• Excursión 1495. 10 Julio de 2023. Lunes.
La Sebe. Castaño Cueva Peraza
Municipios: La Victoria.
ENP: Paisaje Protegido Las Lagunetas
De 15.25 a 19.05h. De 900 a 1030 a 920m.
Distancia: 6,4k. Duración: 3h 40m.
No me puedo perder este año la floración de los castaños, casi parece una peregrinación anual que tengo que hace. La época en que florecen es variable, pero a mediados de julio es seguro que están en su apogeo. El lugar perfecto para gozar de los castaños en flor es la zona alta de La Victoria, entorno a la fuente de La Sebe (en realidad, un depósito de agua).
Voy en coche hasta La Victoria y lo dejo en la carretera general al lado de una tienda de electrodomésticos (Luz Hogar). Llamo a un taxi (tienen una parada cercana) pero nadie contesta, es mala hora, deben estar comiendo o en la siesta todos. Lo intento varias veces y no consigo nada. Hace demasiado calor para subir caminando hasta la zona de los castaños. Con algo de desgana, pero decidido a no perder ni un día de excursión me vuelvo a montar en el coche y callejeo por el recorrido habitual (Martín Corvo, Horno de Teja, Carril, Asomada, Los Altos, camino Los Dornajos). Llego al bosque de castaños y lo dejo en la primera curva (Miradero de los Castañeros, 890m, 15.25h) en un lugar amplio donde caben hasta dos coches.
Nada más salir me da una gran alegría ver que he llegado en el mejor momento, las tiras de flores amarillas cuelgan de todas las ramas de los castaños, me asalta el olor penetrante de su polen, que como lluvia finísima colorea de amarillo el asfalto negro y oscuro. A la sombra de los castaños incluso hace fresco. Y eso que hoy es un día caluroso, hay una alerta naranja por altas temperaturas.
Empiezo a caminar hacia adelante por la pista que de entrada tiene una cuesta bien pendiente. Estoy rodeado por todos lados de castaños. Todavía no tengo claro que recorrido voy a hacer, quiero hacer. De momento subo por la pista. Me voy aclimatando al olor y al esfuerzo físico que supone cualquier excursión por aquí. Tras unos 200 metros paso no subo por una pista que sale a la derecha, sigo por donde venía. Y aquí es cuando me empiezo a acordar del sendero perdido que recorrí en una mítica excursión (la 127) en mi primera época. Y unos cien metros sí subo por una pista que sale (930m), también, a la derecha. Es por aquí. Paso una casa aislada y tras unos cien metros (955m) termina la pista y llego a un espacio (Punto A), más bien llano, totalmente rodeado de plantas, capitanas, sobre todo, que tupen cualquier continuación. Por aquí es por donde empieza el sendero perdido. Penetro entre las plantas y enseguida veo, a mi derecha, un gran muro cubierto de musgo verde oscuro. No recuerdo con precisión cómo empezaba el sendero, pero lo del muro me suena familiar. Empiezo a caminar yendo cerca del muro que es bastante alto, los castaños lo cubren todo, apenas entra el sol. Puedo avanzar, aunque con bastante dificultad entre grandes helechos y algunas zarzas colgantes, siempre cerca del muro. Mis pies se hunden en la tierra mullida y muy blanda, que tiene agujeros aquí y allí. El olor al polen de castaños es más intenso aquí. Cuando termina el muro comienza otro. Encuentro una escalera de piedra que sube a una terraza. La recorro hacia la izquierda al lado de otro muro. Los helechos lo cubren todo, menos mal que son ligeros y me dejan avanzar. Sigo hacia la izquierda en ligero ascenso y descubro una mesa de madera circular (una bobina de cables reutilizada) con una estructura de barras, como para poner una cubierta. Es claramente un lugar para hacer comidas campestres. Aunque tiene pinta que la última carne de cochino asada se olió hace mucho. Sigo en ligero ascenso por la derecha de la mesa, pero tras subir a otra terraza llego a una zona de brezos y para arriba más terrazas. Regreso a la mesa. La rodeo y sigo hacia adelante. Por momentos se me hace un poco claustrofóbico el bosque, es muy difícil orientarse, todo está cerrado por ramas y árboles. Pero no me dejo llevar por esa sensación, al ir memorizando bien el recorrido por si tengo que regresar me va dando seguridad. Tras avanzar unos cien metros llego a un espacio despejado, un sitio donde se debió cultivar no hace mucho, si no los helechos lo habrían cubierto.
