa he tardado apenas 20 minutos en llegar a Santa Cruz. Y en la 110 no ha habido retenciones al acercarnos a Los Cristianos. Buen comienzo. Al llegar a la estación de Costa Adeje espero un rato y tomo otra guagua (la 417) para que me lleve a Adeje. El tiempo está algo ventoso, algo nublado, con probabilidad cero de lluvia, al menos hasta las seis de la tarde.
Me bajo en la plaza de Venezuela, una placita ajardinada y me tomo un café en el Café de Mama, un sitio encantador y acogedor. Con energía y con mucha ilusión para hacer otra gran ascensión echo a caminar y callejeo hasta la entrada al barranco del Infierno donde se arremolinan los turistas. Me echo a la izquierda por el sendero señalizado que lleva a la Boca del Paso y cuando en unos pocos metros tuerce a la derecha me desvío del sendero a Boca del Paso y sigo recto por un camino muy ancho, casi una pista que llanea. Tras unos 200 metros paso por los restos de una era, sólo reconocible por las piedras embutidas en el suelo, que destacan en el camino de tierra. Poco después llego a un barranco (Inglés/Chabor) profundo, que se hace más dramático al traspasarlo una tubería colgada en el aire, por donde sólo por un instante me imagino caminando como un equilibrista. En vez de eso sigo (370m) por encima de un canal (Aguas del Sur) que rodea el barranco, está cubierto de losas, aunque le faltan muchas y cada pocos metros tengo que ir por encima del borde estrecho (unos quince centímetros de ancho) haciendo equilibrios. Procuro ir por el borde derecho, menos expuesto que el izquierdo. El barranco me impresiona. Cruzo el cauce por encima de un puente. Por dentro el canal lleva una gruesa tubería de plástico negro, nada aconsejable ir por encima. La otra ladera del barranco es algo más vertical y emocionante también. Salgo del barranco y enseguida atravieso otro barranquillo y poco después otro algo más grande (Las Coloradas) que también rodeo por encima del canal y haciendo equilibrios. Para empezar la excursión me ha gustado esta parte emocionante de atravesar los dos barrancos.
En la ladera del segundo barranco me salgo del canal y empiezo a ascender por la ladera de una loma, es la loma de la Barca, la loma por la que voy a subir hasta la Boca del Paso, un desnivel de unos 600 metros. En principio y según el mapa parece más sencilla que otras lomas que he hecho por Adeje (Lomo el Centeno, excursión 1563; bajada desde montaña Carrasco, excursión 1559; y subida a Los Brezos, excursión 1558), ya veremos. De momento la ascensión por la ladera hacia la arista la hago despacio, la vegetación no es muy densa, el terreno no demasiado pedregoso, más bien terroso y suelto. Las veces que me giro ya tengo una vista amplia y nítida de la inmensa conurbación urbana hasta la montaña de Guaza (Los Cristianos, Costa Adeje, Adeje). Bien de forma física llego a la arista (480m, 11.05h). La arista es más bien estrecha con mucha tunera india, crecen bajas y dispersas. Me encuentro algunos salientes rocosos preciosos que trepo o rodeo (540, 570m). Son entretenidos de negociar. A la izquierda tengo una vista muy buena de un gran barranco (Las Torres) que tiene un salto impresionante. Esta parte de la loma no tiene una pendiente excesiva, entorno al 15/20%. Al ir subiendo recto por la arista de la loma no puedo ver qué me aguarda tras los salientes rocosos y cuando llego a uno más largo (630m) lo empiezo a trepar y estoy en medio me doy cuenta de que por delante hay una caída y una bajada así que tengo que bajarme del saliente rocoso por la derecha (por la izquierda es muy vertical) con muchísimo cuidado, el terreno es muy inestable, con tierra suelta y mucha tunera india picona, rodearla y subir por entre plantas y tierra hasta después del saliente rocoso (625m).
El viento que sopla fuerte por momentos me refresca en la subida y estando nublado no me recaliento por el esfuerzo, todavía me falta un mundo. Ahora mirando hacia arriba veo un gran saliente a corta distancia y otro más picudo más arriba. Ya veremos cómo paso cada uno. Ahora la pendiente se hace considerablemente más fuerte (entorno al 40%) y la vegetación más densa. Ataco un saliente por la derecha y después encaro por la izquierda el primer saliente grande (725 a 750m) por una canal rocosa muy cubierta de jaras secas que piso como un gigante. No puedo ir sino despacio con muchos zigzag e intentos fallidos. La más temible es la cubierta de tuneras indias, tienen unos pinchos tremendos. Tengo que hacer muchos equilibrios para sortearlas, es esencial que no me pinche con ellas. Y son muy traicioneras, cuando mueren se tornan grises y no se diferencian del terreno, pero sus púas siguen intactas. Superado el primer gran saliente veo arriba el siguiente, más picudo y pequeño e imposible de superar por la izquierda y subo con cierta emoción a ver si puedo por la derecha, y es de lo más emocionante porque no lo sé hasta que llego y… se puede y lo rodeo (825m).
