• Excursión 1493. 3 Julio de 2023. Lunes. (Anaga 237ª)
Malvasía. Chiguel. Cueva Bermeja
Municipios: Santa Cruz.
ENP: Parque Rural de Anaga
De 15.40 a 21h. De 135 a 650 a 10m
Distancia: 8,4k. Duración: 5h 20m.
Gran travesía entre Malvasía (un pequeño caserío en la parte alta del barranco del Cercado) y Cueva Bermeja. Subo desde Malvasía por un sendero difícil en algunos tramos hasta otro sendero que rodea el Chiguel y por él subo a la degollada entre los dos picos del Chiguel. No encuentro el sendero de bajada a Ajitio y me veo forzado a una larga caminata por varias lomas hasta descender a Cueva Bermeja
Regreso a Malvasía (parte alta del barranco de El Cercado), una semana después, para intentar la continuación del sendero que encontré el lunes pasado. De nuevo tomo un taxi en el intercambiador que esta vez me lleva justo hasta Malvasía (135m), la pista sin salida que sale a la izquierda tras una curva. Camino el corto pasillo, hoy están tres coches en el final de la pista y no hay perrillos que me ladren. Me meto por el sendero que está justo antes de un murete pasando por encima del palé (nuevo) de madera. El día no está tan caluroso como el lunes pasado. Enseguida me desvío a la derecha del sendero principal por otro que sube recto por la ladera de la loma. No es muy claro, pero voy encontrando como ascender entre la vegetación baja de cornicales, bejeques, matorriscos, pencas y tabaibas, por un suelo terroso y resbaladizo. En cuanto supero la parte más inclinada de la pendiente llego al sendero bueno y ancho que me lleva hacia arriba.
Corre un viento fuerte que agradezco mucho. No se ve ni una nube. Echo un vistazo a las lomas colindantes y veo posibilidades en una que encierra un pequeño vallecito y que subiendo llega hasta la loma que separa este barranco (El Cercado) del de San Andrés. El viento fuerte pero no frío es muy vivificador. Me paro varias veces para contemplar y asimilar los picos de las lomas. Me vuelve a impresionar la cueva en la tosca roja, es alargada e inclinada, y da una sombra estupenda. Sigo subiendo por un dique y cerca de la arista afilada de la loma. Cuando llego a una parte llana por un escalón (artificial) subo a un saliente de tosca redondeada. El sendero va por una especie de canal ancho de tosca por donde también va un dique cuarteado gris. Es un tramo precioso de sendero. A la derecha tengo una gran hoya, un valle coronado, al otro lado, por dos grupos de rocas puntiagudas que parecen dos grandes órganos de piedra. Sus paredes son grises y espectaculares y un salto-hendidura (Chorro de Benito) en la pared encierra la hoya. Estoy impresionado por el paisaje, no esperaba algo tan espectacular y tan nuevo para mí. Una solitaria palmera en la base de la pared de los “órganos” me recuerda que esta es una zona de palmeras. Entre la belleza del sendero y el paisaje voy boquiabierto. Después de subir un poco más recto el sendero, claro, se echa a la derecha para subir a otra loma. Esta es la loma por donde, si pudiese subir, llegaría, prácticamente recto, hasta el Chiguel. Pero no, el sendero la rodea (375m) y se mete por otra hoya grande, por donde sigo por un sendero fino, un senderillo de cabras.
Ahora voy abierto a todo. (Lo que esperaba si no podía subir por la arista de la loma arriscada era continuar llaneando y al llegar al cauce de un barranco subir por cerca del cauce hasta el sendero que rodea el Chiguel.) A pesar de mis expectativas me cuesta aceptar que el sendero de cabras no suba ni un milímetro. Incluso baja. El sendero es más estrecho, pero sigue siendo claro. Al llegar al cauce de un barranquillo (El Altabacal) con abundante vegetación el sendero lo cruza y continúa en ligero ascenso por la siguiente loma. Por aquí hay más vegetación y las jaras en un tramo larguito invaden el sendero. El sendero asciende en este tramo un poco y llego a la arista de otra loma por un llano (420m). Al otro lado veo, para mi sorpresa, muros grandes de terrazas, por aquí se cultivaba antaño. El sendero ancho me lleva hacia las terrazas, pero no me cuadra, ya tendría que estar subiendo. Regreso al llano y encuentro un sendero, más estrecho, que sube zigzagueando por la loma. Bien. La cosa va muy bien. La sensación de que voy a conseguirlo me ayuda a soportar el calor intenso que siento más fuerte ahora, no se mueve nada, se me hace muy esforzada la subida. Me gusta ver en mi subida (a la izquierda) un risco de piedra gris (Cuchilletes del Cerco) con un bosquete de brezos en su base. Es casi milagroso lo de los brezos. Lo supero y llego hasta casi la base (600m) de un pico muy llamativo (El Cubo, 18.30h). Ahora tengo que decidir si regresar por donde he venido o continuar. Me puede el vicio y continúo. En mi subida he cruzado el sendero que rodea el Chiguel, me lo he pasado. Tengo que dar vueltas por la ladera, por donde hay muchos senderillos de cabras hasta dar con el correcto, que no se ve de lejos, aunque se nota bien trillado es más bien estrecho y solo cuando estoy prácticamente encima lo veo. Una señal para encontrarlo subiendo por la loma por donde he subido es un ligero resalte rocoso, por ahí debe cortar el sendero la loma.
