• Excursión 1027. 21 Noviembre de 2019. Jueves.
Chirche. Camino Ramallo. El Jaral. Las Fuentes. Vera de Erques. Camino Cueva La Teja. Tejina.
Municipio: Guía de Isora
De 11.15 a 18h. De 887 a 755 a 985 a 710 a 770 a 558m.
Distancia: 14,4km. Duración: 6h 45m.
Dejo el coche en El Tanque y se suben conmigo, en la 460 (10.20h), dos turistas que van hacia Las Américas. La mañana está soleada y agradable de temperatura. De camino en la guagua veo que sobre el pico del Teide hay una capita de nubes, el famoso sobrerito. Con poco tráfico llegamos bien de tiempo a Guía (11.07h) donde me bajo al lado de la Casa de la Juventud y sobre la marcha tomo un solitario taxi que espera en la parada (11.08h) que me lleva derechito a Chirche (11.18h, 5,4€) y me deja en lo alto del pueblo justo donde empieza el sendero hacia El Jaral. Cuando me bajo un grupo amplio de franceses sale hacia arriba por el sendero que lleva hacia la casa forestal de Tágara.
Mi primer objetivo hoy es hacer el camino Ramallo, es otro camino que también lleva a El Jaral, pero sin subir tanto como el sendero oficial (el PR 69). Paso el lecho amplio y llano del cauce del barranco (Chirche), al otro lado remonto levemente y pronto me desvío del sendero oficial siguiendo recto en una bifurcación. Debajo veo un estanque vacío y enseguida llego a una casa antigua (Casa la Somadita) con una preciosa era por delante. El firme es de piedras blancas, grises y marrones, pequeñas y medianas, con tiras como radios desde el centro hasta los extremos, rodeada de un murito. Me encuentro con otros caminos que bajan, y pronto el camino se convierte en sendero pedregoso que va plegándose a las laderas sin cambiar mucho de altitud, paso hasta tres pequeños barranquillos (Hoya Vegueta, ¿?, Cazao). Bastante desierto de presencia humana, y los pinos empezando a colonizarlo, de nuevo. Antes de cruzar el cauce de un barranco más grande (Tauce) me desvío por la izquierda por un sendero que viene de arriba para acercarme a ver una era que está un poco más arriba en una esquina. Es una era de piedras pequeñas parcialmente colapsada y cubierta de bejeques, jaras y balos finos; al lado hay una caseta de piedra en ruinas. El sendero a la era está señalizado con hitos. Vuelvo a bajar hasta el sendero por el que venía y paso el cauce del barranco de Tauce. Al salir de la cuenca de ese barranco llego al borde de otro más grande y profundo, es el barranco de Ramallo y aquí mismo está la casa de Ramallo, es una casa antigua en ruinas, que todavía conserva los techos, de pequeñas habitaciones con un lavadero y pileta delante. La era que está delante según el mapa no la veo (ahora que estoy revisando esta excursión para publicarla, 7-2023, puedo verla en una ortofoto del visor del Gobierno de Canarias, está muy cubierta de vegetación, está 6 metros por debajo del sendero), y lo que creo que es otra era, también según el mapa (OSM) resulta ser solo una estructura pequeña con muros. Las laderas suaves y la vegetación poco densa hacen posible que se puedan recorrer las laderas.
Tras la casa de Ramallo el sendero sigue hacia abajo marcado con puntos blancos, flechas blancas e hitos. Pero como hay muchas posibilidades lo pierdo durante un rato entre terrazas abandonadas cubiertas ahora de escobones, hasta que bajo y bajo por la cresta y lo vuelvo a encontrar cuando empieza a torcer hacia la izquierda. Ahora es mucho más fácil de seguir, es estrecho, pero bien claro entre las plantas. Al otro lado, la ladera es alargada, muy alargada y regular terminada en una pared vertical, y de lejos no se ve en absoluto por donde puede ir el sendero. Tengo que ir bastante hacia arriba para alcanzar el cauce. Por fin lo alcanzo y lo paso y voy encontrando el sendero por la ladera de pendiente suave en ligero ascenso. Los pinos pequeños están por aquí y por allí. Tengo que caminar mucho para, poco a poco, ir acercándome a la pared rocosa vertical. Una vez que llego a la parte vertical el sendero es algo estrecho con vistas muy buenas hacia el ancho barranco. Y poco a poco la pared rocosa se hace más y más baja hasta que llega a la dorsal y empiezo a ver las casas por debajo de El Jaral. Aquí me despisto con los senderos y bajo demasiado erróneamente. Tengo que regresar para lograr ver que el sendero hacia El Jaral (SL 206) está claramente marcado con marcas verdes y blancas (excursión 735b). Por terreno más llano y a la vista de El Jaral continuo y paso entre dos hermosas eras, una a cada lado del camino, también veo una vieja casa de piedra y un horno intacto.
