E-1176 Llanito Perera - Canal Enlace - Ruy Blas

• Excursión 1176. 24 Noviembre de 2020. Martes.

Llanito Perera a Ruy Blas vía Canal Enlace.

Municipio: Icod de los Vinos

De 14.50 a 19.04h. De 190 a 600 a 190m.

Distancia: 13,5km. Duración: 4h 14m.

Recorrido urbano por Icod hasta la autopista. Después por calle rurales y dos tramos de canales hasta el del Enlace por Llanito Perera. A partir de ahí por terrenos mixtos de bosque, viñedos y urbano casi siempre yendo al lado del canal hasta cruzar por encima del túnel de la autopista y bajada a Icod por un caserío y un viejo sendero (Boquín) donde se me hace de noche

En un día de calima y nubes altas conduzco hasta Icod y dejo el coche cerca de la estación de guaguas. Podría ir en taxi hasta el principio de la excursión (la venta oscura y grande en Llanito Perera –excursión 1168) pero prefiero ir a pie y así, de paso, callejear por Icod, que siempre me gusta a pesar de su aire anticuado, atrabiliario, desmadejado o justamente por eso.

Subo por una calle (Francisco Miranda) hasta la gasolinera, tuerzo a la derecha y sigo recto hacia arriba con bastante pendiente (calle Emeterio Gutiérrez) por la trasera de la enorme iglesia de San Agustín, que parece más un castillo que una iglesia. Sigo callejeando por estas vías estrechas y con tantos locales vacíos-abandonados, hay un ambiente de obsecuencia, de cosa anticuada y más todavía en la calle Los Reyes en la antigua fábrica de chocolate. En la más ancha calle Fray Cristóbal Oramas hay comercios nuevos y después sigo subiendo por la calle Ladera, que es una cuesta arriba terrible y que conserva viñedos entre casas modernas. Cruzo la autopista, tan ancha, tan grande, con tanto túnel, parece milagroso que la hayan logrado encajar aquí. Un poco más arriba en una esquina sigo por un canal (La Guancha) hacia la izquierda. Va por dentro de un bosque de brezos y pinos. Icod conserva tantos de estos trozos de naturaleza en medio de la ciudad. Me salgo del canal al llegar a una calle (camino Timudos) y sigo subiendo (a la derecha) por esta calle donde unas personas están pintando su casa y se alegran de verme pasar con mi pinta de excursionista. Lo sé por la manera en que me saludan.

Cuando llego a una parte llana me echo a la izquierda en una bifurcación y sigo por una pista (camino Pino Cafoño) que bordea, por debajo, el bosque. Aquí me cruzo con dos hombres mayores que van charlando, van muy tranquilos. Les pregunto por si hay algún sendero para subir hacia Llanito Perera. Tengo suerte, lo hay, aquí cerca hay una pista que sube por el bosque, me dicen. Fantástico. Enseguida la encuentro a la derecha, no la tengo en el mapa. Sube por el bosque y va a dar a un canal 520m), uno que no conozco, que no es el de La Guancha ni el del Enlace. En uso, tapado. Sigo por él hacia la izquierda. Es una sorpresa de lo más agradable. Voy a su lado. No necesito ir por encima. El bosque huele a seco. Me gusta mucho este pasaje. Tras medio km, el canal llega a una zona urbana y se mete por una finca, vallada. Tengo que subir un poco hasta el patio trasero de una casa y de ahí salir a la calle por el número 38, enfrente hay una iglesia (Nª Sra. Del Carmen). Por aquí pasé bajando en la anterior etapa de este canal. Subo por la calle y en la tienda grande y oscura entro. Me gusta mucho esta tienda, y me gustaría más curiosearla. El dueño es agradable y es un parroquiano el que me dice que el canal por abajo es el Canal Unión Costa. Gracias. Sigo subiendo, enseguida elijo a la izquierda en una bifurcación y unos 200 metros después de la bifurcacón encuentro a la derecha una pista que sale en oblícuo y que me lleva hasta el canal del Enlace en una zona de castaños y con un pequeño depósito de cemento.

Estupendo ya he localizado el canal. Bien. Sigo por el canal hacia la derecha, su trazado describe una curva y en menos de cinco minuitos (300 metros) llego a una carretera (Camino del Sanguinal). La cruzo y enseguida encuentro la entrada al canal. Va entre una finca que están vallando y el muro de sustentación de la carretera. Otra vez la gente dejando acceso al canal. Me siento como invisible, con privilegios, de un club secreto. Tras la finca y por llano sigo por un terreno abierto y confuso al lado de una caseta medio abandonada. La vegetación alta no me deja claro por dónde ir, pero sin cambiar mucho de altitud (al final y al cabo estoy recorriendo un canal) logro dar con él de nuevo en una ladera cuando comienza otra vez el bosque de pinos y brezo tan característico de Icod. Después el canal gira a la derecha para rodear una loma y en la loma atravieso una pista (camino Viejo a Redondo) que parece recorrerla (así es, pero esto no lo sabré hasta la excursión 1223). El canal rodea después la loma y un barranquillo para salir a terreno urbano y poco después llego a una calle (Camino la Manca). Tuerzo a la izquierda e inmediatamente a la derecha (calle Caserío San Pablo). Llego a otra calle en perpendicular (camino San Pablo), tuerzo a la izquierda y en 50 metros encuentro el canal otra vez. El canal va entre casas y huertas y al lado del canal sigo hasta una calle más importante (Camino Los Piquetes) donde unos jóvenes están ociosos, en un aparcamiento, y al preguntarles me dicen que el canal se puede tomar más allá siguiendo un poco tras pasar el bar por un callejón (camino La Sorriba) y bajando después a unas viñas que deberían estar a la vista. Dicho y hecho. Efectivamente es una bajada clara a los viñedos por donde va de nuevo el canal, cubierto, reparado, en buen estado.

