• Excursión 1136. 2 Septiembre de 2020. Miércoles.
Abades. La Jaca. Tajao. Las Maretas. Barranco El Río. Central Eléctrica.
Municipio: Arico. Granadilla
De 15.06 a 18.40h. De 35 a 0 a15m.
Distancia: 13,7km. Duración: 3h 36m
Largo recorrido por la costa empezando en Abades y pasando una gran ensenada al lado de un volcán costero. Después por senderos cerca del mar y pasando varios pueblos marineros como La Jaca, Tajao con muchos restaurantes, Las Maretas al lado de la desembocadura del barranco de El Río y finalizando en la central eléctrica de Granadilla al lado del puerto vacío y gigantesco
Empiezo donde lo dejé en la última etapa del recorrido de la costa Sur en Abades (Los Abriguitos). Cuando llego está despejado, completamente despejado y estupendo. Empiezo en lo alto de la calle Avenida Canteras del Sol. Camino recto hasta la costa sin desviarme. Al llegar al mar noto el viento fuertecito, que es lo usual aquí. La costa es de material volcánico (piroclasto) de color claro, rubio, de aspecto uniforme que el viento y el agua van erosionando en formas suaves. Exploro un saliente con cuevas (cerradas) donde la gente se queda en verano, ahora no veo a nadie. Una barandilla hecha con soga gruesa le da un aire más marinero todavía al paseo sobre el piroclasto. Enseguida me echo a la derecha por un sendero que va cerca del agua por un paisaje árido y seco y pelado donde apenas veo plantas. El viento azota constantemente esta costa, un viento que viene del mar e impregna de sal las plantas y donde solo resisten las pequeñas y de hojas carnosas que tienen afinidad por el agua de mar. El sendero me va llevando hacia una elevación por una ruta clara. Esta elevación es un saliente de unos 30 metros de alto en su punto más alto que forma uno de los dos extremos de la ensenada de Abades, una bahía ancha que tiene un gran charco en el centro. Este gran saliente es de un material diferente, más oscuro, mucho más oscuro que el piroclasto beis. Puede ser un viejo volcán en el borde del mar. El sendero me lleva a lo alto del promontorio para después bajar a la playa de cayados. Veo círculos de piedra en el suelo, juegos de niños, me imagino. Tengo que dar un gran rodeo para evitar la gran charca que hay en el centro de la playa. Todo parece aquí requemado y resolado. No es que hoy haga mucho calor, pero la sensación psicológica de este paisaje árido es de un desierto. Tras el extremo opuesto de la bahía el sendero se va elevando para ir salvando una costa más abrupta y rocosa, donde el agua golpea con cierta violencia. Es un tramo más o menos recto hasta una punta (Los Jureles) donde la costa tuerce a la derecha, desciende un poco y después se vuelve a elevar para rodear dos puntas más (Morrete de Arriba y Morrete de Abajo). Paso al lado de una finca agrícola con plantas rastreras que no conozco. Es extraordinario ver aquí algo verde, tan verde y lustroso como las hojas de esta planta. Después el sendero se va amoldando a las puntas y va descendiendo hasta llegar a La Jaca (16.25h), un pequeño pueblo de casas de una o dos plantas con una cuadrícula clara y donde todas las casas están muy pegadas entre sí en calles pequeñas y estrechas. Paso el pueblo por la Avenida Marítima un poco azocado por la posición algo más protegida del viento. No noto mucha actividad en sus calles, y eso que estamos en septiembre.