Llego al Jaral (13.31h), lo atravieso. Los cielos han estado nublados casi desde el principio y sólo he visto el sol al visitar la era apartada del sendero principal. Realmente los cielos nublados le quita mucho al paisaje, le quita tanta fuerza. Guiado por el mapa de OSM atravieso el pueblo (subo por Apóstol Santiago unos 30 metros, tuerzo a la derecha y bajo hasta desviarme, a la izquierda, por la calle Isla de Cuba) y llego al sendero fantástico y maravilloso que atraviesa un barranco grande y profundo y angosto, el barranco de El Pozo/Achacay (excursión 519). Hay restos de terrazas en la ladera de enfrente muy cerca del cauce, son pequeñas y están apiladas. Este sendero es serpenteante y va bajando y bajando ofreciendo distintas vistas del barranco, hacia arriba, hacia abajo, y llega al cauce, lo pasa (hay hitos marcando por donde salir o entrar al cauce) y en el otro lado el sendero apenas serpentea, con grandes tramos en curva y subiendo poco a poco para salir del barranco. Me encanta mirar hacia atrás y localizar por donde he estado bajando, las distancias parecen enormes, no hay ningún punto de referencia que permita percibir el tamaño, ninguna casa, ningún canal, solo las paredes rocosas. Llego a la carretera de Acojeja y empiezo a subir. Para descansar mis pies y también para no tener que estar tan atento al suelo, esforzándome tanto por saber dónde pisar, decido no seguir por el camino real (excursiones 519 y 916) y subo por la carretera asfaltada, mucho más larga, pero de pendiente más suave, así y todo me lo tomo bastante a pecho y subo lo más rápido que puedo.
Ahora que voy subiendo como un poseso esta larga carretera entre pinos pequeños y con algunas vistas hacia la montaña de Tejina pienso si no hubiese sido mejor llamar a un taxi en El Jaral y que me llevase a Vera de Erques para hacer el otro sendero nuevo que quiero hacer hoy, el que va hasta Tejina, pero ya que puedo y tengo tiempo lo he desechado, siempre se pueden descubrir cosas en los senderos, y tengo interés en algunas conexiones de los senderos entre Las Fuentes y Pino Redondo. Llego a lo alto de la carretera de Acojeja (El Choro), paso la era sobre suelo de piedra, sigo por la pista y rodeo una finca vallada para localizar una gran era con grandes losas radiales y, también en la finca, veo dos hornos. Vale. Regreso al sendero oficial hacia Las Fuentes (PR 69). Apenas me acuerdo de cómo era de la única vez que lo hice (excursión 519) y desde luego había olvidado que era en ascenso, estrecho y pedregoso, se me queda grabado porque decido comer sin parar de caminar y siempre que como subiendo la comida me resulta muy seca y tengo que hacerlo muy despacio las dos cosas: comer y caminar. El día se ha nublado más y apenas puedo discernir la montaña enorme de Tejina que tendría a la vista en un día soleado. Ya casi me estoy tomando el bizcocho cuando el sendero empieza a descender serpenteante para cruzar el barranco de Guaria/Flaire, que es el que rodea a la montaña de Tejina. Avisos de paso de agua hay a ambos lados del cauce. Al otro lado, el sendero sube suavemente pasando bajo algunos almendros y acompañado de una tubería.
