• Excursión 1219. 11 Febrero de 2017. Jueves. (Anaga 201ª).
Benijo. El Pijaral. San Andrés.
Municipio: Santa Cruz
ENP: Parque Rural de Anaga. Reserva Natural Integral Pijaral
De 11.26 a 18.50h. De 40 a 5 a 785 a 714 a 820 a 5m.
Distancia: 16km. Duración: 7h 24m.
Con todo el tiempo del mundo por delante, hoy es jueves, voy a hacer mi segundo intento de subir por la ruta del Pijaral. En mi anterior intento (excursión 900) no supe seguir cuando estaba ya dentro del bosque (650m aprox.) y por falta de tiempo extra tuve que regresar. Hoy, además, voy a subir por otro lado y confluir con aquella ruta en una cresta.
Nubes y claros en Santa Cruz (10.30h) cuando sale la 946. Ilusionado y emocionado por lo que me espera hoy, voy muy entretenido en la guagua hasta Almáciga (11.23h). Empiezo por la carretera de la playa y camino hasta Benijo. Tras los restaurantes sigo subiendo por la pista que va por el valle del barranco de Benijo. Algunas casas en la subida y un restaurante. Me despisto en la subida y sólo cuando veo la pista a la derecha, que va por el otro lado del cauce, me doy cuenta de mi error. Regreso hasta la desviación (85m) para esa pista, que me lleva a cruzar el cauce y después continúa remontando por la otra ladera, ya sin casas alrededor y sin apenas actividad agrícola. La pista asciende por la ladera hasta una llanurita (170m) donde termina la pista. Aquí me cuesta unos momentos identificar el sendero que sube por la derecha. El sendero va subiendo a medida que va rodeando los salientes y pliegues de la ladera. Abajo el valle formado por el barranco Benijo se va ensanchando donde veo plantaciones y casetas. Hay un recorrido alternativo por ahí, por el otro lado del cauce, que en algún momento coincide con este, por donde estoy subiendo, pero he preferido esta ruta, no sé muy bien porqué.
Hacia arriba hay una gran cuenca fluvial toda verde (barranco Valle Bersegue). El sendero, bastante claro, entre plantas bajas, me lleva a una bifurcación donde veo un cartel que dice Benijo (230m), tomo a la derecha y sigo subiendo por un borde en paralelo al cauce del barranco. Con zigzags y vistas buenas sobre el cauce me gusta sentir que estoy subiendo bastante, así me voy acercando más a mi objetivo que si la subida fuese más suave. A la derecha y algo alejada veo una casa pequeña con plantas y un vallado (Choza los Reyes) que me resulta de lo más extraña, está en medio de la ladera lejos de todo. Paso zonas más rocosas a medida que sigo subiendo por este camino lleno de curvas. Todo está resultando más fácil de lo pensado. En los 370m el sendero gira a la derecha separándose del borde del barranco y llego a una caseta y unas huertas en uso, por aquí veo otro cartel que dice Benijo. El sendero, más fino, va por la izquierda de estas huertas y en los 400m el sendero hace un giro a la izquierda al lado de una pedrera. Oigo voces a lo lejos y ruido de desbrozadoras, deben estar trabajando al final de este sendero para despejar un terreno, para plantarlo me imagino. Sigo caminando, pero me doy cuenta de que este no es el camino para subir al Pijaral, apenas sube. Regreso hasta las huertas y aquí me encuentro con una mujer que sube tranquila, va con dos perritos y se interesa por saber por dónde he subido. Ella, me dice, ha venido por la loma campo a través (entiendo que por encima de la choza de los Reyes). Le pregunto por el camino al Pijaral. Me dice que eso es muy difícil, que no se puede, le digo que eso es cosa mía y que si sabe por dónde sigue el camino. Me lo dice, es por donde la pedrera y me pregunta si no he visto el cartel. Subo con ella hasta la pedrera y me lo señala, el cartel dice “Bailadero”, está medio oculto por unas vinagreras, pero así y todo me pregunto cómo no lo he visto. Me dice al irse que el paso este es un poco complicado al principio pero que después está mejor. Le doy las gracias. Nos despedimos. La pedrera es una laderita de piedras que trepo y supero con dificultades y después sigo lo más recto que puedo hacia arriba entre los árboles y las plantas por una pendiente muy fuerte. Es muy esforzado y difícil, por momentos creo que no lo voy a conseguir, pero como sé que (por la altitud) debo estar muy cerca de la cresta de la loma por donde va el sendero (el que recorrí en el otro intento) me empeño y lo consigo. Logro salir al sendero (13.10h, 430m). Fantástico. Maravilloso. Me acuerdo que en mi anterior intento vi, cuando estaba en esta loma, una desviación, que debe ser por donde debía haber salido ahora, pero no tengo ganas de retroceder por la loma para buscarlo. Pienso que tras superar la pedrera me había tenido que echar a la derecha y no subir recto, pero ahora no importa, aquí estoy. No quiero emplear mi tiempo en minucias y sigo a la izquierda por la loma, por la cresta de la loma.
