• Excursión 1413. 30 Junio de 2022. Jueves
Lomo Iyonse. Degollada Blanca.
Municipio: Arico
ENP: Parque Natural Corona Forestal
De 11.03 a 19.20h De 800 a 1165 a 1125 a 1560 a 40m.
Distancia: 21,9km. Duración: 8h 7m.
Hoy quiero hacer la parte más complicada de una ruta circular que encontré en Wikiloc (AndresAE) a la que le he dedicado dos excursiones (1326 y 1405), ambas fantásticas. Vamos a ver qué pasa hoy. Esta parte complicada consiste en recorrer el cauce de un barranco y subir, a la izquierda, por la ladera, muy vertical, un desnivel de unos 150 metros con una pendiente del 35-40%.
Está lluvioso en todo el norte, ha estado lluvioso los últimos días. Me voy al sur para escapar de estos cielos encapotados y grises con esta lluvia fina que casi parece que no cae, pero lo moja todo. Llego tarde a Santa Cruz para tomar la 111, así que me conformo con la 110 (9.40h) y un plan alternativo un poco más caro, pero más seguro. Me asombra la cantidad de viajeros que se montan en esta guagua que se llena hasta los topes. En el trayecto me entretengo escuchando un podcast sobre Arthur Koestler y cuando me bajo de la guagua (10.22h) enseguida aparece un buen mercedes para subirme hasta El Bueno. El conductor, joven, va escuchando música así que yo sigo escuchando el podcast. Aquí en el Sur, en Granadilla y Arico está nublado, muy nublado. Me lleva rapidito hasta El Bueno y me bajo al lado de la finca El Helecho (11.03h, 38.55€).
Tengo muy claro que con este tiempo no voy a poder hacer el tramo que quiero, no solo está nublado, es que amenaza lluvia y las nubes están muy bajas, son casi neblinas. Y también tengo claro que lo voy a intentar. Ya veremos el tiempo que hace arriba cuando llegue al tramo decisivo. De momento este tiempo me viene muy bien para hacer la subida primera por la loma Iyonse. El esfuerzo físico fuerte dentro de la neblina es mucho más soportable. Me he bajado del taxi en un espacio llano pasada una curva después de la entrada a la finca, al lado de unas casetas. De entrada (no está en el track de la excursión reflejado) subo campo a través una ladera de jaras y arbustos salvando la primera curva, al llegar a la pista me echo a la izquierda y enseguida alcanzo el principio del sendero que está marcado con un hito (840m). Algo pedregoso y por un surco en el empedrado del camino parece quedar solo las piedras del borde externo. Y el sendero va por la parte izquierda de la cresta rocosa hasta que se suaviza y va por la pura arista. Paso un canal seco (920m) y un poco más arriba una torre de electricidad (945m) cuyos cables emiten un zumbido ligero. Pinos pequeños crecen en la loma y las jaras en flor están alrededor del sendero. Esta parte, y casi todo el sendero por la loma es muy cómodo de caminar, con el suelo bastante uniforme. Paso el canal de Aguas del Sur por unas losas (11.40h, 1040m), lleva tanta agua. Sigo subiendo por la loma entre los pinos. Y sigue estando muy nublado. Durante la subida me llega olor a animales encerrados, viene de la finca El Helecho, a la izquierda, cuyas instalaciones también se extienden por otra loma (Lomo Huertas la Vista). La neblina me impide ver con claridad la loma de la finca.
