• Excursión 1231. 8 Marzo de 2021. Lunes.
Barranco San Antonio.
Municipio: La Orotava
De 14.57 a 18.53h. De 330 a 650 a 540 a 840 a 620 a 680 a 330m.
Distancia: 12,8km. Duración: 3h 56m.
Empezando en la estación de guaguas de La Orotava hago un recorrido urbano hasta por terrenos agrícolas para intentar entrar al barranco de San Antonio. Cosa que no logro. En su lugar hago una gran excursión circular por zona mixta de agricultura, residencial y bosque de laurisilva bajo una tromba de agua en la parte del recorrido por la parte alta de las medianías del valle de La Orotava
El objetivo de hoy es intentar acercarme a una parte profunda y salvaje del barranco de S Antonio en La Orotava. Acercarme por la parte derecha desde abajo y por debajo de la carretera de las medianías.
El día está muy encapotado y amenaza lluvia cuando llego a La Orotava. Empiezo la excursión en la propia puerta del parking frente a la estación de guaguas de La Orotava. Y empiezo con un largo recorrido urbano por la ciudad. Por esta ciudad que conserva tantas calles y casas antiguas. Me gusta tener una excusa para atravesarla. Bajo hacia la rotonda y giro a la izquierda para meterme por la calle Calvario que sigo hacia la izquierda pasando al lado de una plaza ajardinada y por una parte relativamente nueva con edificios recientes. En ligero ascenso llego a la plaza de La Constitución que tiene un paseo mirador sobre una parte antigua de la ciudad con muchas viejas casonas y sus tejados. Sigo por la calle La Carrera, más estrecha y que es donde hacen las alfombras del corpus. Confluyo con San Francisco en un esquinazo y ahora con más subida paso al lado de la casa de Los Balcones. Por todos lados hay viejos edificios restaurados, en buen estado. Confluyo y sigo por la calle Salazar y después sigo por una carretera comarcal (Tf-324) con poca ocupación hacia abajo. El día está cada vez más húmedo y empieza a chispear. Después de pasar por la acera de la iglesia de S Antonio cruzo al otro lado y me meto por una calle que sale a la izquierda, una calle pequeña que salva el cauce del barranco S Antonio y tras él giro a la izquierda para empezar a subir por la calle La Quinta (425m). Es una calle rural con pocas casas.
Por la izquierda tengo el barranco que se va haciendo más profundo y es muy verde. Por la derecha los viñedos antiguos se extienden formando grandes melenas negras, ahora en invierno sin hojas, sólo los troncos retorcidos negros que durante decenas de años se han ido alargando y que forman un extraño oleaje sobre la yerba verde mojada. Estos viñedos están sobre una ladera de perfiles suaves. En los 540m la pista asfaltada se echa a la derecha alejándose del barranco para mi pesar. Un poco después la pista se bifurca (waypoint A) y, cómo no, me echo a la izquierda en pos del barranco. Y llego a su borde verde y lleno de laurisilva, pero es tan denso y compacto que es como una pared verde que me impide toda vista hacia el interior del barranco. Subo un poco más y en un claro hacia el barranco hablo con un hombre que sale de su casa. Le pregunto y me dice que se puede bajar al cauce que incluso él ha bajado, y me muestra uno de sus pies enfundado en un zapato de suela extra alta, tiene una pierna más corta que la otra. Pero no sabe decirme por dónde ha bajado, y que fue hace mucho y que no sabe cómo estará ahora. Exploro el lateral, pero todo son laderas muy empinadas y ningún espacio claro para bajar. Además, hay otro pequeño barranco antes del de S Antonio. Entre esto y el tiempo lluvioso y el suelo húmedo y todo mojado decido no intentar bajar por la ladera y me decido por seguir subiendo para ver si hay otro sitio mejor más arriba. Tras el claro la pista sube un poco, pero se vuelve a alejar del barranco y además me topo con una puerta cerrada, una puerta grande con su buen cartel de terreno privado. Lo dejo y regreso al waypoint A. Y ahora sigo hacia la izquierda sin desniveles notables. Llego en perpendicular a otra calle con un grupo de casas (La Habanera) y giro a la derecha y enseguida a la izquierda por un camino ancho por dónde atravieso el cauce somero de un barranco (Ratiño/Menimo). Al otro lado hay unas casas pequeñas y sigo por un camino que sube en paralelo al barranco, y que tras las casas sigue claro por una zona boscosa de laureles, brezos y afollaos, una zona de bosque bajo la influencia del barranco Ratiño. Un bosque húmedo con roquedales y que me encanta descubrir. El cielo sigue muy gris pero no arranca a llover. El olor a bosque es profundo e intenso.