Es un sendero estrecho, está inclinado y muy invadido por plantas, pero se sigue bien. El sendero va por la arista de una loma (Lomo Bersegue). Tras un primer ascenso después sigue bastante llano por bosquecillos de laureles pequeños. Hay buenas vistas hacia la derecha a un roque prominente (Anjúa) y a las laderas verdes y los barrancos. Voy bien. Esto va muy bien. Cuando el sendero se empieza a adentrar en el bosque más denso de laurisilva la pendiente se hace más fuerte, dejo de ir por una cresta para seguir por una ladera arenosa, compactada por la humedad e inclinada, muy inclinada que tengo que hacer con los pies doblados y muy despacio. En los 620m aprox. el sendero se echa a la derecha para meterse de lleno en el bosque húmedo y cerrado del Pijaral. Paso el cauce húmedo de un barranquillo (Valle Almáciga). Durante un rato voy encontrando bien el sendero, incluso hay un hito para guiarme, pero un poco después en una zona llana dejo de ver el sendero (tengo la sensación de que fue aquí donde no puede seguir en el otro intento). No me desanimo. Me desplazo hacia abajo por la llanura por un sitio que parece, curiosamente, una vieja pista, y aquí encuentro la continuación. Un chute para mi moral. Para orientarme por esta zona mi referencia es el Roque Negro, un roque cilíndrico y oscuro que está situado a mi izquierda. Según el mapa en algún momento voy a pasar justo por debajo de su pared vertical. El sendero va bastante recto con algún serpenteo hasta que gira a la izquierda (660m) para empezar a subir por una arista que tiene un tramo clarísimo y despejado, pero es un espejismo, después está muy oculto por los helechos y tengo que ir rodeando troncos de árboles. Voy en vilo. Cuanto más penetro en el bosque más consciente soy de lo expuesto que estoy. (Procuro no pensar en que si tuviese que regresar me costaría mucho encontrar por donde he subido, así que me concentro en ir avanzando.) Me desvío, por la derecha, de la arista cuando empieza a ser muy vertical y ahora paso muy pegado a la pared vertical del Roque Negro, como había previsto. Bien, todo va bien. Ahora es una travesía con subidas y bajadas para pasar dos cauces de barranquillos muy húmedos, con agua corriendo, y es absolutamente emocionante por lo oculto del sendero y por los desniveles: bajada al cauce, remonte después y así por dos veces hasta que llego a otra arista (730m) por donde sigo subiendo entre troncos cubiertos de líquenes, lianas, y helechos altos hasta que… llego al camino oficial del Pijaral (14.24h, 760m).
Me siento dios. Impresionante haberlo logrado. Tantas veces pensando en este momento. Fantástico. Dudo si seguir a la izquierda o a la derecha, me decanto por la derecha para seguir por el fantástico sendero con los helechos altos y los troncos cubiertos de musgo y líquenes y con algunos troncos caídos sobre el camino. Ahora disfruto de cada vista, relajado después de la tremenda tensión y la concentración. Sigo todo el sendero: subida, llano y bajada hasta la carretera (14.48h) donde me quedo a comer en los escalones de entrada al sendero. Me siento tan bién aquí. Pasan muy pocos coches por la carretera. Con ganas de disfrutar más del Pijaral me vuelvo a meter por él al terminar de comer (15.18h). Claro, precioso, y el paso de los barranquillos con sus cauces húmedos con agua es totalmente relajante en comparación con el paso de los mismos barranquillos más abajo. Es uno de los mejores sitios de toda la isla, esta Reserva Natural Integral del Pijaral. El sendero después sube hasta una esquina donde gira a la izquierda y sigue cuesta abajo, más ancho hasta la carretera (16.04h). Ok. Ahora sigo por la carretera hacia la derecha. Durante este recorrido oigo un estruendo cercano, casi como una explosión, y cuando llego al origen del ruido, veo que es un derrumbe que ocupa casi todo el ancho de la carretera, piedras, tierra y plantas se han venido abajo, ha debido ser algo casi instantáneo y no a cámara lenta como se ve en las películas, algo totalmente impredecible. Tras recorrer un km y medio aprox. llego a La Cancelilla (16.25h, 775m), un espacio llano a la izquierda de la carretera, un lugar amplio con un murete pequeño donde empiezan varios caminos. Me meto por el sendero. Sigo recto en una bifurcación y en una segunda bifurcación tomo a la derecha para empezar a bajar por el bosque de brezos, fayas y laureles. Muchísimo menos húmedo que en la otra vertiente, pero variado y a la sombra, con restos antiguos de zonas de cultivos hasta que en los 600m aprox. empieza a aclararse y progresivamente ir habiendo menos cubierta, menos sombra.
