• Excursión 1173. 18 Noviembre de 2020. Miércoles.
Pino La Marquesa. Canal Fasnia. Güímar
Municipio: Güímar.
De 15.16 a 19.40h. De 1100 a 273m.
Distancia: 18,6km. Durante 4h 24m
Segunda etapa por el canal de Fasnia. Las otras excursiones son: 1163, 1173, 1212, 1233, 1243 y 1307. Esta va a ser en la que recorra mayor longitud.
Un taxi desde Güímar me lleva por la autopista, sube al Escobonal y después cerca de terminar Güímar sube por la pista de Izaña (El Arrastradero) hasta al pino de La Marquesa (1100m, 26€). Muy cerca confluye con esta pista la de Amorín. El tiempo está cálido, el cielo despejado y sólo corre una ligera brisa, un buen tiempo para hacer una excursión aventurera como esta en la que no quiero añadir más factores estresantes. Vamos a ver.
Este canal es el que pasa por Güímar, por el barranco de Badajoz, y que se conoce como las Mil Ventanas. De este canal ya había recorrido un tramo del principio (excursiones 413 y 652) y comprobado por donde empieza, en la galería de la Majada (excursión 862) en el barranco de Erques. Pero este primer tramo por las paredes del barranco de Erques es más que peligroso por lo expuesto de la mayor parte del recorrido.
Aquí estoy pie a tierra y el taxista se esfuma rápidamente. No subo por la pista para después bajar por Amorín, sino que directamente subo por la pequeña pared, paso al lado de una vieja casa deshabitada con un viñedo por debajo y al llegar a la pista de Amorín la cruzo y me meto en un campo con cadena en su entrada. Desde la cadena puedo ver ya el canal al fondo del campo llano. No tengo ni idea de qué me voy a encontrar, de si podré o no llegar muy lejos, de si el canal va por sitios imposibles o se mete por túneles cerrados, no sé nada. Mi objetivo es llegar a las antenas en la pista Anocheza. De entrada, el canal va por un barranco de laderas suaves. El canal es ancho, está cubierto de losas, aunque muchas están sueltas y faltan algunas. No lleva agua. Se puede ir cómodamente por encima o por un lado, las menos veces. El canal va atravesando el gran pinar de Güímar (pinar de Frías). Para ubicarme voy contando los barrancos, pequeños o medianos por donde voy pasando. Las dificultades van aumentando poco a poco: las pendientes de los barrancos se van haciendo más verticales, tengo que ir más pegado a la pared, o hay más losas rotas, aunque no de una forma progresiva, hay respiros, voy bien.
En el segundo barranco hay un pequeño túnel y en algún otro el cauce hay que pasarlo por un pequeño acueducto. Cosas factibles que voy haciendo y avanzando. El sexto barranco (Pedro Díaz) es bastante impresionante. Primero, por la vista de por dónde va el canal por el otro lado, de lejos se aplana todo y parece que va muy en el filo del precipicio (después cuando vaya por la ladera de enfrente y mire a la que estoy pasando ahora pensaré lo mismo). Segundo, porque es muy profundo. Y tercero por los dos acueductos que hay que pasar, uno por encima de las losas y otro por dentro del canal que ya lleva una tubería de plástico dentro con agua.
Según voy avanzando me voy sintiendo más seguro. El barranco 11 (Frías/Cuvacho) es también bastante profundo y de paredes verticales, pero el canal transitable. Tras este hay una zona más llana donde hay viejas terrazas y por donde desaparece en un tramo el canal bajo la tierra. A lo largo del recorrido he ido cruzando pistas que son puntos de referencia para saber por dónde puedo bajar/escapar en caso de necesidad. Es sumamente emocionante el paso de cada barranco y aunque en el mapa parecen muy pequeños, en la realidad son todos enormes para mí, empequeñecido por el entorno. Todo el rato atravesando el pinar de Güímar. El barranco 12 (Los Delgado) es también enorme, profundo y con el canal bien pegado a la ladera, pero despacio y tranquilo lo voy pasando sin problemas. Las laderas tanto hacia arriba como hacia abajo están cubiertas de pinos y más allá tengo vistas hacia la zona de caseríos y el mar. El barranco 13 es el último grande. Después viene una zona con barrancos muy pequeños con tramos alternos de vegetación baja y bosque de pinos. La parte última es la más confusa porque hay que abandonar el canal, cubierto de vegetación, y dejarse llevar por un camino entre los arbustos hasta llegar a la pista de Anocheza (17.30h, 1060m, punto A) muy cerca de las antenas. Han sido dos horas y un cuarto que se me han pasado volando, todo el rato emocionado por saber si podría completarlo y me siento exultante aquí, sobre todo porque la parte final parecía impasable.
Antes de empezar a bajar voy a subir un poco a ver si localizo el pino de Don Tomás. Subo por la pista de Anocheza, paso la entrada al recorrido de las Mil Ventanas. Voy por una avenida de doble fila de árboles, creo que cupresos, con dos viejas tuberías y tras recorrer unos 600 metros en una curva (a derechas) de la pista me echo a la izquierda por una pequeña entrada y lo localizo, es un pino con forma de candelabro, no muy alto, ni muy ancho, que hoy en día apenas se destaca de los otros pinos, y cerca le echo un vistazo a una vieja casa en ruinas. Regreso a la pista y bajo por ella hasta el punto A (por donde accedí a la pista desde el canal) y me echo a la derecha por una pista que lleva hacia una casa, un poco antes de llegar a la casa me meto a la izquierda por una pista con barrera. Bajo por esta pista. En más o menos buen estado al principio, voy pasando casetas y fincas, después se hace más pedregosa y se convierte en un sendero para más abajo volver a ser una pista y seguir, ya bastante recta, hacia la pista Anocheza por donde llego cerca de otro gran grupo de antenas.
Ahora tengo por delante de mí un largo descenso con una pendiente muy fuerte por una pista de cemento estriado y resulta una maravillosa bajada porque voy viendo el crepúsculo, como las luces se van encendiendo en el valle de Güímar y la serpiente ondulante de las luces de la autopista. Según voy bajando va anocheciendo, y es una sensación fantástica que no había planeado, ha salido así por casualidad. La última parte de la bajada la hago a oscuras, casi sin saber por dónde voy pisando. Me muevo, pero sin referentes parece que no avanzo, es un curioso fenómeno psicológico. Cuando llego al mirador (hotel) de Don Martín ya es de noche (18.40h). Después sigo bajando por la carretera general, es una carretera estrecha que va embutida por la pared que encierra el valle de Güímar/Arafo. Llevo una pequeña linterna en la mano para que los coches, no muchos, que suben o bajan me vean de lejos. La carretera es muy estrecha y tengo que pegarme a las protecciones o pararme cuando pasan. El tiempo es absolutamente balsámico en esta bajada con una temperatura perfecta, ni frío, ni calor, sin viento ninguno y cada vez más entretenido con las luces de la ciudad, acercándome. Al llegar al llano después de la bajada la carretera es ancha, apenas pasan coches. Todavía me queda un rato hasta llegar al primer barrio de Güímar: Guaza. Lo paso y siento que ahora podría seguir caminando hasta el día siguiente, ya he conseguido el ritmo perfecto. Casi me molesta cuando llego a la estación de guaguas de Güímar, por aquí dejé mi coche.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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Pino La Marquesa - Canal Fasnia - Güímar