• Excursión 743. 23 Enero de 2018. Martes. (Anaga 121ª)
Barranco de Pedro Álvarez. Mirador Zapata. Lomo de Pedro Álvarez.
Municipio: Tegueste
ENP: Parque Rural de Anaga
De 15.30 a 18.39h. De 875 a 850 a 900 a 680 a 770 a 580 a 630 a 545m.
Distancia: 7,7km. Duración: 3h 9m.
Recorrido algo intrincado por el bosque oscuro y húmedo de laurisilva en el que no logro recorrer un sendero, pero sí encuentro otros alrededor del barranco de Pedro Álvarez. Descubro un fantástico y dramático mirador sobre Pedro Álvarez. Excursión muy entretenida y variada
Salgo de la Laguna con el conductor Marcelino en la 274 (15.06h) con claros y nubes y fresco en la plataforma de la estación de guaguas. En el mirador de Zapata (15.30h, 875m) está soleado y agradable. Investigo el sendero que intenté hacer desde lo alto de la montaña por encima de La Estercolada y que no pude hacer cuando me topé con un fuerte desnivel, ahora lo voy a hacer desde el otro extremo. El sendero empieza en la parte derecha del mirador (según se mira hacia La Laguna) y sigue un rato pegado a la carretera, pero por debajo de un muro de sustentación de la carretera hasta que hay una bifurcación en la que sigo recto (la opción a la izquierda, más clara, sigue hacia Las Mercedes y va a dar al cartel que vi y que ponía a Zapata el martes anterior). Es un sendero poco claro, de los peligrosos porque la vegetación densa invade el sendero hasta la altura de la cabeza y hay que ir muy atento, pero se sigue más o menos porque va bastante recto por la cresta de la loma, al empezar un desnivel de bajada tengo una buena vista del otro extremo, donde ya estuve, pero a los diez minutos desisto porque no tengo moral para ir por un sendero tan poco claro que me requiere demasiada atención, lo dejo para otro día, aunque el sendero en sí es muy interesante por lo cerrado y las vistas eventuales. Por otro lado, hoy tengo bastantes retos pendientes por delante.
Vuelvo al mirador (15.56h) y sigo a la izquierda (hacia El Batán), me gusta encontrar un sendero por la izquierda que evita ir por la carretera, un sendero que incluso se aleja el asfalto y va entre árboles. Tras tres pequeñas curvas encuentro un sendero que baja por una escalera hecha con troncos. Es el que estaba buscando. Llego a un rellano con muy poca luz donde se ensancha mucho el sendero hasta convertirse en una pista donde hay una bifurcación que tomo a la izquierda. Es una pista ancha, muy oscura que va describiendo curvas siguiendo un barranco (Pedro Álvarez), la zona se llama Hoya Zapata. Me asombra descubrir una pista tan ancha, debe ser una pista cerrada al tráfico. En unos cinco minutos (350 metros) llego a otra bifurcación, a la derecha una pista con cadena, yo sigo a la izquierda por otra que baja y es más estrecha, aunque después vuelve a ensancharse y pasa el cauce de un barranco (Pedro Álvarez) y sigue al otro lado describiendo curvas y curvas. Me resulta fascinante descubrir esta pista ancha que parece abandonada, lo cual me gusta más todavía. Tras unos cinco minutos veo que la pista está cubierta de afollaos jóvenes de troncos finos que voy cruzando con cuidado, es evidente que la pista va cerrándose. Y poco después se termina la pista. Claro, por eso está abandonada, no se completó. Tras la pista sale un sendero fino en bajada rodeando una cuesta hasta empezar a bajar muchísimo por la dorsal de una loma por un terreno muy resbaladizo, arenoso y húmedo. Me cuesta trabajo seguir el sendero, apenas se distingue, y desciende considerablemente, afortunadamente logro llegar a un camino ancho (o pista estrecha, 16.28h, 770m). Camino ancho que está en el plan, en la ruta que planeado seguir, aunque sea de una manera extraña la cosa va bien. Es lo que ya me ha pasado muchas veces, las líneas en los mapas no sé qué son: si senderos, si caminos, si pistas, ni idea. Lo importante es que pueda seguirlos, sean lo que sean. Bien.
Ahora simplemente por virtuosismo tomo a la derecha por el camino y en unos cinco minutos llego a una carretera (16.35h, 760m, Pedro Álvarez a El Batán), muy cerca y a la derecha hay una zona recreativa. Perfecto. Regreso por el mismo recorrido hasta donde accedí por el sendero en bajada. Apenas reconozco el lugar por dónde he bajado, es difícil ese recorrido, es de esos que se hacen mejor en un sentido que en el otro. Sigo por el camino ancho, el bosque es muy oscuro, el camino ancho y cómodo. Según mi mapa en un minuto o dos debo encontrar un sendero que sale a la derecha del camino y que baja también hasta la carretera de Pedro Álvarez. Pero lo paso y cuando ya siento que no lo he encontrado tengo que volver sobre mis pasos y muy despacio buscarlo. Lo encuentro (16.43h). Se distingue malamente debido a la poca luz que llega al suelo y porque debe ser poco usado. Una vez en él sí lo sigo bien, se dirige hacia el cauce pequeño de un barranco y cuando veo una tubería metálica me doy cuenta de que el sendero va más o menos paralelo a la tubería y lo voy reconociendo. Voy cerca del cauce del barranco de Pedro Álvarez. Voy nervioso porque no sé si lo perderé o lo podré seguir y está tan oscuro que apenas distingo qué tipo de árboles hay alrededor, son de troncos finos y las hojas quedan muy arriba. Y entonces, cuando pensaba ya que se había nublado porque llevaba mucho rato con poca luz de repente llego a un claro, en un lugar donde el sendero va cerca de una caída, algo expuesto. Luce el sol, qué alegría, hay cintas en el camino, voy con cuidado porque voy por un filo, la vegetación cambia un poco y transito por un canal seco que baja pronunciadamente y paso por más sitios soleados hasta que llego a una curva de la carretera (17.05h, 660m). Imposible darse cuenta en la carretera que de aquí sale un sendero, a diferencia del lugar anterior donde llegue a la carretera, este es un lugar amplio, incluso se podría dejar el coche aquí para empezar desde aquí una excursión.
