• Excursión 1585. 30 Mayo de 2024. Jueves
Lomo Itote. Carretera Los Loros. Arafo.
Municipio: Santa Úrsula. La Victoria. Candelaria. Arafo
ENP: Reserva Natural Especial Las Palomas. Paisaje Protegido Las Lagunetas. Paisaje Protegido Siete Lomas. Parque Natural Corona Forestal.
De 10.40 a 18.50h. De 820 a 1720 a 410m.
Distancia: 25,5k. Duración: 8h 10m.
Larga travesía de norte a sur entre una pista por encima de la fuente Los Dornajos (La Victoria) y el pueblo de Arafo. Por pistas de montaña primero y después por sendero de ciclistas y campo a través por una loma (Itote) hasta la carretera dorsal venciendo un desnivel de unos 900 metros. Bajada suave y lenta en un día primaveral por la carretera de Los Loros hasta Arafo
Recientemente buscando excursiones en Wikiloc en la zona de la Reserva Especial Natural de las Palomas (Santa Úrsula) encontré un sendero que no conocía, uno hecho por un usuario llamado manuelmgr. Consulté el resto de sus excursiones y todas tienen algo especial. Aunque él no da ningún detalle, sólo el track, suenan muy prometedoras. Por otro lado, hace poco estuve haciendo una excursión en el Lomo La Paredilla (Santa Úrsula) y con las fotos aéreas de Grafcan descubrí un viejo sendero que continuaba, por la misma loma, desde donde lo dejé hasta la carretera dorsal. Hoy voy a ver qué puedo hacer de ambas cosas.
Desde Tacoronte tomo la 101. Nada más sentarme empieza la excursión en este día especial, el día de Canarias. Enfrente tengo una pasajera que dormita, tiene nariz aguileña y no lleva bolso ni mochila, algo sorprendente. Al otro lado una mujer joven consulta y habla vivamente por teléfono. No he dormido especialmente bien y veo la realidad todavía con un velo onírico. La música refuerza mi sensación de extrañeza. Me bajo en La Victoria al lado de la parada de taxis donde sobre la marcha tomo uno, el único. Le digo donde quiero ir, por encima de la fuente del Dornajo. Me lleva deprisita y sin diálogos. En el llano donde está la fuente toma a la derecha por una pista estrecha que sube y llanea sin desviarse hacia arriba en ninguna bifurcación y al llegar a otra pista en perpendicular sigue subiendo por asfalto (Lomo el Custodio) hasta que llegamos a una pista de tierra (Llanos la Cureña). Me deja aquí (8€). El día está algo fresco. Muy nublado. No llueve. Directamente subo por la pista (Pista Lomo Las Casillas), algo resbaladiza, que continúa la pista por la que me ha traído el taxista. Esta pista tiene un surco central tremendo y es algo traicionera. Alrededor la niebla suaviza los efectos del incendio, que ha afectado a bastantes pinos. En el sotobosque los torviscos crecen bien. En cinco minutos llego a la pista El Rayo (900m) y tuerzo a la derecha.
Es la primera vez que paso por aquí desde el incendio. Se nota su efecto. Hay muchos claros en las laderas. Troncos cortados de pino aquí y allá. Muchos brezos están calcinados. Sin embargo, yo esperaba algo peor y esto me tranquiliza. Tras unos diez minutos despacio paso el cauce de un barranco (Infierno) y continúo rodeando otra loma que en otros diez minutos me lleva a cruzar otro cauce de barranco (Constanza). En el tramo desde el cauce hasta la esquina siguiente es por donde debería subir para tomar el viejo sendero que descubrí en las fotos aéreas. Lo recorro, pero no encuentro nada de nada, el talud es alto todo el rato, no tengo ningún chance. Retrocedo hasta el cauce. Intento subir por la ladera. Tampoco lo consigo, tiene mucha pendiente, es de arena negra húmeda, no tengo asideros, todo está suelto. Si lo consiguiese por arriba tendría que seguir con algo parecido. Lo dejo. Me haría falta bastones, una cuerda. Es muy peligroso. Todo se puede venir abajo en cualquier momento. Un poco chasqueado sigo por la pista hacia adelante. Ahora quiero comprobar ese otro sendero de manuelmgr (el usuario de Wikiloc), no tengo ninguna expectativa, pero el paso por la pista me gusta mucho, es un día especial, la pista El Rayo siempre me ha gustado, sea verano, invierno, llueva o haga calor. No voy deprisa. Por efecto del incendio (agosto de 2023) la pista ha cambiado. Lo más afectado ha sido el brezo. Los pinos están retoñando. Las laderas están más despejadas, no tan llena de árboles. En suave ascenso por una de las partes más húmedas de la pista continúo hasta un cruce de pistas (985m, Las Cabezadas), una media hora deliciosa. Tuerzo a la izquierda por una pista con barrera (Risco