• Excursión 835. 10 Septiembre de 2018. Lunes.
La Vega.
Municipio: Icod de los Vinos.
De 14.45 a 19.45h. De 600 a 720 a 250m.
Distancia: 9,2km. Duración: 5h.
Exhaustivo recorrido por La Vega (Icod de los Vinos) donde consigo localizar 16 eras en este pueblo de las medianías (importante centro agrícola antiguamente) donde se conservan muchas viejas casas y que parece haberse quedado congelado en el tiempo
La idea para esta excursión surgió al estudiar el mapa de Icod y descubrir que en La Vega hay muchas eras diseminadas por todo el pueblo, lo cual me resulta muy llamativo porque en la excursión (la 320) que hice por La Vega no vi ni una. Deben estar muy escondidas. Con el mapa espero encontrarlas.
Voy hasta Icod en coche desde Tacoronte (14.02 a 14.39). Con la idea de tomar un taxi me acerco antes por la estación de guaguas y resulta que la 360 está retrasada y me puedo subir justo cuando sale (14.48h). Esto es un buen augurio. Está despejado y con un poco de viento cuando me bajo en la solitaria calle principal de La Vega (Paseo de Venezuela, 15h, 645m), al lado de la única venta que hay en el pueblo. La venta tiene, en la fachada, unos bonitos carteles antiguos de Coca Cola, son de cerámica. Hoy, sin embargo, un cartel dice “esta tarde no abrimos”. El ambiente en el pueblo es comatoso.
Debido a que las eras están muy repartidas me he hecho un plan provisional que consiste en subir primero para investigar las que están por encima de la calle principal y después ir hacia la parte de abajo para seguir de alguna manera, no sé muy bien cómo, hacia Icod. Avanzo, en la misma dirección que traía la guagua, por el Paseo de Venezuela y empiezo a subir por la calle Uruguay y en la confluencia con una calle que baja (Travesía Venezuela Dos/Caserío La Vega Alta) descubro la primera era, empiezo bien. La reconozco porque estoy en el sitio que indica el mapa porque, en realidad, es difícil de ver. La era está cubierta de ramas y el suelo es de tierra. Está en un sitio despejado, sin casas alrededor, un buen sitio para una era. Después subo recto (avanzo unos 150 metros) hasta que termina la calle en algunas casas aisladas con huertas, pero no logro dar con ninguna de las dos que hay por aquí, al no estar al borde de la calle pueden ser inaccesibles dentro del patio de alguna casa. Bajo y tuerzo a la derecha por una calle (sigue siendo la calle Uruguay) con algunas casas antiguas, pero también otras muy nuevas. No veo a nadie. Tras unos 150 metros llego a una calle (Camino las Cabezadas) que recuerdo bien de la otra excursión que estuve aquí (la 320). El lugar tiene una vista estupenda del Teide por encima de una casa aislada. Una casa que está demasiado debajo del nivel de la calle, pero que tiene cosas interesantes, la fachada antigua de los años 50, el aislamiento, el espacio llano delante de ella, y porque detrás de la casa hay un barranco muy verde (Laderas de Tigaiga) todo cubierto de plantas.