Vale, todo va de maravilla, regreso por el mismo sendero subiendo y volviendo a pasar por los lugares soleados, son tan diferentes al bosque umbrío. Ahora entre que ya conozco el recorrido y que tengo que subir voy un poco cansado. Se me pasa cuando llego al camino (17.12h), donde tomo a la derecha. Es un camino que se va ensanchando y que va por debajo de árboles muy altos, oscuro, se ve muy poco. El camino tiene forma de dientes de sierra debido a que va rodeando los pliegues de la ladera de una montaña. Bastante llano y más adelante se estrecha y se convierte en un sendero. Un sendero muy rodeado de plantas hasta que de improviso se aclara y tengo una vista impresionante. Es el Teide al fondo con el sol por encima. Por debajo y enmarcado por las plantas está Pedro Álvarez y varias laderas verdes que brillan por el sol. También veo algunas de las montañas de La Laguna: Mesa Mota y El Español, y también la dorsal del valle de Güímar y la hondura de Birmagen. Casi al contraluz sólo veo los perfiles de las montañas, es una visión impresionante pero muy difícil de sacar con la cámara por el brutal contraluz del sol bajo. Me quedo extasiado por el verde aterciopelado de las laderas de las montañas. Distingo la carretera que sube hacia Las Canteras y me llega algo de ruido de coches y de camiones. Ha sido tan dramático, porque sólo hay vista aquí y de repente.
Sigo y empiezo a reconocer el sendero, estuve hace dos semanas (excursión 739). Paso el desvío a la derecha sin salida, y unos dos minutos después hoy no me cuesta reconocer el desvío, también a la derecha, en perpendicular, por donde desciendo, es el sendero que va hacia el Lomo de Pedro Álvarez. Bajo por el sendero que tiene una curva muy pronunciada, con escalera en desnivel y pasa por encima de una cueva. Cuando llego al sendero más claro por abajo enseguida encuentro una desviación que sale a la izquierda (17.51h, 720m). Hoy no voy a ir por el sendero por lo alto de la loma sino por una pista que va más o menos paralela al sendero, pero al otro lado de la loma. La conexión con la pista atraviesa un campo de yerbas y plantas altas, típico terreno que fue cultivado y ahora está abandonado. En dos o tres minutos llego a la pista. Pista que no se ve en absoluto desde el sendero. Alrededor hay algunos terrenos llanos y amplios y árboles frutales, es una pequeña hoya a los pies de dos lomas. Pero desde aquí no hay conexión con el sendero de arriba. El sitio tiene su belleza en este momento del día. Esta pista es el camino de Mazapé, aquí empieza el pequeño barranco de la Estercolada.
Bajo por la pista con firme de piedras y después de tierra. Paso algunos pinos y oigo gente trabajando en una finca. Sigo bajando. Estoy en estado de gracia ahora y todo me interesa y me parece precioso, será la luz, será el cansancio. Exploro un camino que sale a la izquierda, no llego a nada, sigo bajando por la pista y paso la calle por donde accedí desde el sendero el último día por aquí (Camino Los Collazo, excursión 739) y bajo un poco más hasta la calle Camino El Lomo, hoy quiero ver por dónde va el trocito que me faltó. Subo por la calle y le pregunto a un hombre, me dice más o menos por dónde es “por ahí se va al monte” y también le pregunto por una conexión con la carretera que sube a Anaga (a la que he llegado hoy dos veces), pero me dice que no hay. Subo y compruebo por dónde va el sendero (va por encima de una casa). Ahora me empeño en bajar hacia la carretera a pesar de lo que me ha dicho el hombre. Unos perros pequeños atados me ladran y sale una mujer. Le pregunto por la bajada y me dice que sí, que tengo que salir a la carretera por donde la casa blanca, me la señala. Primero por un pasillo estrecho accedo a un camino y sigo bajando más tarde por una pista ancha. En algún momento me despisto porque termino en una verja alta al lado de la carretera pero ahora no tengo ganas de dar ni un paso atrás así que decidido me encaramo en la verja y salto a la carretera (18.31h, 558m) (más tarde veo en el mapa que se me paso una desviación a la izquierda un poco antes). Un hombre que pasa en este momento me mira y sigue caminando sin decir nada. Me imagino que no quiere líos. Al saltar me hago un poco de daño en la pierna (lo cual me cuesta una visita a la fisioterapeuta) y ya bajo cansado pero relajado hasta la iglesia de Pedro Álvarez (18.39h) donde llamo un taxi. El conductor es un hombre muy agradable que ha sido aficionado a las excursiones por toda la isla. Según me cuenta iba en grupo y tenían un ojeador que les hacían las rutas. Desgraciadamente no me puede dar detalles precisos de por dónde iban. Me dice que ya con 63 años no tiene tantas fuerzas para salir de caminata. Se lo pasaba muy bien en aquellas excursiones de todo el día, 12€ y me cobra con el datafono.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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