• Excursión 633. 11 Abril de 2017. Martes.
Roque de Jama. El Roque.
Municipios: San Miguel de Abona. Arona.
ENP: Monumento Natural Roque de Jama
De 15.40 a 18.55h. De 624 a 760. De 416 a 500 a 416m.
(a) Roque de Jama (San Miguel). Distancia: 3,2km.
(b) Camino La Fuente (Arona). Distancia: 0,6km.
(c) Roque de Jama 2 (Arona). Distancia: 0,5km.
Distancia: 4,3km. Duración: 3h 15m.
Parte a. Roque de Jama
El día está nublado cuando llego el pueblo del Roque en San Miguel. Dejo el coche en el mismo sitio que cuando busqué el principio de la subida al roque del Roque (cerca de la calle San Roque y de la ermita de San Roque). Camino unos cinco minutos por la calle de la Degollada y llego al principio del sendero (15.48h, 615m) que sube al roque. Está a la izquierda y es un sendero muy claro y reconocible. Al principio va al lado de una finca con el muro caído. Pronto es puro campo. Terreno rocoso. Empieza la fragancia de los jaguarzos en flor, un olor sublime y muy profundo. En una parte de más rocas se hace un poco más complicado, pero nunca inquietante. Bejeques punteros en flor. También hay balos y tabaibas. Hay un saliente con un sendero hacia él. Lo dejo para cuando baje. Después del terreno rocoso llanea un poco entre antiguas terrazas. Zona de cultivos antigua. Incluso hay un natero en un pequeño barranco. Algún pino pequeño suelto. Se empieza a empinar y a zigzaguear el sendero y a acercarse a una arista de la montaña. Con lo cual gano vistas hacia el valle de San Lorenzo (hacia la derecha). Empiezo a ver hitos indicando el sendero. Voy muy despacio, tomando todo tipo de precauciones porque tengo muy presente la conversación con un senderista dogmático “botas, por la mañana, nunca sólo, una hora y media”. No me quiero pasar de listo ya que llevo zapatos, voy por la tarde y estoy solo. La vegetación se hace más densa cuanto más subo, hay algunos miradores en el borde, pero no los visito, arriba los tendré mejores. El olor resinoso del jaguarzo me llena de sugerencias de montañas y de buenas excursiones, es embriagador. Sigo subiendo y el tiempo va mejorando, se va despejando, aunque cuando se cubre, corre una brisa muy fresca y desagradable. Las mejores vistas son hacia el pueblo de El Roque y a la pared norte del valle de San Lorenzo. Son muy interesantes las aristas de las montañas de los riscos que continúan el roque por el que subo por sus tonos marrones y rojizos.
Antes de lo pensado llego a la cima (16.19h, 760m), he tardado sólo media hora. La parte superior del roque está compuesta por una serie de grandes placas de roca ocre claro y gris. Algunas forman balcones. No me atrevo a acercarme al borde. Por debajo hay una caída vertical de más de cien metros hacia el valle. Las vistas hacia el sureste son memorables: la forma característica de la Montaña Roja, al lado del mar y a la izquierda del aeropuerto; más a la izquierda y en el interior están las montañas de Los Riscos e Ifara. Distingo la casa del Gato en el camino que rodea la montaña del Centinela (no la de Arico, sino una que hay con este mismo nombre en San Miguel), también los hornos de tejas que están en la carretera que baja a la Aldea Blanca, el canal Aguas del Sur. Delante a mis pies se despliega el valle de San Lorenzo. Al suroeste y pegado al mar la masa de la montaña de Guaza, a su derecha Arona, encima de Arona está el inconfundible roque del Conde, a su derecha la picuda montaña de Imoque.
