E-1330 Candelaria - Camino La Cruz - Corta Fuego La Victoria

• Excursión 1330. 14 Octubre de 2021. Jueves.

Candelaria. Camino La Cruz. Corta fuego La Victoria. 

Municipios: Candelaria. Arafo. La Victoria

ENP: PN Corona Forestal. PP Siete Lomas. PP Las Lagunetas

De 10.14 a 19h. De 50 a 1720 a 310m.

Distancia: 22,4km. Duración: 8h 45m.

Me decido la noche anterior por esta excursión y con no muy buenos augurios. Tengo tantas expectativas con las excursiones de los jueves que me cuesta mucho decidirme. Llevo los mapas del camino de La Cruz (Candelaria) que elaboré e imprimí hace más de dos meses y que es mi objetivo principal del día. Estoy algo cansado por las tres excursiones de la semana, pero me levanto relativamente temprano sin tener en cuenta posibles horarios de guaguas. Consigo llegar, muy ajustado, a Santa Cruz para salir con la guagua de las 9.55 al Sur (la 111). Me da tiempo a saborear el ambiente fresco de la mañana, la promesa de un día intenso, al subirme en la guagua y salir sobre la marcha.

Durante el trayecto escucho un podcast de una novela sobre la compañía de indias en el siglo XIX. Me bajo en Candelaria (10.14h, 50m) en la parada al lado de la rotonda de entrada a Candelaria. Estoy contento de poder comenzar temprano la excursión. Empiezo yendo por el arcén de la autopista y hacia adelante hasta empatar en dos minutos con una calle paralela a la autopista. Ya conozco bien este paso de otras veces y la casa de El Canario es la primera que veo en la calle. Voy cargado con dos mochilas y muy despacio, incluso para ir por un terreno tan llano como este. Necesito tiempo para hacerme a la idea, para calentarme. El tráfico fuerte apenas me afecta. Paso al lado de un puente peatonal (tomo nota mental para otra ocasión). Unos cinco minutos por la calle en paralelo a la autopista y me desvío por la calle Camino El Falsete. Muchas nuevas edificaciones de dos plantas que empiezo a ver como si fuesen extraños riscos por sus extraordinarios balcones salientes. Pienso en los habitantes de estas casas, los imagino trabajando, en la escuela. En una donde están las alfombras por la ventana y todas las ventanas abiertas me dan la sensación de renovación, de cambio. Cruzo dos calles, muy cercanas entre sí, y sigo recto, por una calle sin salida, y cruzo un puente sobre el cauce de un pequeño barranco (La Tapia). Al otro lado más casas de dos plantas nuevas y subo por la calle Icense. Del interior de un garaje, totalmente cerrado, me llega una voz enérgica y autoritaria, parece que se trata de un gimnasio de algún tipo de boxeo, por fuera un cartel dice : “goatboxing”. Un poco más arriba un obrero clava maderas en una obra nueva. Yo ya empiezo a acostumbrarme a mis mochilas y sigo yendo más bien despacio. Todavía no tengo, en absoluto, una idea clara de lo que voy a hacer hoy, sólo que quiero recorrer el camino de la Cruz, pero ni idea de hasta dónde quiero llegar, si a Chivisaya o más arriba. Atravieso la carretera general del Sur (130m) y sigo por un camino de tierra, entre campos baldíos y descampados donde tengo las primeras vistas diáfanas de la pared de Araya que cierra el valle de Güímar por la derecha. Es una ladera de subida suave. Confluyo (170m) y sigo por la calle Subida Malpaís. Pocos coches, pero muy veloces y ruidosos, sobre todo las furgonetas de reparto, que siempre van con mucha prisa, a toda hostia. Por aquí hay fincas, pocas casas. Cruzo otra carretera (TF-247, 210m) y sigo subiendo por la calle San Antonio. Con más pendiente mi ritmo igual de lento, pero significa, en realidad, que la caminata se hace más intensa. Está totalmente despejado, no hace calor. Ahora estilo más mezclado de casas, viejas casas renovadas con nuevos adosados y algún taller de aluminio. Paso (a la derecha) una calle de nombre curioso: Abejo. Sigo subiendo. Un poco más arriba se me despierta el indio cuando tengo una vista fantástica de un barranco profundo (La Tapia, el mismo que crucé al principio). Me quedo extasiado. Dos canales recorren la pared de enfrente, ambos rotos, por abajo y cerca del cauce veo una gran cueva. Lo reconozco, este es el barranco que me entusiasmó cuando lo vi desde el otro lado (excursión 1038). Tomo nota. Sigo subiendo, otro poco más arriba entro a un espacio entre casas para echar un vistazo al barranco (ahora mucho más pequeño) y oigo un “¿busca algo?”. Es un hombre en la azotea de una casa, le digo que sólo estoy viendo el barranco y aprovecho y le pregunto si se puede bajar, me dice que sí, que por la calle Abejo y que llega hasta una cueva. “Gracias, señor”, le digo. Vale. Tomo nota. Está cerca pero hoy no me quiero entretener con eso, tengo todo un reto por delante. Sigo subiendo y llego a Malpaís (11.19h, 355m), un pequeño caserío con algunas casas viejas, reviejas y tiradas, también con un centro cultural, una placita y una pequeña iglesia. Lo conozco de otras veces. Sigo subiendo por una calle más estrecha y poco después dejo a mi izquierda el principio del camino Serrillos (excursión 650), yo sigo subiendo y esto ya debe ser el camino de la Cruz.