Subo por la calle Camino Las Cabezadas y enseguida tuerzo a la derecha por una pista de tierra, pero no consigo localizar una era que supuestamente está al final, como tampoco poco después cuando vuelvo a la calle y encuentro otra entrada a la derecha. No me desanimo y sigo subiendo. Y ahora, tras avanzar por la calle unos 100 metros, sí que encuentro una era a la derecha de la calle, está en un terreno de yerbas secas, y también es difícil de ver. Esta era (la segunda, 735m) tiene algunas piedras en el suelo y no tiene murito. Es algo más grande (15m Ø) que la anterior (12m Ø), me gusta su localización y el ambiente de abandono. Vuelvo a la calle, un poco más abajo, sólo unos 10 metros, me meto, a la derecha, por un pasillo al lado de una casa vieja. Bajo por un sendero medio oculto hasta que encuentro una gran era (16m Ø) que ocupa un bancal grande, esta era (la tercera) conserva una parte del muro y algunas piedras del empedrado. Tiene buenas vistas hacia el barranco. En esto aparecen unas gallinas que muy tranquilas picotean en el suelo, y que le dan mucho ambiente rural a la era. Justo por debajo (a unos diez metros) localizo dos eras más que están pegadas, una al lado de la otra. Una era está cubierta de palés de madera y tiene murito (9m Ø, la cuarta) y la otra lisa y con muro, también (10m Ø, la quinta), ambas más pequeñas que la tercera. El ambiente es de abandono, no llega a ser un vertedero, es simplemente un lugar desolado, aunque las gallinas indican algo de actividad humana. Cruzo estas eras y encuentro un sendero que baja entre las eras pegadas y la trasera de una casona antigua, es un sendero antiguo, la casona es también muy vieja (ahora que estoy escribiendo esta crónica veo en la foto aérea de la zona que hay una era grande -15m Ø- al otro lado de la casona). Bajo por este sendero, paso un patio cerrado donde hay cabras y gallinas y sigo bajando hasta llegar casi al cauce de un barranco (Laderas de Tigaiga) donde encuentro un bosquete de laureles. Es un lugar encantador, los árboles son grandes, y están agrupados, pero no encuentro la manera de seguir bajando, al otro lado veo campos cubiertos de plantas, parece un sitio donde se cultivó pero que se ha abandonado, no puedo pasar. Vuelvo por el mismo sendero antiguo hasta la calle de Las Cabezadas.
Al salir a la calle me cruzo con unos jinetes que suben hacia el monte. Bajo por la calle y tras unos 70 metros me meto a la izquierda por un callejón asfaltado a la izquierda y enseguida (en 30 metros) encuentro una era (12m Ø, la sexta) de la que ahora no queda prácticamente nada, sólo su superficie lisa, ni rastro del murito. Vuelvo a la calle y en unos pocos metros me meto por una pista a la izquierda, tras recorrerla no encuentro otra era que hay por aquí (con la foto aérea puedo verla ahora que estoy revisando esta crónica, está por debajo de la pista en la trasera de una casa reciente y muy cubierta de vegetación). Vuelvo a la calle Las Cabezadas y bajo por ella (unos 130 metros) hasta una bifurcación de calles y tomo a la derecha por la calle Cuba. Me fascina la mezcla de casas de los años cuarenta, casas modernas, casas remozadas y casas antiguas abandonadas, todas muy pegadas, todo muy mezclado. Sigo bajando y unos 50 metros antes de que la calle Cuba llegue a la carretera general (Paseo de Venezuela) tuerzo a la derecha por una calle (Camino Cruzadilla). Por aquí y cerca y a la derecha de esta calle hay dos eras, pero no logro dar con ninguna (de nuevo y ahora que estoy revisando esta crónica puedo ver dónde están, están a unos 80 metros desde el principio de la calle, al lado de una casona antigua, están juntas y ambas de unos 12m de diámetro). Regreso por la calle Cruzadilla y bajo hasta la carretera general por una calle que tiene un tramo solo para peatones, con mucho desnivel. Ahora en la carretera general tuerzo a la derecha, cruzo el barranco, que sólo es profundo hacia abajo, y ya fuera del pueblo camino hasta una pista que sube, subo por ella hasta un bancal, donde se cultiva más allá, y encuentro a la derecha una era grande (14m Ø, la séptima), con muro y suelo de tierra. Me resulta milagroso que se conserve el murito, aquí en medio de un terreno cultivado.