Ya lo he conseguido. He encontrado el sendero de subida desde El Cercado, que es además el sendero más claro de todos los que he hecho para subir al Chiguel (cuatro más, véase mi página web). Todavía me falta un poco pero ya la cosa es familiar. Cuando llego a la loma que el sendero rodeó por abajo, la loma con el risco vertical, la loma por la que, si se pudiese subir, llegaría hasta el Chiguel, es por donde tengo que abandonar el sendero que rodea el Chiguel y empezar a subir. No hay sendero ni marcas ni nada, así que simplemente subo por la loma. La loma tiene bastante pendiente y en la parte final muchas rocas y hay que hacer un truco final (echarse a la derecha en una parte que parece que no se puede, ya bastante arriba) para superar las últimas partes rocosas y llegar a un senderillo fino que me lleva a la degollada entre dos picos (El Chiguel de Abajo -a la derecha- y el Risco Peligro -a la izquierda). Me emociona cuando reconozco la pequeña sabina en la base del Chiguel, el de Arriba (que está más a la izquierda del Risco Peligro). La vista cambia dramáticamente al entrar en otra vertiente. Al fondo, Santa Cruz, a la izquierda, María Jiménez y delante el barranco ancho antes de separarse en tres barrancos más estrechos (Valle Grande, Valle Brosque, Valle Crispín).
Por delante tengo ahora una meseta inclinada donde el trigo, que lo cubre todo, está seco. Me dirijo en diagonal hacia la esquina izquierda de esta meseta donde hay restos de muros bajos y también crecen algunos cardos y algo de avena. Voy bastante optimista de que voy a encontrar el sendero que va por un andén. Al llegar a la esquina veo que el cauce del pequeño barranquillo está unos metros a la derecha, qué suerte he tenido. Bajo por el cauce arenoso y enseguida doy con el sendero. Caminándolo es completamente seguro, pero cuando lo veo de lejos parece de lo más peligroso. La parte final del sendero es algo confuso, se bifurca varias veces por terreno resbaladizo. Son caminillos de cabras. Después sigo por el borde de un barranco (Valle de Ajitio) que empieza aquí, justamente por debajo del sendero del andén. Bajo buscando el principio de un sendero que baja por el barranco hasta Ajitio y empieza en una degollada (Ajagua). Este sendero lo hice una vez en subida, primero, y en la misma excursión, en bajada. Lo que recuerdo es que no era difícil. pero que al bajar me pasé de largo y gracias a unas piedras que había puesto lo encontré. El borde es largo, unos 200 metros, y culmina en un saliente (Roque La Cuesta). Como a la mitad tiene otro saliente rocoso, no tan prominente. Lo busco entre el primer y el segundo saliente, pero no llego a nada, hay caminos, pero dan a caídas fuertes. Lo busco más de media hora y no llego a nada. Son ya las siete de la tarde. Esto me pone un poco nervioso. Decido continuar por el recorrido más seguro, por las crestas hasta Cueva Bermeja (ya lo he hecho dos veces, aunque ambas en subida). El camino por el valle del barranco de Cueva Bermeja es muy confuso, hay mucha vegetación.
(El jueves siguiente vuelvo por la zona y encuentro el sendero, está antes del primer saliente, por un terreno bastante llano con yerba seca donde afloran piedras grandes, y muy cerca de un cartel de coto de caza).
