• Excursión 1569. 4 Abril de 2024. Jueves
Barranco Madre del Agua. Adeje
Municipio: Adeje
ENP: Reserva Natural Especial Barranco del Infierno
De 11.07 a 16.17h. De 225 a 205 a 270 a 245 a 590 a 205 a 260m.
Distancia: 9,1k. Duración: 5h 10m.
Desde Adeje accedo al cauce de un barranco (Madre del Agua). Asciendo por él hasta atravesar un canal y después con creciente dificultad sigo subiendo hasta una sección angosta y muy estrecha del barranco, una garganta única, algo impresionante, que no logro recorrer en su totalidad, me faltan unos 400 metros. Regreso exhausto a Adeje
Después de haberlo interrumpido mientras estaba dentro por amenaza de lluvia (excursión 1561) retorno hoy al barranco de la Madre del Agua en Adeje con un pronóstico de probabilidad de lluvia del 0%.
Ya con una mecánica bastante afinada de transportar mi cuerpo hasta Adeje (en la 110 desde Santa Cruz y en la 473 desde la estación de Las Américas) estoy pasada las once al lado del cementerio de Adeje y entrando por la pista de tierra (con barrera) que me lleva al barranco del Agua (la continuación del barranco del Infierno). Bajo por la pista polvorienta en un día algo caluroso hasta el cauce del barranco y enseguida cruzo una pista y sigo en ligera subida, o no tan ligera con firme más o menos bueno. Me cruzo con el mismo hombre con bastón y pastor alemán que la otra vez que vine por aquí. Hoy no he tomado un sendero que sube más recto hacia el depósito de agua, prefiero empezar más suave. La pista hace una curva pronunciada a la izquierda y sigue subiendo hasta el depósito de agua (275m). Me salgo de la pista hacia la derecha y por un senderillo llego al borde alto de un barranco (Seco) que es la continuación del barranco Madre del Agua, mi objetivo de hoy. Bajo por la ladera, cerca de una tubería, campo a través. El desnivel es fuerte, unos 35 metros, no es fácil, me lo tomo con calma y desciendo hasta el cauce.
El cauce es ancho y muy pedregoso. Y por él empiezo a subir. Me he decidido hoy este acercamiento, en vez de ir por el canal. Ya veremos qué tal me sale la apuesta ya que el progreso por el cauce no puede ser sino lento. Es una mezcla caótica de rocas, grandes piedras, vegetación variada que me obliga a evaluar cada paso, en un sube y baja casi continuo y manteniendo un cierto ritmo de marcha, si me tropiezo es mejor estar en movimiento. No salto, flexiono las piernas para avanzar, son pasos largos. El calor es por momentos algo agobiante. Paso dos lugares a la sombra gracias a un risco alto por la derecha. El progreso es muy lento. Paso zonas con cañaverales, otras con juncos y así voy poco a poco avanzando viendo como el canal va convergiendo hacia un acueducto al que llego como en una hora y veinte minutos desde el comienzo de la excursión. He recorrido aprox. un km del cauce del barranco.
Paso bajo el acueducto (370m) y sigo subiendo por una zona con muchísimo rabo de gato, tanto que oculta completamente las rocas redondeadas y tengo que ir tanteando el suelo para no caer en ninguna trampa oculta. Voy más despacio todavía. No me puedo agobiar, no puedo tratar de ir más deprisa. Por la derecha paso dos grupos de enormes rocas. Esto es un laberinto. Nunca llega a ser demasiado complicado, pero siempre tengo que pelarme el coco para encontrar cómo seguir. Tras el acueducto ya he entrado en la parte del barranco en el que las paredes van siendo cada vez más altas, aunque todavía con bastante espacio a los lados del cauce, y sin temor a caída de piedras. Las paredes están cubiertas de una vegetación muy densa de cardones, tabaibas, bejeques, matorriscos, es impresionante lo frondoso que es todo aquí. Voy recorriendo el tramo que ya hice en mi anterior intento hasta una piedra donde alguien abandonó un guante de cuero blanco que aquí sigue después de varias semanas. Sigo subiendo después y trabajosamente. Los tramos más rocosos donde hay poca vegetación son más fáciles, a pesar de que pueda parecer lo contrario. De vez en cuando corre una brisa fresca que me alivia mucho. Me voy acercando a las partes angostas del barranco. Tras unos 400 metros aprox. llego a la confluencia (450m) de dos barrancos. Aquí ansioso por seguir por el de la izquierda, el que quiero recorrer, me meto entre la vegetación densísima y me cuesta un rato darme cuenta de que no es nada óptimo tratar de cruzar la vegetación. Bajo al cauce, subo un poco más y entonces sí veo claramente la confluencia de los cauces pedregosos de los dos barrancos y sigo por la parte derecha del barranco de la izquierda. Por aquí sí se puede con la misma dificultad que en los anteriores tramos.