Llego a Las Fuentes (15h), que está espectral bajo la niebla, las cuevas bajo las casas al borde de la carretera parecen agujeros hostiles, nada ver con la calidez de cuando les da el sol y parecen refugios. En las últimas casas de Las Fuentes me desvío por la izquierda por el sendero señalizado hacia Vera de Erques. Es una larga bajada por el pequeño cauce de un barranco (Barranquillo Los Chochos) hasta casi llegar a la pista cementada que va hacia Tejina, pero antes incluso de verla tuerzo por la izquierda (está señalizado) y sigo por el viejo camino real. El sendero hasta Vera de Erques es más o menos “recto” pero con muchas subidas y bajadas constante para atravesar barranquillos pequeños y medianos. Tras pasar el primero (Cuéscara) descubro una hermosa sabina, al otro lado de una terraza y al lado de un monturrio de piedras grises. Me acerco a comprobar que es una sabina, no puede ser otra cosa, pero así y todo me acerco a ver las pequeñas hojitas como escamas pegadas a las ramitas finas. De vuelta al sendero sigo entre escobones, jaras, malpicas, pencas. Algunas jaras están cubiertas de líquenes, es un lugar muy húmedo. Cerca encuentro una gran era, en un terreno llano, es la era del Tío Manuel, su suelo es de lajas dispuestas verticalmente y con otras planas, con un diseño de líneas paralelas y otras cruzadas. Una gran era. Justo enfrente sale un sendero hacia arriba que llega hasta Pino Redondo (a explorar otro día - excursión 1346). Sigo por el camino real sin vistas a Tejina debido a las nubes que suben pegadas al terreno. Paso por zonas de grava, rocas redondeadas y llego a la casa de los Goros (cartel de privado, pero ninguna barrera). Sigo bajando un poco y me salgo por la derecha del sendero y en el extremo de una gran terraza encuentro una gran era en perfecto estado con lascas dispuestas verticalmente formando el firme y diseño irregular, al lado una pequeña cruz de madera. Situaban las eras en lugares aventados y muchas suelen ser además miradores, como lo es esta. Sigo el sendero y paso una zona, por encima del sendero, extensa de terrazas abandonadas, de aquí sale tanto un camino hacia Pino Redondo (excursión 1346), así como otro que baja hacia el camino de la Cueva de la Teja.
Otro poco más de sube y baja cruzando pequeños barrancos y llego a la carretera de Vera de Erques (16.30h). Ya estoy cerca del segundo objetivo importante de esta excursión: el camino de la Cueva de la Teja, que empieza unos 200 metros más abajo (y está señalizado). Pero antes de acceder a ese camino busco por encima de la carretera (a la izquierda) otra era con nombre: la era del Portillo, la encuentro, está bastante invadida de vegetación, en medio de un campo abandonado. De vuelta en la carretera sigo bajando hasta el principio del camino, está señalizado con un cartel informativo. El sendero está parcialmente empedrado y delimitado con muros de piedra. En menos de cinco minutos llego a otro pequeño caserío (La Colateja) con algunas casas cerca del borde de un pequeño barranco (Cueva la Teja/Bicácaro). Aquí me cuesta dar con la continuación. Veo un tramo del sendero que remonta al otro lado, pero no veo la manera de conectar con ese tramo. Me paso de largo bajando, vuelvo a subir un poco y al lado de una casa con las puertas abiertas le pregunto a una mujer a la que asusto, pensaba que era su padre, me dice. Es amable y me lleva (subiendo otro poquito) hasta el principio de la bajada para cruzar el barranco. La bajada no está señalizada y parece que se mete uno en un camino privado, “por ahí es”. Es un tramo corto hasta el cauce y después un momento por el cauce para tomar el sendero que remonta.
