E-108 Valle Colino

• Excursión 108. 14 Febrero de 2014. Viernes.

Valle Colino.

Municipio: La Laguna.

De 12.30 a 13.30h. De 430 a 500 a 430m.

Distancia: 2,3km. Duración: 1h

Recorrido por un valle solitario cubierto de vegetación invasiva (piteras, tuneras), verde por las recientes lluvias

Me encuentro en la Facultad con un antiguo alumno. Le hablo de mis excursiones a Arguayo y le recuerdo que fue él quien me hablo de sus almendros. Me dice que en Valle Colino (La Laguna) ha visto un grupo de almendros en flor. Sin pensármelo más, decido hacer una excursión relámpago, son las doce.

No me cuesta mucho callejeando por los barrios de La Laguna (Finca España) y las nuevas urbanizaciones a la derecha de la carretera general encontrar Valle Colino. Es un lugar famoso por el alberge de animales que hay en una de sus laderas. Por lo demás, es un lugar prácticamente desierto, sólo algunas naves industriales. Está rodeado de las montañas que bordean La Laguna (La Gallardina, San Roque).

Dejo el coche en las últimas naves y encuentro pronto una pista de tierra que se adentra, no lejos del somero cauce del barranco (Colino). Todo está tan verde, todo el valle de color verde y amarillo. Las trebolinas están arrebatadas y como ha salido el sol han desplegado sus campanillas, es un escándalo de amarillo sobre verde. La cámara que llevo hoy no es muy allá y las fotos salen más bien quemadas y pálidas. La verdad es que es un desafío para una cámara captar este fulgor vegetal.

 Hay almendros, no tantos como suponía. Están muy aislados y con la luz tan fuerte están apagados y apenas destacan. Encuentro un sendero que sube hacia La Verdellada, hacia la carretera de circunvalación de La Laguna. Desde este extremo tengo las mejores perspectivas de todo el valle, tan amplio. Destaca La Gallardina y sobre el albergue de los animales, está la loma que separa este valle de Valle Vinagre.

Es tan alegre la luz, lo llena todo de optimismo. Pero no dejo de pensar en este valle como un lugar abandonado. Que fue cultivado, que fue ramoneado por las cabras, y donde apenas queda nada de la vegetación original, casi completa­mente perdida (sólo veo incienso y alguna tabaiba). Y no por ser invasivas me dejan de gustar los inmensos grupos de piteras al lado del cauce del barranco.

Encuentro un sendero que se dirige hacia lo alto de la ladera, hacia la pista que rodea la Gallardina, pero al mirar el reloj me doy cuenta de que no tengo tiempo.

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Pulsar en el siguiente enlace para descargar el track de la excursión

Track orientativo, no obtenido durante la excursión, elaborado después de realizarla

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