• Excursión 63. 6 Septiembre de 2013. Viernes.
Montaña de la Gallardina.
Municipio: La Laguna.
De 18.40 a 20.20h. De 625 a 540 a 725 a 625m.
Distancia: 4,7km. 1h 40m.
Circunvalación y ascenso a la montaña de La Gallardina
Vuelvo a San Roque y empiezo por el mismo sitio que en la excursión anterior (al final del camino Primavera). Por la pista de tierra pedregosa camino hacia la montaña de La Gallardina, al llegar a la base continúo dando la vuelta a la montaña. En la casa aislada con ventanas de madera que está al borde de la pista pedregosa nadie hoy, ni los perros, ni la mujer. Gracias a las indicaciones de Livingston encuentro el camino. Va por debajo de la casa con las tejas desordenadas. Ahora sí sigo bien el camino y voy rodeando la Gallardina. Enfrente aparece un barranco grande (Chozas) rodeado de varios picos encadenados, el primero es muy cónico (Mariquita). Subo por un camino recto que va oblicuo a un borde rocoso. Sólo al llegar al borde veo por dónde podría continuar el camino, cinco metros antes no se ve nada. Impresionante borde de rocas antiguas, es muy largo y con formas caprichosas a todo largo de la cresta. Son rocas grises y redondeadas, me gustan mucho sus formas, la manera en que forman una frontera.
Me asomo sobre el borde rocoso. Delante tengo un espectáculo rico y variado. En la salida del barranco Las Chozas hay una pequeña presa (Charca de Tabares). Tiene muy poca agua, de color verde. Este barranco desemboca en otro (Tabares) que desciende con casas dispersas entorno al cauce, es el barrio de Tabares, en lo alto se distingue claramente el recinto amurallado del centro de jóvenes.
Hay grupos de casas por encima de la charca y cerca del cauce. Se ve un camino al fondo, pero ¿cómo ir allí? De repente miro hacia arriba y veo a un hombre cerca. Me acerco a él y le pregunto. Resulta ser un cabrero que me hace esperar un poco para darme la información, primero tiene que llevar a su pequeño rebaño a otro lado. El tiempo está más bien cubierto y sólo sale el sol muy vez en cuando. Vuelve y me conduce por el camino, él detrás –receloso, sin decir una palabra. Precioso camino serpenteante. Me deja donde empieza una pista. Sigo subiendo y viendo enfrente el impresionante barranco (Chozas) que va paralelo a la vega lagunera y perpendicular al barranco de Tabares. Las montañas de enfrente (risco Las Chozas) van cambiando de forma según voy avanzando y subiendo. Apenas hay viento, buena temperatura, parece que lo del viento de los días anteriores no es una constante. Es un barrio ganadero, veo muchos bueyes. Pasan camionetas por la carretera. Escapo por los pelos de que una me dé un buen viaje en la cabeza por culpa de un bache, menos mal que estaba bien arrimado al margen. Sigo hasta un pequeño barrio ¿Bronco? situado por debajo de un pico (Colorado).
En este barrio estuve el pasado enero haciendo panoramas de la vega lagunera. Me resulta irónico no haber visto nada en absoluto del camino que acabo de hacer, de ninguno de estos barrancos. Hubiese bastado adentrarme 50 metros para haberlo visto. Lo digo porque en enero iba buscando vistas nuevas.
Llego a la confluencia con la carretera (Camino Lomo Largo) que sube desde La Laguna y enseguida distingo claramente el sendero que sube hacia la cumbre de la Gallardina. La luz cálida del atardecer resalta las piedrecitas del camino cuando me vuelvo a ver otra vez el pico Colorado y hacer más fotos. Me lanzo a la subida con un ansia tremenda. Tiene algún tramo confuso, pero es, en general, claro. Sólo se trata de subir por una arista. En unos seis o siete minutos llego a la cima. En la cima corre un viento muy fuerte. Me siento un rato detrás de unas piedras para resguardarme del viento. La Laguna está entera a mis pies.
La vista de 360 grados es absolutamente impresionante. Lo que veo es una gran extensión totalmente llana rodeada de montañas. Veo toda la vega lagunera, las montañas del otro lado desde el Púlpito a Mesa Mota, desde Las Canteras hasta Las Mercedes. Hacia atrás el barranco de Chozas y el de Tabares. El cielo de nubes grises me impide hacer fotos interesantes y no puedo ver el Teide, aunque sí la pista del aeropuerto. El viento se suaviza y me permite estar aquí arriba. La cima es extensa y bastante plana. Me dirijo hacia el otro extremo por un sendero ancho y llego a un punto geodésico que está marcado por un base y un cilindro de cemento. Desde aquí hay vistas hacia Santa Cruz. En vez de regresar por dónde he subido decido bajar por la ladera que da a San Roque porque he visto que tiene poca vegetación, Aunque sé que existe un camino para bajar, me lo ha dicho el cabrero, prefiero algo más aventurero.
Empiezo a bajar sorteando la vegetación rala, no es fácil, a veces tengo que volver a subir, pero cada vez me acerco más a la pista que rodea la montaña, cerca de la casa aislada con cobertizos por encima de la pista. Se me hace un poco angustioso al final, me lo pone difícil un talud vertical en el lateral de la pista y me cuesta encontrar un sitio por dónde bajar, pero lo logro. Me doy cuenta de que tengo los muslos doloridos, ha sido del esfuerzo de ir frenando en la bajada, por lo menos 150 metros de desnivel. Me siento un trotamundos, me siento muy bien de poder haber hecho este tramo a lo loco.
Regresando por la pista y cuando no me falta mucho para llegar al asfalto pasa una camioneta. Se para, es el hombre que vive en la esquina (la casa con animales y árboles por encima de la pista) sólo con gestos se ofrece a llevarme. Acepto y me subo, se fija en que llevo los cordones desatados. Al decirle que me parece un sitio precioso él no dice nada, sólo se queja del efecto en la vegetación de un rebaño muy grande de cabras que comen por estos montes. Él y yo estamos juntos, pero todavía en mundos separados.
Misión cumplida al segundo intento. Ya he puesto bien el pie en las montañas en el lado de enfrente de la Mesa Mota, en el otro lado de las montañas que rodean la vega lagunera. Ahora tengo todo un terreno por explorar y sé cómo acceder a él. Sólo hay un acceso (en coche) para llegar a la parte alta de las montañas de La Laguna que dan hacia Santa Cruz: por la circunvalación que rodea La Laguna hay que salir por El Bronco, no por la pista militar. Esta es una parte muy importante de las excursiones: saber por dónde ir en las ciudades para encontrar el principio de las rutas. Las entradas a los sitios interesantes son muy pequeñas. Si no las conoces el paisaje te rebota y no te deja entrar.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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La Gallardina, circunvalación y ascenso