• Excursión 1469. 6 Abril de 2023. Jueves.
Los Canos. Lomo Los Escobones. Pasajirón. Parador
Municipio: Arico. La Orotava
ENP: Parque Natural Corona Forestal. Parque Nacional del Teide.
De 11 a 16h. De 1100 a 2500 a 2180 a 2210 a 2140m
Distancia: 13,2k. Durante: 5h.
Cada vez más estoy mirando los mapas para ver si encuentro lomas por donde subir, lomas con una cierta pendiente. Es una manera muy directa de recorrer el terreno y con buenas vistas, en general, debido a que vas por la parte alta del paisaje. La idea para esta excursión, en concreto, se me ocurrió después de realizar la excursión 1403. Cuando entré al cauce del barranco Las Colmenas (1780m, situado a la izquierda del gran barranco de El Río) me di cuenta de que había un sendero a la izquierda. Después he descubierto con los mapas que es la parte inferior de una loma (Los Escobones) de pendiente constante (30 a 35%) y que llega hasta lo alto de la montaña de Pasajirón.
Como otras veces voy hasta San Isidro en guagua y allí tomo un taxi que me lleva a Los Canos (en la carretera que parte de El Río, Arico). La subida desde El Río es por una pista estrecha, pero de firme bueno, casi todo el rato. Me deja en Los Canos (1100m) donde termina el asfalto. Más nubes que claros, temperatura agradable y sin viento. Subo a ritmo por una pista de tierra que, sobre todo, al principio tiene unos tramos con bastante pendiente con firme de tierra suelta. Ya estoy acostumbrado a esta subida y la hago a buen ritmo hasta que llego a una pista ancha (1500m). Es por donde se entra al barranco del Río. La cruzo y sigo subiendo por un sendero algo confuso al principio, estrecho que va al lado de una tubería. En los 1700m paso el monumental pino canario de Camas Verdes, y la era inclinada con suelo de roca. Hoy no me impresionan tanto como la primera vez que los vi. Continúo subiendo por una pista y empiezo a estar atento a un sendero que sale a la derecha y que llega hasta Chozas Viejas, un llano en el sendero PR 86, también con hermosos pinos canarios antiguos (esta exploración es para otra excursión que estoy diseñando). No lo encuentro o se ha cerrado. Sigo subiendo y justo cuando la pista termina y se mete en la ladera de un gran barranco (Las Colmenas) encuentro un sendero que sigue subiendo por la ladera. Lo subo un rato, me parece que puede ser este. Lo dejo y regreso hasta el principio del sendero que va por la ladera del barranco de las Colmenas. Las vistas son espectaculares, son hacia la confluencia de este barranco con el de El Río, rodeado de grandes riscos y donde la luz muy vertical resalta los pinos que parecen solo palillos sobre el fondo de la ladera blanca. No oigo el rumor del agua que se supone que tiene el barranco de El Río, tampoco veo su cascada, debe estar más arriba. Ahora sigo llaneando por un sendero algo inclinado que pasa por diferentes terrenos, tierra suelta, roca, entre grandes rocas de un tremendo derrumbe (bajo un gran risco en forma de arco).
Bajo el risco hay una vegetación densa y de muy buen aspecto de chahorras, amagantes, tajinastes azules de Tenerife, malpica. Paso el risco con algo de canguelo. Me gusta mucho el gran tronco de un pino muy grueso que está caído, y que ya vi la otra vez que estuve por aquí. Es un sitio extraordinario. Una tubería va en paralelo a mi sendero. Llego al cauce tras pasar una zona con vegetación muy alta de escobones, es el resto de una vieja pista. Enseguida de llegar al cauce (1780m) lo cruzo, trepo por el otro lado y después sigo un sendero que descubro. El sendero parece que va a una galería. Me desvío del sendero por la derecha y ataco con determinación la base de la loma. Tiene mucha pendiente, quizás más del 40%, y subo zigzagueando apoyándome en rocas entre los pinos y sobre la pinocha. Es impresionante la subida. Y no tardo mucho en llegar a la arista de la loma (Lomo Los Escobones). La arista tiene un poco menos de pendiente y cuando me acerco a un saliente rocoso (1930m) que cruza toda la arista descubro un sendero que rodea por la derecha el saliente y lo supera. Me gusta mucho que exista un sendero en un lugar tan perdido y tan remoto, los antiguos iban por todos los sitios.