Me ha llevado una hora ascender unos 300 metros. No es un mal ritmo. Voy cerca del barranco de La Tapia que cruzo un poco más arriba. En una gran finca (La Brega) están trabajando. Abro el paraguas, tengo ya que ir ahorrando exposición al sol, por muy cubierto de ropa que vaya. Un hombre en otra puerta de la finca me mira indiferente y apenas esboza un hola desganado. La pista termina y sigo por el viejo y original camino de La Cruz            que va al lado de un canal. Es un sendero estrecho resbaladizo, erosionado, sobre piedras, pero no dura mucho, enseguida doy a una pista agrícola de buen firme y más arriba confluyo con una pista asfaltada. Más fincas valladas por aquí. Hay pinos dispersos, algunos hermosos y copudos cuando llego a la carretera del Teide (TF-523, km 3) justo por una curva cerrada (600m). Aquí me echo a la derecha e inmediatamente a la izquierda para seguir subiendo por el viejo original camino de La Cruz, sobre placas de roca, piedras, y terreno suelto. Qué bueno. Los locales respetan el camino, dejan paso al lado de sus vallados, un perro grande me ladra y me ladra, mucho antes de verme y hasta mucho después de desaparecer de su vida. Tras la finca del perro sigo por asfalto unos cien metros (un minuto) y me salgo del asfalto para seguir recto por el viejo camino pedregoso. Cuando llego al siguiente cruce con la pista (685m) el conductor de un todo terreno, que justamente está pasando, se detiene y me “aconseja” que no siga por el camino recto, que tiene enormes chumbos (tuneras). No le hago caso y en cuanto desaparece sigo recto por el viejo sendero y llego sin mayores problemas de nuevo a la pista y de nuevo sigo por el viejo sendero. La siguiente vez, enseguida que llego a la pista, me meto por una finca con cadena, cadena que no parece muy disuasoria. Están de obras y puedo alcanzar de nuevo el camino original. Ahora es ancho y muy erosionado, debe ser cosa de gente con motos, coches y caballos que vienen a practicar. Un poco más arriba encuentro, echándome a la derecha, el viejo camino de la Cruz, que ahora es un camino surco con un canal de cemento por dentro o al lado. Entre jaras sigo subiendo por el camino bien claro.

Llego a un cruce de caminos (12.15h, 840m) que reconozco de otra excursión (la 819). En la segunda hora de la excursión he logrado ascender casi 500 metros. A la izquierda, al otro lado de un pequeño barranco (La Tapia, de nuevo, ya parece que me va a seguir acompañando todavía un buen rato, bueno, más bien, yo a él) veo unas casas y casetas aisladas, deben estar al final de un camino que no veo. Sigo subiendo por una zona de placas rocosas con ondulaciones, una zona sin plantas. El camino muy claro y bien marcado. Parece un camino de ciclistas y de motocross. Sigo subiendo con mejor ritmo, a pesar del suelo irregular y pedregoso, con el paraguas abierto, y alrededor todos son jaras con algún pino pequeño suelto. Ya me he decidido por seguir subiendo hasta arriba del todo, hasta la carretera del Teide. (El trazado del camino de la Cruz y los que siguen hacia arriba llevan hasta la choza de La Loca y después a la confluencia de la carretera de Arafo -carretera de Los Loros- con la carretera del Teide.) Me siento bien, con fuerzas. Voy con ritmo sostenido. Y la camisa ya bastante mojada. El camino está muy deteriorado, el paisaje de laderas suaves no es especialmente emocionante. Tengo que ir eligiendo con cuidado donde poner los pies, todo son piedras sueltas, arena, voy por un sendero surco no muy ancho en medio de un soto bosque bajo de jaras, la pendiente es más acusada, hace más calor, pero yo resisto. Se me hace largo y costoso el tramo final hasta llegar a la carretera de Los Loros (12.54h, 1070m).