Después de cinco minutos desde el bar cruzo otra calle (camino La Deseada/camino Lomo Acevedo). Paso otra vez campos de viñedos y sigo por el canal hasta que me topo con una maraña tremenda de plantas que no logro evitar/rodear, tampoco lo logro subiendo por la izquierda hacia unas terrazas y muretes, todo está cerrado de vegetación, un bosquete denso. Regreso a la calle (La Deseada/Lomo Acevedo) y subo por ella. Tengo que dar un gran rodeo (unos 800 metros) primero subiendo y después bajando (camino El Reventón) hasta localizar de nuevo el canal que, efectivamente, va por dentro de una finca y bajo una gran maraña de plantas. De nuevo lo encuentro a la izquierda, va abierto ahora, y se ha estrechado bastante, y el agua rebosa, voy a su lado por una zona de yerba. La travesía se está haciendo más aventurera, atravieso una pista al lado de un pequeño barranquillo (El Preceptor) con distribuidores de agua y sigo al lado del canal abierto hasta que llego a un puente (un acueducto en realidad) por donde va el canal, pero abierto. El barranco (Los Guinderos) no es muy profundo pero lo suficiente para hacerme bastante daño si me caigo. Regreso a la pista. Y ahora el rodeo lo hago bajando primero unos 150 metros hasta un depósito (El Reventón) y subiendo después por una pista/calle con mucha pendiente, y ya voy viendo por donde va el canal tras el puente, es un tramo muy expuesto. He hecho bien. Subo hasta una residencia rural nueva (o renovada) donde unas personas se acaban de instalar. Les pregunto por el canal. Por supuesto, no saben nada. Pero es sólo una excusa para que no me pongan problemas para pasar. Me encaramo a una corriente petrificada de lava, de escorias puntiagudas y desde arriba oteo y localizo el canal. Aunque en realidad hay dos, uno más abajo, que no es el mío.

Bajo por uno de los canales y después para llegar al mío tengo que caminar un rato por un campo hasta que me puedo subir encima. Es estrecho, va algo elevado sobre el terreno, pero es posible. Y llego a otra arista de loma. Arriba en una casa humilde veo a unas personas, a voces les pregunto por donde sigue el canal, y me dicen que por ahí mismo. Es increíble, es verdad, por aquí mismo. Ahora el canal está más claro y hace un giro hacia la izquierda para ir por una ladera bastante elevado sobre el terreno de abajo. Esto no tiene fin. Me gusta mucho todo este lío. Sigo el canal otro rato, llego a la trasera de una casa, abro la puertecilla y sigo para adentro, hasta la puerta que da a la calle, pero está cerrada y no puedo salir. Cuando más avanzada la excursión más me atrevo. No me pongo nervioso. Me echo atrás, paso la puertecilla y encuentro una subida entre las casuchas para salir finalmente a una calle. Qué sensación increíble de triunfo, de rompecabezas resuelto. Bajo un poco por la calle y tuerzo a la izquierda por la primera. Por aquí vuelvo a ver el canal. Llego a una pista (Camino del Sabuguero), me echo a la izquierda y enseguida, a la derecha, estoy, de nuevo, por el canal. Muy ancho y cómodo ahora, bien limpio entre vegetación salvaje. La deben mantener a raya con podas frecuentes. Ya estoy a tiro del gran túnel de la autopista. Estoy algo nervioso ahora mismo porque ya no tengo mucha luz. El camino sobre el canal no dura mucho y tengo que seguir por un camino entre huertas cultivadas bajando y después por un sendero que va en oblicuo hacia la carretera. Qué nervios hasta lograr llegar a la carretera (TF-366, El Amparo a La Vega).

Y al llegar a la carretera de nuevo una sensación increíble de triunfo, de vencer todos jeroglíficos. Estoy envalentonado y a pesar de que ya está anocheciendo decido seguir por el camino Boquín, que ya conozco bien. Cruzo la carretera y sigo por una pista (caserío Ruy Blas) hacia abajo, pronto tuerzo a la izquierda en una bifurcación y en un minuto llego al caserío de Ruy Blas. Me es muy familiar. Bajo hasta la última casa que tiene perros y que interrumpe el paso de un canal (La Guancha) y sigo bajando por un sendero. Cuando llego a la casa de La Marquesa (Casa Boquín) ya se ha hecho completamente de noche. Ahora voy de memoria con las vistas hacia Icod que está todo iluminado. No veo por donde piso. Pierdo el trayecto recto tras la casa de La Marquesa y tengo que seguir por escalones hacia la derecha. Después de varios tramos de escalones tuerzo a la izquierda. Me acuerdo bien de este camino que he hecho subiendo y bajando. Sigo sin ver por dónde piso. Voy más despacio para evitar torcerme un tobillo con las rocas irregulares. Cada vez más cerca de las luces de Icod, pero esto es un mundo. Se me hace eterno hasta que logro llegar a las primeras casas con luces por fuera, paso por encima (del túnel) de una calle y bajo a ella dando un rodeíto hacia la derecha, un sendero me lleva. Salvado. Lo he logrado. Aquí estoy. El empedrado de esta zona antigua de Icod (plaza de la Pila/Constitución) ya no me puede causar ninguna impresión. Me tranquiliza llegar sano y salvo a este lugar tan familiar. Y callejeo como volando sobre el suelo hasta mi coche.

De regreso, al volante, estoy exultante. Ha sido toda una aventura. Quiero más mierda de esta. 

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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla

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