• Excursión 1281. 24 Junio de 2021. Jueves.
Chipeque. GR-131. La Crucita.
Municipios: La Orotava. Arafo
ENP: Parque Natural Corona Forestal. Paisaje Protegido Siete Lomas
De 10.13 a 19.18h. De 1880 a 1410 a 2000 a 470m.
Distancia: 23,7km. Duración: 9h 5m.
Gran travesía por el norte y el sur de la isla. Desde la carretera dorsal por pistas hasta el sendero GR 131, después subida con mucha pendiente por el pinar hasta un mirador (La Crucita) en la carretera dorsal y bajada por una pista zigzagueante por una hoya (Pedro Gil) hasta el pueblo de Arafo
El día anterior me he pasado toda la tarde tratando de decidir a dónde ir. Los pronósticos del tiempo, adverso, en el parque Nacional del Teide me llevan a decidirme por esta excursión que tiene como plato fuerte la subida desde el sendero de Los Órganos al mirador de La Crucita. Es un recorrido que tuve en la lista de “Excursiones Futuras” pero de la que se cayó, para un par de años después volver a entrar.
El tiempo sigue muy húmedo en el Norte cuando salgo por la mañana y hoy, por lo que me ocurrió el lunes, voy a llevar el pantalón impermeable y el chaquetón. Necesito un seguro, aunque después no me haga falta. Y ese seguro me hace disfrutar más durante la excursión, y apenas noto la carga extra. Pantalón en la mochila delantera. Chaquetón anudado en la cintura.
Me levanto relativamente pronto, antes de las ocho, y me lo tomo con toda la calma del mundo lo de desayunar y preparar las cosas que necesito, cuanto más despacio lo hago, lo de los preparativos, mejor. Dejo el coche en La Laguna, en la estación de guaguas. Está fresco. Amenaza lluvia. Tomo la guagua para La Esperanza (9.30h). Los pasajeros, media docena, tienden a sentarse por las últimas filas. En El Rosario (9.44h) hay una fila de taxis, saludo a Silvestre, el taxista que me ha salvado algunas veces de apuros, que está el segundo y me monto en un taxi. Con poca conversación hacemos casi todo el camino. Según subimos el tiempo es: nublado, nublado, niebla, zonas mojadas por lluvia, algo de lluvia. No está nada auspicioso el asunto. Y de repente en el km 23 se despeja todo y desembarcamos en el verano. Despejado, soleado, agradable. Al taxista le emociona el cambio súbito, “deberían grabar esto” dice, “esto es un milagro”. Y como en un alud, me empieza a contar recuerdos: que su padre les llevaba en un Land Rover arriba, subían despacio y que arriba el balón que llevaban medio desinflado y flojo se tensaba y estaba perfecto, que si estás colocado subir arriba te despeja totalmente y lo contrario, que si bajas después de haber bebido es de lo más desagradable.
Llegamos a la entrada al mirador de Chipeque (km 26, 10.10h) que es el principio de mi excursión. Se preocupa mucho de que no me olvide nada, y que lleve mi teléfono y me desea que me vaya bien. Gracias Muchas gracias. Esto es una buena manera de empezar. Perfecto. Hacia el mirador de Chimague subo. Desde este mirador hay una buena vista de la dorsal, del lado norte y del lado sur de la isla. El norte está cubierto por un mar compacto de nubes. El verde de los pinos en la dorsal, amenazado por las nubes que intentan pasar de lado. Hacia el Sur todo despejado. Sigo por la carretera hacia el otro mirador. En el mirador de Chipeque destaca el Teide, completamente despejado, el pronóstico del tiempo era incorrecto, después de todo. Se ve claramente las montañas