Con el aclare del monte ahora tengo vistas diáfanas hacia la gran cuenca del barranco de San Andrés por donde discurre la carretera revirada. La bajada también me resulta maravillosa por la cantidad de plantas en flor que veo: los cerrajones amarillos, los pequeños tusilagos lila y las bicacareras con sus copas invertidas de color bermejo claro que prefieren los lugares a la sombra, y que crecen apoyándose en otras plantas, son enredaderas. Voy gozando con la experiencia estética de las formas y los colores de las plantas por un sendero claro, aunque complicado, con tramos arenosos resbaladizos. Durante esta bajada me paro muchas veces y entro en una especie de éxtasis cuando hago fotos de las plantas. Parece que se reconcentra y fluye la euforia de haber logrado atravesar el Pijaral y ahora puedo disfrutar mucho más de esta experiencia más sencilla de ver estas plantas en su entorno, que no me cuesta nada físicamente, voy descendiendo. Es un recorrido largo que solo había hecho una vez y en subida (excursión 656). Por momentos parece que voy a tener dificultades al ir acercándome al cauce de un barranco (De Aguas de San Andrés) pero no hay problemas, estoy recorriendo la arista de una loma y el camino me va llevando bien. Atravieso el cauce (350m) y parece que en algún momento posterior no salgo a la pista (La Palmita) por donde lo debería haber hecho y sigo en paralelo por abajo, por un camino oculto por plantas y con muchos charcos que me lo ponen complicado hasta que por fin puedo salir a la pista de La Palmita (17.28h) (recorrido alternativo no reflejado en el track de la excursión).
Ahora pretendo seguir por el sendero que va pegado al cauce del barranco de San Andrés, pero me cuesta encontrar el sendero que sale de la pista. Me paso de largo y un lugareño me lo explica. El sendero se toma un poco más arriba de unas instalaciones abandonadas al lado de una gran piedra. Perfecta indicación. El sendero es estrecho, pero se nota que lo transitan, me lleva hasta el cauce. Lleva bastante agua. Lo cruzo poniendo los pies en las piedras adecuadas que alguien ha ido situando estratégicamente en el cauce con agua. En este sitio el cauce es una zanja profunda de paredes de unos dos metros de alto. Lo cruzo y al otro lado el sendero es claro y relajado entre la yerba alta, bien marcado entre palominas y relinchones y el rumor del agua. Sigo amortizando mi esfuerzo del Pijaral, sigo en estado de gracia. Llego a la carretera por Muñón (18.03h, 110m). Sigo bajando en paralelo a la carretera de San Andrés. (TF-12). Aquí toco en una casa para conseguir agua, sale un joven que tarda un momento en reaccionar y me dice “a nadie se le niega agua”. Gracias. Me siento estupendo. Lo de pedir agua casi que lo hago a propósito para tener la experiencia muy agradable de ser ayudado. Al terminar la calle un “buen” cartel con la palabra “camino” me indica por dónde bajar hasta el cauce. Lo cruzo saltando, lleva bastante agua. Unos cien metros más abajo lo tengo que volver a saltar para cruzar al otro lado. El siguiente tramo es bueno hasta las inmediaciones del campo de fútbol. Hay demasiada agua para ir por el cauce y tengo que ir por un canal con tubería por la izquierda, cada vez más estrecho y expuesto (la verdad es que con esto no contaba y es realmente complicado) hasta que, más abajo, logro bajar al canal, y de ahí llegar a una calle. Diez minutos más tarde llego a la parada de la avenida (18.50h). Ha sido una excursión absolutamente fantástica con tantos momentos emocionantes, con paisajes tan variados. Siete horas y media para cruzar la isla de costa a costa, con un rodeíto por el Pijaral.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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Almaciga a La Cancelilla
La Cancelilla a San Andrés