E-656 Los Palmitos - La Cancelilla - Igueste

• Excursión 656. 6 Junio de 2017. Martes. (Anaga 100ª)

Los Palmitos. La Cancelilla. Igueste.

Municipio: Santa Cruz de Tenerife

ENP: Parque Rural de Anaga

De 14.47 a 19.00h. De 280 a 206 a 775 a 56m.

Distancia: 10,2km. Duración: 4h 13m

Sendero en subida por terreno arenoso con vistas estupendas, el tramo final por el bosque de laurisilva con gran pendiente. Bajada por otro sendero tradicional claro y de firme irregular, al principio por el bosque, después por terreno abierto con fantásticas vistas hasta alcanzar un barranco y seguir por cerca de su cauce. Después el sendero desemboca en una carretera por donde se sigue hasta Igueste, también al lado del cauce del barranco

Tomo por los pelos (como me gusta) la 946 rumbo al barranco de San Andrés. Cuando ya vamos subiendo por el barranco, oigo detrás de mí hablar a dos mujeres sobre los senderos que se ven desde la guagua, senderos que van cerca del cauce. Me meto en la conversación y les pregunto por el que yo voy a hacer (subir desde La Hoya hacia La Cancelilla). Una de ellas, he oído que tiene 81 años, toma la iniciativa y me dice que ella lo subió muchas veces cuando joven, ahora no sabe cómo estará, me dice que es una subida fuerte. (He leído muchas veces la descripción que hace MPC de esta subida, dice que tiene una parte arenosa que si se presentan dificultades no hay otro remedio que seguir subiendo porque bajar es peligroso. Este comentario me ha hecho dudar hasta ahora, me he estado imaginando una pared pelada y resbaladiza, pero hoy me siento valiente para enfrentarme a eso). Las mujeres me dicen dónde bajarme (Los Palmitos). Soy el único en bajar (14.47h, 280m). Hace bastante sol y calor cuando la guagua se aleja veloz por las curvas de la carretera.

Bajo por una pista estrecha, en un llano cerca pregunto a una pareja que está en el balcón de su casa, me señalan el camino. Es claro, llego a La Hoya (14.59h, 220m), otro pequeño grupo de casas (en el mapa aparece como El Tablero). La pista va rodeando aristas de lomitas transversales. Empiezo a subir por La Piedra Grande (un cartel lo dice) y sigo por un camino cementado, evitando las desviaciones que salen a la izquierda hacia casas aisladas. Cuando llego a un claro encuentro el sendero que sale a la derecha y que llega pronto al cauce de un barranco (15.11h, 255m, Aguas de San Andrés). Hay sauces en el cauce. Algunas palmeras desperdigadas. Después de cruzar el cauce del bco empieza un sendero muy recto que va por una arista, poco a poco me voy separando y elevando sobre el barranco de Aguas de San Andrés (a la izquierda). Después sube con mucha pendiente y muy claro. Entre los 350 y los 550m el sendero es de tierra suelta con zarzas tratando de invadirlo. Esta debe ser la parte complicada según MPC. Pero dista mucho del sitio imaginado por mí. Es de tierra suelta, pero yendo a ritmo y apoyando bien no tengo ningún problema.

Corre un viento fresco y hay más nubes que claros, perfecto para subir una pendiente así. Me paro en muchas ocasiones para ver el barranco y por dónde va la carretera que va hacia el túnel bajo El Bailadero. Es impresionante las vueltas que da retorciéndose entre las montañas (al ir estudiando su desarrollo me acuerdo del comentario de un pasajero en la guagua: “el dinero que costó esta carretera”). La arista me lleva hacia dos grandes picos, pero sé que en algún momento los voy a sortear, no sé cuándo. Desde los 500m está nublado. Las vistas sobre el agreste barranco son muy buenas, así como sobre El Chiguel (que ya parece un familiar mío) y el Teide, que también aparece por encima. En los 560m (15.48h) empiezan los brezos y naranjeros y desde los 570m ya voy bajo su sombra. Árboles altos, terreno húmedo. Es un verdadero alivio llegar aquí, aunque todavía me falta un trecho fuerte. Paso una caseta pequeña en ruinas (16h, 650m). Hay tramos más despejados más arriba, mezclados con bosque tupido. Llego a una bifurcación (16.12h, 764m), yo sigo a la izquierda. En otra bifurcación (la segunda) (16.14h, 775m) sigo a la izquierda también y en unos metros llego a La Cancelilla. Tiene un pequeño murito y un espacio amplio despejado al lado de la carretera.