Llego a una carretera (de las Medianías, 670m) y giro a la izquierda. Es una bonita carretera solitaria que va por zonas desocupadas con algunas fincas y pasando barrancos estrechos cubiertos de verde y algunos grupitos de laureles. A los diez minutos hablo con un hombre que está trajinando en una caseta y le pregunto por una vereda para subir hasta la carretera de Benijo, de entrada, se resiste diciendo que es privado, pero le insisto, y le recuerdo que estuve hablando con él y con una mujer hace un par de años (excursión 980, 8-2019) y eso le acaba de convencer de que soy de fiar y me dice cómo subir. Efectivamente a la izquierda de la caseta hay un camino que sube por la ladera cerca de un cauce de barranquillo. Le doy las gracias y comienzo a subir por una vereda estrecha que me lleva a unos campos llanos y extensos con yerbas altas por donde me echo a la izquierda, hacia el barranco y al lado de una caseta de aperos abandonada logro una buena vista sobre el barranco de San Antonio. Me impresiona la densidad de plantas y el abismo verde, estos barrancos imposibles es donde se ha refugiado y donde pervive la laurisilva con su mezcla de árboles donde domina el laurel, pero donde también hay palo blanco, brezo y barbuzano. Y por encima de esta caseta encuentro una pista ancha que sigue subiendo y llego a la carretera de Benijo (810m).
Me echo a la izquierda y pronto estoy recorriendo el amplio arco que hace la carretera para rodear y cruzar el cauce del barranco de S Antonio por donde todo está cubierto de verde, por todos lados excepto la carretera. Después remonto y cuando llego arriba me meto por la izquierda por lo que parece un sendero pero que pronto se cierra y además empieza a llover y eso ya me impide ir por sitios cubiertos de plantas. Todavía lo intento una segunda vez por un llano, pero tengo que dejarlo y volver a la carretera e inmediatamente me meto por la izquierda por una calle que baja y pasa al lado de dos edificios alargados y donde un joven me dice que sí, que por ahí puedo seguir bajando hasta la carretera de las Medianías. Y me gusta que sea por una pista de tierra algo pedregosa por dónde puedo seguir bajando con alguna vista, hacia la izquierda y hacia abajo, sobre el barranco que sigue siendo hoy la presencia principal. La lluvia no va a más pero no para.
Al llegar la carretera de las Medianías me echo a la izquierda y enseguida a la derecha por un callejón, pero sin continuación. Regreso a la carretera y sigo hacia la izquierda y en unos dos minutos tuerzo a la izquierda de nuevo por una calle que baja. Baja pasando muros de fincas y parcelas y bastante encajonada y llevándome hacia la derecha a una bifurcación (waypoint B). Aquí elijo a la izquierda, siempre tratando de ir cerca del barranco. Pero por aquí abajo no hay salida por ningún lado, por tres veces acabo en una verja o en un portón o en un muro a donde veo entre la lluvia gente trabajando, parece que trayendo paja y comida para caballos que oigo relinchar e incluso veo a un hombre solitario en un coche en una pista sin salida. Y la lluvia arrecia y no encuentro ninguna salida a este laberinto de callejones sin salida, así que tengo que regresar hasta el waypoint B por donde sigo recto y en unos dos minutos y todavía con lluvia intensa llego a la carretera de las Medianías y enseguida giro a la izquierda para bajar por el camino de Chasna. Al poco de empezar a bajar por esta calle de tanta pendiente deja de llover y me puedo relajar un poco. Huele de maravilla. Con casas dispersas a los lados esta calle larga va bajando hasta la cuadrilla de las calles estrechas de una parte antigua de La Orotava, por las calles Candelaria, Doctor Domingo González, Pescote. Es una parte con casas más humildes que las casonas y las mansiones y las iglesias del paseo mirador de la calle La Carrera. Por aquí paso el trazado antiguo de los molinos de agua que molían los cereales para el gofio y de los que todavía queda uno en la actualidad. Sigo por la Avenida La Torrita (Tf-324), la misma carretera del principio. Y ya después voy atajando tras pasar la rotonda por las calles hasta la estación de guaguas y el parking donde dejé el coche.
No he logrado lo que quería, acercarme al interior del cauce del barranco de San Antonio, pero ha merecido la pena, y de largo, todo este largo rodeo entorno al barranco y superar la lluvia en el laberinto de las fincas.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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La Orotava a Barranco San Antonio