Las motos pasan a toda leche, los motoristas vienen aquí a gozar de la velocidad, me quedo parado en el arcén y me estremezco cuando pasan casi rozándome, es un estruendo tremendo el que hacen al pasar, es como un cuchillo afilado que se va acercando y acercando y me raja cuando pasa a mi lado. Imposible seguir por aquí. Bajo un poco por la carretera y resulta que la continuación (que tenía planeada) está vallada, con su buena puerta con candado, y alambre de espino en lo alto, en una zona de picón gris. No me arredro y salto por el extremo derecho, justo por donde empieza el alambre. Al otro lado un caminillo por la ladera me lleva hasta la pista de continuación. De mucha pendiente, con mucho sol, y con algo de emoción y miedo, hay marcas de ruedas en el suelo. Sudo profusamente. Subo rodeando una montaña (Media Montaña) y sobre el barranco de La Tapia. Miro hacia abajo, hacia la carretera y veo la curva donde les gusta pararse a los motoristas, ríen y hablan alto con sus motos molonas bien aparcadas en el mirador de Chivisaya. Al otro lado del cauce del barranco está la finca de Nicomedes (excursiones 379 y 382) pero ni una cabra veo hoy. Al final del rodeo de la montaña no hay ninguna barrera y llego algo exhausto y acalorado (13.15h, 1170m). En esta tercera hora sólo he ascendido unos 300 metros, pero la cosa va bien. Sigo estupendo. Cada vez mejor. Inmediatamente después hay un desvío que asciende (a la izquierda) pero yo sigo recto por una pista (rodeando una casa aislada por su izquierda) y después me echo a la derecha, atravesando este pequeño vallecito recogido, con almendros y castaños. Sigo rodeando la finca de la casa aislada por una pista algo confusa que pronto asciende una loma por un sendero en zigzag. Me gusta cuando me adentro en el pinar, en su sombra protectora. (Cuento este paso como hay que hacerlo, aunque a mí me ha costado dar un par de vueltas y reubicarme –apenas me acuerdo de cuando lo hice en la excursión 382- lograr dar con el sendero en zigzag por la loma). Tras una caseta en ruinas (Casa de Los Lomitos, 1240m) me echo a la derecha, subiendo unos metros por la laderita cubierta de pinocha, hasta lo alto de la arista de la loma a la derecha, apenas sin trazas de camino. Pero la arista me va guiando. Me cuesta bastante trabajo, el terreno cubierto de las resbaladizas pinochas no me da ningún agarre en esta pendiente, más bien fuerte, hasta que logro llegar a una pista (1310m) por una curva cerrada, la cruzo y sin camino sigo subiendo por la ladera hasta alcanzar de nuevo la pista (1360m) por, de nuevo, otra curva cerrada. Sigo por la pista en ligerísimo ascenso y muy pronto (en menos de cien metros) encuentro el sendero a la derecha que sube por la ladera (y curiosamente aquí descubro que también por abajo sube un camino). Vale. Lo que viene ahora tiene pinta de ser fuerte y con mucha pendiente. Vamos a ver.