Me gusta dejar atrás el pueblecito y seguir por un sendero claro cerca del agua. También este sendero se eleva un poco, aunque la costa no es tan rocosa ni irregular. Y por aquí veo grandes placas planas de piroclasto desmoronándose, y desmenuzándose, casi como si estuviesen disolviéndose, pero en seco. Son formas amplias y de líneas redondeadas. Más allá un hombre que vive aquí (no lo veo) ha creado todo un mundo de caminos de piedra, ha elegido las más bonitas y de formas más extrañas. Por arriba veo roulottes que están en un campamento ecológico. Y después de pasar la ancha y llana desembocadura del barranco de Tajao (Vijagua/Bijagua) sigo por montículos de piroclastos que me encanta recorrer, son tan rugosos que puedo ir por cualquier lado y en la costa forman grandes masas sólidas que el mar va socavando desde abajo y caen enteras al agua. El oleaje parece estar formándolas y desgastándolas. El viento me da más fuerte en lo alto de estas formaciones que presentan zonas de rizos, como un gran bajorrelieve y todo hecho por la combinación de agua salina y del viento y el sol implacable. Es una de las partes que más me gustan de esta costa. El mar está tranquilo y puedo asomarme a los bordes de los montículos. Por una zona muy elevada llego a Tajao (17.05h), que por el tiempo empleado ya se ve que está muy cerca de La Jaca. Este pueblo es algo más grande y tiene un pequeño espigón y un puerto marinero. Abundan los restaurantes que ofrecen pescado. Todos cerrados en estos tiempos de pandemia. No puedo seguir por la costa y tengo que subir por una calle (Morra de Tajao) del pueblecito para salvar un pequeño acantilado. Lo rodeo por arriba y bajo a una zona amplia y llana de piroclasto y por ella salgo a una playa larga de cayados donde un pequeño grupito de personas está tomando el sol. Los cayados de esta playa son pequeños y muy pulidos y suenan levemente al ser arrastrados suavemente por las olas. Rodeo otro pueblecito (Las Arenas) por el borde de la costa, muy cerca del agua. Después paso una pequeña caleta (La Sardina) donde un grupo familiar amplio está comiendo. Y casi inmediatamente llego a otro pequeño pueblo (La Caleta). En la aproximación a este pueblecito no puedo seguir por la costa y tengo que subir un poco hasta una calle (Avenida La Caleta), callejear un poco y termino de recorrerlo por una calle de nombre estupendo (Maravillas del Mar) que me lleva bajando hasta otra pequeña caleta. Al salir de este pueblo enseguida logro zafarme de una pista que me aleja del mar y puedo llegar al siguiente pueblo por lo alto de una pequeña playita (Las Maretas 17.45h). Este último pueblo se llama Las Maretas o Barranco del Río. Parece mucho más grande que los otros que he pasado, sin contar Los Abriguitos, y por su organización parece más antiguo, con edificios más altos. Lo atravieso por la Avenida Santiago y salgo a la gran desembocadura del barranco del Río, sus grandes charcos que en otras ocasiones he visto con agua hoy están secos y están cubiertos de verdaderas comunidades de plantas bajas de hojas gruesas. Es una zona de aluviones.
El barranco del Río es un barranco de cumbre y puede llegar a traer un gran caudal. Después sigo por un sendero por la costa, por aquí ya no hay piroclastos. El sendero se va elevando pasando pequeñas caletas, ninguna con arena, y pasando las salidas de pequeños barrancos. El sendero es pedregoso y trabajoso. Y poco después vuelvo a encontrar piroclastos formando una pequeña caleta. El viento vuelve a soplarme fuerte. Un km después de Las Maretas llego una hermosa playa alargada (Los Tarajales) que hace honor a su nombre, aunque los que crecen aquí son muy achaparrados. Paso por una antigua zona agrícola que solo conserva jirones de plástico y varas de soporte. Y llego a un saliente elevado, algo así como un corriente de lava bastante uniforme y petrificada de color gris. Es una pared vertical y me cuesta dar con el paso hacia el otro lado. Tengo que ir subiendo lo más pegado que puedo a la pared, que es muy peligrosa por lo rugosa y las aristas que tiene, hasta que en una de las vueltas que doy encuentro un paso hacia arriba, lo trepo y llego a lo alto de esta lomita (el track de la excursión no es fiel a por donde he subido). Arriba lo que me sorprende es el pedazo de instalación industrial que veo. Con una gran chimenea y ocupando un gran espacio con muchos pequeños edificios. Es la central eléctrica de Granadilla. Desde lo alto de la lomita me deslizo por una pequeña hoya hasta alcanzar el cauce de un barranquito (El Covón) y después tengo que subir entre grandes piedras para alcanzar una pista por donde sigo y en un minuto paso una entrada de mar creada por un pequeño muelle donde varias roulottes están aparcadas. Hay mucha gente que va de un lado para otro e incluso echándose al agua. Parecen estar aquí de vacaciones. Recorro una pista al lado del largo muro de la central y delante de la puerta de entrada lo doy por terminado llamando a un taxi (13€) para que me lleve a Los Abriguitos donde dejé el coche.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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Abades a Tajao
Tajao a Central Eléctrica de Granadilla