• Excursión 753. 5 Febrero de 2018. Lunes.
Los Quevedos. San José. Las Rosas.
Municipio: San Juan de la Rambla
De 15.23 a 18.14. De 466 a 280 a 600 a 490m.
Distancia: 6,6km. Duración: 2h 51m.
Recorrido variado. Por el barrio de Los Quevedos (Bien de Interés Cultural), el cauce de un barranco con mucha vegetación (Chaurera), localización de un barbusano en flor y el encuentro casual de un sendero por el bosque de laurisilva
Hace un par de meses leí en un suplemento de El País sobre viajes un reportaje de una escritora canaria (Ana Esteban, que ha publicado un libro de relatos “Peces de Charco”) que hablaba de un recorrido por el norte de Tenerife y lo leí con curiosidad para ver que podía escribir de algo (el norte de Tenerife), que necesita varios libros, en una sola página del periódico, y había una cosa que no conocía: Los Quevedos (la primera vez que veía ese nombre), un barrio de San Juan de la Rambla con casas declaradas BIC (bien de interés cultural). Bien documentado con un mapa de OSM planeo la excursión.
Como llego demasiado justo para tomar la 354 en el Puerto, de hecho la veo subir ya (14.34h), sigo por dónde supongo que va a ir pero cuando logro encontrar aparcamiento para mi coche y estoy un rato esperándola (Carretera General Puerto de la Cruz las Arenas, TF-312), me doy cuenta de que ha tomado otro camino, hacia Las Dehesas, así que me vuelvo a subir a mi coche y de nuevo suponiendo por dónde va a ir llego a Los Realejos y dejo el coche en una calle de subida ya en el Realejo Alto (Calle San Agustín), cuando estoy subiendo por esta calle que tiene mucha pendiente, veo pasar la 354 y le hago señas al conductor, sin saber si me ha visto salgo corriendo hacia arriba y para mi alivio veo que me está esperando en una parada cercana. Le agradezco mucho al conductor su amabilidad y me acomodo en un asiento delantero (14.56h). A mi izquierda va una familia, la madre con un niño encima y otra niña al lado, van cantando canciones infantiles, cuando se bajan, en Icod el Alto, veo al padre también con otro niño más y un carrito.
El día está estupendo de sol y de luz e incluso algo caluroso. Voy con mi mapa siguiendo la ruta de la guagua y le pido al conductor que me deje en San José. Tengo suerte con la hora de tomar la guagua, porque justamente esta se desvía de la carretera general Icod el Alto (TF-342) para hacer un rodeo por San José. Me deja cerca de Los Quevedos, (15.23h, 466m, al principio de la calle La Portalina). Bajo por la calle y tuerzo a la derecha en la primera calle que encuentro (Adán Martín). Al llegar a otra calle (con el mismo nombre) tuerzo a la derecha para comprobar si hay acceso a un barranco profundo (Chaurera) pero no lo tiene, sólo llego al aparcamiento de un instituto. Aquí hay guaguas recogiendo estudiantes. Regreso por la calle y sigo bajando todo el rato hasta una carretera (San José, Tf-351) que es donde se supone que es Los Quevedos pero sólo veo una casa antigua, aunque renovada. A un hombre que ha dejado una bolsa en el contenedor de basura le pregunto por un grupo de casas antiguas y me dice que sólo la suya (nº 79) lo es y otra que está enfrente y no sabe nada de ese grupo de casas antiguas, al menos me dice que sí puedo bajar al barranco de la Chaurera por un camino empedrado que hay al lado de su casa. Me meto por el sendero donde la yerba entre las piedras está peinada hacia abajo, señal de que ha llovido mucho recientemente, llego enseguida al cauce del barranco que es poco profundo aquí, me sorprende ver una gran variedad de árboles canarios, que parecen plantados en este sitio (delfinos, peralillos, guaydiles, laureles, viñátigos, palos blancos, sauces e incluso acebuches), en el cauce estoy al lado de un túnel y mucha vegetación tupiendo ambos lados del cauce, remonto por el camino empedrado hacia la otra ladera pero termina enseguida en una calle, así que regreso por donde he venito hasta la carretera de San José.