La arista tiene una vegetación muy escasa, con pocos pinos y no muy grandes. De los escobones (que dan nombre a la loma) apenas veo unos pocos ejemplares. En los 2000m la loma vira a la izquierda en un pequeño ángulo. Las vistas no son especialmente espectaculares, tanto a la izquierda como a la derecha tengo barrancos poco llamativos, todos con una cubierta no muy densa de pinos. No hay ningún sendero, ninguno. Se trata de ir lo más recto posible evitando las grandes rocas, que las hay por grupos y en varias partes de la loma. En los 2100m el paisaje se aplana más y los barrancos a ambos lados son muy someros. Voy bien de forma, bajo el paraguas, el sol da fuerte. Cuando más subo más caótico se hace el terreno, con restos de corrientes de lavas en forma de escorias altas y una vegetación muy rala de retamas y algún codeso.
La sensación de que ya estoy a punto de llegar a lo alto de la montaña de Pasajirón la tengo por lo menos cuatro veces. Es un efecto creado por la menguante pendiente que me hace confundir un grupo de rocas salientes con la cumbre. Por otro lado, mi altímetro tiene una cierta tendencia a marcar de menos cuanto más alto estoy y pienso que ya he llegado. Pero no, no llego, tengo que sortear zonas con retamas más densa echándome a un lado o al otro. Se me hace largo. El terreno es cada vez más caótico e irregular. Mi única referencia es cuando empiezo a ver (hacia la derecha) el tramo de sendero (parte del PR 86) que después de bajar de Pasajirón va hacia Chozas Viejas. El sol da fuerte. Y mi altímetro sigue marcando: 2300, 2350, 2400, 2450, y, por fin, en los 2500m es cuando de verdad llego a lo alto de Pasajirón (2520m). Es decir, mi altímetro solo tenía un error de 20 metros. Es un alegrón, ha sido una subida larga. Son las tres menos diez, he tardado unas cuatro horas desde Los Canos. El Teide destaca enfrente, estoy en lo alto del circo que rodea las Cañadas. Ahora, sin embargo, yo sólo pienso en la retirada, en cómo completar la excursión. Y no lo dudo un instante: tengo que llegar al Parador antes de las cuatro que es cuando sale la guagua hacia La Orotava. Cualquier otra alternativa es muy onerosa.
Estoy en un lugar espectacular, con muchas posibilidades, pero para mí es el final de la excursión. Ya he recorrido la loma de Los Escobones y ahora se trata de hacer una buena retirada estratégica. Bien concentrado y sin correr, ni siquiera ir muy deprisa, inicio la bajada que es complicada por resbaladiza y zigzagueante hasta la degollada de Guajara. Después empiezo a descender hacia la pista de Las Cañadas por el sendero que da más vueltas que un trompo. No me apresuro, todo es muy irregular. Voy lo más deprisa que puedo sin ponerme en peligro. Al llegar a la pista tuerzo a la izquierda y no me gusta, no me acordaba, que sea casi todo en subida. Adelanto a más de un senderista con mi paso vivo. Cuando llego a la vista del parador tomo por el atajo por una ladera de grandes piedras que me lleva al sendero y ya desde él empiezo a ver la guagua verde de Titsa. Aflojo la marcha, pero cuando veo que no llego vuelvo a acelerar y logro llegar a las cuatro menos cinco.
Hago mis estiramientos a la vista de la cola que se ha formado a la puerta de la guagua. Una vez sentado me pongo a comer. Lo he dejado hasta ahora. Con tomar un par de plátanos a la una me ha sido suficiente. Es una energía de absorción inmediata. La bajada por el pinar con lo variopinto de los senderistas me gusta mucho. Más cuando pongo a escuchar música. El día está despejado, no hay mar de nubes. Es un regalo bajar en esta guagua después de una gran excursión.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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Parte inferior
Parte de arriba