• Excursión 1425. 18 Agosto de 2022. Jueves.
Parador. Degollada Ucanca. Ruta del Filo. Roque El Almendro. ZR Las Lajas.
Municipios: Vilaflor. La Orotava.
ENP: Parque Rural Corona Forestal. Parque Nacional del Teide
De 9.48 a 15.21h. De 2150 a 2430 a 2370 a 2460 a 2390 a 2440 a 2410 a 2440 a 2120m.
Distancia: 10.9km. Duración: 5h 33m
Segundo intento de subir al roque del Almendro, infructuoso también. Desde el Parador del Teide subo a la degollada de Ucanca y camino por la ruta del Filo hasta las faldas del roque del Almendro. No logro subir a él y desciendo por senderos poco claros hasta la carretera y en la ZR Las Lajas tomo la guagua a Arona
Con un tiempo poco caluroso hoy voy a intentar el recorrido que no pude completar en la excursión 1323: el que continúa por el filo después de pasar cerca del Sombrero de Chasna y rodea el Roque del Almendro.
Voy hasta La Orotava en coche y lo dejo en el aparcamiento frente a la estación de guaguas. Sobre la marcha me monto en un taxi (8,48h, es un viejo mercedes) cuyo conductor habla poco durante el trayecto y solo se anima un poco al final y me deja delante de la puerta del parador (49€, 9.48h, 2140m). La mañana es perfecta: despejada, sin viento y 28º de temperatura. Directamente enfilo el sendero (el 4 del PN del Teide) entre las retamas y los codesos que va hacia la pista de Las Cañadas. Lo están arreglando, alisándolo y quitándole piedras, una cuadrilla de cuatro aquí, y otra de otros cuatro en el cruce con la pista de Las Cañadas, a todos saludo y todos me saludan. De entrada, el sendero no tiene mucha pendiente, pero tras pasar un cono volcánico (a la derecha) se va progresivamente haciendo más empinado. Ya conozco bien esta subida y la hago a ritmo lento, y parándome sólo de vez en cuando para admirar el gran paisaje rematado por el Teide y comprobar cómo voy progresando con respecto al cono volcánico. Cuanto más arriba más zigzag tiene el sendero, minimizo el desnivel de los escalones altos apoyándome en otras piedras. Tengo un ligero respiro cuando voy pegado al risco y a la sombra por un tramo recto que poco después llega tras otro poco de zigzag a la degollada de Ucanca (10.41h, 2410m). Este sendero desde el cruce con la pista de Las Cañadas y por donde sigue ahora a la derecha es el PN31 (el sendero 31 del Parque Nacional del Teide). Ahora ya puedo ir disfrutando, no todo el rato, pero sí con mucha frecuencia, de vistas hacia el atrio del Teide, hacia la gran planicie que se extiende entre el Teide y las paredes verticales que cierran el circo por encima de las Cañadas.
El día está estupendo, no hay viento, y tampoco mucho calor. Pero, en realidad, todo esto para mí es sólo el preámbulo para la verdadera excursión y apenas me solazo con las maravillosas vistas. No voy del todo relajado porque creo recordar que hay un sitio complicado en esta ruta, pero no me puedo acordar de qué es ni dónde está. De momento voy subiendo y bajando por tramos más o menos sencillos y pasando por colinas suaves donde el sendero está muy claramente marcado. En muchos momentos tengo vistas hacia ambos lados del filo. A los veinte minutos largos llego a un risco rocoso, es recto y alargado y de unos pocos metros de altura, y sin pensarlo mucho sigo recto por su izquierda y dejo de ir por un sendero claro, y empiezo a ir entre piedras grandes por entre retamas recrecidas con telarañas donde eventualmente voy encontrando pequeños tramos de sendero. Cada vez más apurado, cada vez más perdido. Llega un momento en que mis alternativas son echarme más a la izquierda para bajar hasta el reborde del risco o tratar de pasarlo por encima, por la derecha. Al final opto por esta última y trepando logro superar el risco y al otro lado, y más o menos cerca, veo algo que parece un sendero. Destrepo y bajo y entonces me doy cuenta de que la ruta que va por el filo está lejos a mi derecha, es decir, el sendero del filo está muy lejos y coronando una ladera extensa y suave con retamas. Y ahora entiendo lo que me ha pasado. El risco rocoso y alargado está casi en perpendicular al sendero del filo y hay que evitarlo completamente al llegar a él subiendo por la derecha por su principio, cosa que hice bien en las dos veces anteriores que lo recorrí pero que hoy no he sabido hacer. Vale. Me he desviado mucho del filo y tengo que, con tranquilidad, ahora ir subiendo esta ladera (Mesa de Ucanca) e ir evitando las zonas más densas de retamas hasta que logro llegar al filo.