Grande) y empiezo a subir bajo el bosque en este día húmedo y fresco de mayo. En dos o tres minutos ya encuentro, a la derecha, el sendero que recorrió manuelmgr. Me da una gran alegría cuando veo que es un camino de ciclistas, la tierra compactada, muy claro, es un principio prometedor. Voy más bien despacio disfrutando del sendero. En unos 200 metros el sendero corta la pista (Risco Grande, 1050m) y sigue recto hacia arriba. Estoy tan contento. Esto suena muy bien. El sendero es muy cómodo de recorrer, los ciclistas lo han suavizado, y apenas hay piedras ni obstáculos, si acaso un poco resbaladiza en algunos tramos. Unos cien metros después corto otra pista (Los Acebiños, 1080m), su firme de tierra está bastante ocupado por arbustos y arbolillos, y sigo subiendo (esta pista la recorrí una vez en parte -excursión 826- y puedo leer en mi diario que recorrí un tramo de este sendero y lo encontré muy cerrado por arriba, los ciclistas lo deben haber “abierto”). Con cada corte de pista y este es el tercero mi optimismo crece. Me da flojera el anticipar que puedo recorrerlo, es un sendero que atraviesa la Reserva Natural Especial Las Palomas, un lugar preservado, un bosque muy húmedo. Vuelvo a cortar la misma pista otra vez (1125m). Tengo que volver otro día para recorrer esta pista y otras más que hay por aquí que están prácticamente cerradas en sus comienzos o finales. Hoy no me quiero despistar. La pendiente es algo fuerte, del 30%, hoy, para mí, no es nada por la ilusión de haber descubierto este sendero. El día fresco me ayuda en la subida. Alrededor el bosque no está nada afectado por el incendio, aquí siguen los afollaos, las fayas, los acebiños, los torviscos, todos en muy buen estado, también los pinos, algunos laureles.
Pronto vuelvo a cortar otra pista (1175m) también muy cerrada por plantas, aunque recorriéndola despacio quizás se pueda avanzar por ella. Sigo subiendo por el sendero ciclista. Estoy maravillado, este camino lo deben haber hecho popular y transitable los ciclistas. En los 1215m corto otra pista (Corral Cho Fermín/Lomo Itote), también bastante cerrada. Después de la pista hay una fantástica rampa, que debe ser de lo más excitante en bajada para los ciclistas, a mi cuesta mucho trabajo treparla, está muy lisa y resbaladiza y no hay alternativa. Con pendiente algo más suave sigo subiendo y corto la misma pista otra vez (1260m). Por aquí ya empiezo a ver zonas achicharradas, brezos calcinados, negros, clareras grandes, y en el suelo pequeños líquenes de color naranja creciendo en un suelo muy fértil. Algunos pequeños codesos están en flor y crecen como si nada. Cuanto más arriba más veo los efectos devastadores del fuego del año pasado. La pendiente es constante, más suave, pero subida todo el rato. En realidad no quiero que acabe. Y termina, en los 1390m cuando llego a una pista importante (Las Torrillas). Ha sido una subida fantástica.
Tengo la intención de seguir subiendo por la misma loma (Lomo Itote) pero sólo por recordar/reconocer otra pista cercana que va por la Reserva Las Palomas me echo a la izquierda por la pista Las Torrillas. Empieza a chispear. Sube niebla por la ladera. Perfecto para el esfuerzo físico que estoy haciendo y el que me falta. La pista se hace misteriosa. Empiezo a ver mucha morgallana en flor en el borde interno de la pista, con su amarillo anacarado característico que se alterna con el tusilago de pequeñas flores de color lila y otra planta de pequeñas flores azul claro. Forman un espectáculo, con esta niebla “lucen” como nunca. El sol intenso quemaría sus colores. Ocupan una gran extensión y por arriba despuntan algunos granadillos. La patagallo canaria apenas conserva ya flores. Gracias al pequeño desvío las he podido ver. Cruzo el cauce de un barranco (Las Tricias) y llego hasta el principio de la pista que baja. No me meto. Simplemente me doy por satisfecho y regreso a la esquina por donde accedí a la pista Las Torrillas. El sendero por donde he subido apenas se ve desde la pista. No es nada obvio. Un cartel de la Reserva Las Palomas está al lado, pero caído, por el incendio me imagino. El cartel no se ve desde la pista. Estudio el mapa y enseguida me animo a seguir subiendo por la arista de la loma que tomo unos treinta metros a la izquierda de la esquina y que enseguida sigo por la propia arista. Me parece descubrir algún vestigio de sendero-surco, pero puede ser sólo mi imaginación.