Vuelvo a preguntar al hombre de antes pero no me dice nada sobre las casas y cuando le pregunto por otras maneras de bajar al barranco me dice que es imposible, que está todo protegido. Sigo bajando por la carretera y me meto (a la derecha) por la calle Lomos Los Quevedos, bastante llana, y aquí es donde veo las casas antiguas amazacotadas de color gris, con algunas piedras en las paredes, tal como describía la periodista canaria. Cuando me doy la vuelta y miro hacia atrás me sorprende la vista del Teide, se ve fantásticamente bien, con la forma aplanada que toma cuando se ve desde esta zona de la isla, además con su penacho de nieve, y en un día tan radiante como hoy es el contraste máximo. Por aquí veo varias casas antiguas, algunas en buen estado, otras en ruina total, avanzo por la calle pero no tiene salida. Regreso y al lado de las casas de dos plantas encuentro un callejón que baja hacia la derecha, lo sigo y enseguida encuentro un sendero que baja entre la yerba muy fresca y la vegetación baja estacional que está arrebatada y lo ocupa todo, estoy emocionado por haber encontrado este sendero que no está en mi mapa, va bajando haciendo eses entre parcelas cultivadas y otras en barbecho y otras desocupadas, esta es una zona muy agrícola.
(Además de ver las casas antiguas de Los Quevedos mi otro objetivo es tratar de encontrar una manera de acercarme al barranco Chaurera que sé que es bastante profundo en algunos tramos.) Sigo bajando por el sendero que parece utilizado por los agricultores locales y llego a una pista (350m) donde veo un coche aparcado, los ocupantes (un hombre y una mujer) me dicen que no saben si tiene salida esta pista pero que por arriba hay una puerta, les digo que el sendero está abierto, es decir, estoy en una carretera privada. Se van. Sigo bajando. Por aquí hay grandes fincas a ambos lados de la pista y hacia la derecha está el barranco, pero bastante lejos y no me puedo acercar porque todas las fincas están valladas. De vez en cuando me vuelvo para mirar el Teide espléndido brillando blanco arriba. Cuando las fincas terminan la pista se convierte en un sendero pequeño que es por donde va un canal que lleva agua, en realidad casi no hay sendero pero yo sigo entre la vegetación aprovechando los lados del canal pequeño y tengo que cruzar una zona complicada de vegetación y charcos hasta que veo una valla más abajo que interrumpe el sendero, pero a la derecha veo que puedo seguir pegado al muro bajo de cemento de una finca, y en dirección al barranco, la vegetación está muy alta y tengo que caminar despacio con precaución por dónde piso, cuando la finca termina sigue el sendero y después más claro hacia el cauce del barranco de la Chaurera al que llego después de una bajada con bastante pendiente (280m).
Maravilloso, lo he conseguido, aquí la vegetación es salvaje, hay muchas plantas e incluso pinos, inciensos, cerrajones, cañas, tabaibas, jazmín salvaje. Por el cauce no se puede ir pero puedo cruzar al otro lado y seguir cerca de una pared vertical pelada que se está desmoronando, procuro no acercarme mucho a la pared, paso un cañaveral con humedad y sigo pegado a un canal que va rodeando la pared, el barranco se hace más angosto, sigo el canal y un medio sendero hasta que veo que llega a una esquina con un mal paso. Ya he agotado mi suerte, así que simplemente me doy la vuelta y regreso, la ladera de enfrente del barranco está llena de plantas, con pinos y palmeras. También veo brezos, vinagreras y espineros negros. Todo está tan verde, son las lluvias abundantes del invierno. Y hoy con este calor todo parece estar el doble de vivo y respiro ese aroma inclasificable, esa mezcla de olores donde predominan los del cañaveral y el del incienso. Estoy más que contento en el regreso y logro no mojarme los pies en el canal abierto.
En la subida huele a azahar que viene de los naranjos que hay en las fincas donde también veo papayeros, aguacateros y viñedos. Las fincas están muy cuidadas. Regreso hasta el sendero y subo por él hasta Los Quevedos. Intento acercarme de nuevo al barranco en un viñedo, pero no logro llegar hasta el borde porque hay muchos brezos. Vuelvo a Los Quevedos y al ver dos hombres que están reparando una casa les empiezo a preguntar, me dicen que Los Quevedos fue declarado BIC en 2005 y que las primeras casas datan de 1825. Cuando le digo que el lugar está situado en un promontorio con unas vistas fantásticas me dice que al final de la calle le llamaban “La punta del muelle” por eso. Es llamativo encontrar una calle tan llana. Me dicen también que el camino por dónde he ido es un camino real, y entonces me doy cuenta de que la valla que interrumpía el camino era para que no se suba, no para no bajar, así que antes yo estaba dentro y no afuera, y me doy cuenta también de que estaba muy cerca de la carretera que va de Mazapé al cementerio y por dónde se toma el sendero que baja por el barranco de Poncio (excursión 674), y me acuerdo de que ese barranco también tiene una pared muy vertical sin vegetación, y el barranco de Poncio es el que está por debajo de este de la Chaurera, el mismo barranco pero con dos nombres dependiendo del tramo. Y me dicen también que el otro camino que usé, al principio de la excursión, para cruzar el barranco es el antiguo camino para ir hacia La Vera.
