• Excursión 1005. 26 Septiembre de 2019. Jueves.
Montaña Chasogo. Chirche.
Municipio: Guía de Isora
ENP: Parque Natural Corona Forestal. Parque Nacional del Teide
De 11.28 a 18h. De 2080 a 1730 a 1890 a 1709 a 1797 a 1590 a 1706 a 1655 a 1690 a 975m.
Distancia: 17,6km. Duración: 6h 32m
Descenso desde el mirador de Chío en el Parque Nacional del Teide hasta Chirche. Bajo por senderos señalizados, por un paisaje cambiante de escorias, pinares y volcanes. Por una pista de montaña voy hasta una galería con un bonito salto. Después recorro más senderos hasta un gran cruce de caminos y desciendo por una loma muy definida hasta el pueblo de Chirche
Llego tan justo a tomar la 460 a Icod que prácticamente está cerrando las puertas (10h). Pocos pasajeros, y los que se montan hacen pequeños recorridos, en una mañana muy tranquila, cómo me gusta. Me bajo en el consultorio de Chío (11.54h) y casi enseguida aparece el taxi que he llamado. El conductor, correcto y profesional, me da la conversación justa y me deja en el mirador de Chío (km 3, TF-38, 11.29h, 31€). Hoy me encuentro un poco cansado y no me da para entusiasmarme con este paisaje de líneas rectas, inmensos llanos y montañas lejanas. Alrededor del mirador y al otro lado de la carretera los turistas se dispersan pero sin alejarse mucho a la espera de que sus guaguas reanuden la marcha. Cruzo la carretera y me siento un privilegiado cuando empiezo a alejarme por el sendero de enfrente que baja por la escoria por bien marcado por doble hilera de piedras y a tramos rellenado el fondo de grava. A la altura de las últimas montañas del circo de Las Cañadas estoy dudando si subir o no a la montaña del Cedro o al menos por encima del roque del Cedro, pero me disuaden las voces de unos cazadores, que no veo, que están por la ladera. Unos cinco minutos después de empezar llego a una bifurcación (2070m) y tomo a la derecha para seguir bajando. A mi izquierda está la ladera (de las montañas del Cedro) cubierta de pinos y mi derecha pero mucho más alejada la montaña de Chasogo, también cubierta de pinos. Me llama la atención la gran lengua de lava, que procedente de la erupción de las Narices del Teide, llegó hasta la montaña de Chasogo y se separó en dos al alcanzar sus faldas.
A mi alrededor la vegetación usual de rosalitos y pequeños pinos. Más abajo encuentro una era (de la Fajana de Charagueche) hecha sobre una placa de lava pahoe-hoe, una lava bastante lisa y muy apropiada para una era, el muro es de piedras más o menos colocadas en círculo. Me acuerdo que vi otra era (Barqueto), a esta misma altitud aprox. en la bajada por la derecha de la montaña de Chasogo, y también sobre lava pahoe-hoe (excursión 795). Más adelante empiezo a ver más vegetación, malpica, escobón, cerrillo al recorrer un tramo serpenteante algo pedregoso. Es un tramo que va por la arista de una loma más o menos afilada, sin separarse mucho del centro. Voy en modo reserva, todavía no he empezado a conectar con el paisaje, me encuentro cansado, molido (demasiadas excursiones últimamente). Al menos al ir bajando puedo lidiar con mi cansancio. También me ayuda que el sendero sea fácil, claro.
Como un km y medio (media hora) después de la era llego a una pista de tierra (Punto A, Pista Chasogo, 12.45h, 1740m). Hoy no tengo un plan muy concreto y al llegar a la pista me tienta visitar una galería que he localizado en el mapa pero que está bastante lejos y además hay que subir para alcanzarla, me engaño un poco diciéndome que voy a ir “solo” hasta el borde de un gran barranco (Cedro/Mañoca) y que allí decidiré. Ok. Ahora no cruzo la pista para seguir por sendero hacia abajo sino que tomo la pista a la izquierda, va en ligera subida, pronto veo que la pista va camino de convertirse en un… camino, los escobones, los malpica y los tajinastes azules crecen a su aire en la superficie llana de la pista y solo van dejando un pasillo, y como por aquí la vegetación no crece exuberantemente puede que no lleguen a cubrir la pista del todo, me imagino que cazadores y senderistas como yo lo mantendrán abierto. En las curvas y algunos rellanos se acumulan las piñas de los pinos en colores que van del gris ceniza al marrón fuerte. En varias esquinas de esta pista que salva un par de pequeños barrancos (Charagueche, Saltadero Oscuro) hay grandes concentraciones de cagadas, ya muy blanquecinas, de muflones, es llamativo que todos caguen en el mismo sitio, debe ser una estrategia defensiva, y solo las veo en las esquinas de la pista. Ocasionalmente veo algún tajinaste rojo. También paso grupitos de sonajeras secas que suenan cuando las rozo.
