• Excursión 306. 6 Julio de 2015. Lunes.
Camino los Márgenes. Barranco Araca. Igueste.
Municipio: Candelaria
ENP: Parque Natural Corona Forestal
De 17 a 19.30h. De 625 a 1000 a 625m.
Distancia: 3,6km. Duración: 2h 30m.
Recorrido de una pista por el borde del barranco de Araca, con vistas al interior en la primera mitad y con casetas y huertas a los lados de la pista. Más arriba de las casetas y fincas sigo por dentro de un pinar denso sin vistas al barranco por un camino de tierra hasta los 1000m. Regreso por el mismo trayecto. Lo que más me impacta son las plantas en los bordes de la pista
Vuelvo a Igueste y aparco el coche donde hablé con el agricultor amable (Camino los Márgenes). Para llegar aquí he salido de la autopista del Sur por Igueste, subido todo Igueste y continuado por una calle estrecha (La Morrita) y seguido subiendo hasta un espacio ancho (una curva) donde pueden aparcar varios coches en los 630m de altitud.
Son las cinco de la tarde y un sol de justicia. Llevo un litro de agua, el paraguas gris de golfista que compré recientemente y empiezo muy despacito. Así y todo, es demasiado temprano y hace demasiado calor. Hay calima y se anuncia tiempo muy caluroso. A la izquierda y de vez en cuando hay buenas vistas del barranco de Araca, de paredes altas, cubiertas las laderas de pinos. Las plantas parecen brillar en los bordes del camino, maravillosos los malpica. Despacio, buscando las pocas sombras y descansando logro subir hasta un llano (780m) donde, a la derecha, hay un camino de tierra, que va por la trasera de las parcelas y que en unos cien metros se convierte en un sendero muy cubierto de yerbas. Más adelante se despeja y es claro al lado de los restos de un canal. Sigo otros doscientos metros y supero todas las parcelas (880m). Por aquí el camino está muy despejado y alrededor solo pinos. Disfruto del olor a pinos, pero a pesar de que voy a la sombra hace mucho calor. Las laderas son muy verticales y sólo hay pinos. Tampoco hay buenas perspectivas ni vistas (hacia el barranco) porque está todo cubierto de pinos. Y en el mapa veo un buen barranco (Araca), pero yo no lo puedo ver. Llego hasta los 1000m y decido volver.
El camino en varios tramos está lleno de grandes rocas. Roscas que se desprenden de las paredes. Me impresionan ver en la parte alta de las laderas grandes piedras medio salidas, medio incrustadas, sujetas sólo por las raíces de los pinos en una especie de baile estático en el borde del abismo. Al volvoer al camino asfaltado (donde el llanito) hablo con un agricultor que riega sus vides. Ah también me encanta el olor a azufre del sulfatado de las vides. Este hombre resulta ser Santiago el canalero, de una edad aproximada a la mía, de ojos azules y buen aspecto. Afilado y alerta. Me pregunta sobre mí, mi profesión, donde vivo, donde he nacido. Él me dice a qué se dedica y también conoce Tacoronte y las cebollas dulces y rojas de Guayonje y me dice que el gerente de su sociedad de aguas vive en Mesa del Mar (Isidro algo). Me dice que conoce toda la zona y me da idea para varias excursiones. Vive aquí cerca, en el paso a la montaña de Arguama, me habla de la cantidad de pipas a la hora que daban dos galerías ya secas. Es una mina de información. Y tiene una vista de lince porque me va señalando algunos caminos de muy lejos con muchos detalles. Tiene dos hijas, que una es pediatra y que la otra estudió Turismo. Tengo que volver para hablar con él. Hoy no tengo tiempo, tengo que volver para hacer la cena.
Éxito de excursión. Con un solazo tremendo y un calor fuerte. Sin embargo, cuando vuelvo a casa ya por los Rodeos y, después en todo Tacoronte hay una niebla tan espesa que los coches sólo pueden ir muy despacio, no se ve casi nada. Máximo contraste de tiempos atmosféricos en el sur y en el norte. Llego a casa y está lloviznando.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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