Al otro lado y al lado de una casa veo que la mujer y un hombre (su padre) y a gritos me indican que no voy bien. Yo ya sé que me he salido aquí del camino, pero es que estoy buscando una era en la cercanía. Al hombre apenas lo entiendo por la distancia y por las palabras que usa. La casa parece haber ocupado el principio (o el final) del camino que vi arriba al pasar la era de la casa de los Goros. Doy vueltas alrededor, pero no encuentro la era. (Lo que sí encuentro es un sendero que lleva a otra era, pero mucho más arriba, al lado de un pequeño grupo de pinos. Me encanta descubrir y recorrer estos senderos perdidos) Sigo por la izquierda de la casa y en unos metros llego a una bifurcación (punto A). Tomo a la derecha, de entrada, el sendero es recto con buen firme, después bajo hacia el cauce de un barranco (Los Goros) y después de llanear un poco paso otro cauce (barranco Montiel) para empezar a subir. En este momento de la excursión yo ya estoy completamente afinado y si el camino existe lo puedo seguir instintivamente. Está medio oculto, pero la trazada tiene lógica porque va por el borde del barranco, el sendero todavía conserva algunos muros bajos, con la referencia (por arriba) de un grupo de pinos y una casa sigo subiendo y llego antes de lo pensado a una casa de piedra en ruinas y una era igualmente en ruinas con el suelo parcialmente hundido y muy sepultada de bejeques, verodes y malpicas. Las eras aguantan mucho y es muy raro ver una era en estado ruinoso. Pensando que esta era la única era me pierdo otra, unos 50 metros más arriba. Por momentos el día se ha oscurecido mucho y también por momentos he pensado que no me daba tiempo.
Logrado mi objetivo regreso por el sendero, paso los dos barrancos y regreso al sendero de la Cueva de la Teja (punto A). Ahora en bajada sigo por el camino que conserva algo de empedrado y un pequeño muro. Ahora anticipo dificultades porque, según el mapa, me tengo que volver a desviar para cruzar otro barranco. Llego a una bifurcación, en la continuación recta hay una fila de piedras atravesadas en el suelo, como formando una barrera simbólica, una indicación para senderistas de no seguir por ahí, y entonces yo sigo a la derecha para empezar a bajar a otro pequeño barranco (Cuéscara). Bajo y paso el cauce y remonto por un camino con una tubería fina y tras una ligera subida llego a una pista de cemento. Subo a la derecha y al lado de una casa (en reformas) encuentro a su izquierda el sendero que baja atajando hasta la pista de cemento de nuevo. Aquí se podría seguir atajando otro poco más rodeando unos viñedos vallados, pero implica una bajada un poco peligrosa por un talud arenoso. Es muy poco lo que me falta, pero ya no sigo por el viejo camino sino por la pista hasta llegara a las casas de Tejina (excursiones 767 y 773, calle Salamanca). Recordando bien este sitio ahora no bajo por la calle, sino que sigo recto y me meto al lado de una roulotte, que parece abandonada. Ahora aparece un pequeño barranco (La Asomada). Bajo y paso por debajo de una presa. Después me acerco al borde del precipicio para ver bien el salto que forma el barranco aquí. Como me gusta empezar a tener este dominio del terreno y acordarme de estos trucos para ir a mi aire. Remonto un poco y llego a otra calle de Tejina (Cataluña). Con casas pequeñas a ambos lados bajo como un veterano y después tras pasar la placita del pueblo con su iglesia y su laurel sigo por una calle larga y bastante recta (calle Virgen del Rosario) hasta llegar por la calle La Gomina hasta la carretera general (18h) a la parada de Titsa.
Ahora me toca esperar más que un rato. Hace un poco de fresco, me cambio y me pongo una camiseta y una camisa secas y protegido del ruidoso tráfico por mis auriculares me siento a esperar la 460. Al lado una venta está muy concurrida, muchos coches vienen a comprar y enseguida se van, deben venir por alcohol. Entro a comprar agua y me sorprende que la empleada sea china y con una gran pantalla con nueve cámaras controla todos los rincones del local. Gracias. Vuelvo a mi parada. Viene un joven, que fuma, habla, fuma, habla y fuma. Y, por fin, llega la 460 (19.01h). Salvado. Calorcito. Sigo escuchando música, aunque no la mejor posible, la cabeza ya no me da para tener paciencia y encontrar algo mejor en mi reproductor. Me gusta mucho que en El Tanque (19.52h) vuelvan a estar los tambores, aunque hoy están preparándose para empezar atendiendo al director.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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Chirche a Las Fuentes
Barranco de Guaria a Tejna