Avanzo otro poco más y llego al cauce (Punto B) de un barranco (Marta). Subo por el cauce, que conserva charcos y tiene zonas rocosas pulidas, un poco más arriba descubro un sendero que sale a la derecha, lo sigo, es estrecho, y bastante cerrado por las ramas de los granadillos y de los brezos, pero no me lleva demasiado lejos, se cierra y no puedo continuar, regreso al Punto B (este tramo pequeño por el cauce del barranco y el senderillo no está reflejado en el track de la excursión). Cruzo el cauce y salgo a una pista (940m), no muy ancha, que conozco bien. Subo por ella. Por aquí hace mucho calor, hay muy poca sombra. Está claro que no he encontrado el sendero que andaba buscando. Paso una zona vallada a la izquierda y un poco antes de llegar a una caseta grande rodeada de castaños me echo a la derecha (985m, Punto C) por un camino que enseguida cruza el cauce del barranco y sigue bastante claro entre brezos al otro lado. Me gusta. Paso un llanito, subo un poco y alcanzo una zona despejada con eucaliptus donde ha habido una buena tala. Es un contraste brutal, con respecto al bosque de castaños y también con respecto al brezal. Parece abandonado. Aquí me encuentro con una bifurcación (Punto D), persigo un rato ambos ramales, pero no me llevan a nada, el de la derecha podría tener continuación, pero está todo cubierto de helechos, el de la izquierda claramente lleva a la zona donde hay más eucaliptus. Regreso por dónde he venido hasta el Punto C. Sigo subiendo por la pista pedregosa, paso enseguida la casa aislada con un bonito porche cubierto. Unos dos minutos (170 metros) y llego a un cruce de caminos (1020m). Por aquí cruza un sendero PR. Tomo a la derecha por el sendero, enseguida llego al cauce pedregoso del barranco, bajo un poco por él y en unos pocos metros el sendero tuerce a la izquierda y se mete al bosque.
Hoy no tenía el objetivo de volver a recorrer ese sendero perdido (el de la excursión 127) pero un poco a lo tonto lo estoy tratando de encontrar con todos estos pequeños rodeos y exploraciones. Y ahora me acuerdo de por donde terminaba el sendero perdido, terminaba al lado de una señal de madera de PR en este sendero PR que estoy recorriendo ahora. Terminaba cruzando un bosquete de pequeños eucaliptus. Si no lo he podido recorrer desde abajo a lo mejor lo puedo encontrar desde arriba. Un primer intento campo a través hacia abajo no me lleva a nada. Regreso al sendero PR y, primero lo recorro unos cien metros hacia arriba sin resultado. Regreso, paso el poste de madera, y un poco después encuentro un sendero a la izquierda, no es gran cosa, pero es reconocible. Algo nervioso me meto por él, desciende, voy despacio, después llanea, rebasa la zona de los pequeños eucaliptus. Es un sendero claro. Empiezo a ver castaños y entonces llego la bifurcación (Punto D). Me sorprende. Pero ahora sí que sigo con bastante decisión por el ramal derecho y tras pasar una zona más densa de helechos ya reconozco el sendero perdido (con un muro alto a la izquierda y otro, muy bajo, a la derecha). Y va bajando bajo los castaños densos y cargados. Parece que al final lo he encontrado. Sólo me molesta una pequeña zona con zarzas. Ya estoy obsesionado y no me va a detener nada. Sigo bajando por el sendero que podrá tener un metro de ancho entre los dos muros, el alto y el pequeño y de repente, termina en una zona de vegetación muy densa, la atravieso y salgo al claro (Punto A) donde terminaba la pista. Estoy tan contento que me tengo que parar para celebrarlo como cuando un tenista gana un punto apretando el puño.
Mi fallo al principio fue atravesar la zona densa de plantas ligeramente a la izquierda, si lo hubiese hecho ligeramente a la derecha habría entrado al sendero perdido. Todo este meneo ha sido una muy buena excusa para recorrer toda esta zona de castaños. Tuvo que ser una zona con mucha actividad agrícola, construyeron una cantidad prodigiosa de muros para hacer terrazas donde cultivar, papas, me imagino, o también millo. Y aquí siguen los muros sujetando las terrazas, un pequeño mundo perdido.