Con pinos retoñando subo por la arista que tiene mucha pinocha en el suelo, una pendiente de un 30% y tras unos cinco minutos largos, por una zona por rocas descubiertas, llego a otra pista (Risco Atravesado, 1450m). Aquí me quedo a comer tranquilo. Hace más bien fresco. No me puedo quedar sentado. Tengo que comer de pie. Tras comer (media hora) sigo subiendo. Descubro un sendero justo por la derecha de la esquina. Es fantástico que lo hayan respetado los que construyeron la pista. Una vez arriba sigo por la arista, o lo más cerca que puedo. A veces hay sendero-surco, otras no. Los codesos y los brezos están quemados, los pinos rebrotando desde el tronco. Ahora tengo por delante un tramo más largo hasta el GR-131. Me lo tomo con calma. Con cada nuevo tramo me animo cada vez más y ya veo que no va a ser complicado llegar hasta la carretera dorsal. Unos quince minutos me lleva subir esta parte de la loma hasta que llego al sendero GR-131 (1550m) que tiene un aspecto fantasmal, los brezos, los amagantes, los codesos que crecían en sus bordes han desaparecido, ahora son un reborde gris a los lados, cenizas compactadas, es algo impresionante. La pendiente ha sido también del 30%.
El siguiente tramo por la arista tiene una pendiente suave de entrada, después se va volviendo más y más empinado, de una manera increíble, los tramos finales por roquedal mezclado con pinocha y pinos son de una pendiente brutal, casi me da torticolis de mirar hacia arriba. La pendiente se suaviza en los 1650m donde empieza un llano e incluso una bajadita. Ahora ya tengo a tiro la carretera de donde me llega el rumor de los coches. Por aquí veo muchos agujeros cilíndricos de unos cincuenta centímetros de profundidad, con pequeños agujeros laterales en el fondo, deben ser donde estaba el pino y sus raíces, de los queda nada de nada. Algunos tienen un pequeño círculo de piedras alrededor, las que ponían los reforestadores para proteger los retoños. Y no sólo tengo la carretera a la vista, sino que sale el sol. Es un dos en uno fantástico. Cruzo una pista sin salida (a la izquierda), sigo subiendo campo a través y llego a la carretera dorsal (1725m).
Hoy tenía otros planes, pero este está siendo fantástico. Me echo a la izquierda. Ahora tengo dos posibilidades, bajar hasta La Esperanza (18km) o caminar hasta Arafo (18km), la carretera a Arafo (Los Loros) empieza aquí cerca. Ambas me parecen una pasada. Mi tobillo derecho está un poco inflamado, no se ha recuperado del todo de la excursión del Lomo La Paredilla (la 1582) hace quince días. Pero yendo por asfalto y despacio la cosa puede ser sostenible. Al final me decanto por Arafo, la otra carretera tiene mucho más tráfico y la de Arafo tiene mejores, mucho mejores vistas, y seguro que podré atajar algún tramo.