A medida que me adentro en el siguiente tramo del barranco las paredes se van haciendo cada vez más verticales y se va estrechando el cauce. Me voy acercando a un saliente rocoso (Filo el Cuchillo) que parece interrumpir el cauce del barranco y por donde no sé si se sigue a la izquierda o a la derecha de ese saliente. Cada vez hay más vinagreras. La dificultad es alta y constante. Tras unos 250 metros llego al saliente que veo está hecho de sucesivas capas de basaltos y tierras oscuras y que el barranco sigue por su izquierda. Continúo. Ahora el barranco es muy angosto y el fondo cubierto de mato espuma, una planta invasiva que necesita terrenos muy húmedos, una planta de escaso porte y con florecillas blancas. Me veo obligado a ir, cuando puedo, por la ladera izquierda. El barranco es tan angosto que llega un momento en que si extiendo los brazos toco ambas paredes del barranco y a veces ni puedo extenderlos del todo. (En el mapa ahora que escribo la crónica puedo ver que las paredes tienen unos 200 metros de alto y son prácticamente verticales). Y me empiezo a topar con pequeños saltos. Trepo uno. Llego a una zona con abundantes rocas rotas desprendidas de las paredes, y parece, por su aspecto y su color (gris), que ha sido reciente. Me empiezo a inquietar. No se trata de una piedra o dos, son muchas a lo largo de un gran trecho. Trepo otro salto, un segundo salto un poco más complicado. Asciendo otro poco sobre mato espumas y llego a un tercer salto (a unos 150 metros del saliente, 580m) que “no está en mi presupuesto”. A unos tres metros del suelo está atorada una gran piedra que sobresale formando un techito. Lo intento una vez, lo intento otra vez, desisto. Además, “con lo que está cayendo”, y nunca mejor dicho, no me puedo entretener mucho en este sitio tan peligroso. Lo dejo. Y regreso deprisa, deprisa.
Los saltos que antes me costaron trepar ahora los bajo con muchísima determinación y bastante rápido. Es increíble como encuentro soluciones. Paso la zona de derrumbes. Y salgo de la zona más angosta cuando llego al saliente (Filo el Cuchillo, 550m). Me ha llevado como una hora y tres cuartos el tramo del barranco desde el acueducto. Lo bajo más deprisa que lo subí, pero mucho más despacio que he descendido la parte peligrosa. Y voy retrasando la hora de comer hasta bastante después de la confluencia de los barrancos y sólo cuando encuentro un lugar cómodo a la sombra (de unos balos) me pongo a comer. Ha sido impresionante el esfuerzo que he hecho, no debería haber subido por el barranco hasta el acueducto, debería haber ido por el canal. Después de comer (14.30-15h) sigo bajando un trecho corto y cuando llego al canal me subo a él y vuelvo por encima. Tomo a la derecha. Vuelvo de lo más pacificado y el regreso lo hago muy, muy despacio, por aquí no me puedo despistar tampoco, un simple tropezón significa una caída del canal que va elevado sobre el terreno, sería un desastre.
La verdad es que vuelvo sintiéndome como un superviviente, algo rascado por no haber completado el recorrido, pero más aliviado que frustrado. Y si se trataba de ir por un sitio increíble y único, nunca había visto un barranco así de angosto y profundo, ya lo he conseguido. De vuelta por el canal paso dos barrancos más y desciendo por un sendero trillado hacia el depósito de agua. Y un poco después del depósito me echo a la derecha por un bonito sendero que serpentea descendiendo por la ladera. Durante la bajada por este sendero veo por la ladera de enfrente un sendero que no conocía. Es otra manera de acceder a la ciudad (o desde la ciudad acceder al barranco), además de la que empieza por el cementerio. El sendero me lleva a una pista. Tuerzo a la derecha por ella y subo por un tramo de cemento y enseguida encuentro a la izquierda y frente a un pozo (Barranco Seco II) el sendero. El sendero primero va hacia la derecha y después a la izquierda para ir ascendiendo suavemente sobre un murito de piedra hasta una calle (El Vallito) de Adeje. Y de ahí a la plaza de Venezuela donde está la parada de guagua llego en un par de minutos. Ha resultado hoy una excursión corta, corta para ser una excursión de jueves, sólo cinco horas y un poco, pero me ha dejado muy exhausto.
El resto es la variopinta mezcla de nacionalidades y tipos humanos de Adeje, primero en una guagua que va hasta Los Cristianos pasando por la estación de guaguas de Las Américas, donde me bajo y después la cola que ya es bastante larga para tomar la 110. Siempre se queda gente en tierra.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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