Es una zona con menos densidad de pinos, más expuesto al sol. Yo sigo con el paraguas abierto. Es un sendero de ciclistas, erosionado, resbaladizo, sin que el surco sea muy profundo, de entrada, con pendiente moderada que se va haciendo más fuerte y que va hacia la derecha sin que tenga vistas muy impresionantes, pero por zonas con más vegetación variada y después describiendo varias curvas de lazo hasta una gran ladera de una montaña (Colorada) que va evitando por la derecha con más zigzags. El tránsito por el gran surco por el que voy es siempre difícil, es muy resbaladizo. Tengo que esforzarme mucho, sin darme deprisa. Ahora ya estoy totalmente preparado para más de esto. Mi altímetro sé que marca menos de lo real y tras un tramo donde el sendero está apoyado en un muro de piedras y haty unas preciosas chajorras de hojas redondeadas y mullidas llego, antes de lo esperado, a la carretera (14.21h, 1510m). La mañana está fantástica. Hasta esta parte de la carretera no llegan las motos y puedo disfrutar de vistas despejadas sobre la propia carretera. Cruzo y al otro lado hay una resbaladera de picón y arena por la que subo con gran dificultad, con cada paso arriba me voy resbalando y no tengo dónde asirme. Menos mal que es corto. Arriba encuentro un sendero muy agradable, cubierto de pinocha, pero sin erosión, y además con desnivel moderado que va por la ladera de una montaña (Articosia). Es tan relajado poder hacer este precioso sendero después de la tortura del camino hasta la carretera. Por aquí no deben pasar muchas bicicletas. El bosque está prístino. A mi derecha hay un gran barranco (Articosia) pero del que apenas puedo tener buenas vistas, los pinos me tapan la vista y los pinos lo cubren todo. Llego a un llano extenso donde la traza del sendero va desapareciendo al tiempo que desciendo, pero ya a la vista de la Choza de La Loca, a donde llego enseguida (14.50h, 1625m). Estoy exhausto. Me quedo a comer aquí. Es una caseta grande, totalmente acorazada y donde no hay ni un solo grifo para tomar agua. En un depósito por arriba tampoco hay ninguno. No importa. Me cambio la camisa y la camiseta y las pongo en un gran codeso a secarse al sol. Sequito y sentado me tomo el sándwich y el bizcocho. Me tengo que convencer de que es buena una pausa: un poco de descanso, y comida. Por mi seguiría como un conejito de Duracell. Me sienta muy bien este descanso (14.50 a 15.20h). La mañana está calurosa, pero a la sombra de los pinos voy bien. No sigo hacia la carretera, sino que tuerzo a la derecha por la pista (Boca del Valle). Me salgo a los cinco minutos por la izquierda por una pista ancha que se va estrechando, va por la izquierda de una montaña (Aricama), subiendo poco a poco hasta que termina. Y entonces simplemente subo campo a través por la ladera (el ver una botella vacía de cristal en la subida me da ánimo, debe ser el camino correcto).

Logro llegar a la carretera del Teide (1700m) tras una subida trabajosa y muy resbaladiza y complicada por los troncos de los árboles y los arbustos. Tiro para la derecha. Me siento fundido. Descanso yendo muy despacio por el arcén y en cinco minutos me desvío por la derecha por una pista ancha, no es que haya mucho tráfico por la carretera, pero prefiero la tranquilidad del monte a la agresividad y el ruido de los coches, que suelen ir muy deprisa. Paso al lado de una barrera cerrada (una pista que vuelve a bajar a la pista Boca del Valle), yo sigo recto, bajo y, tras unos 500 metros por la pista de tierra llego a la carretera y la cruzo para seguir por una pista (Cuatro Tiempos) que ya empieza a bajar (16.20h). Tengo muchas alternativas para descender por esta vertiente de la isla, pero hoy prefiero la más directa y esa es el corta fuego de La Victoria. En realidad, ya he hecho la excursión del día, que ha sido subir hasta la carretera del Teide. Lo que queda es “sólo” llegar a un sitio donde pueda tomar una guagua que me lleve hasta Santa Cruz. Estoy exagerando, pero mi actitud mental es ahora muy diferente a la de la subida, no solo porque esté en bajada, ya no tengo que hacer un gran esfuerzo físico, sino porque estoy de retirada. Aunque, claro, es imposible que deje de estar en medio de este entorno natural maravilloso y seguir disfrutando de un largo día en el monte. De la pista Cuatro Tiempos llego al cortafuego que tiene una barrera cerrada, la paso y ya es bajada libre y muy fuerte. Ahora parezco un bailarín de ballet bailando en puntas esquivando las piedras. A mi derecha y a mi izquierda hay acebiños y fayas y detrás de ellos los pinos. Los acebiños tienen las hojas anchas y brillantes, las fayas hojas más pequeñas y de bordes curvados. Es una larga bajada, con tramos muy pendientes, varios tramos largos de curvas, algunos repechos, y cruzando varias pistas. Ya bastante abajo empiezo a ver neblina que sube. Unos diez minutos y ya estoy bajo la nube donde incluso llueve fino y me refresca. La parte final es también de curvas hasta la pista del Rayo (17.19h, 1040m). Justo enfrente sale la pista para seguir bajando, pero antes y tras unos metros por la pista me echo a la derecha hasta la ZR del Lomo Abade para tomar agua, no potable según los carteles, pero perfectamente bebible, y muy fresca, fría.