Regreso por el mismo recorrido y cuando paso al lado de la casa antigua donde el hombre me pregunto por qué no ha querido decirme nada acerca de dónde estaba Los Quevedos, parecía amable, pero lo tuve que encontrar yo solo. Subo hasta el instituto y arriba en un rellano amplio intento de nuevo acercarme al barranco, pero nada, veo algunas casas muy antiguas, pero en muy mal estado, con balcones de madera. Rehago mi camino hasta la curva de la carretera por donde empecé y sigo subiendo recto por la calle La Portalina y en la primera que puedo tuerzo a la izquierda (Camino Los Herreros). No hay muchas casas por aquí y me voy acercando y llego al barranco La Chaurera que pasa describiendo una gran curva. El barranco es estrecho y profundo aquí y la calle va casi por el cauce. Después remonto por una calle urbana (Lomo Tieso/Dra Josefa Dorta) que está cerrada al tráfico, un tramo de la calle se está hundiendo hacia el barranco.
El día sigue maravilloso y luminoso con la presencia continua del Teide allá arriba. Mi objetivo ahora es acercarme a ver un barbusano que hay por aquí y que forma parte del catálogo de árboles monumentales de Tenerife. Al llegar a la carretera general de Icod el Alto tuerzo a la derecha hacia La Guancha y para mi suerte encuentro una escalera/camino empedrado (Camino Lomo El Pino) que no viene en el mapa y que sube hacia donde puede estar el árbol. Pasa al lado de unas casas y después cerca de un gran depósito de aguas (Depósito Las Rosas II) y ya veo al barbuzano en el margen izquierdo (17.38h, 538m). Es grande y hermoso y tiene flores y frutos, es el mejor momento para verlo, con muy buen aspecto, rebosante. Además hay vistas al barranco que también tiene una pared ocre sin plantas y muy vertical aquí arriba. Sigo subiendo y al pasar el depósito veo un sendero que sigue subiendo por la ladera y que va paralelo al barranco. Es un verdadero sendero de bosque de laurisilva con laureles, brezos y aromáticos jaguarzos (jaras), un trozo repentino e instantáneo de monteverde. Subo y sigo bastante emocionado por este descubrimiento casual hasta llegar a una casa (580m) donde pregunto a una mujer que trajina con sus plantas y que me dirige hacia un hombre que está podando un nisperero, ambos muy amables, me dicen que el sendero sigue subiendo.
Estas casas son parte del barrio de Las Rosas. Pero ya no tengo más ganas de seguir subiendo, ya estoy de recogida, así que lo dejo para otro día (excursión 1128). El hombre de los nispereros me explica cómo bajar a la carretera general hacia el pino del Molino de Viento, que es el otro árbol que quiero ver hoy. Callejeo tratando de bajar lo más recto posible, llego a la carretera y poco después veo el pino, pero desde unos 40 o 50 metros, es un pino muy ramificado en tonos verdes pálidos, con mucha hojas y cogollos de ramas, sigo caminando por la carretera, pero no encuentro la manera de acercarme más, llego hasta casi La Guancha y ya me quedo cerca de la parada de Titsa (18.14h, 463m), dejo lo del Pino para otro día (excursión 769). Veo algunos caminantes-deportistas por ambas aceras. No cruzo un puente que hay para salvar el barranco. Recorro un poco una pista de piedras que baja al lado de una galería pero ya me vuelvo a la parada. La 354 aparece puntual (18.28h) y me pongo a escuchar a Diana Krall “Live In Paris”: relajación inmediata.
En las grandes rectas hasta Icod el Alto todavía puedo ver más veces el Teide plano y nevado. Siempre me impresiona cuando la guagua pasa al lado del, profundo y lleno de árboles y plantas, barranco de Ruiz. En el Realejo Alto me bajo demasiado pronto y tengo que bajar toda la avenida de Canarias (en obras) hasta la plaza (Mencey Bencomo) con la rotonda donde hay siempre mucho tráfico porque no me ubico. Y es que ahora tengo que encontrar mi coche y tengo que rehacer el recorrido que hice en coche antes, ahora caminando y desde esa plaza y volviendo a subir. Ya es de noche y me llega el ambiente algo animado de tiendas abiertas, pero sin clientes y de bares con terraza y de familias de compras, procuro no ponerme nervioso, pero el tener que buscar mi coche en subida me agota psicológicamente y cuando veo mi coche es antes de lo previsto y me da una gran alegría. Joder, esto es emocionante hasta el final.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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Los Quevedos - Las Rosas - La Guancha