Bajo (un par de minutos) y tuerzo a la derecha al llegar a otra pista. Paso la fuente de La Sebe, sin agua, ahora, y sin avispas, claro. (Más adelante en la excursión un hombre me explicará que es un depósito de agua, no una fuente, y que en verano la cierran para tener toda el agua posible por si se producen incendios). En unos metros en una bifurcación sigo a la derecha. En esta bifurcación hay una vista fantástica de un gran frente de árboles al otro lado, castaños y pinos. Sigo por una pista llana unos 300 metros y en una bifurcación tomo a la izquierda para empezar a bajar por una pista ancha. Bajo por aquí para visitar un gran castaño monumental que hay en un cruce de pistas (Castaño Cueva Peraza). Por aquí veo algunas fincas valladas, aunque la mayoría no tienen barreras y en algunas van a recoger papas. Por todos lados los castaños en flor muestran su exuberancia de flores amarillas y hojas serradas. Tras unos diez minutos de bajada llego al gran castaño (800m), es descomunal, quizás quince o veinte metros de alto, de tronco muy grueso y muy ramificado. Lo vi en octubre (excursión 1333) cayéndosele las hojas y lo vi en noviembre (excursión 1351) casi pelado, ahora está pletórico.
Sigo bajando y en uno o dos minutos encuentro una pista a la izquierda. La necesito para ir volviendo hacia donde dejé el coche. Además, por aquí hay un canal que me puede servir para atajar. La pista va entre fincas valladas y me va llevando hacia abajo, en una bifurcación clara elijo a la derecha y enseguida llego cerca de unos distribuidores de agua que es por donde va el canal (Canal de la Victoria). Me subo al canal y cruzo por un acueducto el cauce de un barranco (Marta), es una experiencia bastante emocionante, lo paso ligero sin mirar hacia abajo (peligro de vértigo si lo hiciese). Enseguida de pasarlo el canal cruza una pista. La sigo hacia arriba, aunque vagamente me acuerdo de que no tiene salida. Lo confirma. La pista empieza ancha y prometedora, pero después de pasar una cadena y meterme bajo los castaños de nuevo, se termina. Regreso al canal. (Esta pequeña incursión por esta pista prometedora no está reflejado en el track de la excursión). Sigo a la derecha por el canal que describe una curva (tiene que mantener la altitud) por un terreno con una ligera hoya. En dos minutos llego a otra pista (Camino de la Meseta). Ahora tengo que subir unos pocos metros por la pista para encontrar un acceso, a la derecha, al canal. Lo encuentro, pero no voy por encima, hay una caída importante, en su lugar, voy por un camino que va en paralelo y después baja hasta confluir con el canal. Ahora tengo que cruzar otro puente, este más pequeño, que salva un barranquillo (El Chupadero). Al otro lado el canal está cubierto de plantas y un sendero va en paralelo un poco más arriba. En dos minutos o así llego a otra pista (Camino de la Ladera) y aquí termina el canal para mí, va por dentro de una finca privada, y la puerta de acceso está con candado, por aquí solo puede pasar el canalero. Pero yo le he tomado el vicio a ir campo a través y aunque podría subir por esta pista hacia mi coche prefiero atravesar otro campo, con la vana idea de volver a encontrar el canal. Primero voy por el límite superior de un gran viñedo, cuando termina en una maraña imposible. Creo que los campesinos dejan que crezcan las zarzas y otras plantas en los límites de sus fincas, para que sirvan de vallado natural. Ahora subo a otra terraza y sigo hacia la derecha. Una valla me cierra el paso, pero con un poco de riesgo la supero por un lado y poco después ya salgo a otra pista (Camino Los Dornajos, 760m).
Este último paso ha sido muy emocionante, no sabía si me encontraría con un vallado impasable en el borde de la pista, pero no, puedo salir bien. Empiezo a subir por esta pista hacia mi coche. Ahora me toca una subida fuerte a pleno sol. No hay ni un poquito de sombra y el aspecto de los campos es de lo más achicharrado, los castaños quedan lejos, hay muy pocos por aquí. Subo en zigzag y me tengo que parar un par de veces para resguardarme del sol. Cuando logro llegar al bosque es un cambio radical. Aquí se puede estar, está fresco. Y también lo está mi coche que a la sombra no se ha calentado.
---------
Pulsar en el siguiente enlace para descargar el track de la excursión
Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
drive.google.com/file/d/1ZiVueovxLzGgjHXmKkSOwFNTEKtCocF-/view?usp=sharing
La Sebe - Castaño Cueva Peraza - Canal de La Victoria