Hacia arriba puedo ver el muro del camino por la Boca del Paso. Ya sé que lo voy a conseguir. Sigo subiendo por una cresta rocosa al lado de una tubería metálica oxidada que tiene algunos muritos de apoyo. No parece que lleve agua. Hacia la derecha también veo parte del camino que lleva al paso. Sigo trepando por las preciosas rocas y tras dos horas de subida por la arista de la loma llego a la Boca del Paso (950m, 13h). Como pensaba y anticipaba ha resultado más sencilla que las otras lomas que he hecho por Adeje. Así y todo, no deja de ser una subida de lo más trabajosa y complicada, esto no es ningún sendero, ni camino, ni nada que se le parezca. Una vez arriba me echo a la izquierda por un camino señalizado (PR 71.1) hacia La Quinta. El cielo está nublado, no amenaza lluvia. El sendero es claro y llaneando o subiendo rodea dos pequeños barrancos (Las Lajas y Torres).
En unos diez minutos llego a una pista ancha donde hay un llano, un lugar de despegue de parapentistas. Me acerco al borde, es un buen mirador. En una finca al lado unos carteles muy antiguos que prohíben “cagar” en varios idiomas. Debe ser el miedo de los parapentistas. Sigo por el camino ancho y en un minuto o así me echo a la izquierda por un sendero estrecho que va por una loma por dentro de un pinar. El día sigue gris y cubierto. El camino en ligero descenso me lleva en unos 200 metros al borde de un risco. Por debajo hay viejas zonas de cultivo y puedo ver un depósito en ruinas y los muros de una casa antigua. Bajo por un sendero que me lleva al depósito y la casa, más allá se extiende una gran cornisa con algunas cuevas, no sigo más allá. Regreso a lo alto del risco y me echo a la izquierda (según he subido a la vuelta de las cuevas) en ligero descenso, hacia otros riscos muy dramáticos. El sendero por el borde me lleva al cauce de un barranco (barranquillo Valdés). Ahora voy en busca de un sendero que cruza el barranco y que lleva a otra loma y otro mirador. Desafortunadamente parece perdido el sendero y arriba en lo alto de la ladera del barranco hay una valla metálica cerrando el paso. Desisto de subir. De todas formas, atravieso el cauce y yendo hacia la izquierda llego a una antigua cueva que conserva parte de un muro de protección. Pero no puedo continuar, por debajo son todo grandes abismos, es una vista impresionante. Regreso por donde he venido hasta el lugar de despegue de los parapentes y sigo hacia la izquierda por el sendero (el PR 71.1).
Recorro unos 200 metros y me meto por una finca con una valla baja y caída hasta una casa en ruinas (Casa los Picos). Vengo por aquí para ver si puedo seguir hacia abajo hasta el segundo mirador, sin embargo, por debajo veo un coche, una casa y un sembrado con papas, señal de que está habitado y es terreno privado. Desisto de seguir hacia abajo y vuelvo al sendero y de nuevo camino hacia la izquierda, hacia La Quinta. Atravieso un pequeño barranco (El Burro) y mirando el mapa de Alpina compruebo que hay dos eras cerca. La era que está a la derecha del sendero y a unos cien metros en ligera subida la localizo gracias a que tiene un muro de peralte. Con el suelo empedrado, y una piedra central conserva el muro y tiene buen aspecto (14m Ø). Tiene otro muro por la parte de arriba. Bajo hasta el sendero y lo otro que según el mapa es una era resulta ser un depósito de agua. Bajo al lado de unas viejas casas en ruinas que tiene por debajo un viejo camino con muro, no sigo hacia abajo. Regreso al sendero y hacia la izquierda en unos cinco minutos llego a La Quinta. Llego por donde está la gran era que ya vi hace poco. Bajo por la carretera en busca de un viejo camino tradicional que debe salir a la derecha de la carretera y al lado de un depósito de agua en los 820m aprox.