Bajo a la carretera y camino hacia el pueblo, paso el puente del barranco, paso la venta (hoy cerrada) y me meto por la primera calle que baja a la derecha (Caserío el Molledo). Tenía que haber una era en la primera curva, pero debe estar tapada por plantas, no la veo, debería estar en el terreno de una casa antigua, muy vieja, que sí puedo ver a mi izquierda. Vuelvo al Paseo de Venezuela (Carretera general). Y sigo hacia la iglesia, la paso, un joven discapacitado sentado en una silla de ruedas parece decirme algo, pero no le entiendo, otro joven, con cara de muy aburrido me mira con un poco de hostilidad, están juntos, pero no lo parece. Paso una calle (a la derecha) y después, también a la derecha, paso la calle Atteneri. Sigo por el Paseo Venezuela y subo por la primera calle a la izquierda (Caserío La Vega Alta). Subo por la calle unos 40 metros y me meto a la derecha y encuentro enseguida tres eras grandes, que están pegadas, las tres con muro y suelo de tierra. Empezando por la más próxima a la calle tienen 13m, 11m y 12m de diámetro (la octava, la novena y la décima). Están cubiertas, en parte, de plantas. Y se corresponden con tres casas antiguas, tres casonas antiguas grandes, que están por debajo y que dan a la calle principal (Paseo de Venezuela), tuvieron que ser casas importantes en su momento. Me deja impresionado encontrar tres eras pegadas pero cada una perteneciente a una hacienda diferente, menuda competencia había entonces.
Bajo por la misma calle, tuerzo a la derecha y en unos 30 metros me meto por la primera calle que sale a la izquierda (Caserío el Molledo). Tras una curva a la izquierda localizo, a la derecha, fácilmente una era (10m Ø, la undécima), el lado inferior está elevado sobre el terreno, sujetada con un gran muro de piedra. Un hombre que llega me interpela, le digo que estoy viendo eras. Cuando sale de su asombro ¡soy el primero que ven buscando eras! habla conmigo y me dice que al lado de la que he visto, elevada también, hay otra, pero que está cubierta por los frutales, que, frente a su casa, que está más abajo, hubo otra pero que ahora es un viradero y que más abajo hay otra más aunque me añade “por ahí no se puede ir”. De lejos puedo ver la que ahora es un viradero, lisa y bien reconocible (13m Ø, la duodécima). (Con la foto aérea puedo ver otra era más pegada a esa, algo más pequeña). El hombre me da mucha información, demasiada, por ejemplo, que, en una casa antigua, que me señala, el retrete estaba sobre el chiquero y los cerdos daban cuenta de todo. Según va hablando me doy cuenta de que se muestra muy inseguro conmigo, me da la impresión de que me toma por lo que no soy, pienso que cree que soy algún tipo de inspector. Él me da el dato de que las tres eras pegadas se corresponden con las tres casas. Le agradezco la información. Sigue hablando y casi parece que me está haciendo una (imaginaria) llave de yudo, me resulta un poco asfixiante que sea tan amable. Me logro zafar y me voy.
Regreso al paseo de Venezuela, tomo a la izquierda y cuando llego a la calle Atteneri bajo por ella. Tuerzo a la izquierda dos veces seguidas en dos bifurcaciones muy cercanas entre sí y sigo por una calle llana (Tamonante). Por aquí me sorprende ver a una mujer mayor en camisón, le tengo que repetir dos veces lo que estoy haciendo para que me entienda. A unos cien metros de la última bifurcación logro ver una bonita era, cuidada, dentro de un recinto vallado, tiene muro y parece haber sido renovada (13m Ø, la décimo tercera). (En la foto aérea puedo ver otra era más por debajo de la otra). Regreso por la calle Tamonante, tuerzo a la derecha en una bifurcación, en la siguiente, también a la derecha y después sigo recto en un cruce de calles. Avanzo unos cien metros (calle Caserío el Molledo) y localizo a la derecha y sobre la calle otra era con suelo de cemento y un pequeño muro (10m Ø, la décimo cuarta). Regreso por la misma calle y empiezo a bajar por la primera calle a la izquierda (Camino Bajada del Pino) y al poco de bajar (unos 80 metros) me desvío por un callejón a la derecha y llego a la mejor era de todo el recorrido. Esta era está en un lugar con vistas despejadas, y el suelo empedrado (15m Ø, la décimo quinta). (Mirando la foto aérea del año 1964 puedo distinguir hasta cinco eras más en un radio de 60 metros, que en parte son visibles también en la foto aérea actual, casi parece que cada casa tenía su propia era).
