E-759 Barranco de Tajao

• Excursión 759. 26 Marzo de 2018. Lunes.

Barranco de Tajao.

Municipio: Arico.

De 15.45 a 18.11h. De 70 a 0 a 60m.

Distancia: 6,3km. Duración: 2h 26m.

Recorrido por el barranco de Tajao entre la costa y la autopista. Comienzo con un acercamiento confuso y superfluo al barranco y después ya desde la costa lo camino siguiendo buenos carteles informativos que explican los eres, los diversos materiales rocosos en el curso del barranco, el arco y las canteras que sigo en ese orden. Es un barranco pequeño y muy interesante coronado con un precioso arco natural

En Santa Cruz nublado cuando salgo con la 111 (15.02h), con pocos pasajeros en comparación con la 110. Hay nubes ligeras a lo largo de todo el viaje por el Sur, bastante claridad, escuchando los nostálgicos éxitos de 1963. Cuando me bajo de la guagua en Tajao está nublado y muy ventoso (15.45h, 70m). Cruzo el puente sobre la autopista con mucho viento y bajo por la carretera hacia Tajao con más viento todavía, me cuesta trabajo mantenerme fuera del asfalto, hay cierto movimiento de coches. El viento me zarandea con mucha fuerza, el ala del sombrero se inclina y no me deja ver por dónde voy, es muy desagradable. Ya me voy preguntando si esta excursión es posible y si no me tengo que volver inmediatamente. En 15 minutos llego a un restaurante (Las Arenas) a la entrada de Tajao. Veo un barranco que empieza en un llano rodeado de una pared alta y vertical de piroclastos claros y me meto por una pista que va hacia dentro. Sólo tengo el mapa de la ruta por dentro del barranco de Tajao, y como no tengo un mapa general de este pueblo y de cómo llegar a él, mi idea de ir por el barranco me parece buena. Avanzo hasta ver las casas y me encuentro con un paso angosto del barranco donde las rocas están moldeadas por el paso del agua torrencial y forman curvas y agujeros muy redondeados y muy estéticos. Pero hay un salto, pequeño, pero suficiente para no poder seguir, debajo hay un gran charco. Trato de ir por la derecha, por terreno muy inclinado y derrubios y bajo arrastrando el culo para las rocas y la arena, así ya no me puedo caer, pero cuando estoy a la mitad me doy cuenta de que abajo hay otro desnivel de manera que tengo que recular, nunca mejor dicho y regresar a las rocas redondeadas. Vuelvo hacia arriba y salgo por la izquierda hacia una casa con nuevas casas, la recorro pero de nuevo me encuentro con un gran desnivel que no me deja bajar hacia el pueblo.

Ya está claro que por aquí no se puede, regreso hasta casi llegar al restaurante a la entrada de Tajao (Las Arenas) y antes de llegar a él acorto (hacia la derecha) por una pequeña loma hacia la carretera que está por detrás del restaurante. Pero al subir la loma el viento es tan fuerte que tengo que ir inclinado hacia adelante, la arena me golpea en la cara. No dura mucho y alcanzo la carretera, aquí hace menos viento y puedo recomponerme. Sigo bajando por la carretera y llego al pueblo donde hay muchos restaurantes que sirven pescado. Bajo hasta la plaza donde está la iglesia y sigo hacia la playa, hacia la izquierda, pero cuando intento subir por una lomita el viento es tan fuerte y además trae agua y arena que realmente es imposible. Al menos me da para ver la espectacular costa con paredes de piroclastos sólidos y muy esculturales. Es lo que tiene esta costa, un viento brutal. Callejeo y vuelvo a salir del pueblo y un poco antes de regresar al restaurante Las Arenas por segunda vez encuentro una pista que baja hacia la costa, enseguida se convierte en un sendero poco claro que va por un barranquillo. El viento no es tan fuerte y llego a una playa de cayados pequeños. Un coche está aparcado cerca de la playa, ¿por dónde habrá venido? ¿qué se puede hacer hoy aquí en esta playa tan ventosa? Demasiadas preguntas, bastante tengo con lo mío. Estoy muy confuso y sin ninguna idea clara de si voy bien.