El sendero se bifurca en un sitio donde la pendiente de la loma es más fuerte (1085m). En la otra ocasión que recorrí este sendero (excursión 1405) yo venía de la izquierda, pero hoy prefiero irme hacia la derecha a ver qué me encuentro. El sendero, estrecho y menos claro, ahora llanea por la ladera de la loma unos metros, menos de cien, hacia un barranquillo y me cuesta un rato dar con la continuación, y sólo porque logro ver el sendero al otro lado del cauce del barranquillo, tengo que bajar al cauce y remontar un poco para alcanzar el sendero. Me gusta que haya dificultades y más superarlas. En la arista de la siguiente loma hay un hermoso hito, pero ni señas de un sendero. Subo por la derecha y al lado de unas terrazas sin ocupar y un poco más arriba al lado del muro de otra terraza con viñedos sin ningún camino, pero puedo progresar, la niebla es densa y me tengo que fiar de los muros y un poco después empieza una pista que sigo hacia arriba y que se va haciendo más clara y después de superar todos los viñedos se echa a la derecha y confluye con una pista donde hay un pequeño hito al lado de la entrada a la finca. Subo a la izquierda por la pista y en uno o dos minutos hace una curva de 90º a la izquierda y tras otro minuto otra curva de 90º, ahora a la derecha. Y en unos pocos metros localizo un canal, en realidad dos canales que van en paralelo. Sigo al lado del que está más arriba (que en algún momento lleva una tubería negra de plástico por dentro). Ya lo conozco y lo sigo con tranquilidad con sus tramos algo estrechos y yendo por dentro en otros expuestos, caídas a ambos lados.
Llego a una pista (Piedra de los Valientes, 12.20h, 1160m), la cruzo y sigo al lado del canal que va describiendo muchas curvas hasta que alcanzo una pista por la que sigo hacia la derecha. Esta pista va por la ladera de un barranco grande y a la izquierda voy viendo el canal que he seguido cada vez más arriba en la ladera, a veces con muros buenos de piedra de sustentación. La pista baja y cruza el cauce de un barranco (La Sorpresa/Ifonse), después remonta. Los cardos de leche crecen en la pista por todos lados en la superficie de la pista, señal clara de que no pasa ningún vehículo por aquí. Después de pasar este barranco llego a la cuenca de otro (El Sauce/Pasada de Los Bueyes) que tiene un magnífico rosetón de piedra basáltica y enseguida me meto por un camino ancho que va por el cauce del barranco hacia arriba. También por aquí crecen los cardos de leche abundantemente y están en flor. En unos cinco minutos llego a la bocamina de la galería Los Sauces (12.50h, 1150m) que está bajo un salto vertical. Subo por una pista hasta un poco antes de una caseta abierta y entonces subo por una escalera de piedra a la que le faltan los primeros escalones sobre una tubería gruesa (de las que se usan para evacuar los gases tóxicos de las galerías).
Aquí empieza la parte complicada de esta excursión. Tengo que subir por entre las plantas recrecidas y después bajar al cauce justo por encima del salto vertical. Ahora se trata de “simplemente” subir por el cauce, pero es que el cauce está completamente ocupado, lleno de plantas: tajinastes, escobones, malpicas y gracias a que muchos están secos puedo, con las piernas, ir aplastándolos y abrir un pasillo e ir avanzando lentamente. Afortunadamente después ya no hay tantas plantas cuando el barranco se empieza a estrechar y acanalar y puedo ir ascendiendo, lentamente, por el cauce que tiene muchos derrumbes y tramos de paredes verticales inversas por las que paso ligero, y más temo a darme un golpe en los salientes que a que me caiga una piedra. No tengo ninguna indicación de por dónde hay que desviarse a la izquierda para empezar a subir la ladera, sólo sé que al final de la parte transitable del barranco hay unas cuevas. Estoy tan enfrascado en ir avanzando entre plantas y piedras que no noto que se despeja completamente todo, lo cual es fantástico cuando me doy cuenta, es justamente lo que necesito para subir la ladera. Bastante arriba (1210m) veo un gran muro a la izquierda, es la indicación que estaba esperando para saber por dónde va el sendero que sube la ladera. De momento lo dejo ahí y yo sigo subiendo en pos de esas cuevas, que me hace ilusión ver, pero cuando llego a un gran salto (1220m), imposible para mí, y no las veo, me cuesta un rato asimilarlo y parece que he fracasado. Menos mal que entro en razón y me doy cuenta de que lo más importante es subir por la ladera, lo de las cuevas es secundario, puede que se me haya pasado en algún tramo del barranco, en alguna parte más ancha.