Me impresiona la vista del barranco cuando la pista llega a su borde, un barranco de sección en forma de uve, ancho y profundo con las laderas cubiertas de pinos. Por fin me he “despertado” y ya estoy entusiasmado con la excursión, hoy me costado mucho sintonizar. Por aquí hay más tajinaste azul y más escobones. El día está fantástico, cálido pero no caluroso, luminoso pero no cegador. Una vez que he llegado al borde continuo con mi autoengaño para ir hasta la galería diciéndome que sólo voy a ir hasta localizar por donde baja un sendero que cruza el barranco, sendero que eventualmente llega al barranco de Tágara y la casa forestal de Tágara, algo con posibilidades para diseñar una buena excursión. Sigo subiendo con vistas diáfanas continuas sobre el barranco y logro localizar el sendero (1840m) a la derecha, gracias a una montaña de hitos señalizándolo, en la ladera de enfrente vislumbro el sendero que sube hacia la loma. Ese sendero va al Camino Lomo Las Vistas. Bien. Hoy no voy a hacerlo y ya que he llegado hasta aquí voy a completar el “engaño” y sigo hacia la galería, en ligera subida y con la pista más llena de plantas y con más derrumbes de las laderas. Y llego a la galería Salto de Gutiérrez (13.30h, 1890m). Una de las razones para venir hasta la galería es su nombre “Salto” y le hacer honor, enfrente hay una gran pared vertical. En la caseta grande con ventanas enrejadas pero sin puertas hay un somier pequeño y vigas en el suelo para sustentar dos grandes motores, que no están. Sigo subiendo un poquito porque me lo sugiere un sendero por una zona de paja dorada y seca que refulge al sol y llego a la bocamina, un agujero grande en la pared totalmente abierto del que sale una corriente de aire fresco y húmedo que me seca casi instantáneamente el sudor. Más arriba y en la ladera de enfrente hay otra caseta en ruinas, muy antigua. Ha merecido la pena este rodeo, esta gran vuelta, 45 minutos y 160 metros de desnivel.
Por la misma pista regreso hasta el punto A, el sendero por el que bajaba desde Las Cañadas (14.08h) y empiezo a bajar por el sendero. Cruzo la pista una segunda vez (punto B) y sigo a la derecha después por una pista y hacia la casa forestal de Chasogo, todavía no tengo una idea clara de lo que voy a hacer después, de momento me da curiosidad sabe cómo será esa casa forestal. Por una pista convertida en camino voy en ligero ascenso y paso una zona de escorias volcánicas por debajo de la montaña de Chasogo y por una parte más llana llego a la casa forestal (14.32h). Que no me gusta nada, recubierta de piedras, con paneles solares en lo alto, está acorazada y sin ningún grifo por fuera. Tiene pista para helicópteros, bien señalizada. En un cartel reciente hay información de algunos buenos senderos por la zona, por cerca del punto A. Decido comer aquí. Tranquilo y descansando comiéndome mi bocadillo descubro un baño para pájaros. Es la parte superior de un bidón cortado, un bidón verde que han llenado de agua y fijado al suelo poniéndole algunas piedras dentro. Me alejo. Al poco empiezo a oír y a ver pájaros que viene a beber y bañarse, meten la cabeza dentro la remueven y al levantarla el agua les cae por el pecho, cuanto más rato pasa más vienen, pían muy bajito, es toda una congregación animada. Vale los de la casa forestal no proveerán de agua a un caminante sediento pero sí que se preocupan de que los pájaros no pasen sed, tengan agua abundante. Le hago una foto al cartel y tras la comida (15.06h) vuelvo por la pista hacia el cruce con la idea de hacer uno de esos senderos que he visto en el cartel.
Estoy un poco inquieto y agitado porque no tengo ninguna idea clara de cuánto me va a llevar el recorrido hasta Chirche (estoy en un lugar muy remoto), así que el regreso hacia el cruce (punto B). Tiro para arriba por el sendero, pero tras un par de vueltas circulares regreso a la señal y me doy cuenta (mirando la foto) que debe ser por aquí pero que probablemente estén renovando este camino y que por eso no aconsejen pasar, es decir, disuaden de seguir. Guiándome por mi instinto sigo adelante y paso la señal disuasoria, y pronto me doy cuenta de que he hecho bien porque enseguida me encuentro con un camino en perfecto estado (1700m) muy bien señalizado con una doble hilera de piedras formando un pasillo, este es el camino del Lomo de la Fuente, que va por el borde del barranco de Charagueche. Tras unos diez minutos de bajada el camino tuerce a la izquierda (1600m, punto C) pero yo sigo un rato hacia abajo por un camino menos claro en busca de una era, que no encuentro. Regreso al punto C y sigo a la derecha por el sendero. El paso del primer barranco (Charagueche) es suave pero tras el segundo (Saltadero Oscuro) tengo que zigzaguear en constante subida bajo un sol fuerte y como todavía no tengo una idea clara de cuánto me queda voy a ritmo fuerte sudando la gota gorda. Pese a que voy haciendo la digestión del sándwich y el bizcocho, eso no me da ningún problema es una comida perfecta para hacer ejercicio físico después, por eso se ha convertido en mi comida fija en las excursiones largas.
