• Excursión 319. 23 Julio de 2015. Jueves.
Barranco Las Saletas (Las Gambuesas). Risco Azul.
Municipio: Arafo.
ENP: Paisaje Protegido Siete Lomas. Parque Natural Corona Forestal
De 14 a 17.30h. De 820 a 1020 a 820m.
Distancia: 2,4km. Duración: 3h 30m
Por el bosque de pinar con laurisilva en las medianías altas de Arafo (El Pinalete) con un recorrido accidentado por un largo tramo de túnel con ventanas sobre un abismo escalofriante.
Amarga experiencia en el barranco de Las Saletas.
En coche voy hasta Arafo, la atravieso por la calle principal (La Libertad) y sigo subiendo y callejeando (calle Canal Alta, Camino Morra del Estanque) hasta el barrio de El Pinalete. Este barrio tiene fincas agrícolas dispersas. Paso la calle Camino del Castaño (790m) y sigo subiendo con el coche por firme un poco deteriorado hasta que termina el asfalto (820m). Dejo el coche al lado de la entrada a una finca. En las inmediaciones hay dos entradas a fincas, cerradas y un camino que sube. Es por el camino por donde empiezo a subir.
Hace bastante calor (33º). El camino está empedrado y tiene una superficie muy irregular y erosionada. Enseguida abandono los vallados de las últimas fincas y sigo subiendo. Veo carteles de una Paisaje Protegido (Siete Lomas). Estamos en julio y se nota. El camino es tortuoso, retorcido y con muchas partes escabrosas. Un canal de agua rumorosa va por un lado del camino. Con el calor se me está haciendo dura la subida, y eso que voy protegido bajo el paraguas. Poco a poco voy metiéndome en el pinar. En los 890m paso un sendero (a la derecha, va a una galería -Risco Azul), yo sigo subiendo. Bajo los pinos y con un sendero con más curvas voy repartiendo el esfuerzo. El calor sigue siendo muy intenso. Todavía no me he acostumbrado a estos calores. El sendero sube serpenteante y en los 1020m aprox. encuentro un canal ancho, sin losas de cubierta, totalmente seco. Es el canal de Fasnia, el canal de las Mil Ventanas. Lo empiezo a recorrer hacia la derecha, a veces por dentro, otras por fuera cuando está muy lleno de plantas. En unos cien metros el canal tuerce a la izquierda y se mete en el barranco de Las Gambuesas con vistas fantásticas hacia el interior. Su recorrido es prodigioso. Y no tardo mucho en llegar a la entrada al túnel (14.30h). Ya conocía la entrada (excursión 313) y hoy vengo dispuesto a recorrerlo.
Vengo con una linterna potente. Me da un poco de respeto. Me meto. El techo del túnel es muy irregular, con muchos picos. Me sorprende tras avanzar unos dos o tres minutos encontrarme con una ventana que da al barranco. Lo cual significa que es más largo de lo que esperaba. El barranco es impresionante, de paredes totalmente verticales, parecen casi pulidas a máquina de forma semicircular, un cilindro perfecto. Sigo adelante. La linterna va bien pero me empiezo a impacientar cuando llego a otra ventana y mirando desde ella veo que hay más ventanas. Es mucho más largo de lo que creía (tenía la información errónea, abajo el sendero que lleva a la galería Risco Azul sí tiene un canal corto). Mi impaciencia me lleva a ser descuidado y me doy un buen golpe en la cabeza, los picos del techo salen hacia todos lados. El canal es por momentos bastante bajo, tengo que ir algo agachado. Me doy otro buen golpe en la cabeza, me quedo aturdido, por la sorpresa y el dolor.