Regreso hasta el muro de piedra y enseguida subo hasta el muro, lo rebaso y tras rodear una esquina con vinagreras ya tengo una vista total de la pared del barranco y comparando el mapa (IGN) que tiene el sendero inscrito y la realidad ya veo por donde tengo que subir. Y la cosa se puede resumir así: sendero claro: cero, ladera de arenas sueltas: mil. Esperaba algo rocoso por donde trepar, lo que me encuentro es una ladera con muchas pequeñas cuestas de arenas de color claro por las que tengo que ir medio trepando, medio saltando y apoyando los pies en las piedras grandes incrustadas entre la arena para ir subiendo. A veces me da la sensación de que voy por un sendero, son las menos. De repente me empieza a picar un dedo y me doy cuenta de que se me ha clavado una púa de penca por dentro de una uña (como en las torturas) y me tengo que parar para quitármela y echarme desinfectante. Al menos descanso un momento. El sol da fuerte, ha sido un cambio drástico de tiempo, pero es lo que me conviene ahora: mucha luz. Poco a poco voy ascendiendo la ladera y cuando he subido unos dos tercios me dejo llevar demasiado hacia la derecha en pos de un supuesto sendero y cuando me vengo a dar cuenta me he encajonado entre una zona arenosa y muy inclinada y una pequeña pared rocosa vertical de unos dos metros que solo puedo superar gracias a un gran pino en el que me apoyo para trepar las rocas. Después es más fácil, “sólo” tengo que ir hacia la izquierda subiendo y resbalándome por la arena suelta hacia la parte izquierda de un saliente en la loma a la que tengo que llegar.
Llego exhausto a una parte llana de la loma (14.20h, 1350m) y eufórico, totalmente loco de alegría. Ha sido impresionante. Aquí estoy. Decido quedarme a comer a ver si me recupero. El suelo de este llano es tan arenoso y está tan suelta que apenas puedo caminar de un lado para otro, me tengo que quedar quieto en un sitio. Estoy en lo alto de una loma y todo lo que me rodean son grandes barrancos y abismos, pero tengo una enorme confianza en mí mismo y en mi capacidad para moverme por esta orografía tortuosa, por eso no le dedico ni medio segundo a sentirme perdido ni encerrado, ni copado. Sé que voy a poder seguir mi plan.
Bastante repuesto (14.52h) sigo subiendo por la izquierda de una cresta rocosa de color beis por un camino de esos que no lo parecen, pero que te permiten progresar. Superada esta cresta paso un llano (Degollada Blanca). Y en la siguiente subida paso al lado de un gran muro de piedra y cuando voy por la izquierda de la siguiente zona con cresta localizo dos cuevas y un gran muro por delante, un refugio de pastores, de pastores antiguos. Sigo subiendo por la izquierda de esa cresta hasta que en algún momento ya empiezo a ir por encima de la cresta por una zona de mucha roca con vistas al barranco desde el que subí por la ladera. Al otro lado hay grandes extensiones llanas con pocos pinos y el barranco en sí es enorme y muy ancho con vetas blancas horizontales y una gran variedad de texturas. El sol me casca fuerte y me protejo bajo el paraguas. Subo y subo por el borde con vistas y sé que en los 1550m aprox. me tengo que echar a la izquierda para, campo a través, alcanzar el extremo superior de la pista de la Piedra de los Valientes. Más o menos voy recordando este borde de cuando lo recorrí, en parte (excursión 1326) y cuando llego a un sitio que me suena mucho abandono el borde y empiezo a ir campo a través procurando no cambiar de altitud. Paso una primera parte con mucho escobón y malpica y cuando llego a una zona pedregosa extensa sin plantas ya la voy recordando hasta llegar al borde de un barranco profundo (Degolladas Blancas) que recorro por el borde hacia la derecha y cuando localizo un salto en el cauce bajo hasta su parte superior y lo atravieso y después remonto la otra ladera y ya sigo por una gran llanura sin camino, entre plantas hasta el borde de otro barranco (Ifonse), un barranco de sección regular en forma de uve y un cauce uniforme de basalto gris claro que es fantástico de ver. Me gusta.