En suave descenso y tras unos 10 minutos (800 metros) tuerzo a la derecha y empiezo a bajar por la carretera de Los Loros. En esta vertiente el tiempo es otro, luminoso, soleado, algo ventoso, y nada más empezar me llega el aroma de los codesos que crecen abundantes a la izquierda de la carretera, que junto con las gramíneas que se mecen con la ligera brisa le dan un ambiente festivo y relajado, muy propio del día festivo de Canarias. Eso sí, el cartel de 18k que veo al poco de empezar me resulta muy duro de digerir. Suenan voces que provienen de una casa forestal (Casa La Loca), en una pista lateral a la izquierda, es la sede de un club de scouts. Voy bastante despacio y se me hace largo el primer kilómetro, quince minutos en recorrerlo. Y esto es sólo uno, y me faltan… mejor no pensarlo y concentrarme en disfrutar del paisaje, por otro lado, siempre tengo el “comodín” de llamar a un taxi. Por todos lados está el pinar. No parece afectado por el fuego, no al menos a una cierta distancia. Paso una pista a la derecha un poco después del km 17. La carretera va ahora rodeando una montaña de picón rojizo (Montaña Colorada) y a la derecha paso un fantástico mirador donde una pareja está de picnic. Aunque en el fantástico mirador lo que veo es una ladera desolada de pinos quemados, aquí es donde se inició el incendio, en el barranco de La Tapia. Es impresionante la imagen de los troncos negros de los pinos con muy poca cobertura verde, aunque me imagino que ya estarán todos retoñando. Tras el mirador la carretera va girando hacia la izquierda completando su rodeo de la Montaña Colorada. Después vienen muchas curvas rodeando otras montañas y cruzando barrancos, y la cuenta va lentísimamente disminuyendo: 16, 15, 14km. Tardo entorno a quince minutos por km, alguno hasta 18. Es un ritmo muy lento comparado con lo que puedo llegar a alcanzar en bajada: ocho o nueve. Pero hoy lo que prima es la sostenibilidad de mi tobillo y no lo quiero forzar en absoluto. El desnivel por kilómetro es más o menos constante, entre sesenta y ochenta metros. Así, a este ritmo, es muy relajado y me puedo empapar del ambiente, del paisaje, como si fuese eterno. No me agobio. Muchas montañas son de zahorra rojiza, los pinos se mueven ligeramente, el aroma de los codesos me llega hasta aquí. Pasan coches, no demasiados, van en grupos, lo peor son las motos, son muy ruidosas y agresivas, es malo coincidir con ellas en las curvas porque se tumban y se molestan por mi presencia. Tras el km 13 tengo la primera vista de la Media Montaña, un volcán que sobresale en la ladera, hacia abajo, me parece lejísimos. Las vistas son estupendas también hacia la costa y toda la ladera por debajo, hay nubes, pero se mantienen lejos. Esto es un regalo para los sentidos. Toda la excursión lo es, está parte es tan expansiva. En algunos momentos me molesta el pie, entonces voy más despacio. En las laderas entre los km 13 y 11 los codesos, los inciensos, están quemados de arriba abajo. Son espectros negros de formas torturadas. No hay más vegetación en esas laderas. Hay castaños aquí y allá, en varias partes, algunos han sido pasto de las llamas, otros se han salvado enteros.
En la curva de Chivisaya (km 10) algunas personas están tomando sitio para el rally del día 1, ¡dos días antes! Les oigo dando instrucciones para dejar sus coches en los sitios mejores. Me gusta pasar el km 10, aunque todavía no llevo ni la mitad. A partir de aquí la vegetación parece menos afectada, abundan las fincas valladas, muchas con castaños. Tras el km 9, parece que ya soy un veterano, llevo la mitad. Cintas rojas en las defensas advierten de sitios donde no se pueden poner los espectadores del rally. En un llanito a la carretera ya se han instalado dos roulottes, un hombre está sentado con un perrillo a su lado. Esto es afición. A partir de aquí aumento el ritmo y empiezo a hacer los kilómetros en once o doce minutos. Voy bien.