Una vez en el sendero la cosa es mucho más fácil y relajada. Menos mal que tengo un buen sentido de orientación, en general, y puedo corregir mis errores. El sendero es ancho y claro y sigue con buenas vistas hacia el Teide. Después de unos diez minutos de caminar por este sendero claro llego a una pequeña elevación donde el sendero se echa a la izquierda para rodear esta elevación que, aunque parece sencilla de entrada después sé que es rocosa y con saltos. Pero yo quiero ir por la parte complicada. Quiero ir por aquí por los tajinastes que crecen en esta zona. Aunque secos ya todavía están en pie y tienen un tono dorado y uniforme. Cada uno ligeramente inclinado, forman un conjunto muy estético, con algunos en primer plano y los otros formando el fondo me salen buenas fotos. Y son enormes, más altos que yo. Tienen las flores secas y arrugadas, pero todavía pueden aguantar en pie mucho más tiempo. En el suelo muchos rosetones verdes, son los que crecerán el año que viene. Después de esta zona de perfil suave el tránsito se complica bastante. Tengo que ir trepando y destrepando preciosas rocas pardas, beis y marrones de formas redondeadas que forman salientes y barreras. Me lo tengo que tomar con mucha calma y recordándome siempre que no debo saltar, sólo arrastrarme y deslizarme. Varias veces me parece llegar a la confluencia con el sendero ancho y cómodo, pero son los restos del viejo sendero que ya no se usa y pasa un buen rato hasta que por fin lo veo cuando confluye viniendo desde la izquierda, desde abajo. Paso un barranquillo y confluyo con él.
Inmediatamente después hay otro mirador fantástico y con una buena caída por debajo, por donde teóricamente hay una bajada que pasa al lado de una roca característica en forma de zapato, una bajada hasta la carretera. A mi izquierda destaca la montaña plana del Sombrero de Chasna. Yo sigo recto por el sendero del filo que todavía es bastante claro y que va casi por el puro borde superior del circo. En unos cinco minutos desde el mirador de la bajada el PN31 gira a la izquierda para empezar a bajar por una loma con retamas, pero yo sigo recto por el filo y el sendero va progresivamente siendo menos claro y pasando por zonas de piedras sueltas y lajas sonoras, es un sube y baja constante y que se me hace largo hasta que por fin llego al sito complicado (12.48h), hasta donde llegué en la excursión 1323. Es una pequeña planicie que es la parte derecha de una montaña plana y alargada que está en perpendicular al sendero del filo. A la derecha hay otro mirador fantástico. Rodeando esta planicie hacia la izquierda puedo ir viendo la caída de unos cinco a ocho metros por donde teóricamente podría destrepar, pero sin una clara indicación de por dónde sigue el sendero por debajo no me quiero arriesgar a bajar, a destrepar. Y eso que hay unas piedras muy ostentosas que algunas personas han puesto marcando una posible bajada, pero yo quiero encontrar algo más fácil, menos arriesgado.
