• Excursión 64. 12 Septiembre de 2013. Jueves.
Valle de Tabares.
Municipio: La Laguna.
De 16.30 a 18.00h. De 620 a 480 a 620m.
Distancia: 3,8km. Duración: 1h 30m
Recorrido por la parte superior del valle de Tabares y el principio del barranco Las Chozas por encima de la charca
Mi objetivo hoy es explorar el valle de Tabares desde arriba, visitar la charca y comprobar si la carretera tiene continuación hacia la parte baja del valle. Por la salida de El Bronco en la circunvalación de La Laguna subo por el camino de El Bronco y llego a la parte superior del Valle Tabares. Dejo el coche al principio del sendero que sube a La Gallardina.
El día está nublado. La ventaja es que no voy a pasar calor y no necesito sombrero. La desventaja: peores fotos y que la vista sobre las montañas peladas es menos impactante porque están grises.
Recorro la calle que sale al lado de una torreta de electricidad y una iglesia. Esta calle rodea el pico Colorado, una calle sin salida, tiene buenas vistas del valle. En la calle hay niñas jugando con un perro, le pregunto a una y me dice cómo llegar a los caminos que se ven desde allí. Regreso hacia la torreta, la paso, un perro suelto me acosa y me ladra bastante agresivo. Bajando por una calle estrecha (Camino Tabares) con algunas casas y muchas curvas tuerzo a la izquierda en las dos siguientes bifurcaciones. Esta zona se llama Hoya los Risquillos. La calle termina. La última casa de la calle tiene un gran desnivel por detrás, hacia el valle de Tabares. Me salva una mujer delgada, que está al lado de una gran carga de heno. Me indica el camino para seguir bajando. Es un tramo corto de sendero con gran desnivel y en menos de un minuto llego a una calle asfaltada (Pasaje La Charca). Y esta sí recorre toda la parte inferior del valle de Tabares. (Para acceder a esta parte inferior en coche hay que entrar por el km 7.5 de la TF-111, que es la carretera que va de La Cuesta a Los Campitos.)
Vuelve a ver casas en los bordes de la calle, veo a unos trabajadores de aislantes atareados, me asalta un fuerte olor a pegamento, le pregunto a uno si voy bien hacia la charca, no lo sabe, se toma la molestia de preguntar a su compañero, sí, voy bien. Sigo bajando (Camino Casa el Lomo) y paso por un estrecho pasadizo. Aquí como un guardián del averno hay un hombre sentado. Parece tranquilo y ocioso. Por un momento creo que todo es una fachada, que me va a pedir que resuelva un acertijo, que moriré si no lo hago y que sólo me dejará pasar si lo resuelvo. No me sigue el juego y casi indiferente me confirma que voy bien hacia la charca.
Muy cerca la encuentro. Agua verdosa y escasa. El muro de la presa destaca en la presa casi vacía. Hay algo triste en una charca con poca agua. Es como una promesa incumplida. La superficie que ocupa la presa tiene más arena que agua. Me gusta a pesar de todo. La recorro por lo alto del muro, suficientemente ancho para pasar y continúo valle abajo por una atarjea cubierta con losas toscas en medio de la vegetación baja, apretada y densa. Al fondo veo Taco. De repente me pierdo, me siento perdido, sin saber cómo llego de nuevo en la presa. Me quedo perplejo, parece magia, no le doy más vueltas –nunca mejor dicho. Vuelvo a pasar por encima del muro de la presa y empiezo a subir por el barranco (Chozas) por un sendero. Hacia arriba, en el extremo derecho del risco destaca el pico Mariquita, desde aquí no tiene forma cónica.
Logro recorrer unos 200 metros. Hay hermosas higueras achaparradas con hojas muy grandes. Un perro de un cazador que aparece de la nada se lanza hacia mí efusivo, me golpea de pura alegría y me olisquea los genitales, cosa de perros. Aparece el cazador, un hombre fornido que se disculpa, me dice que no hay continuación barranco arriba. Bajo por otro camino donde están unos eucaliptus preciosos. Me gustan tanto estos árboles. Por un momento la capa de nubes se hace más fina y se aclara un poco el día, entonces logro algunas fotos interesantes en el único momento mágico de luz. Este comienzo del barranco me ha encantado, los senderillos, los árboles, las vistas hacia la charca, un lugar perdido. Este es otro de esos lugares que se aprovecharon pero que ahora están abandonados y olvidados.
Empiezo el regreso hacia lo alto. Al hombre ocioso que me confirmó el camino para la charca le pregunto por un camino para subir al pico Mariquita: “hay uno que sale de donde están los chicos, pero no sé si le dejaran pasar”. La subida me resulta fuerte, la hago despacio. Cuando estoy volviendo un hombre que lleva una cabra me confirma lo que me ha dicho el otro sobre el pico Mariquita y cuando le agradezco la información dice: “no merece”. La mujer delgada y un hombre están tapando con una lona azul el heno, es para sus cabras y tienen que guarecerlo, “viene mal tiempo” dice el hombre.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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Valle Tabares