Las placas ocres y grises de esta cima están en posición horizontal, vertical y también las hay oblicuas. Me desplazo como un mono buscando el mejor ángulo, el mejor encuadre, aunque la luz no acaba de ser buena, hay muchas nubes grises hacia Vilaflor. Alrededor de la cima hay muchas plantas: cardón, matorrisco, magarza, bejeque, tabaiba, jaguarzo, balo, tunera. Llega un momento en que me resulta excesivo, es demasiado bello, demasiado impactante. Es mi segunda cima de la semana, después del Roque Negro (Anaga) ahora estoy en el roque del Roque (así lo llaman los lugareños). El sol brilla sobre la cima y cada roca y cada planta me parecen únicas. Hay un balcón a un lado, pero no me atrevo a ir hasta él. Para tranquilizarme un poco me pongo a escuchar conciertos para violín de Vivaldi. ¡Lo que me faltaba! Una combinación muy potente: lugar impresionante, música sutil y sublime. Empiezo a bajar (16.52h). Aprecio el punto artístico de los hitos en la bajada. Me abandono a ellos. Veo uno de lejos y hasta que llego a él puedo mirar alrededor y perderme un poco. Aquí en lo alto hay un pino solitario y me fijo en una higuera, también solitaria, en un natero en la bajada. De nuevo las vaharadas del jaguarzo, exploro el saliente con vistas hacia el pequeño caserío de Las Fuentes ya en el valle de San Lorenzo. Después a la resina del jaguarzo le sigue la sequedad del aroma del incienso. Bajo totalmente apaciguado, incluso colocado, padeciendo el mal de Stendhal. Llego a la calle de la Degollada (17.30h). He tardado un poco más en bajar que en subir por el rodeo hacia el saliente.
Parte b. Camino La Fuente.
Vuelvo caminando al coche. Desde lo alto he visto un horno de teja cerca del caserío de Las Fuentes. Voy a explorarlo. En coche voy por la misma calle de La Degollada, y siguiendo por ella se sale del Roque y se baja hacia el valle de San Lorenzo. Llego a una curva cerrada y dejo el coche aquí (17.50h). La fuente sigue seca. Desde aquí trepo un poco y hacia la izquierda por las terrazas con algo de dificultad y unos 60 metros más allá llego al horno de teja que está en muy buen estado. Un poco más abajo queda el único caserío que se conserva como antaño, original, de todo el valle (Las Fuentes).
Parte c. Ladera del roque de Jama
Vuelvo al coche (18.05), me monto y bajo despacio a ver si descubro algo más. Efectivamente cerca de una palmera solitaria muy elegante veo un sendero que sube muy recto hacia el Roque. Me bajo del coche y empiezo a subir por el sendero. La palmera está en un campo llano todavía con sistema de riego, pero ya seco y sin plantas. La subida está marcada por tuberías de plástico negro y pronto bien marcada por un doble murete de piedra. El firme es de guijarros que suenan metálicos cuando los piso. El sendero sube completamente vertical. Identifico el espinero, un arbusto de hojas pequeñas con borde serrado. Además, por la zona hay almendros, cornicales, balos y malpica. Las sabinas que hay por aquí, según una guía deben estar muy arriba porque no logro verlas. Me resulta fascinante el color, la forma, la textura y el sonido de los guijarros del sendero. Es una zona de terrazas muy amplias que salen perpendiculares a los lados del sendero, sujetadas por gruesos muros de piedra. Sigo subiendo y metiéndome en ocasiones por las terrazas hasta que un derrumbe (500m) se me hace muy complicado el tránsito. Y caminar por lo alto de los muros es muy inseguro, se están desmoronando y las piedras están sueltas. Por encima tengo un paredón vertical que termina en la cima del roque 200 metros más arriba, la cima donde acabo de estar. Empiezo a bajar muy despacio por el muro que acabo de escalar. Bajando disfruto de las vistas sobre las terrazas y del valle. En los bordes de la carretera por la que he bajado hay algunos chalets y casas aisladas, pero ya toda la actividad agrícola se ha perdido. Ha sido un buen complemento este sendero para explorar el monumento natural del roque de Jama. Doy la sesión por concluida (18.55h).
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Tracks orientativos, no obtenidos durante la excursión, elaborados después de realizarla
Parte a - Subida al Roque de Jama
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Parte b - Camino La Fuente
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Parte c - Roque de Jama - Ladera
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Roque de Jama y alrededores