Tras dejar atrás unas pocas casas sigo por un terreno de laderas suaves sin ocupación, con restos de viejas terrazas por todos lados. El día sigue fresco y nublado. En unos diez minutos localizo el depósito de agua, tiene agua. Lo rodeo por la izquierda y bajo por un terreno con mucha vegetación, aunque practicable. Me cuesta un rato dar con el viejo camino. Por fin lo localizo a la derecha, baja por donde va un cable de plástico negro que sale del depósito de agua. Lo reconozco por uno de sus muros bajos de delimitación. Me llego hasta él. Lo bajo. Es muy complicado, está totalmente cubierto de plantas en muchos tramos. Me empeño y paso entre ellas. Cuando se hace algo más llano el terreno tiene menos plantas y veo que se conservan ambos muros, los dos bajos. Por aquí el viejo camino recorre una pequeña hoya y tras cruzar una carretera pasa entre dos fincas y vuelve a la carretera. Sigo por la carretera unos 200 metros hasta que al lado de la entrada a una finca (a la izquierda) y seguir un poco al lado de su muro vuelvo a encontrar el viejo camino. La vegetación que lo cubre es muy variada (matorrisco, malpica, tabaiba, bejeque, cornical, penca) y tengo que ir por encima del muro del camino, me resulta irónico recorrer un viejo camino por el elemento que lo delimita, esto ya me ha sucedido muchas veces. Son muros muy gruesos y resistentes y aquí siguen. Sólo más abajo el firme rocoso del camino me permite volver a él. Cada metro claro que puedo recorrer es un triunfo. Me gusta vencer estos problemas y me sabe el doble de bien los pocos tramos que puedo recorrer por dentro. Logro recorrer unos 250 metros y un poco antes de cruzar la carretera me desvío por la izquierda por un viejo camino que sólo tiene un tramo corto en buen estado (unos 70 metros). Cruzo el cauce de un barranquillo (Las Salinas/Armeñime) y después el sendero tuerce en un ángulo de 90º a la derecha y empiezo a bajar por algo que fue un camino pero que ahora es sólo una barranquera, está lleno de piedras caóticamente revueltas. A la izquierda veo tentadoras terrazas llanas, pero son cortas, no llevan a nada. Sigo bajando y tras unos tortuosos cien metros el camino, claro, por fin, se echa a la izquierda y por suaves curvas me lleva hasta una carretera asfaltada por donde veo a ambos lados casas aisladas, casas modernas, segundas residencias, con una gran abundancia de carteles de prohibido el paso, terreno privado. Las casas situadas en lugares apartados e inverosímiles. Tras unos cinco minutos relajadas enlazo con la carretera que baja de La Quinta y que va hacia Adeje.
Sigo bastante relajado y con vistas muy amplias hacia la costa por la carretera como un km y no tomo por un atajo que hay a la izquierda, sino que sigo por la carretera pasando al lado de casas modernas y con buenos jardines hasta que justo por donde termina el atajo me meto a la derecha. Entre vallados enseguida llego a un pasillo estrecho con balos y cornicales que supero con algo de esfuerzo. Salgo a una vieja zona de terrazas con un firme de tierra firme y polvorienta por donde bajo. Enseguida me encuentro con muros de terrazas altas y tengo que irme hacia la derecha, hasta el extremo de la terraza donde encuentro una bajada y así supero tres o cuatro terrazas. Ahor voy en busca de una era aislada al lado de unas ruinas. Pronto la localizo a lo lejos, de nuevo por su muro. Es un terreno abandonado hace mucho. Cruzo un canal (Aguas del Sur) y sigo bajando por el borde izquierda de un barranco (Las Moraditas) y llego a la era (17m Ø). Está muy cubierta de plantas. Conserva el empedrado. Siempre me emocionan estos restos de actividad humana, encontrarlos es hacer arqueología. A su lado están las ruinas de una caseta que no llegó a construirse, de bloque de tosca beis. Un plan que se quedó a medias.
Vuelvo a subir por la ladera hasta el canal. Me monto sobre el canal y sigo por encima del canal hacia la derecha, hacia Adeje. La travesía no resulta fácil, le faltan muchas losas al canal y tengo que o bien ir por el borde haciendo equilibrios, o bien por los lados o incluso por dentro. Es muy entretenido. El día sigue cubierto, no hace calor. Cruzo un barranquillo y tras unos quince minutos (500 metros) y cerca de la carretera de La Quinta me salgo por la derecha y bajo campo a través por la ladera hacia otro tramo de la carretera de La Quinta, mucho más abajo. Le he tomado el gusto a este paisaje y prefiero hacer el último tramo bajando por este lugar salvaje. En un corto tramo sigo un viejo canal seco. Más abajo se complica bastante. Subo a otro canal, este más ancho y con un poco de agua y sigo por dentro de él hacia un distribuidor. Me salgo del canal y todavía atravieso otro canal más que lleva mucha agua que sale aparatosa de una tubería y se vierte sobre el canal. La carretera está muy cerca, pero me parece que no voy a llegar nunca… y llego.
Ya por asfalto me da para admirar las defensas del pilar que sostiene un canal que atraviesa (a la izquierda) el cauce de un barranco (Las Torres). Es una defensa en cuña pensada para soportar una gran riada de agua. De entrada, me parece un pilar exagerado, pero cuando miro hacia arriba y veo el sistema de barrancos que confluyen aquí no me lo parece. Callejeo hasta una parada de Titsa al lado de una escuela de música que tiene una preciosa rejilla metálica pintada en quince colores diferentes. La guagua (la 447) que llega en unos quince minutos hace un recorrido muy largo por las calles de Adeje y se llena hasta los topes. Más de media hora tardamos en llegar a la estación de guaguas de Costa Adeje. Aquí me pongo en la cola de la 110 a esperar que salga. Hay que ponerse a la cola. Siempre se queda gente en tierra. Así ocurre también hoy. Un joven bien vestido que esta mañana vino a mi lado en la 110 desde Santa Cruz y me enseñó a separar los asientos (para ir más cómodos los dos, me dijo) aparece por el pasillo cuando ya estoy sentado y me falta agradecerle la información cuando después de separar yo los asientos donde me acabo de sentar se sienta un hombre muy voluminoso a mi lado, y que a pesar de esto durante el trayecto de vuelta se dormirá y me aplastará con sus brazos como remos.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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