Vuelvo por donde he venido y sigo bajando por la calle (Bajada del Pino) hasta que llego, en menos de dos minutos, a la carretera general (TF-373) cerca del km 3. Bajo por ella, a la derecha, y en un minuto me salgo por una calle a la izquierda (Caserío el Mirabal Alto). Enseguida y a la izquierda descubro mi última era de la excursión, con murito y una fila de bidones grandes azules de plástico (11m Ø, la décimo sexta). Una mujer se asoma a la ventana y tras la primera sorpresa me dice que ella la recuerda siempre así, como está ahora.
En busca de una bajada hacia Icod desciendo por una calle que hay poco después pero no tienen continuación, están limitadas por campos baldíos y la autopista más abajo, así que tengo que volver a la carretera, la TF-373 (Carretera Vieja La Vega) y bajar por ella. En la primera calle a la izquierda (El Pino) descubro un enorme pino canario en medio de la calle, completamente rodeado de asfalto, es enorme y con una corteza marrón con placas. Es impresionante su localización. Algo escorado, pero de gran porte y tamaño. Vuelvo a la carretera y como en la tercera a la izquierda (Simón Bolívar) y por unas escaleras atajo un poco. Sigo por la carretera y rodeo un colegio, cerrado ahora, y poco después me topo con la autopista que salvo por un túnel. Al otro lado de la autopista tuerzo a la derecha en la primera bifurcación. Un poco más abajo me encuentro con un pequeño cementerio, debe ser el de La Vega, y campos sin casas, algunos con huertas, y un depósito de agua. Es una calle con mucha pendiente y poco transitada, que no estoy seguro que tenga salida. La tiene, vuelve a dar a la TF-373. Sigo por ella a la derecha unos 400 metros hasta que llego a una curva de 180 grados a izquierdas, y se me pone una inmensa sonrisa cuando reconozco el sitio. Aquí estuve, no hace mucho, en la excursión 816, cuando estuve por encima de un canal y salí a una carretera, que es justamente esta, por donde voy, así que puedo evitar bajar hasta Las Canales y puedo seguir hacia Icod por el canal, lo cual es mucho más tentador. Antes de la curva me meto a la derecha por un sendero que va por un terreno de vegetación mixta y enseguida llego a un canal. Sigo por el canal hacia la derecha. El día está bastante despejado y las vistas sobre Icod son maravillosas desde el canal de cemento. Me salgo del canal en el segundo de los senderos que bajan antes del camino Boquín, justo al lado de unos distribuidores de cemento, en un lugar que casi no parece que haya sendero, por aquí pasé la otra vez y había una cabra negra en medio del sendero. Llego a la carretera antigua (la TF-82, carretera a Guía de Isora). Más abajo atajo por el camino Las Temerías y vuelvo a la TF-82 y me meto hacia Icod, pasando al lado del principio del camino Boquín, plaza de la Pila, y bajo hacia la calle de la estación de guaguas donde dejé el coche.
Me gustan estos regresos de excursiones por terrenos urbanos y rurales sin tener una idea muy clara de por dónde voy, como un flaneur, un paseante aleatorio, y me gusta especialmente cuando reconozco algún sitio de otra excursión, con toda la carga emocional que me transmite el recuerdo de esa excursión. En bajada estos retornos son bastante relajados. Además, las vistas son estupendas y diáfanas, es lo que tiene la orografía endemoniada de esta isla.
---------
Pulsar en el siguiente enlace para descargar el track de la excursión
Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
drive.google.com/file/d/1PNCsW3sJWGiwq5malpwRhKsuVb5bOQRF/view?usp=sharing
Eras en La Vega - parte superior de la excursión
Parte inferior de la excursión