Sin camino claro empiezo a caminar por el valle del barranco de Cueva Bermeja. Entre la vegetación rala hay espacios, no lo puedo llamar un camino que me permite avanzar. A la izquierda tengo unos salientes rocosos (Los Picachos) en la línea de la cresta que termina en Cueva Bermeja y que empieza en el pico del Chiguel. Empiezo un poco desmoralizado. Voy un poco a lo loco. No estoy cien por cien seguro de que vaya a ir por las crestas, pero cuando empiezo bajar un poco y me encuentro con los cornicales enredados cubriéndolo todo, me empiezo a echar hacia la izquierda, llaneando hacia una degollada (el Paso del Perro) que queda más o menos a mi altura. El día sigue con nubes altas, no hace calor, aunque yo ya he agotado casi toda el agua que llevaba. Con determinación al llegar al Paso del Perro (500m, Gollada de los Pasos Blancos) trepo por la primera cresta de la larga serie. No hay sendero. Casi todo es subirse por piedras, por rocas, y después bajar, sin saltar, apoyándome en piedras irregulares. El suelo es totalmente irregular. No se puede predecir. Estoy acostumbrado, sé que es cuestión de perseverar. Por delante tengo tres salientes y dos pequeños llanos, algo más bajos, en línea (200 metros). Los llanos son mejores, los picos más complicados. El tercero tiene nombre (Cabezo del Incensial, 515m). Sigo en línea recta tras pasarlo, pero me doy cuenta pronto de que me tengo que echar a la izquierda. La bajada por la arista que se echa a la izquierda es ligeramente mejor. Pero no me gusta ver que tengo otro pico por delante, que parece estar a la misma altitud. No es verdad, está más bajo. Sigo por terreno irregular rocoso, una superficie caprichosa de formas rocosas. Estoy dudando si sortear este pico cuando me veo, como un autómata, decidiendo subirlo. Hago bien. El rodeo me hubiese llevado a una ladera muy pendiente. Tengo que trepar otro saliente rocoso. Desde arriba (460m), por fin, puedo ver Cueva Bermeja, mi destino. La montaña en donde estoy tiene dos brazos, el de la izquierda es el más directo para ir a Cueva Bermeja, pero sé que tiene una parte muy vertical (lo sé de las otras excursiones en que subí por ahí, la 1058 y la 1309). Me echo hacia la derecha, también este brazo lleva hacia Cueva Bermeja, pero al no haberlo recorrido nunca decido no bajarlo entera. Lo que hago es bajar por ella un tramo, quizás unos cien metros de desnivel, y entonces empiezo a llanear y bajar por la ladera de pendiente fuerte y mucha piedra suelta hacia el brazo (la loma) por donde quiero ir. Es un proceso largo, complicado, dificultoso, no sé como no me caigo. Hay muchas partes de arena suelta. Sólo cuando me acerco a la loma que quiero alcanzar voy encontrando laderas de placas rocosas donde no crecen plantas que no son nada resbaladizas. Ya son las ocho y diez. He estado mucho tiempo sin mirar el reloj. No quiero agobiarme por el tiempo, estoy en la mejor época del año para caminar, cuando más luz hay.
Cuando logro llegar a la arista de la loma de roca rojiza (325m) siento que ya he pasado lo peor. Lo siguiente no es fácil, ni de lejos, pero ahora estoy ya enfilado por la loma correcta. Todavía tengo que ir sorteando algunas partes verticales de la arista, tanto por la izquierda como por la derecha. Paso la primera de las tres torres de electricidad (220m), esta es una parte bastante llana, pero después vuelvo a ir por terreno rocoso demandante, muy técnico hasta la siguiente torre (240m), vuelta a bajar y paso la tercera torre (190m). Todo el rato es un desafío de terreno irregular. Por fin, llego a una parte llana por donde encuentro un sendero arenoso, como muy trillado, de tierra blanquecina que en línea recta baja por la ladera echándose hacia la derecha, hacia una curva del tramo de carretera que está más arriba en Cueva Bermeja. Son las ocho y cuarenta cuando toco el asfalto. Estoy cansado y pletórico. Una mujer con un perro ansioso que tira de su cuerda todo el rato me pregunta asombrada de dónde vengo, le cuento un poco, le parece muy guay, le gusta, me dice que es la primera vez que ve alguien bajando por ahí. Me gusta mucho este recibimiento entusiasta. Después bajo por la calle Mississippi. Voy muerto de sed y en un callejón a la derecha (Río Sena) le pido agua a una mujer (“a nadie se le niega el agua”), un hombre me rellena una de mis botellas y me da otra de un litro y medio, la mujer me dice que es una locura ir solo y yo le digo que es muy difícil encontrar a alguien que vaya conmigo. Gracias. Muchas gracias y salgo zumbando. Llamo al taxi, pero no consigo nada práctico. Otro hombre más abajo me dice dónde está la parada más próxima de la guagua, está bajo un gran laurel de indias frente a la cementera.
Me siento en el banco de la parada y me cambio camisa y camiseta por otras secas. Relleno de agua las botellas pequeñas que llevo y el resto me lo echo por encima de la cabeza, es absolutamente refrescante, un alivio instantáneo. La guagua (la 910) viene pronto y me subo con la sensación de haber hecho una gran excursión y haber salido indemne de un buen embrollo.
(Al día siguiente en casa busco en Wikiloc si alguien ha pasado por donde yo he subido y por donde he bajado, no encuentro nada, pero sí encuentro otros tres acercamientos al Chiguel, uno de AndresAE, desde El Pelotón, y otro de HLopezSaul desde La Condesa (en el barranco del Cercado) y por el risco imposible que rodeé en la subida. Y yo que creía que lo tenía todo controlado). (Los haré pronto).
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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Malvasía a Cueva Bermeja - Parte uno
Malvasía a Cueva Bermeja - Parte dos