• Excursión 646. 9 Mayo de 2017. Martes.
Las Rosas (La Esperanza). Barranco Hondo.
Municipios: El Rosario. Candelaria
ENP: Paisaje Protegido Las Lagunetas
De 15.16 a 18.48h De 936 a 1020m a 133m.
Distancia: 12,8km. Duración: 3h 32m
Comienzo un poco errático desde Las Rosas por pistas y carreteras hasta localizar un sendero bien señalizado por el que cruzo el denso pinar de La Esperanza. Tras cruzarlo desciendo por una carretera de montaña con fantásticas vistas a la costa. Rodeo una montaña mirador sobre Barranco Hondo por un viejo camino empedrado. Cruzo Barranco Hondo y bajo hasta la autopista
Aparco el coche en el garaje del intercambiador de La Laguna y subo como un tiro para tomar la guagua a La Esperanza justo cuando está saliendo. Perfecto. Como en las películas. En la guagua van algunos estudiantes y mujeres de mediana edad. Casi todos consultando el móvil. Cuando me bajo en la última parada (Las Rosas, 15.16h, 936m) está nublado, y chispeando. Hay mucha niebla. Sigo calle adelante (Calle Preventorio) en dirección al monte y en la primera curva me meto a la derecha (frente al número 11) campo a través por el monte en fuerte subida. En dos o tres minutos muy esforzados aparezco en la carretera (TF-24, 985m). Por la carretera sigo a la izquierda unos 400 metros (cinco minutos) y me desvío por la carretera que sale a la izquierda (TF- 274). Tengo un mapa, pero no lo sigo. A ver a donde me lleva esto. En unos 150 metros veo que la calle El Preventorio confluye por la izquierda. Este rodeo que he hecho ha sido un poco absurdo. Continúo por la carretera (la TF-274). Unos 300 metros después me meto por una pista (frente al número 11 de la carretera) que sale a la derecha y se mete al monte. A ver a donde me lleva esto. Hoy estoy un poco salvaje.
Sigo buen rato la pista, pero no logro tener continuación, simplemente de pista paso a sendero y de sendero a nada, sólo laderas de fuerte pendiente entre pinares. El lejano ruido de coches me indica que la TF-24 está cerca, pero lo más juicioso es conceder mi primera derrota ante el monte. Vuelvo por el mismo recorrido hasta la TF-274. Sigo bajando por ella. Muy de vez en cuando pasan coches. Mejor así. Voy por el surco del arcén. No del todo cómodo, pero seguro. Por aquí paso algunas fincas grandes con pinos y chalets antiguos. En este día gris y húmedo hoy me resulta poco atractivo el paisaje. Tras una larga recta en bajada (300 metros) llego (960m) al desvío (a la derecha) hacia Las Raíces, me meto por él. En menos de 200 metros encuentro el sendero que andaba buscando: el PR-TF 25.1. El sendero cruza la carretera, lo tomo a la derecha en ligera subida por el monte de pinos.
Por momentos el firme es muy liso, voy por laderas redondeadas, sólo con pinos, algún amagante despistado en el sotobosque. Nublado. Gris. El sendero es agradable, en ascenso casi continuo. Rodeo dos lomas y el cauce de un barranquillo (Las Honduras/Torres). Las lomas son de pendiente uniforme. Después de un km el sendero vira a la izquierda pronunciadamente (16.09h, 1040m) cerca de una carretera asfaltada (la TF-276. El sendero está bien señalizado. Tras el giro empiezo a bajar. El pinar es más agradable ahora, oigo pájaros cantando, las jaras con su olor que tanto me gusta, también codeso en flor que huele mejor todavía, el aroma me recuerda a la canela. Paso al lado de un aparcamiento amplio y sigo mi circuito por el PR TF 25.1 bien guiado. El sendero pasa varios cauces de barranquillos y el bosque más denso. El sendero descubre muchas curvas. Me salgo del circuito y sigo por el PR TF-25. Todo está muy bien señalizado, me llevan en volandas, porque hay muchos cruces con pistas y senderos, pero ningún estrés, ninguna duda.
Encuentro en el cruce de un barranco un lugar muy húmedo, fantástico de vegetación (Barranco Las Pasadillas/Bedijo). Hay bencomias grandes, tusilago, poleo, muchos cerrajones con sus aparatosas flores amarillas, zarza, chícharo, bejeque y malpica. Y yo que pensaba que este bosque era uniforme. En el lugar que este sendero se junta con el SL TF-299 (el que baja a Barranco Hondo por el Lomo El Centeno, excursión 555) sale una pista que sigue la dirección y la altitud del sendero por el que venía. Y menos de 200 metros después encuentro la pista de bajada a Barranco Hondo (16.44h, 1020m). Me resulta increíble que todo salga tan bien. Todo esto es de un mapa que fotografié en una excursión, de los mapas que el Cabildo pone en los principios de los senderos, esta información vale mucho. De la tierra de la pista no tardo mucho en pasar a asfalto. Por terrenos agrícolas medio abandonados. Veo viñas trepando por encima de árboles, totalmente asalvajadas. La niebla que sube del mar impide toda vista despejada, pero así también tiene su encanto la excursión. El olor es maravilloso. Me pongo a escuchar música de oboe (Lebrun). En bajada, con el camino claro, y música, ya empiezo a levitar.