peladas de la dorsal. Unos operarios del Cabildo descansan. Regreso un poco por la carretera hasta un claro después de una laderita en donde empieza un sendero poco claro al principio que ataja hacia la carretera dorsal, va hacia la pista que sube a la montaña del Joco (excursión 1277). Al llegar a una pista tiro a la derecha (1880m), enseguida me encuentro con una trifurcación (la de la izquierda es la pista que sube al Joco, la central no tiene salida, tomo la de la derecha en bajada. De esta pista que baja para cortar más abajo el sendero GR-131 tengo el vago recuerdo de que era incómoda. Y tanto que lo es. Es muy pedregosa, hasta límites increíbles. Tengo que ir muy despacio fijándome bien dónde pongo los pies. Tiene grandes surcos. El día agradable, despejado y el olor a codesos lo hace pasable. Y es larga, larga, hasta que llego al sendero GR-131 (1720m). Por donde sigo hacia la izquierda. Hay varios grandes pinos canarios justo en el sendero o por debajo. Destacan del resto, mucho más delgados. Este sendero es muy impactante sobre todo cuando está despejado al Norte, pero hoy sigo todo cubierto. Mi objetivo inmediato ahora es localizar una fuente (del Joco) que hay por la ladera por encima del sendero. Unos 500 metros (10 minutos) después de pasar un tramo que describe un lazo (lazo que a su vez está después de la bajada con escalones y una subida también con escalones) me cuesta un rato localizar el principio de ese sendero, el que lleva a la fuente del Joco, reconozco el inicio por un pequeño murito de piedras que sale a la izquierda y por encima del GR. Pero el sendero está impracticable, lo sigo un rato entre los codesos y los pinos, pero cuando estoy pasando por un barranquillo con caída considerable y sujetándome a un escobón me doy cuenta de que el camino se ha perdido, la naturaleza lo ha borrado. Abandono la búsqueda de la fuente.
Regreso ileso. Regreso a cámara lenta. Hay demasiadas ramas a la altura de los ojos. Sigo por el GR 131. Es un sendero que me gusta mucho con ligeras subidas y bajadas y mucha vegetación en el sotobosque bajo el pinar. Cuando el sendero llega a una bifurcación (Portillo El Topo, 1570m), el GR 131 tuerce a la derecha para bajar (por la montaña del Topo), abandono el GR 131 tomando a la izquierda para seguir a la misma altitud (marcado con una equis roja y blanca). Este es el sendero que pasa por encima de Los Órganos. Inmediatamente ya noto que no está tan cuidado como el GR. Muchas ramas de escobones lo interrumpen, los codesos también. Es más estrecho y más expuesto. Hoy, a diferencia de otras ocasiones, no siento en absoluto el peligro de las caídas por el lado derecho del sendero con considerables pendientes de pinocha. Debe ser que estoy mucho más fresco y que para mí todavía hoy no ha empezado la excursión. Todo esto y un poco más es sólo para llegar al principio de la subida a La Crucita. El sendero sube y baja y atravieso la parte más húmeda (entorno al gran barranco de la Madre del Agua) con muchísimas plantas (véase la excursión 615 para una relación de las plantas que hay por aquí) entre las que destacan hoy las bencomias con grandes zarcillos. Voy de lo más entretenido cada vez más emocionado para no perderme el principio de la subida. Ya hace un buen rato, desde que estuve buscando el sendero de la fuente del Joco, que estoy bajo las nubes, con un poco de fresco.