Recorro con la vista toda la caída y entonces me doy cuenta de que, si recorro la planicie hacia arriba, pegado al borde y hasta el extremo, por ahí puedo trepar y bajar por encima de rocas que van poco a poco bajando hasta la base del risco, hasta la base de la caída. Todo el rato me voy diciendo que no me voy a empeñar mucho, que solo lo voy a intentar. Camino por la planicie que se va elevando ligeramente hasta un sitio por donde trepo y empiezo a bajar por encima de grandes piedras y poco a poco voy descendiendo al lado del risco (la caída) por unas piedras preciosas y enormes. Parece que se van cayendo de la planicie y se van amontonando aquí. Cuando llego a la parte de abajo del sitio donde estaban las piedras ostentosas ya sé que voy bien. El recorrido sigue siendo bastante complicado otro rato. Pero ahora voy viendo hitos aquí y allá que me van guiando en la dirección correcta por donde de vez en cuando hay pequeños tramos claros de sendero. La vegetación es de retamas, pinos, malpicas, y muy exuberante en este día luminoso. Además de los hitos me voy guiando por el mapa de IGN y sé que apenas tengo que bajar y que tengo que llegar a una degollada. El tránsito es muy lento y trabajoso, pero por fin llego a la degollada donde parece que hay restos de una vieja construcción, muy primitiva, circular, hecha de lajas planas. Estoy delante del roque del Almendro, en su base. A mi derecha hay otro mirador hacia el Teide, en el que apenas me entretengo, hoy estoy en otra cosa.
Ahora tengo que rodear el roque del Almendro por la izquierda, y después de rodearlo subir al Sombrero/La Sombrera, que no veo desde aquí en absoluto, está detrás del roque del Almendro. En los primeros metros del rodeo del roque la cosa va bien y los hitos me marcan bien el camino, pero pronto empieza a complicarse y a no ver hitos. Después de un buen rato despistado llega un momento en que al encontrar el siguiente se me acaba la paciencia. Se me acaba cuando me doy cuenta de que tengo que para rodear el roque (del Almendro) tengo que bajar bastante para poder rodear un risco que lo recorre de abajo arriba. Decido dejarlo y bajar por la ladera como buenamente pueda. Y entonces según empiezo a bajar voy viendo hitos que marcan por donde descender. Y entonces me doy cuenta de que los hitos no estaban para el recorrido que yo tenía en la cabeza sino para un recorrido circular que usa parte del PN 31. Cuando llego al pinar la cosa mejora bastante, las laderas cubiertas de pinocha, aunque resbaladizas son de trazado suave y me dejan bajar y bajar, y también voy aprovechando pequeñas aristas de lomas por donde aquí y allá sigo viendo hitos que marcan esta ruta circular. Es una larga bajada y cuando llego a la vista de la carretera por la ZR de Las Lajas me paro para comer. Después me acerco hasta la carretera y me quedo bajo un pino (15.22h) a esperar la 342 que sale a las cuatro del Parador.
Me siento, corre una deliciosa brisa fresca y disfruto del momento. Pienso que tengo que intentar mi plan desde el otro lado, desde el otro extremo. Otro día. Cuando por fin aparece la guagua (16.16h) empieza una larga sucesión de largos trayectos en guagua, cada uno distinto y todos interesantes. La 342 va por el pinar en una larga bajada y va pasando algunas poblaciones (Vilaflor, La Escalona, Arafo) en un recorrido sinuoso y también de rectas largas. En Los Cristianos (16.56h) tomo la 110 (17.16h) abarrotada hasta los topes y voy prensado al lado de un antipático viajero que afortunadamente se baja en San Isidro. La sensación de viaje total es muy fuerte en la guagua, mi estado de gracia y la amortiguación suave en la que parece que voy flotando sobre el paisaje escuchando música variada me hace ir en otro nivel, donde ya no tengo que tomar ninguna decisión sino dejarme llevar. En Santa Cruz (18.13h) hago una parada y compro algunas cosas en El Corte Inglés, que es un maravilloso contraste. Después sigo en otra guagua, algo destartalada, la 108, que me lleva de vuelta hasta La Orotava, pero ahora con poca gente en la guagua estoy más relajado y suelto y yendo en el asiento delantero capitalizo todas las sensaciones y los recuerdos de la fantástica excursión por el filo del Teide. He venido escuchando a The Orb y su música de género ambient y cuando ya estoy a punto de terminar escucho la canción “Europa” de Santana que es de lo más relajado y fresco. En La Orotava (19.17h) después de tres horas de retorno en guaguas termina el dejarme llevar cuando me subo a mi coche para volver a casa.
¿Cómo no voy a ser un adicto de estas excursiones? ¿Qué otra cosa mejor que esta hay?
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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Parador. Degollada Ucanca. Ruta del Filo. Base roque Almendros. ZR Las Lajas