A mi izquierda sube un barranco de cauce muy ancho y rodeado de paredes no muy altas, debe ser este el barranco (Tajao/Bijagua) por donde va el sendero. El suelo es lodo cuarteado. Se notan las últimas lluvias. Empiezo a subir campo a través por el barranco. Y no pasa ni un par de minutos cuando veo un cartel a unos 20 o 30 metros. Me acerco y veo los restos de una construcción circular. En el cartel leo que son las ruinas del “pozo de debajo” de Tajao. Conserva parte de una pared y es bastante grande. Llueve tan poco aquí que con estos pozos captaban el agua que fluía por el barranco en las lluvias torrenciales y extemporáneas. También usaban la técnica de los pozos de arena (eres) que acumulaban el agua que corría por encima y cuando la necesitaban escarbaban (otra manera de extraer el agua era poner un paño en la arena y sorber directamente). El sendero por aquí va bien señalizado por una doble fila de piedras. Salvado por la campana. Ha sido un principio de lo más confuso, pero lo he conseguido y ya estoy subiendo por el barranco de Tajao/Bijagua. En el barranco el viento es flojo y hay muchas señales del agua reciente: yerbas peinadas, charcos secos y arenosos, marcas blancas en las pocetas y plantas con aspecto más lustroso del usual aquí. Las paredes del barranco son de poca altura y de muchas formas y colores: grises, azuladas, marrones, anaranjadas, beis, y tienen texturas y materiales muy diferentes. Un poco más arriba hay otro cartel con información de los tipos de rocas y de cómo se formaron (sobre barrancos primitivos bajaron grandes ríos de piroclastos que fueron rellenando y moldeando con nuevos materiales los más antiguos). Hay muchos huecos en las paredes y algunas están rematadas con rocas en forma de olas espumosas. Tantas excursiones son como esta, una primera parte desalentadora y después el descubrimiento de cosas maravillosas. Ahora ya he sintonizado completamente con el ambiente y absorbo todo lo que veo y voy más despacio. Después de pasar un segundo pozo, más pequeño, el sendero me saca, por la derecha, del barranco para evitar un salto (Saltadero Mondengo, en la segunda vuelta lo veré) y trepa por un pequeñísimo barranco con el cauce de piedras grandes. Arriba hay un buen mirador y otro panel informativo.

Después de subir el sendero vuelve a bajar al cauce. Por aquí el cauce es de basalto gris muy redondeado, parece que son turbulencias acuáticas inmovilizadas con una varita mágica, es un tramo bastante llano con todo tipo de formas redondeadas y donde hay charcos secos con arena blanca en el fondo e innumerables líneas de nivel de las sucesivas evaporaciones del agua. En el basalto negro hay incrustaciones de piedras negras, también pulidas. Hay piedras de todas las formas. Cruzo el cauce y el sendero me lleva a otra buena sorpresa: un gran arco natural: el arco de Tajao. Es mucho más ancho que alto y tiene un segundo arco más pequeño en su interior. Lo rodeo y lo veo desde un lado y desde otro. Está hecho por la erosión del viento y del agua en las lomas de piroclastos. Un panel informativo explica la manera en que se han formado. El sendero ahora empieza a bajar (hacia el mar y en paralelo, más o menos, al cauce del barranco) por la parte superior de la otra ladera donde está el arco. Llego a un tabaibal grande de tabaiba dulce. En un panel dice que lo de dulce es para diferenciarla de la tabaiba amarga que es muy caustica (la usaban para anestesiar los peces en charcas, por ejemplo). La tabaiba dulce, en cambio, la usaban hasta para hacer chicle.

Sigo bajando y llego a una cantera abandonada que tiene enormes apilamientos de descartes, aquí trabajaban los canteros sin ninguna protección y con muy pocas herramientas. No hay ningún resto de construcción, sólo las montañas de piedras pequeñas. Trabajaban al sol y a merced del viento, que como ya he experimentado puede ser muy fuerte. Qué vida. Sigo el sendero y enfrente del primer pozo bajo al cauce y hago una segunda vez el recorrido hacia arriba. Esta vez en el desvío sigo por el cauce hasta que veo el enorme e impasable salto. Vuelvo al sendero y ya me voy hacia arriba, hacia la carretera, y cerca de ella veo una pequeña presa con agua, ¿quién cultivará hoy en día aquí? Llego a la parada en la autopista (18.11h) y ya me relajo del todo esperando la 111,

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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla

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