En una esquina del sendero, en un cambio claro de dirección, paso el sendero que baja hacia la casa del Agua (1520m, excursiones 373, 1199 y 1253), no está señalizado. Unos veinte minutos largos y llego a la esquina de donde parte el sendero de subida (1455m), mi objetivo principal del día. Unos hitos, un par de metros por encima, señalan el principio del sendero. Son las 13.10h, han pasado unas tres horas desde que empecé, tres horas solo para llegar al principio de la subida. Estoy bajo la nube, tengo la esperanza de que en la subida en algún momento la sobrepasaré. De entrada, voy con el mapa en la mano, el mapa de Alpina con el recorrido de OSM inscrito. Lo guardo pronto. Voy bien guiado por hitos. La pendiente es fuerte (entorno al 50%), pero no la noto, voy más atento a localizar los hitos y continuar que al esfuerzo de subir. El sendero sube por el pinar por una arista o un poco a la izquierda sobre pinocha. En cierto momento (1660m) miro hacia arriba y veo un gran risco vertical (Roque la Abejera). Los hitos me llevan rodeando el risco por la derecha por una zona de vegetación muy variada. Y sobrepaso las nubes. Bien. El cambio es radical. La continuación es por un dique de tonos beis y marrón claro, muy erosionado, una escalera natural, y después por terreno de arena suelta hasta llegar a la cima del risco (1740m). Y entonces me doy la vuelta y tengo un momento sublime, la vista despejada hacia el Teide y las montañas de la dorsal, nítida, limpia, sobre el mar de nubes es arrebatadora. Y es que durante este tramo despejado rodeando y superando el risco estaba tan concentrado en subir que no he mirado hacia atrás en ningún momento. (Más tarde calculo con el programa Basecamp que este tramo tiene un nivel del 40%, impresionante). Podría haberme llegado al pico del risco, sin sendero, pero posible, pero hoy con el mar de nubes no merece la pena, en un día despejado tiene que ser un mirador que supere en mucho a todos los que hay en la ruta sobre Los Órganos. Otro día (excursión 1415). Además, todavía me falta mucho y no sé a qué dificultades me voy a enfrentar, aunque pensando que puede que lo más complicado ya lo haya superado.
El sendero sigue igual de empinado y algo más confuso, me empeño en ir descubriendo su zigzagueo, aunque igualmente se puede seguir simplemente campo a través. El serpenteo de este sendero me dice que es un antiguo camino para animales. Hasta los 1850m la pendiente es constante, las vistas estupendas, y después con la misma pendiente el firme empieza a ser de tierra suelta y lascas de piedra, y piedras. En los 1900m (otro 40% de desnivel desde el risco) se hace más llano, va rodeando/evitando la montaña de Las Cuevas. Más erosionado el sendero, pequeños sube y baja, tramos ocultos por codesos, pero ya con la vista de la carretera del Teide. El día seco y luminoso. Antes de lo pensado llego a las inmediaciones de La Crucita. Me siento fantásticamente. Lo he conseguido. Ha sido una subida fuerte, pero aquí estoy. Inmediatamente me cambio la camisa y la camiseta, totalmente empapadas. Las pongo extendidas sobre unos codesos para que se sequen. Me quedo a comer aquí, y hasta me siento con la vista del Teide y la montaña de La Negra. Oigo voces, de vez en cuando, de algunos turistas de paso que paran un rato aquí. Me lo tomo con calma lo de comer (14.44-15.23h). Al terminar recojo la ropa que está seca y acartonada. Mientras he estado comiendo se me ha ocurrido como seguir la excursión: voy a bajar por la pista que recorre toda la hoya de Pedro Gil. Otro gran valle creado por hundimiento (colapso gravitacional), tal como lo son el de La Orotava y el de Güímar.
Cruzo la carretera (1995m), paso la barrera, y empiezo a bajar por la pista ancha y cómoda. Hacia la derecha destaca la forma en sierra de varios picos y salientes entre los que está el de Cho Marcial/Del Valle. También a la izquierda hay picos, pero no tienen esa forma de sierra. Al principio del lado izquierdo está la montaña de Ayosa, a lo que sigue una suave bajada y una loma horizontal (Guañá) rematada por un saliente (Las Morras) antes de una bajada abrupta. Este valle tiene forma de embudo, unos dos km de ancho arriba, un km de anchura abajo, y unos tres km de largo. En la parte de abajo surgió, al principio de los 1700, el volcán de Las Arenas, un cono regular y que apenas todavía ha sido colonizado por las plantas. Es un valle profundo, la pared derecha tiene una altura más o menos constante de unos 400 metros en casi toda su longitud, la pared izquierda es igual de alta al principio y va teniendo menos altura a medida que desciende. Y todo su interior está cubierto de pinos. Que parecen formar ondas desde algunos puntos de vista. Un sendero (un camino de Candelaria) lo cruza bastante recto, así como la pista por donde bajo, la que voy a recorrer ahora. Me dará más tiempo y lo podré ir viendo con más detalle yendo por la pista que por el sendero. La pista ancha describe un inmenso zigzag en su recorrido hacia abajo, y tres veces se acerca a la ladera izquierda y tres veces se aproxima a la derecha. En el Sur está completamente despejado.