Bajo por el borde del barranco hasta que encuentro un camino y un hito para bajar hasta el cauce, bajar un poco por él y salirme por la derecha y subir el ligero desnivel y en uno o dos minutos llegar al extremo de la pista de la Piedra de Los Valientes (16.02h). Todo está saliendo perfecto. Lo cual no es de recibo, es algo para celebrar. Y lo celebro yendo por la pista ancha, no por el camino estrecho y algo complicado que pasa al lado de la piedra de Los Valientes. Ahora, cuesta abajo y por esta pista fácil me voy relajando y tramando nuevas excursiones, una que suba desde aquí, desde esta pista hasta la torre de incendios de Los Picachos (excursión 910). Es una larga bajada que hago despacio, tiene muchos tramos arenosos con pendiente. Después de pasar los dos pinos monumentales del Horno del Buey (940m) en una bifurcación sigo bajando recto al lado (por la derecha) de la valla metálica de la gran finca de Chajaña. La pista de tierra no está mal durante 300 metros donde al llegar a una finca con moradas tipo frankenstein, quiero decir, una mezcla de caseta, rulot y pequeña piscina con tarima de madera y tumbonas, la cosa cambia radicalmente. Esa morada debe ser algún tipo de timo del Airbnb y ahora está más que vacía. A partir de aquí el firme es rocoso con grietas y agujeros, de los que me gustan y todo el rato al lado de la valla de la finca Chajaña. Voy bajando por una loma entre dos barrancos y a la derecha destaca la torre blanca de la iglesia de S Pancracio (excursión 885). Cuando, según el mapa, la pista tiene dos curvas describiendo una gran ese dejo de ver la pista, debe estar oculta bajo las plantas, en esta zona muy abandonada. Ahora tengo que seguir por un canal excavado en la tosca que va al lado de la valla. El canal y el terreno es escultórico, de líneas onduladas y muy duro, los zapatos se agarran bien.
En los 680m llego a un pequeño llano donde confluye un viejo camino que viene de la izquierda que recuerdo de otra excursión (la 617) y yo prefiero seguir bajando por la loma por donde ya no hay ni rastro de sendero, pero sin muchas plantas y por rocas puedo seguir bajando. En los 630m y al lado de unas casas con coches aparcados empieza el asfalto y un poco más abajo me sorprende encontrar una era (600m) antes de una curva de la pista. La era está en buen estado y con firme de piedras y el murito intacto. A estas alturas (bajuras) de la excursión voy muy bien, sin problemas y simplemente me dejo llevar por la pista en suave bajada hasta llegar a la carretera general por Icor (330m) donde tuerzo a la izquierda, paso un par de barrancos hasta que enfrente de una estafeta rural de Correos empiezo a bajar por una carretera (Leña Blanca). Toco en la puerta de una casa y sale una mujer en pijama que me sonríe tiernamente cuando le pido agua del grifo, me la trae y le doy las gracias, me gusta provocar esa sonrisa en una persona, y pedir agua es de las cosas que más me gustan, nunca me han dicho que no. Con el agua que me empiezo a beber sobre la marcha sigo bajando por esta carretera ancha por la que apenas pasan coches. Tras unos 2 km bajando y un poco después de una entrada con barrera hacia unos aerogeneradores me desvío a la izquierda por unos invernaderos abandonados, los atravieso y veo una gran fila de grandes invernaderos con cubiertas grises y pasando por el lado de arriba del primero de ellos los rodeo hasta llegar a una pista de tierra por la que sigo bajando. Me gustan estos grandes invernaderos de los que no veo el interior. Tras bajar unos cien metros me vuelvo a desviar por otra pista a la izquierda y la sigo un rato hasta que me salgo y ya, campo a través, me dirijo a un montículo que creo que es el que hay en el acceso a la autopista por Las Eras.
Sin embargo, cuando llego al montículo resulta ser un gran depósito de agua y tengo que rodearlo por una zona de jables hasta que me trepo a unos descombros y desde lo alto veo que todavía me queda un rato para llegar al montículo al lado de la entrada a la autopista. Y me gusta la bajada campo a través por un tabaibal sobre terreno volcánico negro, cerca de un barranco y por fin llego a la carretera. Ha sido un rodeo de lo más aventurero e incierto. Ha merecido la pena. El tramo final, la subida del montículo, se me hace muy largo. Una vez arriba ya me puedo relajar del todo. Cruzo la autopista por un puente y llego a la parada de guaguas (19.20h). Y no tengo que esperar mucho para la 111 (19.27h). Y como en otras excursiones largas instantáneamente me empiezo a sentir bien, bien, bien, perfectamente bien.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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Parte de arriba
Parte de abajo