Tras el km 7 y unos 200 metros después de pasar el cauce de un barranquillo (Los de Carta) tengo un impulso y me meto a la derecha por un antiguo camino (Camino La Palmera). Me dejo llevar, lo bajo demasiado deprisa, de entrada no está mal, después se complica con el suelo muy pedregoso, y el camino muy ocupado por arbustos, incluso pequeños pinos. Pero una vez que bajo ya me es imposible retroceder. Procuro poner el pie plano, no siempre lo consigo. Afortunadamente tras unos 200 metros llego a una pista en donde hay un gran depósito de agua vacío. Sigo bajando por la pista alto temeroso de que sea privada, no lo es y salgo a la carretera tras otros 200 metros después de pasar por fuera un portón metálico, era privado. He atajado un poco en recorrido, pero no en tiempo, lo que he ganado en metros lo he perdido por lo irregular del terreno. No ha sido una buena idea. Después vienen muchas curvas por donde podría atajar, pero me he quedado sin ganas, prefiero lo seguro. Como medio km después del km 5 y tras pasar el cauce de un barranquillo (Los Barranquillos) encuentro a la derecha una pista que baja recta. Me meto. Una mujer, oigo que se llama Trini, muy amablemente me informa cuando le digo que quiero atajar hacia Arafo. Me dice que hacia abajo no tiene salida, pero que al principio de la calle sale un camino real. Bien. Muy bien. Subo y antes de salir de la calle me meto a la izquierda por un sendero que va pegado a un murito. Es un viejo sendero, es un camino real, que atraviesa el cauce del barranquillo (Los Barranquillos) y que incluso tiene tramos empedrados. Me gusta mucho estirar las excursiones de esta manera, revivo con este sendero. Pronto llego a unas casas (por aquí el sendero se llama Camino La Calzada) por donde está asfaltado y cuando la calle hace una curva a la derecha y sube (635m) yo sigo recto hacia abajo (esto me lo ha resaltado bastante la mujer). La parte de viejo sendero por tierra no dura mucho, en una bifurcación por donde hay casas tuerzo a la derecha y poco después a la izquierda para seguir bajando por asfalto. Me llama la atención un cartel que advierte que es una calle sin salida. Y lo es. Aunque no me sorprende. Lo recuerdo de otra excursión. Acaban las casas y sigo por otro viejo tramo de camino con empedrado. Un tramo muy bonito sobre un barranco (Los de Carta) con viñedos en plena producción, con su tono amarillo del sulfatado. Esta zona tiene una orografía torturada, y sus habitantes aprovechan todo para cultivar creando pequeños mundos. El sendero baja hasta el cauce, pasa al lado de más fincas y tras confluir con un camino (Cosme) sale a la carretera pasado el km 1. Fantástico. Ha sido todo un atajo. Un tour de forcé. Aunque ahora se me hace un poco larga la carretera. Esperaba que diese más cerca de la rotonda a la entrada de Arafo.
Y todavía me da para contemplar otro espectáculo, la ladera de enfrente de un barranco profundo (Del Valle de Arafo/Del Entonado). Es una ladera con viejos muros de pequeñas terrazas ahora ocupadas uniformemente por inciensos que tiene un color beis tostado maravilloso por efecto de la luz de la tarde. Es una ladera grande por la que me imagino a los antiguos subiendo y bajando cargados de cestos. La belleza está en todos lados. Por fin, llego a la rotonda y como no tengo ganas de subir a la estación de guaguas de Arafo sigo bajando por la carretera de La Hidalga hasta la primera parada de guaguas que encuentro. Consulto el teléfono y me dice que en 15 minutos pasará una guagua, la 121. Vale. Está bien. Me quedo a esperarla. La espera es un poco inquietante e incómoda, hay mucho tráfico. Aparece la 121, me monto. Este momento en que subo a una guagua después de una excursión larga es maravilloso. Es un cambio radical. Ahora simplemente me dejo llevar. El recorrido de la guagua es un poco sorprendente, tras bajar a la autopista recorre el polígono industrial e ir muy cerca del mar por un antiguo barrio marinero (Playa de Lima) y después por una carretera paralela a la autopista va hasta el centro de Candelaria. Me bajo y subo caminando hasta la autopista para tomar la 111, es lo más rápido, las otras guaguas que salen de Candelaria hacia Santa Cruz hacen recorridos muy largos.
Un cuarto de hora y viene la 111. En Santa Cruz hay un ambiente fantástico de viajeros, sobre todo jóvenes, de todos los aspectos. Esta parte de la excursión me gusta muchísimo. Con la excitación de una larguísima excursión en la que apenas he visto personas y nada cansado (eso me llegará el sábado) absorbo el ambiente ajetreado de los viajeros, todo el mundo aquí tiene un propósito, van a algún lado, van a hacer algo, dos jóvenes, uno muy alto, van con toallas al cuello, parece parte de un disfraz. Se suben conmigo en la 102 rumbo al Puerto.
Cuando me bajo en Tacoronte me recibe una ligera lluvia, es lo típico de mi pueblo en verano… en invierno, en primavera, siempre.
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Pulsar en el siguiente enlace para descargar el track de la excursión
Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
drive.google.com/file/d/1Pq9NC-78ch92r9p_z3-5-M0-u7DkRIWz/view?usp=sharing
Fuente Dornajos a Carretera Dorsal por Lomo Itote
Carretera Los Loros hasta el km 5
Carretera Los Loras desde atajo hasta Arafo