El día está cálido sin que haga un calor excesivo. Al principio tengo que abrir el paraguas para resguardarme del sol, más adelante los pinos dan sombra y puedo ir incluso sin las gafas de sol. En el primer extremo derecho de la pista hay una buena vista, casi a la misma altura (1950m), del pico del Valle (2030m), con el relieve de su gran paredón vertical resaltado por la manera que lo ilumina el sol, otras paredes están recorridas por grietas/barrancos verticales. El primer extremo izquierdo de la pista va por dentro del pinar, sin vistas. En el trayecto entre estos dos primeros extremos y el segundo extremo izquierdo voy pasando barrancos de laderas de picón con poca vegetación y donde hay muchos miradores. En el segundo extremo derecho (1650m) hay una vista al interior del, no muy ancho ni profundo, barranco de Casme y el sendero que lo recorre (excursión 531) y, también, del pico del Valle, que ahora destaca más conspicuo con una gran degollada a su derecha. Las laderas de otras paredes que son de picón tienen tonalidades verdosas de las plantas que crecen en ellas, da la sensación de que se podrían ascender. En el segundo extremo izquierdo (1600m) es imponente la vista de un saliente (el morro Bijache, 1820m) donde estuve una vez en todo lo alto (excursión 523). En esta gran travesía de la pista he ido viendo los cortes del sendero que va muy recto por el valle desde el mirador de La Crucita.
En la entrada al barranco de Casme (1540m) hay un depósito de agua y un grifo que da agua, me refresco los brazos y la cara, me gusta que las salpicaduras me mojen los pantalones y la ropa. Y la más impresionante de las vistas del pico del Valle es la que hay en el tercer extremo derecho de la pista (1500m) que ahora destaca 400 metros más arriba. Esta zona es bastante llana aquí abajo. Llego al volcán de Las Arenas, liso, sólo algo de pinocha gris cubre el principio de sus laderas, alguna pequeña planta crece en la ladera. Se alza unos cien metros desde donde paso. De vez en cuando me doy la vuelta para mirar la pared del pico del Valle que se va haciendo desvaída cuanto más me alejo, tomando una tonalidad ligeramente azulada. Sigo por la pista hasta que unas flechas blancas sobre postes de madera me apartan de la pista, Es un camino de Candelaria, tiene el suelo de arena gruesa, y se hunde la arena gris oscura o negra al caminar. Bien delimitado el sendero va evitando una finca con castaños que hay a la derecha. Los castaños están en flor y sus ramas largas llegan al suelo, nadie las ha podado nunca. El perfil del pico del Valle se va haciendo más desvaído y contrasta con el intenso verde de las hojas de los castaños y el negro fuerte de la arena volcánica.
En los 1240m abandono la zona volcánica para continuar por un sendero entre pinos. El sendero tiene el firme muy pedregoso y bastante irregular. Grandes pinos muy ramificados se ven en la bajada por el pinar. Paso un canal ancho y seco (1000m). En el segundo canal (960m), más estrecho y con agua, sigo un momento a la izquierda el sendero que va al lado hasta la vista sobre el profundo barranco de Las Saletas/Los Zarzales/Las Gambuesas. De vuelta al sendero de bajada viene la parte más irregular, con más piedras y más peligrosa hasta llegar al asfalto en los 840m. Las vistas son diáfanas a la ladera de Araya, la que encierra el valle por la izquierda y también hacia abajo. La bajada ahora es muy pendiente entre fincas y casas aisladas hasta Arafo, calle Libertad, hasta la estación de guaguas (19.16h) donde tomo un taxi (10€). Me baja a la autopista a la parada de Titsa y en un minuto, qué bueno, aparece la 111 (19.33h). En Santa Cruz (19.58h) espero cinco minutos para subir a La Laguna en la 015. En La Laguna (20.30h) ya me monto en mi coche y embalado, lo más deprisa que se puede, por fin, con más control sobre mi vida, regreso a casa, unas doce horas después de salir por la mañana.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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Chipeque a Arafo por Hoya Pedro Gil