Llego a otra ventana que tiene un enjambre de moscas o abejas, no sé, revoloteando que me pone de lo más atacado. Al tratar de pasar rápido y meterme de nuevo en el túnel me doy otro buen golpe en la cabeza. Es que no me puedo arriesgar a que me piquen las abejas. Si me pica una me pueden picar muchas. (Esta aglomeración de insectos puede deberse a una simbiosis entre palomas que van dejan su guano aquí y los insectos que se comen lo que crece ahí). En el paso de esta ventana con el enjambre se me ha revivido una experiencia traumática de cuando tenía catorce años. Tuve que atravesar una nube de moscas que zumbaban histéricas en el vano de una puerta (eso creí) y no me di cuenta de que era una ventana y caí como unos dos o tres metros… y me rompí un tobillo.
Estoy algo confuso, pero con mi habitual perseverancia no me doy por vencido, un error. Voy más despacio, encorvado, temeroso, sujetando bien la linterna, no se me puede caer y perderla. Me doy otro golpe más. Cada vez que me golpeo lo vivo como una injusticia, algo incongruente. Sigo. Alcanzo una de las ventanas con mejor vista, parece que está en el centro del cauce ideal del barranco. Tengo una vista muy larga del barranco profundo. Apenas puedo disfrutar de la experiencia, sólo hay dos o tres ventanas libres de insectos pululantes y sólo tengo arrestos para hacer cuatro fotos, y bastante es. Sólo me da para pararme en un par de ventanas donde por unos segundos puedo admirar la verticalidad de las paredes de este barranco de miedo.
Tras pasar muchas ventanas y de repente el túnel da a una terraza amplia con mucha vegetación. Una terraza inclinada con paredes altísimas y totalmente verticales por encima y por debajo. No hay escapatoria por ningún lado. En vez de volver, que hubiese sido lo razonable sigo adelante y me aventuro por la terraza y tras unos 30 o 40 metros me vuelvo a meter por otro túnel que continúa rodeando el barranco. Al poco termina el canal que me ha acompañado todo el trayecto. Aquí dejaron la obra a medias, está claro. Este túnel parece muy largo y por temor a posibles gases nocivos y que no tenga salida, por fin, entro en razón y me doy la vuelta, decisión muy sensata, que tenía que haber tomado mucho antes.
El regreso lo hago extra lento y así y todo todavía me vuelvo a golpear la cabeza, otra vez más. A la vuelta me resulta angustiante el paso por una de las ventanas donde se ha acumulado mucha tierra y el paso es angosto, y, desde luego, el paso por la ventana de la nube de insectos voladores que producen un zumbido fuerte que me llena todo y que que resulta de lo más alarmante
Logro salir del túnel sin golpearme más. Me lavo la cabeza y veo que tengo sangre en varios sitos. La seco con pañuelos. Vuelve a salir. Cada vez menos. Me quedo a comer en el mismo canal a la salida del túnel tratando de recuperarme. Termino y bajo hasta el otro sendero, el que pasé antes en la subida. Me desvió por él y tengo la sangre fría de avanzar hasta un mirador maravilloso sobre el barranco y disfrutarlo. Al otro lado los pinos se agarran a las paredes verticales de una manera increíble. Riscos y pinos bajo una luz cegadora. Estando aquí admirando el paisaje me toco la cabeza y compruebo que sigue sangrando. No me queda más remedio que dar la cosa por concluida (pensaba hacer más) y dar las gracias a los hados (de los senderistas) por estar casi todo entero.
El sendero difícil, erosionado y tortuoso se me hace un poco largo por el calor agobiante. (Este sendero lo he hecho posteriormente muchas veces y siempre me resulta difícil de transitar).
De vuelta en casa me lavo bien la cabeza con germibón, y me lo curo razonablemente. Al día siguiente voy al médico y me dice que no me preocupe, que no hay señales de infección, que sólo me la debo cuidar y lavar con un cepillo antiséptico (que me regala) parecido a un cepillo de dientes, pero con las púas más picudas y fina. que sólo debía cuidar y limpiar las heridas y me regaló un cepillo antiséptico.
No más túneles, por favor.
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Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla
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Las Saletas/Las Gambuesas