 Aquí está fresco y la niebla pasa a rachas. Un coche para y sus pasajeros hablan preocupados sobre el coche. Me cambio de ropa con calma para recuperarme un poco, regreso por donde he accedido a La Cancelilla y en la primera bifurcación tomo a la izquierda (hacia Igueste). El sendero pronto se hace ancho y cómodo. Va cerca del cauce de un barranco (Las Piletas). Con un desnivel muy pequeño. Es un contraste muy grande con el de la subida. El bosque de árboles altos es oscuro y envolvente. El olor sigue siendo fantástico, profundo, húmedo. Un cuarto de hora después (16.33h, 666m) empieza a despejarse y tengo la primera vista sobre Igueste. Después de este tramo tan denso resulta muy liberador una vista diáfana sobre todo el barranco que me falta, y en el que no veo señales de ocupación humana, ni una sencilla caseta, nada: solo lomas y vegetación. Ya hace mucho rato que dejé de ir cerca del cauce del barranco. Un cuarto de hora más (16.46h, 560m) y dejo de ir a la sombra. El sendero es estrecho, y con firme irregular y va teniendo bastante desnivel. Pero no deja de ser muy claro en todo momento. Al tener toda la vista del barranco puedo ir apreciando más los detalles de la orografía de estos barrancos y del gran sistema que forman hasta llegar al de Igueste. Distingo un camino que rodea una loma, debe ser el camino por donde seguiré, y veo a un hombre subiendo con un saco.

Tras una bajada con más pendiente y en zig-zag voy a dar con un camino más ancho (17.15h, 300m). Al hombre, sin embargo, no lo veo, ya ha pasado. Tomo a la derecha por el camino más ancho. Cruzo un barranco pequeño (Las Piletas) y ahora empiezo a ir a una cierta distancia del cauce de otro barranco (Igueste) a una distancia más o menos constante. El paisaje es seco y el ambiente algo caluroso. El sendero con menos desnivel y cómodo me permite ir apreciando las paredes del barranco donde veo una tubería en la ladera de enfrente. El sendero va rodeando una arista tras otra. En una encuentro un maravilloso farrobo (17.24h, 259m), viejo y nudoso, sus raíces caen en cascada sobre las rocas en su base. Frondoso, da sombra en medio de este solajero, y en la esquina crea incluso un poco de brisa. Parece que él solo sujeta la esquina. De hecho, creo que viene en el mapa de tan llamativo que es (Farrobero de la Piedra la Lapa). Sólo por ver este árbol ya merece la pena todo este camino. Sigo rodeando las aristas hasta que llego a una valla amarilla en la pista, aquí hay un sendero (17.36h, 245m) que sale a la derecha (sube), yo sigo hacia abajo. Poco después llego al asfalto (17.38hm 225m). Un poco más abajo hay un pequeño caserío en un terreno llano con muchas huertas. Le pregunto a un hombre que riega una huerta. Me lo dice muy despacio: Ho… ya… de… los… Jun... cos. Por su manera de vestir parece una persona que viene por las tardes a cuidar su terreno. En el mapa aparece como El Llanito. La carretera describe un gran arco en este sitio y las casas están a la derecha.

Sigo bajando y veo (a la izquierda) el principio del sendero (17.50h, 157m) que sube hacia Las Casillas, hay otro pequeño grupo de casas con el curioso nombre de Leri Negro. Antes de la siguiente curva creo encontrar un sendero que ataja. No me mosqueo cuando no baja, sino que sube y cuando llego a lo alto del sendero ya es tarde, hay colmenas con mucha actividad, me quedo paralizado, cuando empiezo a volver una abeja me ataca, histéricamente con mi sombrero logro espantarla, escapo por los pelos. Casi se podría decir de mí la famosa frase: la curiosidad mató al gato. Paso otro caserío que se distribuye a lo largo de una loma (en el mapa aparece como Almaciguillo, es el Lomo Bermejo). De la otra vez que vine por este camino (excursión 561) la diferencia es que ahora no hay agua corriendo por el barranco, ni saltando de lado a lado de la carretera. Llego a Igueste por la curva pronunciada (18.15h, 55m). Como la guagua sale a las siete y diez decido subir por las terrazas que hay a la derecha de la curva pronunciada. El terreno forma un gran triángulo entre el cauce del barranco y la montaña. Está aterrazado y un camino claro sube por la izquierda. Algunos terrenos están vacíos, otros plantados, hay grandes farrobos en los bordes, también gallinas y alguna cabra. Se oyen voces de gente trabajando. Esto está muy vivo. Subo y subo hasta la última terraza donde veo un pequeño almácigo. Me meto por alguna de las terrazas curioseando. Veo millo y papas sembradas. Hay mucha sombra. Me gusta mucho este lugar. Ahora ya estoy en la parte buenísima de las excursiones donde todo me entra directamente en vena. Vuelvo por donde vine y espero (19h) a la guagua en la parada “Capri” ¡qué buen nombre!

El viaje de vuelta me lo paso mirando al mar con las incontables curvas hasta San Andrés (6 km de curvas). No tiene desperdicio, la carretera está sostenida en muchos tramos con rellenos de cemento. Me admira la ingeniosidad para construir una carretera así. Todo el recorrido con guarda caudales pintados de naranja claro/beis. Poco tráfico. Las grandes plataformas petrolíferas le dan aire de sitio importante. Entre Igueste y San Andrés sólo hay un pequeño enclave privado con casas cerca del mar (El Balayo) y unos apartamentos cerca de la playa de Las Gaviotas.

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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla

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