• Excursión 147. 7 Mayo de 2014. Miércoles.
Los Ojitos.
Municipio: Santa Úrsula.
De 18.30 a 20h (90min). De 530 a 690 a 530m.
Distancia: 2,2km. Duración: 1h 30m.
Recorrido por los viñedos de las medianías de Santa Úrsula
En mi recorrido por las medianías del Norte ahora me encuentro con una zona muy interesante por la gran cantidad de barrancos paralelos que corren hacia el mar. Mi fuente de ideas para estas nuevas excursiones son los mapas de Grafcan.
Estudiando largo rato los mapas he visto que en Santa Úrsula hay una serie de lenguas de terreno entre barrancos (lomas). Estas lomas están inclinadas, van de los 900 a los 400m de altitud. Los barrancos que hay entre ellas son suficientemente grandes y profundos para impedir cualquier tránsito fácil entre las lomas. Por ello cada loma forma una unidad separada que hay que explorar individualmente. El primer barranco (Tagoro/Infierno) marca el límite entre La Victoria y Santa Úrsula, y es el que salva el puente real. En total son cinco barrancos. Al otro lado de estos barrancos está el terreno que voy a visitar hoy: Los Ojitos. Con este nombre como no empezar por aquí.
Para subir a La Corujera (en coche) sigo el recorrido que hice en la excursión 104 (calle Nueva Corujera, calle Guanches, cruce) después, sigo adelante unos 700 metros, paso el barranco (Fuente/La Hoya), sigo por calle que en este tramo se llama El Cantillo, paso calle Monroy y subo por la siguiente: calle Ojitos.
Me paso de largo subiendo, un agricultor que se dispone a sulfatar me explica cómo ir hasta Los Ojitos. En la subida tenía que haber torcido a la izquierda en la bifurcación; ahora sí tuerzo, después la pista describe una curva, dejo el coche en la calle Ojitos delante de una finca con un gran portón (550m). Las pistas son estrechas y retorcidas, sólo cabe un coche y poco más (cuando después baje tendré que meterme por un sitio difícil para dejar pasar a un todoterreno).
El día está soleado, muy hermoso. Antes de empezar a caminar echo un vistazo: arriba a la izquierda veo un edificio blanco alargado, puede ser un depósito. Por todos lados hay viñedos. Empiezo a subir y en una bifurcación en vez de dirigirme al edificio tuerzo a la derecha llaneando (Camino Monroy). Vides, más vides, muchas sulfatadas. El azufre reciente hace que las hojas tengan tonos entre verdes y amarillos. Los viñedos suelen ocupar grandes terrenos, las vides alineadas. A veces hay parcelas con viñedos más pequeñas cerca de partes más salvajes de bosque, junto a brezos y castaños. Uno me parece un rebaño de ovejas apretadas y asustadas.
Al ver tantos castaños aquí y allá, llega un momento en que me parece que los castaños son las vacas sagradas de las medianías de Tenerife, todo el mundo los respeta, pero van a su aire, crecen donde quieren y creo que se aprovechan muy poco sus frutos. Veo también algunos otros árboles frutales: higueras, perales, ciruelos. En los caminos hay orégano, todavía sin flores, pero fragante como siempre cuando lo froto. Hay muchas estampas idílicas de la vida campestre. Un muro antiguo protege un árbol frutal con flores blancas de cinco pétalos y capullos de color carmesí. En un prado crece y llena completamente todo el espacio la yerba pajonera amarilla y una yerba de flores violeta (viborina o palomina). Cerca hay una caseta con sacos y una huerta sembrada con papas de hojas frescas y limpias. Si estuviese en el cuento de la cigarra y las hormigas la yerba pajonera sería la cigarra y las papas las hormigas. Sobre ellos hay un castaño con las ramas repletas de brotes y pequeñas hojas ya saliendo.
Después de llanear y adentrarme hasta los bordes del monte vuelvo por mis pasos hasta la bifurcación y ahora sí, me dirijo hacia el edificio alargado blanco, en unos dos o tres minutos llego. El edificio es un depósito de agua y una estación de bombeo (Depósito Piedra Vieja), a su izquierda está el último de los cinco barrancos (Los Lances/Los Garabatos) que he mencionado al principio. Intento ir hacia el barranco, pero es imposible, la vegetación es impenetrable. Subo por detrás del depósito por una pista de cemento acanalada de pendiente mortífera (Camino del Dornajillo). Veo alguna terraza en los laterales, pero no se cultiva nada aquí. Y tampoco puedo acceder a tener vistas hacia el barranco. Lo que sí veo son los hermosos parajes misteriosos de las fincas abandonadas o que nunca se cultivaron. Todas las terrazas tienen sus dueños, pero creo que muchos de ellos no saben dónde están, al abandonar los medianeros su actividad sus conocimientos se pierden y mucha gente no sabe dónde están sus propios terrenos.
Por la pista logro subir hasta los 700m (Lomo Monroy), pero sin esperanzas de que tenga continuación hacia el barranco desisto y me doy la vuelta.
Tantas veces que he transitado por la autopista por Santa Úrsula y he mirado hacia la ladera, por encima de sus barrios, sólo he visto lomas verdes y las líneas de los barrancos. A partir de hoy cuando conduzco por la autopista ya tengo una referencia clara en la ladera, es el depósito de agua en Los Ojitos al lado del barranco de Los Lances/Los Garabatos ¡Destaca tanto la mancha blanca en medio del verde del monte!
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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Los Ojitos