El sendero, el camino por donde voy, lo están renovando en estos momentos, no llego a ver a ningún trabajador, pero sus pisadas están marcadas por todos lados, muchos escobones que crecían en la caja del sendero están cortados con marcas recientes, y las esquinas y las curvas tienen escalones hechos en la tierra, son escalones que no van a aguantar ni media lluvia, pero ahora están perfectos, cuanto más me doy cuenta de que estoy prácticamente estrenando el camino más contento me pongo de haber elegido esta opción. Por fin, tras el largo zigzagueo llego al borde de otro gran barranco (Mañoca/Cedro, 1650m) aunque todavía tengo que subir otros treinta metros más para poder empezar a bajar y cruzar el cauce. Y comparativamente la subida por la otra ladera no me resulta tan dura. La última parte (antes de llegar a un cruce de caminos) de ese sendero de subida está sin renovar y grandes escobones y enormes piedras lo tapan y taponan, menos mal que tengo claro su dirección para tener fe y poder seguir y llegar (16.25h, 1680m) a un cruce de caminos que ya conozco de una gran excursión por Guía (la 740). Aquí confluye el camino de las Peguerías por donde vine en aquella excursión pero también el camino Lomo de las Vistas, del que antes encontré por donde empezaba. Me acuerdo perfectamente lo que me impresionó al llegar a este sitio en la excursión 740 ver las equis de los dos caminos (del camino por donde acabo de llegar y el que baja por la loma –Lomo de las Vistas-. Me pareció que eran el acceso a lugares imposibles, y ahora estoy completando todo el mapa de estos tres caminos que confluyen en esta loma (Lomo de Las Vistas).
Ahora inicio el descenso hacia Chirche (4,8km me dice una señal) mucho más tranquilo y sin prisas porque sé que me da tiempo bien a bajar con luz de día. El cielo sigue despejado y tengo mejores vistas hacia el barranco a mi derecha (Mañoca), aunque también voy bastante fundido después de la travesía de los barrancos. Cuando llego a la era de las Vistas (1540m, 13m Ø) me subo a contemplar el panorama, está bien conservada la era, parece que cuidada. Sigo bajando lentamente por el firme pedregoso y serpenteante, el sol sigue dorando los cerrillos y los malpica, ya con las flores muy secas. En la parte rocosa . donde la loma se estrecha tengo una buena visión del risco vertical en la pared de enfrente del barranco, tiene una galería en su parte inferior pegada al cauce. El nombre de ese risco es Tamuja del Lado Sol y por donde voy yo se llama Tamuja Lado Sombrío. Delicado de pies se me hace interminable el último tramo antes de llegar a las huertas y los viñedos. Este tramo es muy aburrido por una pista de grava. No sigo por el camino tradicional sino que salgo a la carretera (TF-38) y avanzo por ella hasta meterme por la primera bocacalle a la izquierda y llegarme hasta el bar-restaurante Mirador de Chío (18h) donde llamo un taxi.
Me toca esperar un buen rato y sulfurarme con la telefonista del radio taxi. Dos hombres salen del bar muy contentos hablando muy alto, una mujer con falda hasta el suelo que parece deslizarse más que caminar murmura muy bajito al teléfono en ruso. Por fin llega (18.25h) mi taxi, se disculpa el conductor. En Guía (18.32h) me compro dos botellas de agua, una con gas y otra sin gas. Menudo vicio el mío. Me toca esperar media hora a la 460 (19.06h), qué tirada es la vida del excursionista sin coche. En la guagua me tengo que cambiar hasta tres veces de sitio evitando a varios pasajeros que tosen de una manera muy preocupante, después de una dura excursión no quiero que me alcances sus bacilos. Tras el puerto de Erjos la niebla lo llena todo y se empiezan a empañar las ventanas. Me gusta el bamboleo violento de las curvas hasta Icod. Voy viendo, parece que a cámara lenta, como anochece y cuando llego a divisar Icod por Las Canales ya está toda iluminada. En Icod (20.07) me cuesta volver a caminar, estoy tieso como un palo.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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