Es un recorrido largo en bajada, con muchas curvas, una vez lo hice bajando en coche, no tiene nada que ver. Así se disfruta infinitamente más. La ventaja de la niebla es que no hace calor. Saludo a un par de agricultores que recogen forraje para animales. Más abajo, al lado de la montaña mirador me están esperando. No me queda claro si quieren chequearme o saludarme. Me comporto como un entusiasta excursionista. Me dice que el escobón es bueno para hacer lechos para los animales, es caliente. Gracias y adiós. Poco después con vistas ya sobre Barranco Hondo encuentro (en una curva pronunciada a izquierdas) un sendero a la derecha (570m), va al lado de una tubería. Lo sigo, da la vuelta a la montaña (Picacho) siguiendo la tubería. Desde luego que van juntos. Pero no baja nada. Después de pasar el cauce de un barranquillo localizo (a la izquierda) un sendero entre la vegetación baja. Bien. Hay un sendero. Y tiene empedrado en muchos tramos. Hoy todo me sale bien. Me suena que sea un antiguo sendero para subir a la montaña mirador donde hay una gran cruz, un sitio religioso.
El sendero me lleva a las primeras casas de Barranco Hondo, por la calle El Cabuco (18h, 480m) y me meto por una calle con casas antiguas (calle Camino El Lomo) donde veo… un enorme almácigo en la esquina de la calle. No me lo puedo creer, el lunes lo identifiqué por primera vez y hoy lo vuelvo a ver. Es uno de los árboles emblemáticos del bosque termófilo (temperaturas constantes entre 15 y 20 grados, lluvias en primavera e invierno, cubierto por el mar de nubes), de hoja caduca, de los árboles canarios sólo le pasa a este y al sauce que se le caen las hojas en invierno. Debo parecer un alucinado cuando se lo pregunto a dos hombres que están sentados en silencio al final de la calle ¿es un almácigo lo que está en la esquina? Uno sale de su silencio, se levanta, y me lo señala y lo confirma. El otro no tiene palabras. Le doy las gracias.
Sigo adelante con su mirada en mi espalda. En el bar Los Cazadores me pido un té, un grupo de hombres está jugando al domino, están muy concentrados, hay espectadores. Me gusta este ambiente. Me cargo el té en un botellín de agua y sigo mi camino después de pedirle disculpas a la camarera por pagarle con un billete de 50 euros. Ahora sigo la bajada por las bonitas calles de Barranco Hondo, es la tercera vez que paso por aquí, y creo que todas las veces había estas nubes grises. Casas antiguas con sabor. Casas modernas renovadas. Me gusta. Al llegar a la carretera general la cruzo y voy encontrando caminos y escaleras que van casi en línea recta hacia el mar. Todo sigue de maravilla. Voy como un cuchillo cortando la mantequilla tibia.
Llego a la autopista y la cruzo por el puente por donde se accede al Varadero (excursión 606). Llego a la parada (18.48h, 150m). Con la buena excursión que me ha salido estoy blindado para la espera. A las 19.16h llega la 124. Pero todavía la cosa no ha terminado. En la guagua me entretengo a una pareja de jóvenes con sobrepeso mientras sigo con mi ambiente musical. Ella parece una madona renacentista, cara lisa, no hace gestos, un poco apagada, pone su mano en el muslo de él. El joven tiene el pelo lacio y muy negro, de un negro azabache que me resulta irreal, la barba tipo acab (sin bigote), tiene unas gafas grandes, gafas de pasta negra y un gesto perenne de alegría. Le cuenta a ella algo divertido, no para de hablar, muy expresivo, tras cinco minutos ella se ríe fuerte, lo mira con adoración. Él sí que es el rey del mambo. Se bajan frente al Meridiano y se van de la mano.
Tras una ligera espera salgo para La Laguna en la 102 (19.40h). Aquí tengo otro espectáculo. En el asiento delante de mí se sienta un hombre, lleva una bolsa de plástico, lo primero que hace es doblar cuidadosamente la chaqueta. Trae un sombrero marrón de ala corta, un reloj pequeño cuadrado dorado, pulsera de oro, anillo de oro, cadena de oro, de unos 65 años, cuando se quita el sombrero veo que tiene muy pegado su escaso pelo. Desprende un ligero olor a alcohol, pero a lo mejor este olor me viene de atrás, no estoy seguro. A no nonsense man, nada de tonterías con este hombre.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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