• Excursión 92. 29 Diciembre de 2013. Domingo.
Guía. El Picacho
Municipios: La Matanza. La Victoria
ENP: Paisaje Protegido Costa Acentejo
De 16.30 a 18.15h. De 300 a 220 a 300m.
Distancia: 3,2km. 1h 45m.
Recorrido por el barrio de Guía y un paseo sobre la bahía de la Caleta Negra con varios miradores. El paseo va por un saliente (El Picacho) situado entre los barrancos de La Fajana y El Palmar.
Después de varios días por los barrancos de la Mina y Hondo tengo que buscar otra zona. Y para eso tengo que encontrar un punto de inicio de excursiones, como lo ha sido el final del camino del Mar para conocer los barrancos de Santa Úrsula (Mina, Hondo). En el mapa descubro el barrio de Guía, situado en La Matanza, está al final de la carretera auxiliar (TF-174). Esta carretera, paralela a la autopista, se toma desde la salida de la TF-5 por La Matanza. Es la misma que se usa para ir al Caletón. Mi objetivo es explorar los barrancos (Fajana, Palmar) situados entre la meseta del Jagre y el Barranco Hondo. Pero primero tengo que encontrar un punto de inicio, un punto de apoyo.
En el km 2 (aprox.) de la TF-174 tomo la desviación a la derecha que entra en el barrio de Guía. También aquí hay un túnel que pasa bajo la autopista y después sube hacia La Matanza, como el de la urbanización de La Palmita. Dejo el coche muy cerca de la calle principal (Acentejo) en la calle Del Sol. El día está luminoso y despejado, así que si encuentro un mirador tendré una buena vista. Me meto por la calle Del Sol que es la que tiene más pendiente y baja más directa hacia el mar. Bajo y bajo, pero no encuentro ningún mirador, sólo fincas cerradas, sin posibilidad de acceso. Un poco frustrado vuelvo a la calle principal y sigo por ella hacia la derecha hasta que llego a la carretera de servicio (por la que apenas pasan coches.). Después sigo a la derecha por la carretera. Cerca del barranco (La Fajana) pregunto a un hombre fornido que viene silbando, me dice que pasado el restaurante de La Sabina hay un camino que baja al barranco, que él nunca ha estado y que puede estar muy cerrado, “no se meta mucho porque se puede ver encerrado y encajonado”. Efectivamente, en el km 3 hay una entrada a la derecha hacia una casa con un cartel que dice “prohibido el acceso a todo vehículo ajeno”. Como yo no soy un vehículo paso.
Rodeo la casa, donde hay un coche aparcado y después veo un cartel de espacio protegido. Descubro que aquí empieza un sendero, de buen aspecto, con barandilla de madera (la misma clase de barandilla que en la subida del Barranco Hondo, claro pertenecen al mismo municipio: La Victoria). En el inicio veo otro sendero que sale a la derecha y baja hacia el barranco de la Fajana, lo dejo para después. Sigo el camino que bordea el barranco, que es muy angosto y tiene forma de embudo. Con terrazas de arriba abajo cubriendo toda la superficie. Ahora están abandonadas, pero se reconocen por las líneas paralelas de tabaibas que crecen ahora en las terrazas. El barranco está encajonado por dos paredes muy verticales. El sol da muy oblicuo y solo ilumina la ladera opuesta. El barranco de la Fajana es el límite entre los municipios de La Matanza y La Victoria. Todo el rato mientras miro el barranco voy caminando por un sendero que va por fuera del barranco, por encima del borde superior y poco después empiezo a recorrer, en suave bajada, el promontorio entre los barrancos de la Fajana y del Palmar (El Picacho).
En la punta del promontorio la vista es muy buena hacia los dos lados de este gran saliente, veo desde el roque de El Cagado hasta El Jagre (una lengua en suave caída hacia el mar. En la parte inferior de la meseta del Jagre veo los restos ruinosos de casas cueva, están muy cerca del mar. Desde aquí veo bien la situación de la casa aislada y a medio construir que tanto me llamó la atención en otra ocasión que estuve por allí. Sólo se puede acceder desde el mar y tuvieron que usar una grúa para subir los materiales. En alguna excursión tengo que bajar hasta allí para verlas mejor. También desde aquí veo la meseta de El Jagre con sus cardonales y sus invernaderos con plataneras. El sol resalta los grupos de cardones. Sus paredes verticales, marrón claro y negro, se precipitan hacia el mar.
El promontorio que estoy recorriendo está a 220 metros sobre el nivel del mar. La pena es que apenas está soleada la vista de la costa. Es un recorrido muy cuidado con muchos carteles indicativos. Lo que me intriga es que con la cantidad de dinero que cuesta mantener esto, por qué no está señalizado el comienzo. Este recorrido parece un secreto para iniciados, yo lo he descubierto por pura casualidad. En el risco hay impresionantes rocas que parecen a punto de desprenderse, recubiertas de líquenes blancos y amarillos, y abundante vegetación crasa. El camino termina después de recorrer el promontorio por todo su borde, intento bajar por el barranco del Palmar, pero está impenetrable, totalmente ocupado de vegetación baja (de todas formas, abajo hay una pared vertical de 100 metros que no podría salvar). Fuera del camino la vegetación forma una masa compacta de inciensos, tuneras y tabaibas. Regreso un poco por el camino y me salgo de él y empiezo a bajar por una cresta. Hay colmenas, pero pienso que apenas habrá actividad de las abejas, así es. Desde aquí tengo vistas sobre el risco de la (Fuente de la) Sabina, el roquete saliente de la Sabinilla y el roque del Cagado. Desafortunadamente el contraluz hace difícil conseguir buenas fotos. Pero las vistas de los riscos verticales y el mar fuerte sí que merecen la pena desde esta punta hasta donde he llegado que está sobre el barranco de La Fajana.
Todavía hay un tercer barranco más (La Reyerta) a la izquierda pero es tan cerrado y vertical que sólo se podrá ver desde el mar. Regreso por el camino hasta su inicio y, ahora sí, me meto por el sendero que va por dentro del barranco. Apenas tiene recorrido. Parece que hay cultivos, pero lo que me gustaría es bajar hacia el mar, todavía me falta experiencia para atreverme a bajar entre las terrazas abandonadas. Pero seguro que debe haber un sendero. Si antes lo cultivaban, debió haber un camino para acceder a las terrazas. (Tardaré casi cuatro años en atreverme a bajar por este barranco). Al otro lado veo un cartel azul de espacio protegido, pero no logro saber cómo llegar a él. Desisto. Un árbol grande sobre la ladera de enfrente parece cuidar una casa antigua sin techo. Según el mapa por aquí hay una fuente (La Sabina) pero tampoco logro dar con ella. Subo a la carretera. Busco otros caminos que bajen más allá del restaurante, pero después de un rato lo dejo. Otro día exploraré la casa en ruinas con el árbol, muy misteriosa.
Creo que tiene un efecto positivo escuchar música, me hace concentrarme más y todo me parece más interesante. He estado escuchando una recopilación musical (La Vida Ensayada) de un programa de la radio: Islas de Robinson. Es música de género folk rock. Y no conocía ninguna de sus canciones.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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Guia a El Picacho