• Excursión 164. 7 Junio de 2014. Sábado.
Camino Barranco La Rosa - Mirador Las Lajitas.
Municipios: Santa Úrsula. La Orotava.
EPN: Paisaje Protegido La Resbala
De 17.30 a 20.10h. De 750 a 1240 a 750m.
Distancia: 6,6km. Duración: 2h 30m.
Recorrido por pistas agrícolas y senderos resbaladizos atravesando la franja de terreno junto al borde de la ladera de Pinoleris.
Mi objetivo hoy es alcanzar el mirador de Las Lajitas, del que me quedé muy cerca el día anterior. Dejo el coche en el mismo lugar: al principio del camino Barranco La Rosa (una pista lateral que sale del Camino Candelaria en Santa Úrsula, al que se puede acceder por Pino Alto). Llueve suavemente, pero estoy preparado, llevo mi chubasquero impermeable y un paraguas. La cámara colgada bajo el hombro va protegida. Nada más empezar paso al lado de una finca con rosas tiernas donde un gatito negro me mira curioso, casi inmóvil. El suelo de la pista es de tierra, irregular y va al lado de una finca vallada, pero no por mucho tiempo.
Voy despacio para no mojarme. Bien concentrado en el camino y en ir sorteando el firme irregular. Llevo auriculares puestos y escucho música misteriosa de género Ambient que parece que me viene de dentro del cerebro. El primer tramo empinado y pedregoso lo hago especialmente despacio, no quiero empezar mal. Paso un barranco somero (El Pino) y, poco después, paso una barrera metálica y alcanzo una pista. Sigue lloviendo. No me importa, estoy muy bien protegido. Todavía no lo sé, pero me va a llover durante toda la excursión. Parece que voy por un inmenso invernadero. No hay ningún viento. La luz difuminada es maravillosa para hacer fotos, aunque tengo que hacer malabarismos para sujetar el paraguas con una mano, y sólo con la mano restante medir la luz y tomar las fotos. La pista tiene bastante pendiente y pasa al lado de algunas casetas, es una zona de baja actividad agrícola donde veo aquí y allá campos plantados de papas. Abundan los castaños que ya están llenos de hojas. La pista está oscura pero el cemento estriado me da seguridad y puedo seguir bien hasta alcanzar un campo de centeno (920m) bajo un castaño imponente. También hoy me dedico a tomarle fotos al centeno. Las gotitas de agua recubren las hojas y las flores. No hay sombras. Sólo tengo que estar muy quieto, hay muy poca luz.
Un poco más arriba del campo de centeno me meto por un sendero que sale a la izquierda, Ascender por este sendero estrecho se me hace complicado, está tan cerrado de plantas por arriba que el paraguas va chocando con las plantas y me chorrea el agua acumulada en las hojas y las ramitas. Empiezo a fijarme que abunda una planta de flores violeta claro con capullos pequeños y hojas verdes alargadas. (Todavía faltan años para que sepa que se llama amagante, y en interesarme por conocer los nombres de las plantas y si son endémicas o no). Me fascina el color lila y la textura, como de papel, de sus pétalos. Están quietas bajo la suave lluvia y dominan todo este tramo. El ambiente me va conquistando. La vegetación está fresca, vibrante, todas las plantas están recubiertas de diminutas gotas. La música me acompaña muy bien, me fija, me tranquiliza, me concentra en lo que veo. Y a pesar de que no deja de llover en todo el recorrido, me siento protegido por mi paraguas y mi chaqueta impermeable, los zapatos también resisten bien. Cuando salgo de este sendero y accedo a una pista (1020m) las zarzas que cuelgan de los árboles me enredan el paraguas y me lo quitan. Son tan puntiagudas las espinas de las zarzas. Vistas al microscopio son muchísimo más finas que un alfiler o una aguja.
En menos de cien metros me salgo de la pista para meterme, por la izquierda, por otra menos importante. Es un camino-surco donde todo está muy resbaloso y también aquí el paraguas golpea las ramas. No puedo ir sino despacio. Los surcos se han hecho en un terreno arcilloso, terreno impermeable que escupe el agua. Empieza a gustarme mucho este monte. (Esta pista va por el Paisaje Protegido La Resbala. Y la pista, también, delimita otro espacio natural protegido: la Reserva Natural Integral de Pinoleris, lo dice un cartel). En los 1080m salgo de este sendero estrecho entre plantas cargadas de agua y llego de nuevo a una pista (Pista La Orotava). De la que me vuelvo a salir, por la derecha, en menos de cien metros por un camino ancho por el que sigo subiendo entre las plantas con rocio. En los 1160m vuelvo a la pista La Orotava y sigo subiendo por ella con pendiente constante y fuerte. El suelo está muy resbaladizo, sigue lloviendo, todo va bien. En los 1200m tomo a la derecha en una bifurcación y sigo por un camino más estrecho que la pista. El suelo está cada vez más resbaladizo, es impresionante. Por esta zona me quedé el día anterior sin poder conseguir llegar al mirador, hoy sí, hoy sí lo consigo y llego al mirador de Las Lajitas (Cruz de Las Lajitas) en una hora y ocho minutos. Como está tan nublado no hay vistas sobre el valle, pero no me importa. Por otro lado, me doy cuenta de que no hay vistas completamente diáfanas, delante hay muchos pinos altos sin podar.
Coincido en el mirador con un motorista que se dispone a bajar. Charlo un rato con él: “cuando el tiempo está húmedo el suelo se pone más resbaladizo que el fairy” me dice. Tengo una gran sensación de exclusividad, de estar en mi monte privado. Un banco de madera medio roto y los restos de una choza en el mirador parecen abandonados hace mucho. Alrededor del claro hay tajinastes y las zarzas tienen vida con sus pequeñas florecitas rosadas. En los pinos cuelgan los líquenes verdes que hoy sólo son grises. Sigo un rato pista arriba, pero al comprobar la hora decido regresar. He estado estudiando mucho tiempo esta pista y sé que en los 1400m hay una choza (Almadi) y que a partir de ahí la pista baja hacia la caldera de Aguamansa. Por ahora está fuera de mi nivel físico.
En esta zona además de los pinos, algunos enormes, abundan los brezos, todos cubiertos de agua y destacan entre ellos los que se han secado, los delatan sus ramas pardas, rígidas y estiradas. Las plantas de las flores violetas están por todas partes, es la nota de color entre la grisura del día.
(Además del amagante, tampoco sabía reconocer la morgallana, el jaguarzo (jara), el madroño, la chicharilla florida, la mosquera común (lengua de pájaro), la haya. Tuve que estudiar muchos libros para poder reconocerlas, todas esas plantas están aquí en el Paisaje Protegido de la Resbala).
Pulsar en el siguiente enlace para descargar el track de la excursión
Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
https://drive.google.com/file/d/12YosR3ufcEQDGMpXvwauQYeXFNPP4dvB/view?usp=share_link
Camino Barranco La Rosa al Mirador La Lajita