• Excursión 1188. 15 Diciembre de 2020. Martes.
La Guancha. Icod el Alto por la TF-344.
Municipios: La Guancha. San Juan de la Rambla. Los Realejos
De 15.05 a 18.25h. De 480 a 920 a 480m.
Distancia: 16,8km. Duración: 3h 20m.
Excursión circular por asfalto empezando por La Guancha, atravesando en subida el pinar denso y alcanzando la parte alta agrícola de San Juan y La Guancha. Después bajada una lluvia intensa hasta la carretera general y vuelta a La Guancha
Mi objetivo de hoy es recorrer la carretera Tf-344 que circunvala la Guancha y llega hasta Icod el Alto.
Como de costumbre cada vez que vengo a La Guancha para hacer una excursión empiezo en la calle La Solitica donde dejo el coche. Aquí termina la carretera Tf-352 que empieza en la carretera general del Norte. El día está algo nublado y vengo preparado para que me llueva, incluso con el pantalón impermeable. Subo por esta calle recta con mucho desnivel y enseguida llego a la zona céntrica de la Guancha (Avenida de Sinforiano). Me echo a la derecha por esta calle que me parece antigua y moderna al mismo tiempo, es realmente un lugar apartado y al mismo tiempo limpio y ordenado. En un par de minutos llego a unos escalones que salen, suben, a la izquierda y por aquí empiezo a subir la calle Castillo, con fuerte pendiente hasta que llego al principio de la Tf-344 que empieza dentro de la ciudad por la calle de Los Pinos. Empieza a llover, para pronto. Mejor. La ladera a la derecha de la calle es una gran hoya donde crecen los árboles a su aire y donde hay algunas huertas y casas aisladas. En una bifurcación (a la derecha se va al campo de fútbol) yo sigo a la izquierda subiendo y enseguida paso el albergue de La Guancha, que jamás he visto abierto. Pero aquí sigue intacto. Y por aquí ya empieza el bosque de pinos que oculta una orografía torturada de montañas y hoyas y que recorren canales, caminos y pistas. Hoy, sin embargo, me voy a mantener fuera de eso, hoy quiero ir por la carretera todo el rato sin desviarme. Esta primera parte es la más agradable de todo el circuito que voy a hacer. El asfalto está en muy buen estado y no me tengo que preocupar de mirar al suelo, el olor al monte es fuerte, el olor a los pinos y a la humedad de la tierra me gusta mucho. Y el desnivel se va repartiendo con mucha curva, lo cual me permite ir viendo de distintas maneras el bosque cerrado. Voy pasando pistas a izquierda y derecha, la más importante es la entrada (a la derecha, 730m) a la pista que lleva a la zona recreativa de El Lagar. Aquí suele haber coches aparcados, de ciclistas que empiezan aquí, hoy no hay ninguno al lado de la pequeña choza.
Sigo por la carretera y rodeo un barranco (El Pinalete) y en subida por entre las laderas de pinos sigo disfrutando que no llueve todavía, aunque cada vez se está poniendo más gris, más oscuro. Poco después termina el bosque, el pinar. Ahora sigo por una zona agrícola en retroceso con grandes extensiones antaño ocupadas por huertas y prados que ahora están abandonadas y cubiertas de helechos con muy pocas casetas alrededor. Sigo en ligera subida y empieza a llover fino. A los cinco minutos como la lluvia es de las que dan por todos lados me pongo los pantalones impermeables. Lo bueno de hoy es el olor a fresco, a humedad, incluso la lluvia huele y las masas de zarzas y tojos que crecen en muchas parcelas al lado de la carretera parecen la lucha entre King Kong y Godzila, la lucha de dos monstruos, donde también se meten los helechos que tienen una impresionante capacidad de crecer en terrenos que se han dejado de cultivar. Voy pasando muchas pistas y carreteras tanto hacia arriba como hacia abajo. La carretera va en ascenso y se mantiene entorno a los 900 metros de altitud y alcanza su máximo (920m) al pasar la Fuente del Bardo (El Andén). Se me ocurre pensar que si pagasen a la gente por cuidar pequeñas parcelas sería la única manera de mantener a raya el crecimiento desmesurado de los tojos y las zarzas, que con la humedad y la altitud del lugar tienen un lugar perfecto para crecer después de que se hayan dejado de cultivar grandes extensiones y que tampoco los animales pasten. Realmente por momentos me llega a preocupar ver de cerca y en directo las aglomeraciones de zarzas que crecen en los bordes de las carreteras y en los barrancos que voy pasando. Nunca había sentido algo así con respecto a las zarzas y los tojos. Sigue lloviendo fino. Tras dejar atrás la entrada al Andén la carretera empieza a bajar en largos tramos rectos atravesando grandes campos llanos donde se cultiva la papa. Se me hace raro ver superficies tan planas aquí arriba. Cuanto más bajo más llueve. No importa, voy bien protegido.
La carretera tuerce a la izquierda al pasar el km 1 y después va bajando suavemente hacia Icod el Alto, hacia la carretera que une Icod el Alto con La Guancha. En este tramo, ya bastante urbano, es donde más me llueve, con una intensidad feroz. Cuando llego a la carretera (Tf-342) escampa y me da un respiro. En la carretera sigo hacia la izquierda, hacia La Guancha, y me impresionan los dos pasos, muy cercanos entre sí, de dos estrechos y profundos barrancos: Castro y Ruiz. Desde los puentes el fondo, el cauce, no se ve, está oculto por enredaderas y las laderas verticales están cubiertas de árboles. Cada vez que paso por aquí se me ocurre pensar que si me cayese accidentalmente al barranco al pasar este puente no me descubrirían jamás, quedaría oculto bajo las enredaderas. Estos dos barrancos confluyen un poco más abajo. La recta, en ligera bajada, después del segundo barranco es la más antipática de pasar, apenas hay arcén y los coches pasan muy deprisa. Después sigo en bajada pasando diversos barrios dispersos con casas en los bordes de la carretera por todos lados hasta llegar a La Guancha y siempre en bajada.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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La Guancha a Icod el Alto por la TF-344