Regreso a la pista, la que baja. Baja con mucha pendiente sobre piedras y terreno muy irregular. Pequeñas parcelas a la izquierda con castaños preciosos cargados de erizos. Los castaños están pletóricos con todas esas pequeñas esferas colgando de sus ramas. Todavía ninguna en el suelo, están madurando las castañas. Tampoco han empezado a perder las hojas los castaños. Cómo me gusta esta fase del castaño, el árbol de las mil caras. Tan fotogénico, además. Sigo recogiendo el esfuerzo de la subida y disfrutando de la bajada, el único esfuerzo es el de ir apoyando bien los pies flexionando. Cuando llego al cruce con otro corta fuego (de La Matanza, 920m) bajo una torre de electricidad tengo una vista estupenda hacia abajo y hacia arriba. Sigo bajando por la misma pista y unos minutos después llego a otra pista y tras el cartel de la finca Las Rosas (850m) bajo por un camino señalizado (a la izquierda, es un SL), por una pista de cemento acanalado y rodeado de enormes castaños por todos lados. El cielo se ha cubierto de nubes. La temperatura fantástica. Cuando voy a torcer en el llano a la izquierda para seguir por el SL señalizado (verde y blanco) descubro, un poco antes, un canal (750m). Tantas veces he pasado por aquí y no lo había visto. Han debido limpiar su recorrido recientemente.  Es el canal Aguamansa-Santa Cruz. Me echo por él. Es una inmersión total y repentina por el bosque húmedo de las medianías. Paso incluso un pequeño puente sobre un barranquito. Todo está cubierto de hojas secas de castaño, es una zona tan intensamente verde, tan fragante, voy encantado, todavía me faltaba esta sorpresa. Este tramo no es muy largo y voy a dar al camino del Bailadero. El canal sigue, pero lo dejo para otro día. Bajo hasta el cauce ancho y transitable (incluso para coches) de un barranco (Los Dornajos). En la fuente de Los Dornajos (18.11h, 680m) relleno de agua, fresca pero no tan fría como la de la ZR.

Después sigo bajando por las estrechas calles de La Matanza pegado al barranco que separa La Victoria de Santa Úrsula y me sorprende agradablemente comprobar que hay muchos grifos (por lo menos cuatro en mi recorrido) que siguen dando agua. Llego a la carretera general por cerca del Puente de Hierro (18.55h, 310m). Una mujer fuma ávidamente en la parada, pero no se sube a la guagua cuando aparece enseguida (19h, la 101). Me siento en medio y me va dando el aire fresco de la ventana, ahora todas las ventanas de las guaguas siempre van abiertas. Con lo maniático que suelo ser con las corrientes voy encantado de este fresco con la velocidad que lleva la conductora. No se para casi nada, no hay muchos pasajeros a esta hora. En La Laguna (19.36h) los estudiantes se arraciman alrededor de donde para la 015. Dos estudiantes altos y hermosos se saludan aparatosamente, hacen un verdadero ritual, algo para que los veamos los demás, grandes palmadas y abrazos. Termina diciendo uno “bueno a ver si bajas a Candelaria”. En cuanto abre la puerta la conductora de la 015 (19.42h) subimos todos. Casi todos estudiantes. Muchos se quedan de pie. Me gusta verlos de cerca. Yo me siento en una de esas banquetas abatibles frente a la puerta de salida. Ya he tenido bastante de corrientes de aire. Aquí sentado me encanta no saber por dónde vamos, sentirme perdido, ya se ha hecho de noche y desde mi asiento bajo apenas veo nada. En Santa Cruz soy de los últimos en salir (20.05h). Y todavía me queda ánimo para ir al Corte Inglés para comprar mejillones para la comida del sábado.

Pulsar en el siguiente enlace para descargar el track de la excursión

Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla

https://drive.google.com/file/d/1LnVF3pwWY2kTMiRnpgXa2ySDRSWDu3FA/view?usp=share_link